miércoles, 27 de junio de 2018


Tomemos la última y nos vamos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Estoy escribiendo este artículo tres días antes de que millones de mexicanos salgamos a votar por Andrés Manuel López Obrador y por todos los candidatos de la Coalición Juntos Haremos Historia. Lo hago sin estar de acuerdo con muchos de los procedimientos seguidos por la dirección del partido y por los demás operadores políticos respecto del manejo de las candidaturas y del ingreso a Morena de muchas alimañas que se han encaramado a los órganos de dirección de Morena para convertirla en un Frankenstein. Conociendo a muchos de los ingresantes como los conocemos, estamos seguros de que andando los días, si gana AMLO, van a ser el dolor de cabeza para este partido
Por otro lado, algunos de los que van a ser nuestros representantes en las cámaras y en otros niveles de gobierno, francamente dan pena ajena porque como dice el vulgo, algunos huelen mal y otros ni huelen ni hieden. Las razones por las cuales hago una pausa en mis críticas tienen que ver con los sentimientos y decisiones que vienen empujando millones de mujeres y hombres en todo el país. La muchedumbre que ha conquistado las calles, las depresiones geográficas y las montañas como parte de su decisión y de su trabajo para cambiar lo que vive nuestra nación, es algo que hay que abrazar porque se están rompiendo paradigmas
En consecuencia, no sería correcto dejar entre mis lectores la impresión de que he cambiado mis críticas a los actos antidemocráticos de los dirigentes de mi partido. ¡No! Todo cuanto he dicho y escrito en los distintos espacios en los que me publican, lo sostengo de la A a la Z. He decidido llamar a votar por todos los candidatos de Morena, porque no soy ajeno al hartazgo que en millones de mexicanos nos ha impuesto una pequeña mafia de vivales que, en contra de la mayoría del pueblo, ha decidido aplicar a la sociedad una política rapaz que nos está causado muerte, pobreza, violencia, anarquía, entreguismo y unas políticas públicas que nos llenan de vergüenza
Nuestro pueblo ya no puede aguantar más lo que trae cargando en sus espaldas. Los cachorros de la revolución se convirtieron en los mafiosos que hoy padecemos porque nosotros, el pueblo, se los hemos permitido. Aquellos que se han convertido en mirones de este importante proceso político electoral, no han entendido que en el accionar de estos atos multitudinarios no está en juego hoy, el programa de las fuerzas revolucionarias como muchos quisiéramos. Estas resistencias están marginadas o auto excluidas. El programa que está imponiendo el movimiento popular, es un programa que pone en el centro de sus demandas el derrocamiento del régimen político que tanto daño le ha hecho al país
Los amplísimos sectores de pueblo que están participando en este proceso, están unificados en torno a una figura simbólica y representativa de lo que es su historia y sus intereses fundamentales. La gente pasa por alto las debilidades y los problemas que existen en su interior, pero esa gente que hoy está movilizada representa la parte histórica de las acciones populares y de lo que han sido las revoluciones en nuestro país
 Cualquier observador puede ser testigo de que esta enorme participación popular ha abrazado una lucha que va a cambiar la historia de México. Lo señalo convencido de que la gente está expresando con toda razón, que ha llegado el momento de sacar del poder a quienes en nuestro nombre se han arrogado derechos que solo nos han llevado a la degradación, al desastre económico y a un estatus en el que la mafia del poder ha perdido el consenso social del que presumieron por décadas y que hoy está sepultado por la corrupción, la violencia, el hambre, el crimen organizado y el hartazgo social
Ha llegado la hora de meter en las urnas la mejor decisión del pueblo. Solo el voto masivo a favor de AMLO y de los demás candidatos a encargos populares pueden cambiar la ruta que los regímenes prianistas no caminaron jamás. La coyuntura que vivimos es ideal para alcanzar la transformación económica, social y cultural por la que han luchado nuestros muertos, los muertos del pueblo. Hagamos el último esfuerzo, vayamos a las urnas a dejar nuestra última y definitiva voluntad. Alcanzar la transformación de nuestro país y poner en el centro de todas las políticas públicas a los verdaderos constructores de México, será nuestro objetivo por alcanzar. Hagamos vigente nuestra última voluntad. Será la última, y luego nos vamos. Nos vamos a lo que sigue ¡AMLO, Presidente!


miércoles, 20 de junio de 2018


El sentido de nuestros ánimos y de nuestras utopías

Por JESÚS SOSA CASTRO

El debate sobre los problemas del país ha caído en la banalidad y en la esquizofrenia por tres de los cuatro candidatos a la Presidencia de la Republica. En el afán de ensuciar las propuestas y el apoyo creciente que está logrando López Obrador en la actual puja electoral, no son capaces de percibir la voluntad de cambio que están expresando millones de mexicanos. No entienden que el hartazgo y la irritación de la gente llevan necesariamente a derrocar a las mafias del poder. El ruido que ciernen sobre el representante de la Coalición “Juntos Haremos Historia” no ha sido y no será factor determinante en el intento de acercarse a los números que indican el triunfo inevitable de AMLO el 1º de julio. El pueblo está viendo en su candidatura no el instrumento capaz de darle cohesión y sentido de clase a su lucha, sino al líder que ha sido capaz de darle contenido a los sentimientos libertarios de la gente y un impulso sistemático para acabar con la pesadilla que el régimen le ha impuesto a la mayoría de la sociedad

Habemos muchos que advertimos estar al comienzo de una batalla y la vamos a ganar. En este influjo multitudinario que se expresa en las acciones electorales en cada estado y región del país, están expresándose posiciones políticas y propuestas programáticas que van más allá de los sectores empobrecidos que sus oponentes dicen es la clientela de Morena. Quien no vea estos hechos y sólo mire superficialmente lo que se está expresando al través de la propaganda, es porque nunca han vivido una coyuntura político electoral como la que ocurre en estos momentos. Los sectores de pueblo que están apoyando la candidatura de López Obrador no sentirán vergüenza de sí mismos cuando vean que su esfuerzo y su voto serán puestos al servicio de la transformación nacional

Los millones de mexicanos que hemos decidido cambiar estas relaciones sociales queremos diseñar un espacio en el que la equidad y la justicia se pongan al servicio del pueblo. Donde la civilidad, la cultura, el trabajo, el descanso y la dignidad sean el logro de los derechos que hasta ahora nos han sido arrebatados. Somos una fuerza que tiene necesidades y aspiraciones legítimas y por eso en este proceso político electoral estamos uniendo nuestros sentimientos y nuestras decisiones para poner todo nuestro empeño al lado del pensamiento de Michael Oakeshott que entre otras cosas sostenía: “el hombre para gobernar tiene que ir al lugar donde están los problemas, donde se aprende, donde se pierden los miedos, donde se juntan y se soldan las voluntades de la gente. Donde la unión sirve para cambiar las cosas, donde se fortalece el espíritu de las mujeres y los hombres”

Es cierto que existen fenómenos y circunstancias que limitan la actividad política y social de importantes sectores del pueblo. El aparato del Estado y con él los políticos sistémicos están echando mano de todos los sin sentidos para obstaculizar el avance en las preferencias electorales a favor de Andrés Manuel López Obrador. La repetición de las viejas diatribas para predisponer a los electores en contra del candidato de la Coalición “Juntos Haremos Historia” no han servido para ocultar la decisión de la gente que va hacia adelante con el propósito de hacer presidente de la República al más respetado líder que ha habido desde la época del General Lázaro Cárdenas del Río

La campaña de lodo de la que se están ocupando sus adversarios políticos, introduce cierta confusión e incertidumbre en algunas capas de la sociedad en las que aún no les llegan los elementos en los que se apoya la candidatura de López Obrador. La información, la cultura política y la marginación social, son elementos que cuentan y contribuyen a que algunos sectores de la población no les importen votar por el candidato del pueblo. Muchos de ellos se abstendrán o apoyarán a los que representan más de lo mismo. Otros, por desgracia, andan enseñando el cobre y su incultura por Europa porque no entienden nada de lo que significa este ejercicio democrático que tiene por objeto la transformación del país

Luchar por el mejoramiento de nuestra existencia significa para millones de compatriotas dejar en el camino pedazos de esfuerzos y de imaginación. En el mundo hay ejemplos luminosos que vale la pena escudriñar para que se ventilen nuestros ánimos y nuestras utopías. A Domitila Chungara, indígena, viuda de un minero boliviano, cuando su patria se convulsionaba por las injusticias y la discriminación, le preguntaron cuáles eran sus temores que más asomaban a su alma, ahora que Evo Morales, planteaba la transformación de Bolivia. Ella respondió: es el “miedo” “Un miedo a recordar, a vivir, a morir, y, sobre todo, al miedo de ser, de reconocernos en toda nuestra espléndida y poderosa plenitud.”

Y es que este sistema que padecemos aquí, en América Latina y en otras partes del mundo, nos ha entrenado para andar en sillas de ruedas, a movernos a ras del suelo, a conducirnos sin chistar, obedientes siempre, aceptando hechos que coagulan nuestros intereses y marchitan la florescencia de nuestro porvenir. Pero en este proceso, en el que se ha abierto una esperanza real por vivir nuevas formas de relacionarnos, nuestros pasos y deseos por ser otros se están acelerando. Estamos recuperando nuestra energía para andar con nuestras propias piernas, a pensar con nuestras propias cabezas y a sentir con nuestros propios corazones. ¡Por favor, no le fallemos a la historia!
 

miércoles, 13 de junio de 2018


Nihilismo y vacuidad en el debate

Por JESUS SOSA CASTRO

En la comunidad donde radico varios vecinos decidimos oír juntos el último debate presidencial. Compartimos opiniones morenos, panistas y priistas. Todos hicimos aportes importantes sobre las ausencias de temas y asuntos que los candidatos dejaron de tratar y de la superficialidad con que abordaron los más. Algunos de estos debatientes hasta presumieron de tener un alto grado de conocimientos sobre el teje y maneje de los asuntos de la política nacional
No sé si son verdad o mentira estas afirmaciones, lo que sí sé es que hay entre nosotros un importante grado de cuestionamientos a las propuestas y ausencias políticas por parte de los candidatos presidenciales. Algunos de los asuntos que hemos puesto sobre la mesa tienen que ver con el hecho de que los candidatos no han fijado posición sobre asuntos harto importantes. ¿Por qué no se pronuncian sobre qué van a hacer respecto de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa por parte del Estado y, en cualquiera de los resultados, qué castigo van a imponerle a los responsables de este atropello de lesa humanidad? 
¿Cuál es la posición de los candidatos presidenciales sobre la creación de la Comisión de la verdad que un juez federal de Tamaulipas ha planteado con urgencia, poniendo en manos de los padres de familia de los 43, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de una Comisión Internacional; la tarea de investigar a fondo este hecho atrabiliario debido a que la verdad histórica que tejieron Jesús Murillo Karan ex Procurador de Justicia, el gobierno federal y el ejército, resultó finalmente una verdadera falacia y un ignominioso engaño a los padres de los desaparecidos y a la opinión pública nacional e internacional?
¿Por qué razones ninguno de los candidatos habla sobre su posición respecto de la Ley de Seguridad Interior que ha sido aprobada por Peña Nieto y que vergonzantemente ha dejado en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la última palabra para ver si es constitucional o no, aunque los tres niveles de gobierno la están aplicando en contra de los luchadores y movimientos sociales que se expresan contra las políticas rapaces del régimen en toda la geografía nacional?
¿Cómo no se van a preocupar mis vecinos, la sociedad y yo cuando vemos el nivel del debate que tiene la campaña electoral mientras el país se está cayendo en pedazos y el nihilismo y la vacuidad dominan la escena pública para vergüenza de la autollamada clase política nacional? ¿No es lamentable y patético que los candidatos a la Presidencia de la República se la pasen revolcándose en los dimes y diretes dejando al margen la discusión de los problemas económicos, la falta de empleo, el hambre creciente en amplias capas de la sociedad, las estafas maestras, la corrupción lacerante, la violencia, la criminalización de las protestas y la montaña de muertos que crece al parejo de la impunidad que vive el país?
¿Socialmente los partidos políticos están cumpliendo con el deber de acercarse a sus clientelas electorales para explicarles las causas de la creciente ola de crímenes dolosos en todas las ciudades del país y la incapacidad ignominiosa de las autoridades respectivas para explicar, detener y castigar con el rigor de la ley las actitudes demenciales de las mafias que azuelan a todo el país? ¿Qué pasa con las procuradurías y con los ministerios públicos que se les están desparramando las muertes y las ejecuciones   en toda la República sin que haya ninguna razón que explique la causa de tamaña ineptitud?
Decidí escribir estas notas porque lo que se está omitiendo por los candidatos, no es poca cosa y a la gente, le son necesarias definiciones y compromisos. Tengo claro que lo que falta para el 1º de julio no son días de guardar. Lo que los candidatos no quieren meter en su agenda, ya lo harán cuando lo exijan los ciudadanos. Los asuntos que están quedando fuera son harto importantes como para olvidarnos de ellos.  Hoy ha llegado el momento de abrirle el espacio a las utopías. Condiciones las hay. El pueblo se está organizando y en su conducta y acciones ha vuelto aparecer la esperanza del triunfo. ¡Líder en Morena, tenemos de sobra!


miércoles, 6 de junio de 2018


Un líder o un payaso

Por JESÚS SOSA CASTRO

El martes cinco por la noche, regresamos de un viaje relámpago que hicimos a un lugar de la mixteca poblana. Al margen de la suculenta comida que nuestros anfitriones pusieron sobre la mesa, nos dimos tiempo para hablar de lo que los años han degradado en la vida social y cultural de una región sumamente pobre y harto cercana a las ideas y prácticas religiosas. Pues sólo como un recuerdo personalmente vivido, en los pueblos cercanos al mío, se mantuvo por años un “movimiento cristero” después de 1929 cuando Emilio Portes Gil y la Iglesia católica, firmaron el acuerdo de paz
Leodegario Cortés fue el jefe de ese grupo armado que al grito de viva Cristo Rey, asaltaba las rancherías, robaba armas, caballos, ganado y violaba mujeres con la mayor impunidad. Siendo chamaco y acompañando a mi abuelo que en burro traíamos la leche del monte donde se ordeñaban las vacas, pude ver colgados de los árboles a personas por oponerse al bandolerismo de este personaje. El hombre era brutal en sus acciones de guerra contra todo aquel que no estuviera de su lado. Las consecuencias no las pagaba el gobierno sino la gente de los pueblos que navegaba entre la paz, la religiosidad y el fanatismo
Hablo de este entorno porque siendo un territorio natural para el PAN y sus aliados de plano están en la lona. El que rifa en toda la Mixteca poblana, oaxaqueña y guerrerense es Andrés Manuel López Obrador que anda en la boca y en la conciencia de la mayoría de las personas incluidos los niños. ¿Qué elementos están presentes en esta campaña?
El candidato de la Coalición juntos haremos historia está presente hasta en las piedras. Hay un movimiento popular con liderazgo real, con planteamientos y emociones que le llegan a la gente. Esta aprecia de AMLO su lenguaje sencillo, directo, sin demagogia. Por primera vez los ciudadanos ven en él a un líder capaz de enfrentar a los mafiosos, a los evasores de impuestos, a los que hacen la guerra sucia en su contra, a los que le han robado al país sus riquezas naturales, sus sentimientos y su cultura
A la distancia de años, se observa el crecimiento exponencial de la pobreza, y el desarrollo de una conciencia a favor de un cambio real como única salida a la irritación que se vive en la región. El movimiento que apoya a AMLO es trascendente y profundo. Los millones de mexicanos que le siguen están expresando el hartazgo social y la decisión de acabar con las políticas del PRIAN.  Si bien es cierto que hace falta un partido de clase, capaz de enfrentar a la reacción antes, durante y después del 1º de julio, el pueblo está expresando un invaluable sentimiento de cambio que hay que apoyar. Los ojos de la gente reflejan una cantidad infinita de dolencias y agravios que sólo AMLO ha comprendido con enorme sabiduría

El recorrido que ha hecho por todo el país le ha servido para recoger los sentimientos del pueblo y recuperar el contenido del artículo 39 constitucional. Su autoridad política y moral contrasta con las actitudes caricaturescas del “pollo” que quiere ser presidente a punta de payasadas. Subirse a los postes, llegar en bici moto o vestirse de charro es para agradar a los dueños del circo. Lo que logra es la multiplicación del rechazo, del ridículo. Es un mal copión de las propuestas, de lo que hace y dice López Obrador
Los ciudadanos de esta región también han aprendido a leer entre líneas lo que dicen los candidatos del sistema y lo comparan con las propuestas de AMLO que no son otras que las propuestas de la gente. A cada crítica que le lanzan el sistema y ellos, es un punto más que se suma a lo que ya tiene asegurado por decisión de los electores
Estas son las razones que han hecho de López Obrador un líder con una dimensión social que ningún otro candidato posee. El momento ha puesto a cada uno en el justo lugar que merecen. El que lleva la agenda, el que propone, el que está con la gente, es Andrés Manuel López Obrador, Meade está derrotado desde andenantes porque en él se personifica la corrupción y la impunidad, y el canayín, sólo es un payaso que quiere apantallar a sus ingenuos seguidores