¿En
qué se convirtieron mi libertad y mi pensamiento?
Por
JESÚS SOSA CASTRO
Cuando dejé la montaña para salir a estudiar, empecé a
sentir que estaba haciendo uso de mi libertad. Soñé que empezaba a recorrer un
camino inédito, solo acompañado por las consejas sabias de mi padre, un
campesino que se había hecho hombre al amparo del trabajo y la tranquilidad que
dan los arroyos de las montañas. Ni mis ojos ni mi pensamiento me permitían orientar
mis pasos hacia algo previsto o hacia un futuro promisorio. Solo había en mi
mente las narrativas de mi progenitor que, en el curso de las noches llenas de luciérnagas,
me decía que “Si un día me perdía, observara la hermosa estrella que en el
campo llamamos la Cruz del sur. Ella te llevará hacia el rumbo que quieras
recorrer”
Lo real es que en estos comienzos las decisiones nunca
fueron mías. Influencias familiares sobre mis padres hicieron que me separara
de ellos, aunque, a decir verdad, sus consejos siempre estuvieron pegadas a mi adultez.
En ese recorrido incierto me fui encontrando con otros mundos. Todos dependían unos
de otros, y yo, aprisionado entre ellos, deseaba liberarme para dar contenido a
mis acciones y a mi pensamiento. Todo tardó muchos años para que éstos
empezaran a jugar su papel. Mis viejas ataduras culturales y las arraigadas costumbres
familiares, encontraron en mis lecturas lo que Jorge Luis Borges años antes
escribió en el Aleph: “de todos los instrumentos del hombre, el más asombroso
es el libro”
Este descubrimiento me empezó abrir los ojos y el
entendimiento. De pronto, mis viejas amarras se empezaron a romper al lado de las
luchas estudiantiles, magisteriales, sociales, electorales, políticas y
partidistas. La libertad que buscaba me llevó al lado de Othón Salazar, Valentín
Campa, Demetrio Vallejo, Ramón Danzós Palomino, Lucio Cabañas y muchos más
compañeros y camaradas. Fue entonces que empecé hacer uso de mi derecho, de mi
libertad y de mi razón, para militar en el Partido Comunista Mexicano, en el PMS,
PSUM, PRD y ahora en Morena. Mi pensamiento y mi acción siempre estuvieron en
la izquierda. Viví, luché y sigo haciéndolo por la libertad, la justicia y la
democracia. Ni antes, ni ahora, ni nunca, tuve ni tendré algo en mi ser, que me
avergüence
Mi felicidad actual no tiene nada que ver con lo
material. Son mis derechos, mi libertad y mis causas las que me proveen
de orgullo, contento y satisfacción. Fui y soy una persona más de los millones
de mexicanos que estamos construyendo otro país. Lo que me queda de vida se lo seguiré
dando a mi gente, a los que, como yo, estamos haciendo de nuestra libertad y de
nuestras acciones, un proyecto de una nueva nación. La meta inmediata es
alcanzar el triunfo de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la república el 2
de junio del 24, barrer a los corruptos del poder judicial, hacer que el
movimiento de la 4t sea fortalecido, transformado, asumido y valorado por los de
adentro y por los de afuera. Que sea capaz de ligarse a las luchas sociales,
librarse de los corruptos y oportunistas y convertirse en el instrumento para
profundizar la transformación de México. Esto es lo que quiero que signifique la
libertad, el pensamiento y las acciones de ese pueblo irredento que se mueve en
el horizonte político del país. Ese pueblo que organiza y hace una revolución
que potencia y pone al país en la cúspide de la justica, la democracia y la
libertad. Ese es mi objetivo inmediato. ¡Nada más, pero nada menos!
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