El debate de hoy, no
a la miseria política
Por JESÚS SOSA
CASTRO
En varios de mis artículos he planteado la necesidad
de intentar una correcta caracterización del período que estamos viviendo. Queremos
explicarnos los cambios que está sufriendo nuestro país, especialmente en el
terreno de la lucha social. Necesitamos ver cómo se siguen manejando los mecanismos
de poder y cuáles son los sujetos que se confrontan en la actualidad. Como luchadores por el cambio, nos interesa
descubrir cuáles son las nuevas figuras de los conflictos sociales y ponderar los
retos a los que ya nos enfrentamos. ¿Cuáles son los contenidos y temas
principales que preocupan a los sectores populares? ¿Cuáles son sus actores qué
se van convirtiendo en sujetos revolucionarios colectivos? ¿Cuáles son los procedimientos, tácticas,
líneas políticas, métodos de lucha, consignas y formas organizativas?
¿Quiénes son los actores del movimiento? ¿Cuáles son
las fuerzas de los grupos políticos? ¿Cómo
se manifiesta el flujo y el reflujo de las luchas? ¿Cuáles son las predicciones
y las alternativas que tienen las fuerzas políticas de izquierda? Estas preguntas van de la mano de quienes
intentan entender el papel que estas pueden ayudar al mantenimiento y profundidad
del poder. Y si son el pueblo y los partidos políticos los impulsores de la
transformación, no resulta ocioso saber cuáles son los pertrechos políticos e
ideológicos que garantizarán el cambio por el que continuamos luchando
El Dr. Martínez Verdugo en su libro El poder, señala que
éste es una “relación social de dominio, control y mando. “Los que hoy lo ejercen,
intervienen de manera constante en la vida de los demás para inspeccionar y fiscalizar
que el orden establecido se realice para que el sometimiento nunca se vuelva a presentar
en la vida del pueblo. La relación social que se está construyendo por pueblo y
gobierno, está creando todas las condiciones para que se permita a todos los seres
humanos seguir profundizando el rumbo que ya se ha establecido. Quien tiene el
poder, manda, y quien manda posee las relaciones y los mecanismos de dirección
social, posee las riendas y el timón de la sociedad” (*)
En su reflexión, hace un canto al hombre rebelde y no al
que vive en el orden carcomido y vil de la oligarquía. Los que estamos con la a
transformación, buscamos algo más que los elementales mensajes que leemos en
las redes sociales o las payasadas, latrocinios y convenios en lo oscurito,
para mantener privilegios inconfesables, que hacen los políticos y candidatos
del PRIAN. Creemos que hay que profundizar en estos instrumentos de dominio,
control y mando del pueblo y gobierno para que los utensilios que, estamos
construyendo modifiquen de raíz el status que aún vive la nación. De entrada, el
poder que ha conquistado la sociedad debe vigilar que lo andado, no se
convierta en un instrumento que enajene sus derechos y sus libertades. Hasta
ahora, está demostrado que a la oligarquía no la vamos a derrotar sólo con discursos
y buenos proyectos programáticos. Se requiere contraponerle otro poder y ese,
tendrá que ser el poder del pueblo organizado
(*) El poder, una aproximación teórica a su fundamento
constituyente, del Dr Armando Martínez Verdugo. IEEM
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