Si AMLO no es un cacique, ¿quién es
el decididor?
Por JESÚS SOSA CASTRO
Sólo los que no quieren ver lo que ocurre al interior de
Morena, no los conmueve ni les preocupa que en la mayoría de los Estados, se
empiece a manifestar con mayor fuerza la inconformidad por las formas
impositivas que están ocurriendo. En la primera etapa de construcción del
partido, la mayoría de los que decidimos formar parte de sus filas lo hicimos
por convicción y porque su surgimiento era la respuesta natural al desprecio y
alejamiento de los dirigentes del PRD con la militancia de esa organización
política. Los documentos base y el llamado del dirigente principal de Morena, sostenían
que se iba a construir un partido diferente a los del sistema y que éste sería
democrático, incluyente y apoyado en sus bases de manera indefectible
No pasó mucho tiempo para cerciorarnos de qué tipo de partido
diferente se hablaba. Los encargados de las campañas de información y los
responsables de hacer la propaganda del partido, empezaron a decir que Morena era
AMLO y que AMLO era Morena. Desde entonces el partido empezó a dejar de ser de
la militancia para convertirse en algo privado. Esta concepción maniquea se ha
impuesto impunemente haciendo que el miedo de muchos los paralice o se inhiban
para hacer una crítica sobre el comportamiento político de sus dirigentes. En
los Estados donde están presentes la exclusión y el autoritarismo, los que
hablan del pasmo que se vive y de los responsables de esta situación, si no son
excluidos, son regañados o expulsados del partido. El arribismo y la
prostitución política que prohíjan los coordinadores estatales son
verdaderamente nefastos
La equivocada idea de lo que debe ser un partido no puede
obviar la necesaria relación de los órganos de dirección con sus bases. So pena
de que en su haber partidista, esté sembrada una concepción absolutista como
aquella de Luis XIV de que “El Estado soy yo” o asumir la insólita expresión de
Nicolás Maquiavelo en el sentido de que el poder “es el placer de mandar y una
sublime enfermedad que a todos nos ataca de vez en cuando”(1) Más recientemente
el Dr. Armando Martínez Verdugo agregó la tesis de que en política “el poder es
una relación social de dominio, control y mando” que se ejerce por parte del
líder y de la clase que gobierna en cualquiera de los niveles (2) Si no es esto lo que se observa en Morena,
¿qué es lo que pasa en Veracruz, Guanajuato, Yucatán, Nuevo León, Michoacán,
Chiapas, Guerrero y en otras entidades?
Como militante de esta organización no puedo pasar por alto
la afectación que esto significa. Más aún cuando Ricardo Monreal está a punto
de caer en la cuna del PRI o del Frente Ciudadano. Su salida de Morena no
tendrá grandes repercusiones en cuanto a lo político electoral. Su salida será
su muerte política. Sostengo, en cambio, que la causa principal que subyace en
la actitud y denuncia implícita que hace, es justamente la antidemocracia y la
imposición que se vive en la organización y que hoy se empata con el
encabronamiento que vive la base del partido en la mayoría de los Estados del
país
Dice AMLO que la inconformidad que se manifiesta en sus actos
políticos, son de gente infiltrada por los funcionarios públicos. ¡Falso! Sin
embargo, lo que dijo en Juventino Rosas, Guanajuato, a propósito de las protestas
hechas por los compañeros de Villagrán, miembros del colectivo “Morenos
Trabajando” colectivo en el que se agrupan representantes de 16 municipios del
Estado, francamente da pena ajena. Dice que “él no es un cacique, que está
dedicado a dirigir un movimiento para transformar a México y que los que protestan
son unos provocadores infiltrados” ¡Lamentable la información que le dieron y
peor la acusación!
¡Si no es AMLO el que decide como él afirma, mucho más grave
resulta que sus personeros o dirigentes de menor rango estén actuando por la
libre para abrirle la puerta al oportunismo de todo signo, en lugar de apoyarse
en quienes hacen la talacha que ordenan los cupuleros! ¿No sería mejor que se
llamara a la militancia, a los movimientos y a las resistencias de izquierda para construir
juntos la opción que lleve al pueblo al triunfo en el 2018 y a la
transformación real del país, en lugar de estar incorporando a personas sobradamente
vistas en las filas de los explotadores del pueblo y de la corrupción? Hay les
dejo estas críticas y estas opiniones para quienes las quieran oír. ¡Porque la
situación, pinta mal!
1.-N. Maquiavelo, El príncipe, Prólogo, Editorial Tomo S. A.
de C. V
2.-Poder Política Sociedad, Programa de Investigaciones
Históricas, Universidad Autónoma de Chapingo
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