sábado, 1 de julio de 2023

 

El escarabajo y el colibrí

Un mini cuento para estos tiempos

Por JESÚS SOSA CASTRO

 

Esta tierra seca necesita lluvia, le decía el escarabajo al colibrí. Ya caerá, le contestaba el chupamirto. Un día, el pequeño pájaro levantó vuelo en busca de agua y de flores. Andaba en busca de rocío y miel. Satisfecho de su hallazgo se dijo para sí. ¡El tiempo mejora! Y emprendió el regreso para darle la buena nueva a su amigo el escarabajo

Pero mal le había ido a su compañero. Su dorso, sus alas y sus patas, iban y venían, dispersas por el soplo cálido del viento. ¡No hay nada qué hacer, se dijo! El amigo ya no estaba. La tierra donde lo había dejado, seguía seca, no había vida, ni flores, ni humedad ni miel. Las expectativas de vida del pequeño pájaro, se extinguían sin remedio. Su mundo y sus ilusiones se desvanecían

Entonces el colibrí, triste y lleno de pesar, se puso en manos de las idas y venidas del aire. Se dejaría llevar por esas cálidas oleadas de calor y de una tierra seca. ¡Ya no buscaría flores ni miel! Solo volaría y volaría uniéndose al alero del escaso movimiento que producían los ramales del bosque. Se pondría en manos del aireo, de sus oleadas llenas de calor y de esperanza. Pero un día, eso que parecía un ventarrón lo volvieron a la tierra seca. ¡No se arrepintió! Pensó que la suerte lo había devuelto al lugar donde había dejado las yertas partes del cuerpo de su amigo. Sus ojos dieron cuenta que sólo habían quedado, calcinados por el sol, su dorso, sus alas y sus patas. Triste, pensó que un día, con este tiempo seco, su humanidad correría la misma suerte. Tal vez el viento y la tierra llevarían sus restos al lado de lo que había quedado del escarabajo. Y allí, meditó el colibrí, de los huesos de ambos, surgirán el rocío, las flores y la miel. ¡Los necesita esta tierra seca!

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario