miércoles, 25 de enero de 2017

Siguiendo los pasos a la rebelión

Por JESÚS SOSA CASTRO

Dos cuestiones importantes me están ocupando en las últimas semanas. El indignante aumento al precio de las gasolinas  con sus consiguientes consecuencias, y lo que empieza a filtrarse sobre lo que pasa en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Lo primero justifica todas las movilizaciones y protestas que se están dando en el país, pero echar la aplanadora de los representantes más conspicuos del Pacto por México, para hacer de la Constitución de la ciudad un esperpento, eso si ya calienta
Los que no estamos atados a consignas y a decisiones cupulares estamos desarrollando debates, acuerdos y acciones para alentar y  contribuir al desarrollo de una política que no sea un gatopardismo. ¡De eso ya estamos hasta la madre! Lo que sucede hoy en el país y en el mundo es algo que está rompiendo los paradigmas de la vieja política. La gente sale a la calle atendiendo a su auto determinación y a eso queremos contribuir. Los rumberos de la GAM y nuestros amigos de las colonias cercanas, estamos siguiendo los pasos de la rebelión popular que está yendo más allá de las demandas sectoriales. Estas son las cuestiones que nos ocupan

1º.-La participación nuestra en las movilizaciones sociales, debe trascender la lucha por las demandas secundarias para centrarla en la lucha contra las políticas depredadoras de Peña Nieto y todo su mal gobierno

2º.- Es un hecho que el aumento en el precio de la gasolina está afectando al pueblo trabajador. Sin embargo, poner el acento en demandar que se vuelva a los precios de fines del año pasado, es una demanda incorrecta, porque esa no es la solución. Hoy la lucha tenemos que darla en contra de todas las llamadas reformas estructurales, especialmente la Educativa, la fiscal y la energética

3º.- Está más que demostrado que las políticas antipopulares del grupo criminal que gobierna el país, no serán revertidas si no es con la fuerza del pueblo. Continuar defendiendo la no elevación de los precios de los combustibles y otras demandas importantes, es una lucha que en nada afecta a la clase gobernante. La demanda hoy es que se vaya Peña Nieto con todo su mal gobierno

4º.- Los representantes populares, federales y locales, que están votando las leyes de la burguesía en contra de sus representados, hay que echarlos de las cámaras por inútiles, corruptos y traidores a sus electores. Ya estuvo bien de que en lugar de defender los derechos y exigencias de la gente, se hayan convertido en aliados permanente del régimen

5º.- Hay que participar en todas las resistencias populares levantando la consigna de que el sistema ya no está en condiciones de resolver las demandas populares. La desigualdad económica, el desempleo, la violencia, la corrupción, el entreguismo y una gobernanza criminal, son hoy lo predominante en el sistema político mexicano. Su descrédito es tal, que lo que procede es derrocarlo para abrirle paso a un gobierno auténticamente humano

6º.- Lamentamos el papel que juegan la mayoría de los partidos políticos y sus representantes en el Congreso. Ambas partes han perdido la cualidad que les dio el pueblo al través del registro y de su voto. Hoy son una vergüenza nacional y no representan al pueblo. Hay que echarlos del parlamento y quitarle a las finanzas públicas la carga de mantener a esta bola de zánganos y levanta dedos

7º.- En las circunstancias actuales y a pesar de las movilizaciones y exigencias del pueblo, los partidos políticos han sido rebasados por los ciudadanos y por sus electores. Se han convertido en una verdadera retranca que detienen y desvirtúan el sentido de las acciones de la gente y trastocan la lucha por derrocar al sistema político que padecemos

8º.- La minoría del único partido que ha votado NO a las reformas estructurales en la Cámara de Diputados, es la única que ha estado a la altura de las circunstancias. La falta de conocimiento del resto más el abandono de sus tareas legislativas  por andar cumpliendo con otras tareas, lo ha nulificado como nuestra voz en esas instancias de representación popular. Los dirigentes intermedios se encuentran pasmados ante lo que pasa en el país y en el partido

9.- Las movilizaciones que están ocurriendo en casi toda la geografía nacional siguen desarticuladas. El justificado celo de la gente para que los partidos no se monten en sus acciones, obedece a la incapacidad de éstos para ligarse a las luchas sociales. En la manifestación del día 22 de enero miles de personas gritaban consignas anti partido porque conocen el comportamiento servil de sus representantes populares en el parlamento, en la asamblea legislativa y en la Constituyente. 

10.- Algunos de los que vivimos y trabajamos en la GAM estamos empeñados en aprender de la gente que lucha. Nos estamos apropiando del conocimiento, de la experiencia y de los actos que la rebelión social está empujando por el mundo. Esos nuevos signos nos alientan porque es una especie de tromba que está arrastrando la basura y cerniendo una plataforma de auto determinación que empieza a florecer. Esa magia del cambio social es lo que nos interesa y a ello estamos dedicando nuestro trabajo



miércoles, 18 de enero de 2017

A mi me encanta Dios (1)

Por JESÚS SOSA CASTRO

Tomé el autobús a las 10.25 de la mañana rumbo a la Ciudad de México.  Venía dolido, muy dolido. El domingo en Oaxtepec me lo pasé solo, acompañado solo de mi soledad. Viví un estado de ánimos que paraliza, que te anonada y te pone entre melancólico y triste. Entras y sales, subes y bajas y no encuentras nada que te acomode. Tu mente toma un asunto y luego lo pierde porque el sentido anda distraído mirando o inventando otros universos. A los pocos minutos quise cambiar este estado de cosas y decidí apurar el termino de una lectura que traía en retraso. Abrí las páginas faltantes de “Examen de mi padre” de Jorge Volpi y a los pocos minutos me di cuenta que mi congoja no encontraba sosiego. Algo empujaba la prisa como si un mastodonte me estuviera presionando para terminar esa lectura. Mis viejos ojos corrían renglón por renglón solo para pararse absortos en el cráneo de Velasio que, recargado sobre otro cráneo, ve fascinado cómo “nuestro cuerpo se volvió el centro de la naturaleza y una máquina cuyos componentes pueden ser desmontados y escrutados como los pernos y engranajes de un reloj. De allí, quizás, la melancolía de ese cráneo, mirando resignado, otro cráneo” (2)
Mi estado de pesadumbre médico-poética me lo  alteraron Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Mancera. Desde la caseta cercana al Colegio Militar hasta la zona hospitalaria de San Fernando, en Tlalpan, la autopista de cobro y la parte a ras de suelo, son un verdadero muladar. Por la autopista nadie circula, seguramente sigue sin terminarse después de la cacareada inauguración de hace más de dos meses que hicieron estos dos funcionarios buenos para nada. Por la parte baja, se produce tal atiborramiento de transportes, grandes y pequeños, que hacen perder los estribos a los más pacientes conductores y pasajeros. Hay señalizaciones que uno no se explica para qué carajos sirven, material de construcción por todas partes y los llamados fantasmas amarillos para abrir o cerrar espacios, están tirados por doquier
Con los ánimos encrespados hasta el copete llegamos a la Central Sur de los autobuses Cristóbal Colón. Muchos que seguramente llevaban el tiempo medido, sudorosos y molestos casi corrían por los corredores de la terminal Taxqueña para tomar el Metro y llegar cuanto antes al trabajo o a sus domicilios. Ya en el andén con dirección al zócalo, miles y miles nos juntamos en pocos minutos. Los ánimos se convirtieron en un pandemónium. Todo mundo quería ganar un asiento para sentar la humanidad que todos ya traíamos arrastrando
Por fin pudimos abordarlo. Como por arte de magia aparecieron decenas de personas, desde niños hasta ancianos, ofreciendo todo tipo de cosas. Desde libros de auto ayuda, pasando por llaveros, lámparas, pilas, cinturones, calcetas para el frio, hasta pomada a base de mariguana para los que ya andamos con reumas. Los pisotones y el sudor  hacían una mezcla de encabronamiento con olor a vinagre. Apenas se llegaba a una estación cuando otra oleada con mochilas a todo volumen te vendían todo tipo de discos de cuanto cantante ha parido esta sociedad. El Metro se ha convertido en la farmacia, en el mercado y en el muro, donde los políticos están retratando el hambre y los problemas del pueblo gracias a su infinita incapacidad para entender el sentido del artículo 39 constitucional
Yo preguntaba en que estación íbamos porque el congestionamiento interno me impedía ver en que parada nos encontrábamos. En San Antonio Abad se bajaron miles de personas y un chiflón de aire fresco pudo inundar momentáneamente los compartimentos del metro. Apenas acabábamos de limpiarnos el sudor y de respirar aire que no estuviera contaminado de los humores de los chupirules, cuando en la estación Pino Suarez se sube una jovencita como de quince años amantando a su niña. Varios de los que iban sentados, dilectos le ofrecieron el asiento para cumplir con una regla de urbanidad cada vez más olvidada por los dormilones de siempre
La muchacha rechazó el ofrecimiento y sin decir agua va, se puso a declamar el poema de Jaime Sabines “A mi me encanta Dios” Yo como venía entre cansado y emputecido, me le quedé mirando escrutadoramente para poder descubrir si lo de ella y lo mío tenían cierto parecido. En sus ojos jóvenes no había alegría, más bien brotaba la misma irritación que yo traía y que sólo para explicaciones sociales llamaremos tristeza, o desaliento.
Curiosamente me fue ganando su voz, su pasión. Sentí que vivía el poema, y eso me enterneció. Se aflojaban mis facciones que traía tremendamente endurecidas por un fin de semana, de esos que se te presentan una, y otra y otra vez, y que tú, no quieres entender que eso que tanto vuelve sobre sus pasos, ya se acabó. Pues bien, esta mujer casi niña me cambió el ánimo. Llegué al Metro Hidalgo donde tenía que bajarme para tomar la línea CU Indios Verdes y llegar a mi casa. ¡No me bajé allí! Lo hice dos estaciones más adelante para oír terminar en su voz el poema que solo Sabines y ella saben declamar
Tal vez la parte que dice que “Dios es un viejo magnífico que no se toma en serio, que le gusta jugar y juega, y que a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o de plano nos aplasta, es porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos”…..A mí me encanta Dios, porque nos ha enviado algunos tipos excepcionales como Buda, como Cristo, como Mahoma o como a su tía Chofi”…  porque él como muchos de nosotros, sabe que “el pez grande se traga al chico, y que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- sea para siempre”

(1) A mi me encanta Dios, poema de Jaime Sabines
(2) Examen de mi padre de Jorge Volpi, 10 lecciones de anatomía. Editorial Alfaguara
PD.- Felicitaciones a Carmen Aristegui por su regreso. Nunca se fue, pero algunos hubieran querido que se fuera









miércoles, 11 de enero de 2017

Las fogatas de Cherán

Por JESUS SOSA CASTRO

Hace algunos meses, la Dra. Pilar Sedeño invitó a un grupo de compañeros del Colectivo “Francisco Hernández Reyes” para hacer una visita al municipio de Cherán, en el Estado de Michoacán. Se trata, nos dijo, de ir a estudiar la experiencia comunal de este pueblo purépecha. Ella y otros compañeros se fueron sin nosotros. Nos comió en ese entonces, el activismo electoral en que nos había metido Morena. Pasaron los meses y Cherán volvió a ser noticia en las calles de nuestra ciudad capital. El sacerdote Alejandro Solalinde, defensor consuetudinario de los migrantes que vienen de Centro América, nos ha vuelto hablar de la experiencia libertaria de ese conglomerado michoacano. Los que andamos en las calles combatiendo al sistema político, hemos conocido otra parte de la emblemática población a partir de las declaraciones que sobre este lugar hizo este valiente sacerdote

No es casual  que este gran Señor ande en la calle defendiendo las causas del pueblo. Es allí done se están gestando las nuevas iniciativas políticas contra el gobierno, contra el parlamento, contra la Suprema Corte de la Nación, contra los partidos, contra la burocracia, contra el sistema. La gente que ha dejado de acudir a los llamados de los partidos o de los grupos corporativos  ahora están encontrando en su propia fuerza, en sus propias decisiones, los elementos organizativos y políticos para enfrentar lo que a todas luces ya no funciona. ¡El priismo ha descompuesto todo! La pus está reventando todo el andamiaje que hacía posible la mediocre gobernabilidad de este país. Las élites que están al frente del Estado ya no dan para más. Sus pactos no dieron de sí. A la postre se les convirtieron en problemas. Los propios grupos de poder otrora pegados a los dictados de su jefe, están rompiendo con el status quo porque en el caos, están perdiendo sus ganancias y/o sus privilegios

 Lo que hoy pasa en México no es algo intrascendente. El pueblo está buscando las formas de expresar el hartazgo que por décadas ha carcomido sus derechos y su dignidad. Las manifestaciones publicas en más de 20 Estados de la Unión, expresan la osadía de ir más allá de la lucha contra el desempleo, el hambre la violencia o el gasolinazo. La indignación social ha roto con estas formas de control y está construyendo la alternativa libertaria de la que hablan Rumbo Proletario, el padre Solalinde y la comuna de Cherán. Las marchas empiezan a tener un contenido diferente porque las fuerzas que participan, lo están haciendo en un ejercicio legítimo de autodeterminación. El pueblo ha comprendido que el desgobierno que existe no va a enderezar esta nave y que, por el contrario,  sus políticas sólo servirán para profundizar la crisis y la irritación de los ciudadanos. Los poderes del Estado y la mayoría de los partidos políticos, se han convertido en la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones

Si tenemos que hablar de estos poderes, tendremos que decir que estos han perdido legitimidad. De ser los instrumentos representativos del poder popular de acuerdo al artículo 39 constitucional, sólo ha quedado una runfla de funcionarios corruptos, entreguistas y traidores a la Patria. En los últimos días estos aparatos han mostrado lo que realmente son. Grupos que el Estado utiliza como saqueadores. Los vándalos, los encapuchados, los que roban e incendian comercios; son hijos putativos del mismo aparato que conduce la Secretaría de Gobernación y los distintos niveles de gobierno. Son los que están utilizando para intentar vanamente de engañar a la opinión pública de que es el pueblo, la izquierda o AMLO los responsables de la violencia

¡Algo hemos aprendido! Sabemos quienes son los que están atrás de estas provocaciones. Sabemos que ya se desbordó la paciencia de la gente, que el hartazgo ha llegado a sus límites y que hoy, el pueblo comienza a buscar sus propias alternativas para organizarse de manera independiente porque los partidos lo han traicionado, porque estos se alejaron de sus militantes. Han perdido credibilidad. Ya no hay a quien creerle, todo el aparato gubernamental con los patiños que lo acompañan, han entrado en una fase terminal. Lo que hay que hacer, en consecuencia, no es ayudarlos a que sigan sobreviviendo y carcomiéndole las entrañas al pueblo. Hay que trabajar para derrocarlos, para quitarlos del poder y hacer que sea la gente quien determine qué tipo de gobierno quiere para su futuro. Un gobierno que construya una vida auténticamente humana, o seguir siendo carne de caños de estos gandules que solo piensan en seguirnos explotando

Necesitamos crear con urgencia las condiciones para cambiar este estado de cosas. Rumbo Proletario, el padre Solalinde, y la experiencia de Cherán son un ejemplo para empezar aprender. Si no fueran esos, las distintas resistencias en lucha tienen la capacidad suficiente para encontrar la ruta que nos ayude a solucionar de fondo los problemas que la oligarquía le ha impuesto al país. Lo importante es dar los pasos que se requieren, las condiciones están dadas para que las luchas que hoy están dando el pueblo y los trabajadores, se acerquen a las fogatas de Cherán. No porque hayan servido a este pueblo purépecha para reunirse y discutir sus problemas al calor de las mismas, sino porque también allí se encuentran algunas luces que nos pueden servir para alumbrarnos de esta nueva oscuridad capitalista




miércoles, 4 de enero de 2017

Llamamos a convertir la palabra en una revolución
Por JESÚS SOSA CASTRO
En los últimos días del año 2016, participé en el VI Congreso del Colectivo Centro de Reflexión en la Acción- Rumbo Proletario, CRAC-RP. Oí exposiciones y argumentos sobre el QUÉ HACER de nuestra lucha que aún siento orgullo de ser uno de sus militantes. Hubo pasión en los debates, profundidad, elaboración y contenido. Por momentos, la disputa entre la vehemencia y la teoría, parecía que iba a dinamitar las estructuras de la organización. Yo observaba las caras de muchos camaradas y en sus rostros y en sus ojos, se notaba el enojo o la aceptación contenidos. Eran la clara expresión de que desde dentro de nuestra conciencia, se estaban rompiendo los anclajes de una práctica política que ya no aguantaba el peso de los hechos y de la critica. Se requería una revolución de nuestras viejas experiencias para estar en condiciones de dar paso abierto a los nuevos desafíos que exige la situación
Pronto se conocerán los resolutivos de este Congreso. Se nombró una Comisión para el efecto. Sólo quiero destacar aquello que para mí significó una edificación teórica novedosa que enriqueció con creces mi pensamiento. Mientras unos hablaban de los sentimientos más profundos de quienes han entregado su vida a la lucha, otros planteaban la urgencia de construir una resistencia nacional que se ocupe con urgencia de construir una conducción revolucionaria, que impida que la lucha de nuestro pueblo, se quede varada en las demandas tradicionales y se pierda el objetivo de transformar el país con una vida auténticamente humana. Cuando estas luces y estas ideas revolucionaban las conciencias presentes, en mi fuero interno se daba otra lucha en la cual el viejo topo del que hablaba Marx, sigue carcomiendo mi vida y mis tiempos  
Sin embargo, la voz del pueblo comienza a reivindicarse. Otea el horizonte gris que le ha impuesto la oligarquía y ha reconocido que ese tono no se compagina con su historia. Los muertos, desaparecidos, desempleados, excluídos y empobrecidos por el poder burgués, no merecen su silencio ni su falta de participación. Su resistencia para articularse y convertir su fuerza en un torrente por miles esperado, apenas empieza a dar muestras sueltas de su rompimiento con las estructuras del poder. De manera esporádica pero consistente, comienza a organizarse y a dar señas de su movilización en distintas partes del país. Ha vivido el entreguismo de los partidos sistémicos y traza para sí una nueva ruta en la cual sus decisiones empiecen a convertirse en el objeto de sus luchas
¡La suerte que vive el país no acepta regateos ni lamentos! Ha llegado la hora de acompañar las palabras con los hechos y dar los pasos necesarios para construir una resistencia nacional capaz de articular y conducir a los trabajadores y al pueblo más allá de las demandas sectoriales. Ha llegado el momento de convertir su acción en una fuerza que derroque a la burguesía y construya una nueva sociedad. Está visto que la que nos gobierna no puede ni quiere resolver los problemas de fondo que aquejan al pueblo trabajador. Necesitamos cambiar la correlación de fuerzas saliendo del permanente rechazo a la unidad de los sectores en lucha. Hoy la unidad de acción no podría ser posible si no se elabora democráticamente un planteamiento programático que exprese sus propuestas. Al mismo tiempo, esa unidad para que cumpla sus funciones, va a exigir una dirección revolucionaria, como condición para salir del estado en que viven las resistencias. Esto es lo único que puede convertir sus acciones en la palanca para derrotar  políticamente a la actual conducción burguesa del Estado
Rumbo Proletario no puede mantenerse pasmado. Como nunca, Peña Nieto y su gobierno viven la más profunda falta de credibilidad política. Ningún funcionario público de cierto nivel, ha podido explicar al pueblo las causas de la situación económica y social que vive el pueblo mexicano. Todo mundo sabe que no solo hay ineptitud en la conducción del Estado. Son los intereses de la gran burguesía los que el grupo en el poder está defendiendo con su política rapaz. El Congreso de la Unión se ha convertido en un sostén vergonzoso de las decisiones gubernamentales y los partidos políticos son el resumidero por el cual corren la corrupción y el entreguismo

Si no aprovechamos la coyuntura, si no se le da claridad al pueblo sobre lo que está pasando en el país; vamos a caer en el círculo vicioso de negociar con el gobierno las demandas menores, mediatizadoras, en detrimento de la lucha para derrocar a la gran burguesía. La exigencia de “fuera Peña Nieto y todo su mal gobierno” hay que hacerla la demanda central de la actual lucha del pueblo. Lo que hoy ya se dibuja es su disposición para ir en contra del sistema. No caigamos en la mediatización ni nos confundamos. Peña Nieto y su gobierno son expertos en la manipulación y en el impulso de sus políticas depredadoras. ¡Llamamos a convertir la palabra en una revolución!