miércoles, 30 de octubre de 2019


Mi padre y el canasto de abejas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me desperté después de sentir un golpe seco en la boca del estómago. Quien me lo había propinado no existía físicamente ni creo que algo tuviera que ver la presencia memoriosa de mi padre. Tampoco era una pesadilla. Era mi estado insomne que me había puesto enfrente el recuerdo de quien me formó en la defensa de las causas populares. Mi progenitor siempre sostuvo que eso era lo digno, lo importante. Por eso en este sueño fastuoso su estancia virtual me alegraba el corazón. Me explicaba que estuviera sentado en la puerta de mi cuarto, contento. Lo que no le encontraba sentido era que estuviera abrazando un canasto lleno de abejas. Quería decirme algo, supuse. Observaba que no podía controlarlas, se le escurrían dentro las manos queriendo alcanzar su libertad
Aléjate, aléjate, me decía con una preocupación indescriptible. Dejando atrás de mí sus palabras, caminaba y caminaba, siempre viendo hacia donde estos insectos hacían esfuerzos por librarse de sus manos. Ver eso me ahogaba. En ese incontrolable delirio, sentía que un hilo de lágrimas corría por mi rostro, impetuoso, sin que nada lo pudiera detener. Me caló ese sueño, mi padre lo perdí hace cerca de veinte años y no me explico por qué frecuentemente vuelve conmigo. ¡No le encuentro lógica a esta recurrencia! Menos me explico que habiendo sido mi madre una heroína del trabajo doméstico y formadora de sus nueve vástagos, no aparezca en mis sueños como ocurre con mi padre. La recuerdo, eso sí, trabajando y sufriendo por la pobreza que humillaba sus sentimientos y quebrantaba su corazón. Lloraba cuando en las noches veía a sus hijos acostarse en el petate cubriéndose con costales de yute y con el estómago vacío
Mis padres asumían con humildad la situación que las familias del campo padecían en esos lugares inhóspitos. La oscuridad de las noches sólo era alumbrada por las luciérnagas y alterada su paz por el canto de los grillos que rompían la silente tranquilidad de la serranía. ¿Cuáles son las razones por las que mi madre aparece menos en mis sueños y en mis elucubraciones fantasiosas? Es una respuesta que busco sin mayores resultados. Sin embargo, cada vez que se acerca la fecha del día de los muertos, mis pensamientos corren presurosos al encuentro de ambos. ¿Será porque juntos construimos nuestra historia y hoy los nueve hijos la arrastramos por las difíciles y complejas circunstancias de la vida?
Las tumbas de mis padres están separadas por decenas de kilómetros. Las une la aridez de las montañas de la mixteca poblana y un remanso lleno de religiosidad en la que ellos se formaron. Como pocos, viví las consecuencias de esa cultura, fui adoctrinado en esos menesteres, serví de monaguillo en la iglesia de mi comunidad y presumía que con mi primer salario vestiría a los santos de mi pueblo. La vida me hizo transitar hacia una formación política en la que estaban presentes las ideas de Marx, de Lenin y de Rosa Luxemburgo. Formé parte del Movimiento de Liberación Nacional que encabezaba el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, participé en la campaña electoral de Ramón Danzós Palomino a la presidencia de la República, formé parte del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, fui uno de los enlaces entre el PCM y el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas para que su partido liberara a Arnoldo Martínez Verdugo que tenía secuestrado. ¡Mis promesas religiosas, fueron, obviamente, incumplidas!
A muchos años de mi vida, no me da vergüenza el haber sido un niño campesino pobre. De joven y luego de viejo fui una persona ligada al trabajo, al estudio, a las ideas y a la lucha revolucionaria. En el centro de mi quehacer siempre estuvieron presentes mi honestidad, mi honor y mis convicciones políticas. Cuando fui monaguillo y creyente de los ritos católicos, siempre me conduje con respeto y devoción. Una vez que abracé otras ideas y mi formación ideológica desplazó mis anteriores creencias, lo hice convencido de que estaba haciendo lo correcto. . Como en todo han estado conmigo mis padres y su espíritu me ha seguido alimentando, hoy los quiero recordar a propósito de estas fechas llenas de simbolismo. Ya no hay ofrendas como antaño lo hacíamos en el campo, tampoco hay explicación sobre el canasto lleno de abejas, lo que sí hay, es la seguridad de que en mis sueños futuros, seguirán estando presentes los nombres de mis muertos  
 
   

miércoles, 23 de octubre de 2019


En Morena, el honor y la deshonra

Por JESÚS SOSA CASTRO

Traigo entre pecho y espalda una cosa parecida a la ira, al encabronamiento. En las filas de Morena hay honor, inteligencia y honestidad, pero en sus vísceras, también están presentes la corrupción, el oportunismo y la mugre política. Muchos lidercillos han sido formados en la escuela del arribismo y las corruptelas. Duele ver la insensibilidad y la pequeñez con las que juegan estos malandrines. Todas las prácticas del PRI las manejan con eficacia. En algunas asambleas del domingo controlaron la asistencia, acarrearon a sus huestes, las metieron temprano a los auditorios, aseguraron los votos para sus cuates y a muchos nos dejaron afuera aduciendo que ya no había cupo y que el quórum estaba asegurado. Cientos llegamos a las 9 de la mañana y después de hacer cola cerca de dos horas no se nos permitió la entrada. Los zopilotes se habían apropiado del nido
La burocracia del partido convirtió a estos operadores en sus instrumentos de control. Los especializó en el arte del engaño y de la manipulación. Su fuerte era ofrecer prebendas, cercanía con el poder y solución a sus problemas personales. Los incautos que cayeron en sus redes otra vez van a ser defraudados, esas políticas ya no están en los entresijos de la 4aT. Al no cumplir con tales promesas, en los agraviados va a renacer el repudio contra los ofertantes, pero también contra el partido. Sin embargo, las relaciones con el poder y el dinero público volvieron a manchar el rostro de un partido secuestrado por una burocracia harto cuestionada por los militantes
¿Por qué pasa este tipo de cosas en las filas de Morena, cuando el presidente de la República hace todo lo posible por acabar con estas viejas prácticas de la política? No es sólo que una buena parte de los dirigentes representan intereses ajenos a los intereses del pueblo. Muchos provienen de la cultura del agandalle y de la corrupción, la ignorancia y el oportunismo. Su ADN expresa una concepción de clase, un comportamiento en el que predomina el individualismo y una decisión encubierta de estorbar los cambios que votaron 30 millones de mexicanos. La mayoría de los políticos de Morena no han entendido su papel en este proyecto
¿Cómo responder a esta situación y a la complejidad de los tiempos actuales? Creo que ha llegado el momento de dar nombres y apellidos de todos los que están sirviendo al viejo poder. Hay que cerrarles la puerta a esos zopilotes para que no sigan carcomiendo el avance de un proyecto en el que están los intereses de la gente. Porque si hay que llevar a buen puerto la 4aT, necesitamos deshacernos de los estorbos, para generar las condiciones que hagan del partido el instrumento que el pueblo necesita para colocarlo políticamente en la vida nacional porque la oposición fascista, está promoviendo la violencia contra las políticas del gobierno
Los muertos por el huachicol, la agresión al ejército en Guerrero, los muertos en aguililla, la violencia de los cabezas tapadas el 2 de octubre, el desafortunado episodio entre el narco y el ejército en Culiacán y ahora los intentos de tirar la Puerta Mariana  por parte de un grupo de presidentes municipales; son apenas la cabeza del iceberg para generar un ambiente de ingobernabilidad. La violencia social y las masacres contra la población son lo que deja mayores dividendos políticos a la oposición.  Quieren acabar con el alma, las demandas y los sentimientos del pueblo que por largos años no habían sido atendidos
¿Y el partido? Está durmiendo la mona. Sus ´líderes” propiciando la división, los fraudes, promoviendo a los cuates para dirigirlo. Sólo el Foro de la Militancia Nacional Morenista puede ser el punto de encuentro de todos los que ganaron en estas asambleas y de aquellos que pensamos continuar el trabajo para recuperar la unidad y la fuerza del partido. Juntos lucharemos por reconquistar el honor porque desde el inicio, creímos en la organización y en el trabajo. A los arribistas y a los corruptos, a los que otra vez burlaron las reglas de la democracia les decimos que sus prácticas ya están en franca pudrición. Una nueva cultura política viene en camino. No pasará mucho tiempo para que los que hoy le quitaron una rayita más a la democracia, la gente les quite su voto y los vea como los portadores de la deshonra y de la vergüenza. ¡Si no, al tiempo!

  

miércoles, 16 de octubre de 2019


Morena y los retos que vienen

Por JESÚS SOSA CASTRO

Han empezado las asambleas distritales y los problemas ya están apareciendo. La vieja cultura del agandalle, de la manipulación y el acarreo, siguen siendo la constante. Funcionarios públicos reparten los QRs como si fueran cualquier cosa. Hacen desayunos con más de 200 personas y amarran compromisos para que estas voten por los mismos que no han dado resultados. ¿En manos de quién y por qué manejan el padrón de militantes? ¿Se aseguraron la clientela electoral para repetir los fraudes de siempre? ¿Quién paga los desayunos y los transportes? Lo tenemos documentado en GAM y vamos a denunciar estas prácticas.  Las resistencias al cambio en las que la inclusión, la unidad y la vida orgánica siguen ausentes, son el signo premonitorio de que Morena se encuentra en una encrucijada en la que solo la inteligencia, la mesura y la transparencia pueden acabar con esta cultura priista
Desde hace tiempo he planteado que la Dirección actual de Morena no está a la altura de los retos que vive el país. Un partido que hizo posible que el pueblo llevara a la presidencia de la República a López Obrador, demandaba que sus dirigentes no solo tomaran nota del enorme compromiso que se asumía con sus votantes, sino que hacer suyas las exigencias y demandas del pueblo, eran la conclusión lógica y necesaria. Nada de esto se hizo porque nada se entendió. La dirección solo se dedicó a administrar el triunfo, a fortalecer los grupos corporativos, a ganar algunas elecciones a costa de abandonar su tarea principal de hacer política, de apoyar la 4aT, formar a sus cuadros, fortalecer su vida orgánica y convertirse en el referente fundamental que buscaban los luchadores sociales y el ´pueblo en general
Esa dirección a la que aludo no muestra mayor interés en construir un partido que le sirva a la gente. Que ponga en el centro de su interés convertirlo en una fuerza organizada, unida, congruente con la historia que estamos viviendo y en el instrumento indispensable para seguir impulsando el proyecto de cambio que está apoyando el 80% de la población. En lugar de eso, la presidenta en funciones se la pasa saboteando el proceso electoral, llenándolo de descalificaciones y amenazando con irse del partido si no se aceptan sus disposiciones unilaterales y anti estatutarias. Se menosprecia la capacidad y la inteligencia de las bases para sacar adelante un proyecto de cambio que ya traemos caminando
¿Por qué está actuando así esta parte de la dirección y algunos aspirantes a encabezar al partido? Porque sus intereses no son los intereses de la organización, ni mucho menos los intereses del pueblo. Sus actitudes y comportamientos responden más a los intereses del viejo sistema en el que predominaban las canonjías, la corrupción y el botín como distintivo personal. Se conducen como cualquier dirigente del PRI, del PAN o del PRD. Los resultados de esas actitudes ya aparecieron el sábado y el domingo pasados en varias entidades del país
Se dice que la violencia y las agresiones son de grupos y personas ajenas al partido. Hay bases para suponer que esto puede ser cierto, pues hay corrientes políticas que no comparten nuestro proyecto de gobierno y buscan debilitar a la fuerza que dio vida a la Cuarta Transformación. Pero adjudicar lo que está pasando en las asambleas y en la Dirección del partido a factores externos es una concepción sesgada y bastante maniquea. Las divagaciones, descalificaciones y declaraciones contradictorias de la presidenta del CEN, son elementos que están contribuyendo a la violencia interna, a la irritación de las bases y a la generación de incertidumbres innecesarias
Llamo a todos los órganos de dirección y a las bases del partido a sacar adelante el proceso electoral respetando nuestras normas internas, actuando con responsabilidad, con madurez política y poniendo por delante la unidad del partido. Esa unidad que convoca al trabajo, a la sensatez, a la defensa de nuestro proyecto político, a la inclusión, a la vida orgánica real de las bases, a la democracia y contra el oportunismo. Ese es el tipo de partido que queremos porque es el que puede garantizar ir lejos con la transformación del país, el que quieren los luchadores sociales, el que votaron treinta millones de electores

  


lunes, 14 de octubre de 2019


¿Qué pasa con la presidenta del CEN?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Después de que terminó la reunión de los militantes de Morena en Tepeyac Insurgentes, a eso de las 8 de la noche, me enteré de que Yeidckol Polensky había suspendido el proceso electoral aduciendo violencia y un padrón con muchos problemas. Esta decisión que parece personal, sin consulta y decisión del CEN de Morena, es por demás inaceptable e incorrecta. Hoy lunes en declaraciones a La Jornada, matiza su posición, pero deja abierta la puerta para que se haga efectiva la suspensión del proceso electoral. Es evidente que fuerzas externas están interesadas en estorbar el proceso democrático de Morena, siempre han mostrado ese interés. Pero la violencia que hoy se da en algunos sectores del partido, es también resultado de una conducta confusa y antidemocrática de algunos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional encabezados por la presidenta en funciones cuyas declaraciones constantemente contradictorias no cuadran con lo que hoy exige el partido
Primero intentaron salirse del marco estatutario hablando de imponer las encuestas para elegir al CEN y a los Comités Estatales, iban y venían respecto de cual era el padrón que había que utilizar, recurrieron al TEPJF para que éste interviniera en nuestros asuntos internos, se colgaron sin razón de lo que dijo el presidente sobre las encuestas, hoy dicen una cosa y luego dicen otra. ¿Qué es lo que está pasando en este órgano de dirección?
Por lo pronto los militantes de base que estamos activos, defendiendo las políticas del partido no los intereses personales de personas o grupos, hemos echado a andar un trabajo de participación que tiene que ver con la necesaria y obligada recuperación de Morena de manos de quienes hoy no están a la altura de los retos que impone la situación que vive el país. Por lo tanto, rechazamos el intento de suspender el proceso electoral, difiriéndolo para “cuando ya no haya violencia y el padrón sea aprobado por Yeidckol Polensky”
Con todo respeto, pero con la razón de nuestro lado, pedimos a la dirección del partido que deje de andar introduciendo confusiones en sus filas, se avoque a atender con eficacia las tareas de organización del congreso, coadyuve a generar las condiciones para unificar a la militancia y disponga todas sus fuerzas para convertir a Morena en el instrumento que se requiere para sacar adelante la Cuarta Transformación    
  


miércoles, 9 de octubre de 2019


¿Por qué Bertha? Una decisión importante

Por JESÚS SOSA CASTRO

En Morena hay un despertar político muy interesante. En los últimos tres años, los dirigentes se encargaron de castrar la iniciativa, la organización y la discusión de los problemas. La gente perdió los espacios donde el ejercicio colectivo le allegaba a los militantes el permanente discutir de las ideas, donde las palabras iban de la mano con las acciones, con el aprendizaje, con la disciplina partidista. Lamentablemente los militantes perdimos la batalla ante la burocracia. No solo nos disolvieron la estructura que habíamos construido con esfuerzo, sino que se acotó el instrumento que aspiraba a convertirse en el impulsor de las demandas sociales del pueblo
Estas políticas llevaron al partido a su postración. Perdió su identidad original y su gente, en lugar de ser el soporte de un proyecto de cambio, fue utilizada para hacerles la tarea a un conjunto de vivales buenos para nada. Hoy los sufrimos con pena porque la mayoría de ellos no huelen ni hieden. Los más se ocuparon de sus intereses y se olvidaron del proyecto político que fue el que votaron treinta millones de electores. Ese tipo de personas es el que ha desacreditado el trabajo del partido y el que ha permitido que la dirección de Morena se haya convertido en un ejercicio estrictamente personal
La experiencia de muchos dirigentes que trabajaron por años para cambiar el rostro del país no cuajó porque en su esfuerzo no estuvieron presentes las ideas, la organización y el debate. Ya Víctor Hugo señalaba que nada tiene tanta fuerza como las ideas cuando a estas les ha llegado su hora. La llamada clase política del país no cuenta con los elementos básicos que alimentan el debate. Es una clase política inculta, politiquera y conservadora. Por eso es el fiel retrato de liderazgos rebasados, lerdos, y crecientemente ignorados por una sociedad que entiende mejor las cosas que los auto llamados líderes políticos
Juan Carlos Monedero, joven dirigente del partido Podemos, de España, señalaba “que los grandes debates reclaman una generosidad que no pueden tener los partidos políticos convertidos en empresas” (1) Morena es dirigida con estos criterios, la que manda, la que dirige, es la dueña, la gerente. Le han castrado su filosofía y su razón de ser. Esta ea una de las causas por las que la dirección es ajena a la política y, en cambio, esté convirtiendo a Morena en una empresa la cual la mayoría de la militancia y los intelectuales democráticos se niegan a aceptar
En mis años de lucha y de observar el comportamiento de quienes eufemísticamente se denominan clase política, sólo en pocos momentos de su vida les apareció la lucidez, la congruencia y su preparación intelectual. Esto dio vida a proyectos que dejaron huella en el país y en la conciencia de la gente. Hoy, hacia donde se mire, se encuentra uno con “dirigentes partidistas” que dan pena ajena. La política ya no puede caminar con los mismos esperpentos. Necesitamos dar un golpe de timón y poner al frente las ideas, la congruencia, la honestidad, las convicciones y el trabajo. En el horizonte morenista hay cuatro personas que nos quieren “dirigir” Junto a ellos hay otros, tan cínicos los más, que, llevarlos a los encargos que ocupan, tanto en el partido como en el gobierno, no significó ningún avance para nadie. Sólo fortalecieron sus intereses. Hoy con la mayor desfachatez vuelven a requerir nuestro voto, nuestro trabajo o nuestra complicidad
Si no entendemos las cosas que hay que cambiar, seguiremos masacrando las ideas y la democracia. Hay que hacer un esfuerzo para que en nuestro actuar estén presentes los valores éticos por encima de los intereses personales. Hay que abrirles paso a las ideas, a la democracia y a la unidad para fortalecer el partido de la transformación. ¡Basta de zarandajas! Yo apuesto a quien conozco por su trabajo, por su trayectoria, por compartir ideas y reflexiones con la militancia. Apoyo a la mujer que se opone al oportunismo, la que dice abiertamente que deben respetarse los estatutos, la que no juega a las encuestas, la que no está embarrada en acciones oscuras que ofenden a la sociedad
Le apuesto a Bertha Luján porque conozco su historia, su trabajo, su honestidad. Desde hace décadas su vida tuvo y tiene que ver con el mundo del trabajo, con los que luchaban por la libertad sindical, contra el sindicalismo blanco y ahora contra el charrismo político. Estoy con ella porque parafraseando a Viviana Sanzón, “hay mujeres que ya están cansadas de pagar los platos rotos de tanto dirigente inepto, corrupto y manipulador” (2) Esta mujer ha abierto sus sentidos y a nosotros los ojos. Por eso yo me preparo a emitir mi voto a su favor
(1) Conversación con Juan Carlos Monedero, Ramón Lobo, Editorial Turpiates
(2) El país de las mujeres, Gioconda Belli, Editorial La otra orilla
    



miércoles, 2 de octubre de 2019


El próximo entierro o la posible resurrección

Por JESÚS SOSA CASTRO

En el foro nacional de militantes morenistas convocado por un grupo de enlaces de alto nivel, puso sobre la mesa los temas más relevantes que hoy preocupan a la mayor parte de las bases. Lo que destacó fue la crítica por el mal desempeño que ha tenido la actual dirección. Hablamos del enojo en las filas del partido, del extravío de los demás órganos de dirección y de las malas decisiones tomadas hasta ahora. La reunión del Consejo Nacional y la participación de la CNHJ del domingo 29 de septiembre parece destrabar las cosas y enderezar el barco que empezaba a perderse en ese mar de versiones y acuerdos contrapuestos. Esperamos que todas las instancias se pongan de acuerdo y le eviten al partido vivir estas contradicciones vergonzosas. Personalmente deseo que los intentos fallidos de salirse de los Estatutos no haya sido una estrategia para imponer decisiones y que sólo haya sido resultado de la pobreza intelectual de quienes mantienen al partido en permanente estado catatónico
El nacimiento de Morena fue la esperanza de que al fin tendríamos una organización representativa de los intereses del pueblo. El hartazgo que vivíamos los ciudadanos a resultas del todavía actual sistema político tuvo como meta insertarse en una rebelión social que venía disponiendo sus fuerzas para tirar de la escena pública al neoliberalismo que pone en el centro los intereses del mercado y no las necesidades económicas y sociales de la gente. Esa acumulación de circunstancias y hechos, no condujeron a la pasividad o al desencanto del pueblo, ayudó en cambio, a dar los pasos necesarios para organizarse y hacer posible desde su esfuerzo, una transformación que, por desgracia, la mayoría de la izquierda no ha podido o no ha querido entender
Un partido, según Gramsci, es aquel que rescata los valores culturales del pasado. El que sabe que nada se puede construir para el futuro si no se tienen en cuenta los materiales ideológicos, políticos y culturales del presente. En sus cuadernos de la cárcel siempre mantuvo un elemento de confrontación con la cultura de su tiempo, un debate con enemigos reales. Sostenía que “la política partidista es la síntesis de los contrarios, de los diferentes” Examinaba problemas más que conceptos. Luchó por un “marxismo vivo y adulto, en diálogo con los demás pensadores” Sostuvo que el partido debe verse en su situación “concreta no como mero instrumento de la revolución o como fruto mecánico de las contradicciones de clase. Es un todo social en donde el Partido debe ser un activo operante, elaborador de una nueva cultura que conlleve a la creación de una nueva sociedad” (*)
¿La dirección de Morena y sus intelectuales están entendiendo lo que estas definiciones significan? ¡Sostengo que no! Los órganos de dirección no comprenden el papel que debe jugar el partido, la ideología y la política. La expresión de sus debilidades tiene que ver con una concepción limitada. Todo se reduce a la cuestión electoral. No sabe lo que significa la recuperación de los valores culturales, sociales y políticos de los que habla recurrentemente el presidente de la República. La dirección se mueve en la orfandad política e ideológica. Por eso la omisión de sus funciones. Los dirigentes de Morena no interpelan a sus opositores, no los critica ni los valora, no saben con qué hacerlo. Cuando hablan, es para expresar las diferencias entre los órganos de dirección o para defender los intereses de los grupos de poder. ¡Hacer política para la gente no se les da!
Contrariamente a la función que debiera tener el partido lo que hoy está en la boca de la mayoría de su militancia, es la crítica y las exigencias para democratizar el partido. Aceptar la diversidad del pensamiento es hoy una cuestión fundamental. Debido a que esto no es entendible, la presidenta en funciones se empeña en torcer los Estatutos para imponer dirigentes a imagen y semejanza. El partido está más cerca del pensamiento gramsciano que los dirigentes. Estos y a pesar de nuestra opinión, sólo son instrumentos electorales y cultivadores de procesos burocráticos. La falta de entendimiento sobre el papel de la dirección, la auto marginación de los fenómenos sociales y culturales, hacen pensar en el próximo entierro del partido. Su resurrección posible estará ligada a la capacidad política e ideológica que muestren los nuevos dirigentes y a la aplicación estricta de lo que señala el 2º informe de la Comisión de coadyuvancia para el proceso interno. Es de esperarse que la política se vea como una ciencia, aquella que Gramsci llamaba el tránsito del “sentir-comprender-saber,saber-comprender-sentir” ¡Espero que esto se entienda y se aplique!
(*) Gramsci. - El partido político como problema. Francisco Piñón. Editorial Viento Sur