Caminando por la historia
Un
homenaje a los constitucionalistas y revolucionarios mexicanos
Por
JESÚS SOSA CASTRO
El 4 de octubre de 1824, después
del 1er imperio de Agustín de Iturbide, entró en vigor La Constitución Federal
de los Estados Unidos mexicanos. Declaraba que México, sería una República
Federal, Representativa, y tendría como religión oficial, el catolicismo
Al abdicar Agustín de Iturbide, el
gobierno quedó en manos de un triunvirato: Pedro Celestino Negrete,
Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria. Esto acentuó dos tendencias políticas: la centralista,
con Fray Servando Teresa de Mier, Carlos María de Bustamante como ideólogos
principales y la Federalista encabezada por Miguel Ramos Arizpe, Lorenzo de
Zavala y Valentín Gómez Farías. Los centralistas argumentaban que hacer de
México una república federal sólo dividiría más al país haciéndolo vulnerable a
una nueva reconquista por parte de España. Los federalistas en cambio,
afirmaban que un país federado abriría su potencial cultural, económico y social
y el desarrollo pondría al país a la altura de lo que estaban logrando los
Estados Unidos de Norteamérica.
El 31 de enero de 1824, se aprobó
el acta constitutiva de la federación y el 4 de octubre de 1824, nueve meses
después, Guadalupe
Victoria y Nicolás Bravo juraron la carta magna.
Es importante destacar algunos de
sus artículos:
Art. 1º.- La nación mexicana es
soberana, libre de España y de cualquier otro país.
Art.2º.- la religión es la
católica, apostólica y romana y se prohíbe cualquier otra.
Arts.6 y 7, El país contará con
los tres poderes vigentes hasta la fecha
Art. 50.- Libertad política y de
imprenta
Art.74.- El poder ejecutivo reside
en una persona que es el presidente de la República
Art.75.- Se acuerda la figura de vicepresidente
Art- 95.- Período de gobierno de cuatro
años
Art. 123.- El poder Judicial
radica en la Suprema Corte de Justicia.
La Constitución de 1857 fue de
contenido liberal, redactada durante el gobierno de Ignacio Comonfort y jurada
el 5 de febrero de l857
Estableció importantes garantías
individuales como la libertad de expresión, de asambleas, portaciòn de armas,
reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la prisión por deudas civiles,
quitó la pena de muerte, las alcabalas y aduanas internas. Prohibió los títulos
de nobleza, los honores hereditarios y los monopolios.
Se prohibió la enseñanza
dogmática, los fueros institucionales y la enajenación de bienes raíces.
A todo esto, se opuso el Partido
Conservador. Se volvió a desatar la lucha interna y se abrió la puerta a la
guerra de reforma. La pugna entre liberales y conservadores se prolongó hasta
la segunda intervención francesa y terminó al concluir el segundo imperio con la muerte de
Maximiliano de Habsburgo.
Diez años más tarde, al
restaurarse la república, la constitución de 1857 tuvo vigencia irregular en
todo el país
Derrocado Santa Ana en 1855, Juan
Nepomuceno Álvarez, quien gobernó por un breve período, convocó al Congreso
para destrabar la situación que vivía el país. El Congreso estaba dividido en
dos bandos: Los liberales y los moderados. Estos últimos eran mayoría, los
apoyaba el presidente Comonfort, pero los liberales, con Ponciano Arriaga,
Guillermo Prieto, Francisco Zarco, José Ma. Mata y Santos degollado, no solo
impidieron que restablecieran la
constitución de 1824, sino que al ganar el debate, ampliaron espacios políticos
y metieron a la Constitución de 1857 la prohibición para que la iglesia tuviera o comprara propiedades,
no podía acceder a puestos públicos, se eliminaron los fueros eclesiásticos y militares
y se declaró la libertad de cultos. A todo esto, se le llamó la Ley Juàrez.
Félix Zuloaga le da golpe de
Estado a Comonfort. Este sale del país, y Benito Juàrez que era presidente de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es nombrado presidente de la
República
A partir de esta situación el
encono entre los conservadores y los liberales subió de nivel. Juàrez con su
gobierno, se fueron a Guanajuato y después al norte porque los conservadores y
el ejército francés le declararon la guerra.
La guerra de reforma la ganaron
los liberales, aunque la constitución de 1857 se venía aplicando en todo el
país de manera muy irregular.
En el año de 1903, en el local del
periódico “El Hijo del Ahuizote” apareció una manta con el texto: “la constitución, ya está muerta”.
Podríamos decir que estas manifestaciones
de inconformidad manifiesta fueron los primeros síntomas de un descontento que
se mantenía en la población y que, en la práctica, significó el inicio de la revolución
de 1910 que termina en el año de 1917. Para la historia, fue la derrota de los
conservadores y el triunfo de los liberales, llamados por los caudillos de
entonces, los revolucionarios. Ese triunfo llevó a la constitución, promulga por
el Congreso el 5 de febrero de 1917 en la ciudad de Querétaro, siendo
presidente de la República don Venustiano Carranza, los derechos sociales que
no tenían las constituciones de 1824 ni la de 1857.Los Artículos 3º, 27 y el
123, entre otros, fueron los que resumieron el sentido revolucionario y popular
de las demandas obreras y campesinas. En ellos se plasmaron los planteamientos
y el contenido de las demandas de Zapata, Villa, Otilio Montaño, Francisco J
Múgica y Heriberto Jara.
No es casual, que lo que simboliza
la Ley General de la Nación, hoy forme parte de los sentimientos y anhelos del
pueblo mexicano. Pues para éste, los principios por los que lucharon y murieron Ignacio López Rayón, Hidalgo, Morelos,
Guadalupe Victoria, Guerrero, Benito Juárez, Melchor Ocampo y miles y miles de
heroicos pensadores y patriotas mexicanos; sea lo que, con todo respeto,
nosotros también estemos celebrando.
Que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, que no vivieron estos grandes acontecimientos, lleven en su memoria la grandeza de estos hombres luchadores, que entiendan por qué dieron su vida y que sepan valorar lo que la historia del México Profundo, sigue reivindicando, aunque cada vez, con menguada pasión.
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