viernes, 5 de julio de 2024

 

El señor que cayó para arriba

Por JESÚS SOSA CASTRO

El señor Francisco Chíguil Figueroa, aún alcalde de la GAM, cayó para arriba. Nos quiso imponer otro cacicazgo como el de Víctor Hugo Lobo con su esposa y le falló. Sólo que milagrosamente lo hicieron suplente del Senador electo Omar García Harfuch y a partir del 1º de octubre será Senador de la Republica porque el titular se irá como Srio. de Seguridad Pública y Protección Ciudadana con la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo. Fue un alcalde que con los meses se fue haciendo chiquito, inversamente proporcional a los votos que le dimos para que gobernara la GAM. Es verdad que hay hombres mediocres que no se dan cuenta que lo son, hasta que sus obras se empiezan a caer o sus dichos comienzan a causar molestia social. Este es el caso de Chíguil

El Ing. tomó posesión el 1º de octubre del 2021. Muchos vecinos de a GAM acudimos presurosos a verlo en sus oficinas para plantearle los problemas urgentes que teníamos en nuestras colonias. Se nos ofrecieron soluciones prontas y expeditas. Pero a la vuelta de casi tres años, los hoyos, las bandas de los “franeleros” en los alrededores de la Basílica, las dobles filas de autos en las calles donde están las escuelas particulares, la apropiación privada de los espacios públicos por particulares y bandas de vivales, la inseguridad, el abandono de los parques y jardines y los negocios de extorsionadores contra los transportadores de peregrinos; son parte de las palabras y compromisos incumplidos de este señor. Hoy cacha bolas con la “izquierda” mientras con la derecha busca los favores y prebendas de los chipocludos

Para acabarla de joder, Chíguil ha permitido que cualquier vecino, sin el amparo de la ley, se dé el lujo de cerrar las calles aduciendo razones de seguridad, pone barras para que nadie se estacione momentáneamente en las calles. Los franeleros o los viene viene, cobran por adelantado hasta cincuenta pesos por dejarte estacionar en un espacio público que ellos han hecho suyo. Si no pagas por adelantado, corres el riesgo de que te rayen tu auto, te roben los accesorios o te ponchen las llantas. Se ha desarrollado una cultura gandaya con la participación o el contubernio de la alcaldía. Nadie puede caminar seguro por las calles porque bandas de jóvenes te despojan de lo que llevas y si te resistes, te matan

¿Qué hacer con las peseras, con la contaminación, y con los vendedores ambulantes? ¿Y de la corrupción y del autoritarismo que restringe la ocupación de los espacios públicos? ¿Y qué hay del aumento de la criminalidad? ¡Los policías se han convertido en los extorsionadores con uniforme! Es un despropósito que este señor se vaya de senador dejándonos una alcaldía llena de hoyos, con una corrupción en los servicios públicos que dan pena ajena. La GAM y sus habitantes no nos merecemos la mediocridad que se sigue premiando

 

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