miércoles, 3 de enero de 2024

 

Por JESÚS SOSA CASTRO

Quizá la empresa más difícil de acometer, sea la de hacer posible que en la gente se logre cimentar la creciente necesidad de hacer crecer nuestra conciencia política. La complejidad que vive el mundo está imponiendo distractores para estorbarnos los momentos de lucidez y poder desentrañar el funcionamiento de nuestra sociedad. No estaría mal preguntarnos ¿por qué el mundo de la libertad y el territorio del bien, nos cuestan tanto trabajo entenderlos? ¿Será que somos víctimas de la enajenación del trabajo, del desempleo, la pobreza y la manipulación? ¿Acaso no nos damos cuenta que vivimos angustiados por el futuro, por las adicciones que están matando a nuestra juventud o porque somos anestesiados por la televisión, por las iglesias y por la mayoría de los medios de comunicación?

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