miércoles, 25 de abril de 2018

A todos mis lectores de facebook les ofrezco una disculpa por el lapsus mentalis,No es Manuel sino Miguel de Cervantes Saavedra nombre que usé como referencia en mi artículo que publiqué hoy, titulado Ni miedo ni mugre, AMLO el fenómeno. Gracias por su comprensión

Ni el miedo ni la mugre, AMLO el fenómeno

Por JESÚS SOSA CASTRO

Dicen los que saben que el conflicto es el motor de la historia. Si esto es así, resulta explicable lo que sucedió en el debate del domingo y en lo que se da en la política nacional. Los actores que se han atribuido el derecho de querer encabezar la gobernanza en este país nos están proporcionando lo que son, sus debilidades y su falta de propuestas. Cuatro sólo hablaron de López Obrador porque creen falsamente que eso les dará votos para que estén en condiciones de competir con el candidato puntero. ¡Se equivocaron de estrategia! Los cuatro pumas de Meade resultaron unos gatos cualquiera incapaces de proponer algo distinto a las propuestas de AMLO. Se dedicaron a injuriarlo, a inventarle mentiras y agravios cuando ellos no presentaron opciones distintas a las de él porque su mediocridad va de la mano de la corrupción y porque finalmente son títeres del sistema
  
Para muchos existe la creencia de que estamos participando en una batalla que no es precisamente contra molinos de viento. En esta contienda por la justicia, la libertad y la recuperación del país, el pueblo se está enfrentando a una siniestra cofradía integrada por la burguesía y el resto de los partidos paleros, construidos para defender y vivir del sistema. Desde hace siglos la clase dominante y sus compinches, han vivido de la explotación de la fuerza de trabajo de los asalariados y de las prebendas que el sistema paga a los líderes de esos partidos para tenerlos sometidos. Los que hoy enfrentan al candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, son los peones de un sistema podrido cuya mugre está saliendo por todos los albañales

El pueblo, sin embargo, como el Quijote de Manuel de Cervantes Saavedra, no está dispuesto a retroceder en la defensa de sus legítimos derechos, ahora conculcados por la mafia que gobierna el país. Los millones de mujeres y hombres que caminan por montañas, valles y ciudades para organizar y expresar su apoyo a López Obrador, es un fenómeno inequívoco de que algo profundo y trascendente se está rompiendo en lo más recóndito del alma y de la conciencia del pueblo. Millones de mexicanos queremos diseñar un país en el que haya igualdad, derechos y libertades para todos. Un país en el que la civilidad, la cultura, el trabajo, el descanso y la dignidad se conviertan en los valores que enorgullezcan a las actuales y nuevas generaciones

Es verdad que nos faltan cosas importantes por construir para no volver jamás a vivir las pesadillas que nos impone la clase dominante. Necesitamos un partido anclado en la conciencia de la clase trabajadora que responda a los intereses de la mayoría de la población. Un partido incluyente, democrático con una dirección revolucionaria capaz de impedir que la burguesía y sus achichincles nos traten como arrimados en nuestra propia casa. Los políticos, para gobernar, decía Michael Oakeshot, “tienen que ir no a la cocina, a los antros, o a los restaurantes, sino al lugar donde están los problemas. Es allí donde se aprende, donde se pierden los miedos, donde se juntan y se soldan las voluntades de la gente. Es la unión que sirve para cambiar cosas, lo que fortalece el espíritu de las mujeres y los hombres”

Tiene razón López Obrador cuando dice que sus contendientes son todos blanquitos porque                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              no les da el sol, porque no salen de los antros, de los restaurantes, de los conciliábulos. En el debate se reflejó quien anda por el país soportando los calores y quemándose la cara mientras los cuatro burócratas se lavan la cara con leche de arroz para verse brillantes y deslavados, como muestra de que no salen de los antros y de los restaurantes. En estos lugares no están ni los problemas ni se sienten los sudores y las penas de la gente. Los que rodean a los candidatos del sistema no son poseedores más que de la virtud de robar. Ninguno de ellos conoce el país y menos a sus habitantes. ¡Viven pegados al poder y a la corrupción!

El ruido que la mafia está armando con sus cuatro cachorros en contra de Andrés Manuel, es un intento más de su fallida estrategia para bajarlo de las preferencias electorales. Quieren paralizar la actividad política y social que a lo largo y ancho del país se está expresando con miles de activistas y con millones de ciudadanos que votarán por Obrador. En los candidatos sistémicos campea la incertidumbre y no son pocos los que ya empiezan a declinar en favor de su jefe porque siempre fueron unos simuladores y unos transas de la política. En cambio, el entusiasmo por la victoria se multiplica a favor de AMLO como un repudio al PRI y a sus compinches

Ejemplos luminosos los hay en todas partes y en todos los sectores sociales. Si se tratara de acrecentar nuestros ánimos por lo que vendrá a favor de nuestro pueblo el 1º de julio, narro un pasaje de la indígena boliviana, aimara de raza, en el momento en que la burguesía atosigaba a la gente diciéndole que Evo Morales iba a llevar a su país a la ruina porque él era indígena, inculto, no hablaba inglés y no era capaz de conducir los destinos de su nación. Domitila Chungara, nombre de esta mujer, respondió a la sesgada pregunta que sobre este tema le hizo un chayotero boliviano: “Tengo mucho miedo, es verdad” “Pero es un miedo a recordar, a vivir y a morir como vivimos hasta ahora. No es el miedo de ser, de reconocernos en toda nuestra espléndida y poderosa plenitud a partir del cambio que viene”. ¡Y Evo, llegó!









miércoles, 18 de abril de 2018


México requiere un partido con cuerpo y alma de clase

Por JESÚS SOSA CASTRO

De norte a sur y de este a oeste el crecimiento de la candidatura de AMLO a la Presidencia de la República por la Coalición Juntos Haremos Historia, avanza de manera incontenible. Franjas enormes de pueblo, de campesinos, artistas, soldados, marinos, estudiantes, maestros, comerciantes, empresarios, cristianos, católicos e intelectuales, están acompañando este hecho como una expresión de hartazgo en contra de las políticas octogenarias del PRI y de dos sexenios del PAN. Explicar este fenómeno no resulta sencillo. Más aún cuando todos los días el candidato, personas y grupos de distintas formaciones y prácticas políticas nos están sorprendiendo con sus propuestas y decisiones
Quedarnos en la autocomplacencia y dar rienda suelta a las celebraciones anticipadas pensando que ya tenemos el triunfo en nuestras manos sería un error garrafal. El adversario de clase mueve todos los días sus truculentas campañas de lodo  en contra del único candidato opositor porque ve que sus intereses y negocios mal habidos, se encuentran en peligro. ¿Qué hacemos la dirección y la militancia de Morena para que el empeño de millones de personas no sufra un descalabro más que dificulte o impida el pregón que se propaga afirmando que ahora sí el cambio vendrá para nuestro país? ¿Estamos listos para derrotar las políticas obsoletas, autoritarias y rapaces de una burguesía que nunca ha representado a la mayoría de los mexicanos, pero que, en cambio, trabaja para el capitalismo transnacional, ajeno a los intereses del pueblo y de la nación?
Para evitar sorpresas sería conveniente entender que el objetivo de cambiar el país solo se puede lograr con la “articulación de todas las resistencias populares más desarrolladas, con la construcción de la fuerza popular que sea nuestra fortaleza ideológica, política y organizativa para hacer uso de ella como contraparte a los viejos cimientos de la fuerza de la burguesía dominante” Contar con esta fuerza popular, dirigida por un equipo de revolucionarios competentes, podría llevarnos a ubicar el blanco principal de nuestra lucha, lograr que todas las resistencias unificadas impulsen una consigna única, trabaje sincrónicamente en tiempo y lugar y, sobre todo, que esté dispuesta a poner en juego prácticas de autodeterminación que propicien el asambleísmo, la colectivización de las ideas y la potencialización de las acciones movilizadoras. La alegría que se producirá cuando se luche en común, se convertirá sin duda, en la fortaleza del partido que andamos construyendo
Hacer este ejercicio de entrenamiento expresa una postura colectiva, masiva, en la que la decisión que nace de la conversación fraternal es algo que atrapa a todos los participantes para empujar un proyecto común. Sin embargo, en la adhesión del pueblo a la candidatura de Andrés Manuel, todos estos elementos apenas muestran su rostro o de plano se encuentran ausentes. El entusiasmo que se manifiesta en los actos de masas que se realizan a cualquier hora del día, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, no se expresa con la misma pasión cuando se trata de acciones que tienen que ver con el trabajo de organización, con el llamado a cuidar las casillas, con la promoción del voto o cuando se llama a crear la organización que les amarre las manos a los mapaches cibernéticos. Construir un partido con cuerpo y alma de clase que no lo destruya una derrota ni la embestida bestial de nuestros enemigos de clase, implica no volver a las prácticas antidemocráticas ni a la creación de clientelas electorales alrededor de los operadores políticos y de sus jefes. Lo que siempre se ha requerido y a lo que hay que volver, es abrir los espacios de discusión en las bases del partido y respetar de manera absoluta la opinión y decisiones de quienes, desde abajo, vienen forjando la unidad, el convencimiento y la lealtad a las convicciones de cambiar las reglas políticas en este partido y en este país
Hay que atajar la recurrencia de una construcción de grupos de poder que han enfermado a las bases de Morena. Confiar la construcción de una fuerza popular a personas ambiciosas, sin experiencia y sin cultura política, ha hecho imposible la conexión de una identidad programática y/o partidista entre los ciudadanos y los “dirigentes” ¡El resultado ha sido fatal! Tenemos una militancia y una ciudadanía desencantadas, porque se han dado cuenta que ese partido no es al que ellas habían entregado su tiempo, sus recursos y su trabajo
Tenemos tiempo aún para acabar con este desencanto. Si queremos evitar el fraude que maquinan nuestros adversarios con todos los recursos del Estado y con el poder del dinero, demos cuanto antes el viraje necesario y hagamos del apoyo masivo a la candidatura de AMLO a la Presidencia de la República, el pivote que detone la construcción de esa fuerza proletario popular que sin duda, parará los intentos de banalizar la esperanza, defraudar otra vez al pueblo y echar por la borda el trabajo de millones de mexicanos
  


miércoles, 11 de abril de 2018


¿Los disidentes están equivocados?

Por JESÚS SOSA CASTRO

A medida que se avanza hacia el 1º de julio, personas y grupos militantes y no de Morena, están acomodando sus decisiones político-electorales de acuerdo con sus visiones y sus intereses. Según el destino al que llegan, o mejor aún, del que vienen, son calificados, unos con la crítica severa, inflexible, y otros con abrazos y parabienes. La mayoría de ellos se han incorporado al apoyo de la candidatura de López Obrador que no a las filas del Partido. Para un sector de éste el apoyo es negativo, puesto que, con él, van de la mano la cultura del arribismo, las mañas, los intereses económicos y la potencial implosión que acabaría con el proyecto llamado Morena
¿Qué preocupa o qué molesta a aquellos que expresan apoyo a la Organización o a sus candidatos?  Lo que molesta son las formas, las razones, la inmoralidad y las decisiones antidemocráticas. Sin embargo, quienes están llamando al voto diferenciado o a salirse del partido aduciendo que lo anterior lo justifica, cometen un grave error. Pasan por alto varios hechos: Si su intención es cambiar el régimen político, fuera del partido no podrán hacer nada. No entienden la necesidad de contar con un parlamento mayoritario que garantice sacar adelante el programa de gobierno de la Coalición Juntos Haremos Historia. Tampoco hay comprensión respecto de lo que viven los mexicanos, expresado en la degradación económica, social y cultural, en la falta de perspectivas para cerca de 45 millones de personas de entre 25 y 40 años, la violencia desenfrenada, las desapariciones forzadas y la entrega de nuestras riquezas naturales. No toman en cuenta que todo esto ha producido en la gente un hartazgo y una irritación que el pueblo ya le quiere ajustar cuentas. Esta es la razón por la cual el pueblo pone en juego su voto, aunque aún no entienda la necesidad de una organización con sentido de clase
Los críticos de Morena que se están expresando de manera pública, tienen toda la razón en afirmar que algunos de los que llegan a Morena no han pasado la prueba del ácido. Que muchos de ellos son unas verdaderas alhajitas. Que la inmensa mayoría de ellos aún lleva en sus venas el ADN de la cultura priista. Pero… ¿es solo de ellos la culpa? ¡NO! Los revolucionarios hemos resultado incapaces de formar un partido de clase, representativo de los intereses del proletariado y del pueblo de México. ¿Esta debilidad se refleja en las filas de Morena? ¡Claro que sí! Por eso muchos han caído en la tentación de disfrutar de las mieles que significa ser de la nomenclatura, de tener las ligas con los chipocludos para ser ungidos como los candidatos a ocupar lo que eufemísticamente llaman los encargos populares
Los críticos estamos obligados a examinar la coyuntura con mayor profundidad. Sin demérito de nuestro derecho a mantener nuestras posiciones, es inexcusable poner en juego la parte decisoria de nuestra fuerza, de nuestra razón y de nuestro trabajo a favor de evitar que la polarización social que ya tenemos encima se convierta en un huracán incontrolable que lleve a las fuerzas reaccionarias y oscurantistas del país a imponer un desenlace violento que acabe con la esperanza de ganar la elección el 1º de julio. En su artículo del 8 de abril, en La Jornada, José Agustín Ortiz Pinchetti al hablar sobre estos peligros dice que “los ataques serán múltiples; algunos abiertos otros oblicuos, por radio, televisión, Internet, en las bardas y en los cerros, en todo el paisaje urbano, en los pueblos pequeños y en las aldeas, habrá ataques inteligentes e histéricos, abiertos y subliminales” en contra de AMLO y de Morena. Sólo acoto una frase: los ataques no serán, ya son. El candidato de la Coalición Todos por México y los grupos de poder, ya están ensayando todo, a efecto de potenciar la campaña del miedo en contra del pueblo. Y aunque todo será inútil ante el despertar de la gente que ya hace uso de su inteligencia y de su palabra para explicar las razones por las que esa campaña y sus impulsores fracasarán, no votar, dispersar el voto o romper ahora con el partido, es un error que no debiera cometerse
¿Qué es lo procedente y lo más necesario para los militantes, a pesar de las diferencias habidas y por haber en contra de las arbitrariedades de la nomenclatura o de aquellos pájaros nalgones, responsables directos del desastre que vive el partido en algunos Estados de la República? Leonardo Padura en su libro El hombre que amaba a los perros, da cuenta del debate entre Trotski y los “ideólogos” de Stalin sobre la democracia. Esto escribió: “Los revolucionarios pueden ser cultos o ignorantes, inteligentes o torpes, pero no pueden existir sin voluntad, sin devoción, sin espíritu de sacrificio” “el revolucionario verdadero empieza a serlo cuando subordina su ambición personal a una idea, a un proyecto” Liev Davidovich cerró su frase con una alocución retumbante que le queda a los que desde las cúpulas se empeñan en cerrarle el paso a la crítica y a la inteligencia. “Y como para muchos esas cualidades no existen, les agradezco que tan diligentemente se aparten del camino” ¿Está claro,no?




miércoles, 4 de abril de 2018


El primer paso, va ¿Y el segundo?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Nadie puede negar el enorme crecimiento de Morena. Encuestas diversas, calificadas, nacionales y extranjeras, están dándole a su candidato Andrés Manuel López Obrador poco más del 45% de las preferencias electorales. Es tal el avance, que en Estados donde en las elecciones del 2006 y el 2012 no se tenía mayor influencia, hoy una franja importante de votantes está manifestando su primacía por el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia. En el extranjero, los mexicanos se están manifestando por este candidato. En la opinión pública nacional, crece la percepción de que AMLO va a ser el próximo presidente de México. La mayoría del pueblo va a poner en juego su voto y dice estar dispuesto a defenderlo
Sin embargo, es conveniente señalar algo que está trabajándose en las esferas del gobierno y de los grupos de poder. Peña Nieto y los grandes capos de la banca, la industria y el comercio, están dando señales de que están dispuestos a impedir el triunfo de Morena para dar continuidad a las políticas públicas del gobierno, las cuales han sido la fuente de sus riquezas exacerbadas. Por parte de los que luchamos por un cambio de régimen, no estamos dando muestras de trabajar en la construcción de la fuerza que impida, derrote y garantice que, ganando o perdiendo el 1º de julio, los millones de mexicanos que expresamos el hartazgo y el encabronamiento contra el gobierno, mantendrán la organización requerida para garantizar las propuestas de gobierno o impedir que la dispersión de su esfuerzo, difieran el cambio que se busca y el priismo se alce otra vez en contra de los intereses del pueblo y de la nación
Si hemos logrado con éxito el primer paso convenciendo a la gente de la necesidad de derrotar al régimen priista, ¿qué es lo que sigue y cuál o cuáles son las principales debilidades del proyecta Morena que al final nos pueden llevar a una nueva derrota? Lo primero que hay que registrar es que en el interior del partido campea una irritación enorme por la forma en que se han impuesto candidaturas que no representan mayor prestigio y trabajo en favor de las causas del pueblo. Se ha desoído la opinión de militantes y ciudadanos que desde el principio han entregado trabajo y recursos para hacer efectivo el proyecto partidista que ahora es Morena
En segundo lugar, está la enorme deficiencia organizativa que hay en la base del partido. El nombramiento de los enlaces no construyó ni logró mejorar su organización. Los “operadores” de la Dirección Nacional trabajaron para ellos y para sus jefes. Creció la clientela electoral alrededor de ellos, porque en sus manos estaba el dinero que se les dio para que hicieran fuerte al partido y no a los grupos de poder. A la fecha, la base es un desastre. Es el gruperío lo que retrata la nefasta experiencia de las tribus del PRD
La tercera cuestión, y tal vez la más importante, tiene que ver con la dirección política y el papel de los intelectuales miembros o amigos de Morena. Como nunca, hay una campaña de lodo en todos los medios en contra de Andrés Manuel López Obrador. El único que responde, es él, el resto de los directivos están controlando el tránsito para que el caos que están generando las candidaturas y las imposiciones, no terminen destruyendo la elemental participación partidista. Pero ¿y los intelectuales que se dice apoyan a Morena en dónde están? ¿Por qué no ponen en juego su sapiensa y el papel de la palabra para enfrentar a la jauría que se ha desatado en contra del candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia?
Pareciera que la dirección unipersonal que vive el partido ha terminado por nulificar el surgimiento de nuevos dirigentes y líderes que la situación política demanda. Una complejidad como la que representa la actual coyuntura político electoral exige una dirección colectiva, capacitada, actuante y oportuna para confrontar a los llamados intelectuales de la burguesía. Hoy por hoy mucho de lo que decidirá el triunfo o derrota de cualquier candidato a la Presidencia de la República, no está solo en el manejo y la utilización de los sentimientos y de las emociones, está en las ideas y en las propuestas
En las discusiones con los compañeros sobre estos asuntos hay mucho ánimo por el triunfo que parece inevitable. Sin embargo, al lado de esta euforia aparecen estas preocupaciones que le están pasando de noche a los dirigentes de Morena. A estos les decimos que el primer paso consistente en poner en el 1er lugar la preferencia a favor de Morena ya lo hemos dado. El segundo paso, el más complejo y en torno al cual se requieren mucho trabajo y sabiduría, es lograr que se respete el triunfo y se logre la fortaleza y la organización que hoy le falta al partido. De lo contrario …