viernes, 30 de enero de 2015

Cuando funcionarios del gobierno de todos los niveles se niegan a escuchar los reclamos de la gente, la izquierda con sus líderes a la cabeza, hacen gran alharaca porque no nos ven ni nos oyen. Con justa razón criticamos a esos funcionarios porque nos niegan el derecho constitucional de ser escuchados. Pero resulta que los líderes de la izquierda son igualitos o peor de ciegos y mudos. No oyen, no ven lo que pasa en sus filas, en su entorno. Lo que prevalece es el disimulo, la indiferencia
Es peligroso lo que pasa en Morena. Hay una rebelión de las bases por las imposiciones de la alta burocracia y no hay evidencia, señal alguna, de querer corregir esas equivocaciones. Les vale madre y hasta se dan el lujo de amenazar con sanciones o abrir la puerta para que los inconformes se vayan del partido. Las puertas están abiertas, dicen. Pero da la casualidad que el partido no es de ellos, es de la gente que decidió construirlo con su esfuerzo, con sus convicciones y su trabajo. Lo que ve mal, quiere corregirlo

Si en la derecha esto se ve mal porque está mal, es peor que en la izquierda que presume de ser democrática, se estén dando estos hechos. Es muy lamentable que los dirigentes de Morena se estén pareciendo a la derecha que tanto escozor les causa su comportamiento. Están construyendo las bases para que Morena sea algo similar a lo que tanto le critican a la derecha. Pero el que por su sordera muere, hasta la muerte le sabe ¡Ya cosecharán lo que están sembrando! 

miércoles, 28 de enero de 2015

Nunca más el silencio……. (*)
Por JESÚS SOSA CASTRO
Asistimos a una rebelión ciudadana nunca antes vista en nuestro país. Una rebelión que viene desde atrás y que hoy, el pueblo está documentando con sus testimonios y con sus luchas que abarcan a la mayor parte de la geografía nacional. El título de este artículo sintetiza lo que hoy vemos en los pueblos y en las calles del país. La gente se está rebelando contra la conducción burguesa del Estado y construye sus propias fortalezas organizativas e ideológicas que le permitirán superar la actual dirección y romper el silencio que rodeaba sus acciones
Hacer posibles estos objetivos, requiere de grandes dirigentes, de militantes críticos, participativos, elaboradores de proyectos, insumisos y de prácticas democráticas de consulta y decisión. Que todos sepan hacer un trabajo por abajo y por arriba pero desde abajo, actuando como un pulpo con una cabeza de gran complejidad y miles de brazos metidos en todos y cada uno de los vericuetos de la conflictividad nacional. No pueden ser los intereses de grupo y una cauda de arribistas y corruptos, los que tuerzan el rumbo del cambio que se viene diseñando con muchos sacrificios. La participación electoral es una práctica de poder, compleja, que requiere algo más que militantes incondicionales y mudos
Participar en la lucha por conquistar el derecho de hablar y de actuar, es algo que se consigue con militantes y dirigentes de grueso calibre. Capaces no de hacer triquiñuelas, sino para poner su accionar en condiciones de avanzar en la transformación social y política de México. Si hoy el poder lo tienen los burgueses, mañana, en manos del pueblo, puede ser un instrumento que logre una conducción auto determinada para su propio beneficio. La participación electoral puede ser el epilogo de todo lo que está pasando en el país
Desde hace tres décadas, México vive una crisis orgánica e histórica que se expresa en  el agotamiento y la inviabilidad de su relaciones socio políticas. Su estabilidad neoliberal y sus institucionalidades autoritarias, violentas y militarizadas, están históricamente gastadas. Es en este agotamiento donde se centraliza y condensa el ojo del huracán de la conflictividad social. Por eso la crisis apunta hacia una nueva conducción de la vida nacional. Ningún problema importante podrá ser resuelto si no se  subvierte la actual conducción burguesa
La crisis de la dirección neoliberal es resultado de la participación de grandes multitudes de mexicanos que ya no quieren vivir bajo esa conducción y que en el grito de “ya basta y fuera Peña Nieto” que recorre la nación, una multitudinaria voluntad exige que cambie la manera de cómo se conduce este país. Es en el terreno político electoral donde se ha venido verificando la participación de grandes expresiones de ciudadanos. Es en este campo y no en el político- militar ni en la lucha reivindicativo- sectorial, donde nuestro pueblo despliega de manera más continuada, combativa, unificada y con mayor trascendencia política, sus líneas fuertes de resistencia. Es en este espacio de la conflictividad nacional en el que la línea antipopular desde una perspectiva de imperio, encuentra su centro más vulnerable. Es el talón de Aquiles de la conducción sociopolítica de la burguesía y en donde está el eslabón más fuerte de la resistencia popular
El campo político electoral ha sido y sigue siendo un campo burgués de lucha, pero también ha sido y es un campo de acción revolucionaria popular. En América Latina varios pueblos han usado revolucionariamente estos procesos y han derrotado lo más nefasto del poder burgués hegemónico. Es verdad que en México, la práctica electoral de todos los partidos políticos y de la gran mayoría de las organizaciones sociales, ha sido y es una práctica enajenadora, corrupta, burguesa, de poder. Sin embargo, de 1988 para acá se viene fortaleciendo una experiencia electoral en las comunidades y en el Estado, con importantes elementos revolucionarios en los que se expresa el interés y la voluntad libertaria, auto determinada de grandes sectores del pueblo
Es verdad que todas estas instancias electorales han sido dominadas por la burguesía y sus partidos. Han copado la institucionalidad y la determinación plena de la vida cotidiana de los mexicanos. Sin embargo, de un tiempo a la fecha esta situación ha empezado a ser cuestionada y ya se hacen ejercicios que subvierten este dominio. La gente ejerce su propia autoridad imponiendo el poder comunitario y rechazando los mandos ajenos. Desde allí se ejerce el poder, desde el que se crisolan voluntades, intereses y modos de vida. Y si bien es cierto que las prácticas electorales han sido hasta ahora prácticas de poder, de soberanía burguesa, de aplastamiento de la autodeterminación popular, también es cierto que estas prácticas se encuentran hoy severamente cuestionadas, que pueden conducir a un proceso electoral liberador en el  que tenga lugar la autodeterminación social y la soberanía popular. ¿Quién puede encabezar este interés de los sectores en lucha? Espero que sea Morena. ¡Por lo menos eso es lo que deseo!
(*) Revista Rumbo proletario No 7, Armando Martínez Verdugo.  La rebelión ciudadana y la justicia comunitaria en Guerrero. Autores varios

  

sábado, 24 de enero de 2015

De regreso a mi casa
Por JESUS SOSA CASTRO

Cive Pérez (*) dice que un pueblo se esclaviza, se degüella así mismo, cuando deserta de sus libertades y asume o consiente sus propias miserias. Yo espero que el nuestro, que el pueblo mexicano, no incurra jamás en esa insensatez. Creo que su pasado y su historia son fiel testimonio de sus luchas libertarias que enfrentaron con éxito al imperio español, a los conservadores clericales, a los “científicos” porfiristas y hoy va por los antipatriotas del PRIAN y los chones del PRD
Esto viene a cuento porque hay en el ánimo de muchos, que lo que se hace para defender el petróleo o para recuperar las libertades democráticas que nos han arrebatado los prianistas, no tiene sentido, es muy difícil lograrlo. Ellos, dicen, tienen el poder, las fuerzas represivas, los medios de comunicación…. Así van justificando una a una sus ausencias en la lucha que miles de mexicanos venimos organizando para defender nuestros derechos y nuestros recursos. Pero el domingo, de regreso a mi casa, cuando ríos humanos se alejaban del zócalo después de haber participado en la Asamblea convocada por Morena para protestar contra la privatización de Pemex, me encontré un librito que hace meses andaba buscando. Hoy les cuento algo sobre él y sobre la resistencia que hacemos los mexicanos para impedir que nos quiten  nuestro petróleo
¿Qué es la desobediencia civil? Se pregunta Cive Pérez. Es una de esas preguntas y respuestas que pone en blanco y negro lo que viven varios países, entre ellos México, y que tiene que ver con la diferencia entre la legalidad y la legitimidad. Si en México hubiera democracia, el argumento para apegarse a la ley tendría que ver con la existencia de un gobierno aprobado por los electores. Pero ni México es democrático ni Peña es un gobernante legítimo. Su poder no emanó de la soberanía popular y su  ilegitimidad responde al hecho de que los electores no le dieron su voto, lo compró. Su poder y sus leyes pueden ser legales pero son  ilegítimos
Cive Pérez dice que “todo tipo de actos, voluntarios o intencionales que tengan como fin oponerse a la violación de una ley, o a la decisión gubernamental de imponer a la población una decisión injusta, ilegítima o inmoral, se le puede parar al través de la desobediciencia civil, toda vez que esta acción, responde a un mandato de la conciencia y a un imperativo ético de la sociedad”
Si el gobierno de Peña Nieto no consulta a la gente y es sordo ante la protesta de miles de mexicanos que hemos dicho que no estamos de acuerdo con que se privatice el petróleo, entonces la sociedad tiene el deber ético de proceder a la desobediencia civil pacífica y convertirla en una acción política hasta lograr que el gobierno y el congreso den marcha atrás en sus propósitos inmorales, ilegítimos y antiéticos. El propósito de la desobediencia civil, no sólo tiene que ver con la recuperación de un derecho político y su ejercicio democrático, sino en la necesidad de convertirlo en un  instrumento que haga de la protesta una expresión de fuerza y de legitimidad pública al servicio de la gente
A esta desobediencia civil pacífica está llamando Morena. Sus actos masivos de protesta hechos en calles y en plazas ya cumplieron su cometido. Sin renunciar a ellos, caminamos a una forma superior de lucha que es la desobediencia civil que no se detiene al terminar la manifestación pública, sino que va por la elaboración de leyes a favor de la sociedad y del cambio democrático. Se trata de un mecanismo excepcional que habrá de incidir en la configuración de la voluntad política de las masas para cambiar las políticas gubernamentales que no responden ya a la voluntad de las mayorías de la nación
 Se lucha por impedir que impongan leyes y reglamentos que ofenden la dignidad de los ciudadanos. No podemos admitir que el comportamiento de los políticos, inútiles y entreguistas, sigan afectando los intereses de la mayoría de la población. Si ellos han votado las leyes moralmente insostenibles, que respondan ante la sociedad y ante la historia. Nosotros, la mayoría, consideramos injustas esas leyes y por eso nuestra desobediencia civil es justa y perfectamente legítima
En la Asamblea del 1º de diciembre en el Zócalo de la ciudad de México aprobamos hacerles un cerco al Senado y a la Cámara de Diputados porque Peña Nieto y sus compinches, nos quieren despojar del petróleo. Tenemos claro que las estructuras políticas en las que se asienta su poder están anquilosadas y llenas de descrédito político, pero sus compromisos con las transnacionales están a la vista. Por fortuna, el miedo está siendo vencido en las protestas públicas y en las calles y plazas de México. Las últimas movilizaciones y luchas, nos llevan a la conclusión de que a la desobediencia civil hay que convertirla en una fuerza política de masas para echar abajo las reformas reaccionarias y la agenda política de los gobernantes.  La protesta multitudinaria que transforme al país y convierta al pueblo en el instrumento impulsor de la transformación nacional, pasa por este tipo de desobediencia. Si no hacemos esto, no habrá cambio posible. Las cartas están en el aire. ¡Vamos a ver de qué lado masca la iguana!
(*) ¿Qué es la desobediencia Civil? Cive Pérez, escritor y periodista madrileño

   

miércoles, 21 de enero de 2015

El silencio de los políticos de temporal
Por JESUS SOSA CASTRO
En Morena están a punto de cerrarse los plazos para definir las candidaturas internas para gobernadores, diputados federales, locales y alcaldes. Es una prueba de fuego que tendrá este nuevo partido. Sus dirigentes principales han propalado la idea de que Morena está convirtiéndose en una fuerza electoral importante en todo el país. ¡No lo dudo! Es tanto el desprestigio de los partidos del sistema, incluido el PRD, que pareciera que el Movimiento Regeneración Nacional, Morena, está en inmejorables condiciones para convertirse en la fuerza política que los electores están esperando. Aunque a decir verdad, el factor que juega como eje de esas posibilidades, es el partido, el prestigio, el trabajo y la honestidad de Andrés Manuel López Obrador y no los candidatos que se están promoviendo
A esto se debe que muchos de los políticos de medio pelo que irán como candidatos a los puestos de elección el 7 de junio, los estén sacando de la cuna para llevarlos a una batalla política que, parece, no estarán en condiciones de librar. Casi dos tercios de éstos no son conocidos, no escriben, no hacen nada, no proponen nada. ¡Tal vez se rigen con aquella máxima que reza que en boca cerrada no entran moscas! ¿O será que temen que se evidencie su falta de propuestas y de talento para representar a los ciudadanos?
Hay quienes afirman que el perfil no cuenta mucho, porque Andrés Manuel y el nombre de Morena son quienes aportarán los votos. Ellos, dicen, serán los que hagan posible el triunfo de sus candidaturas aunque estas no reúnan los requerimientos políticos, culturales e ideológicos que se requieren para dar la batalla en las distintas instancias legislativas y de gobierno. A la vista de los ciudadanos, lo que vive el país es de suma gravedad y los políticos sistémicos ya tocaron fondo. ¡Por allí ya no hay nada qué hacer! Se requiere una nueva generación de representantes populares, con experiencia, cultos, honestos, capaces  de abrir las compuertas que los grandes intereses económicos y financieros han puesto como un valladar para que el pueblo siga siendo la carne de cañón de esas políticas neoliberales, antidemocráticas y asesinas
Morena ha dicho que quiere ser la fuerza de los grandes cambios que requiere la nación. Para lograr este objetivo histórico, se requiere dimensionar su propia grandeza con cambios internos profundos. Necesita ser el espejo en el que se miren la democrática, la inteligencia, la capacidad política y sobre todo, que no aplique las mismas prácticas que han hecho de los otros partidos el estercolero de los arribistas y corruptos. Se requiere de una nueva casta de políticos que inspiren confianza, cercanía y apoyo de los electores. De aquellos  que están decepcionados de la autollamada clase política. Ya hay demasiada pudrición como para seguir aplicando procedimientos y prácticas que sólo alimentan la apatía  y la frustración cuando conocen a los candidatos de medio cachete que se están proponiendo
Decirles a los militantes y a los ciudadanos que Morena es un partido distinto y que en su alma se contienen la democracia, la transparencia y un nuevo Proyecto de Nación, es un gran compromiso que hay que saberle cumplir a la gente. Hay que hacerlo con propuestas que sean, de entrada, competitivas y capaces por sí mismas de impulsar el triunfo electoral de Morena. Apostarle al prestigio y al mérito de otros, mientras los candidatos callan, es por lo menos, una forma de engañar a la gente. Si esto ocurre, estaremos dando pasos en falso porque los electores no sabrían quienes son unos y quiénes son los otros
Se dice que Morena no abrirá sus puertas a los arribistas y a los corruptos sean quienes sean y vengan de donde vengan. Pero a la fecha parece que eso es sólo un decir. Las redes sociales ya están dando cuenta de candidatos de Morena que andan repartiendo cobijas y mostrando su rostro verdadero. La mayor parte de quienes se quejan respecto de las propuestas de candidatos que se andan haciendo por el país,  obedece al tipo de personas y a los métodos que se están imponiendo por parte de los dirigentes. No atienden las propuestas de la militancia. Muchos no se sabe quiénes son y qué hacen o tienen antecedentes de ser chapulines y corruptos. Si esto no se ve ni se oye, ese amplio sector de electores que está despertando y que ha tomado en serio lo dicho por Morena de que es una opción diferente, se va sentir frustrado y engañado por los hechos en contrario que ya se están conociendo
El temor de que alguien exprese ideas y propuestas que no se correspondan con lo que plantean centralizadamente los órganos de dirección, es una falacia. Lo grave está en que ese acatamiento inhibe la iniciativa política de los candidatos y militantes y se hacen dependientes de las instrucciones de arriba para poder darle sentido a su actuación y a su trabajo. Creo que por ahí andan las cosas cuando veo en la prensa y en las redes sociales una ausencia total de ideas y propuestas para que los electores potenciales observen de qué lado masca la iguana. Muchos de esos candidatos navegan en las redes y cuando mucho, se quedan en “me gusta” No hay creatividad ni hay esfuerzo alguno por desarrolla ideas y proyectos. Todo lo esperan de “arriba”
¿Están haciendo bien los dirigentes de Morena tolerando o propiciando esto? ¡Yo creo que no! Lo que debería impulsarse es la generación de planteamientos. Que los candidatos, militantes y dirigentes, aprendan a entrar en contacto con todos los sectores sociales, aprendiendo de ellos y participando con ellos, con su pensamiento y con sus acciones en la defensa de sus intereses y derechos. El pensamiento se desarrolla confrontándolo con las ideas de los demás. No se aprende esperando que otros piensen y elaboren por cada uno de los candidatos o de los militantes. Los cambios no sólo se hacen con votos, también se hacen con ideas, con proyectos, con trabajo. Hablando con la gente y cortando de cuajo, con lo que hoy ya no cabe en la esfera de la política. La antidemocracia, el arribismo y la corrupción

                  



lunes, 19 de enero de 2015

Crítica,  a la crítica
Por JESUS SOSA CASTRO
En su libro Neo porfirismo, hoy como ayer, Andrés Manuel López Obrador hace un señalamiento incontrovertible sobre el papel que la prensa jugó en esa época de la vida nacional. En ese período, dice, había “dos clases de prensa, la vendida y la que estaba en venta” Hoy, ciento cuatro años después, y con excepción de La Jornada, Proceso y dos que tres medios más, todo está controlado, vendido o en venta. Si los “escritores inteligentes de antaño” buscaban ser incluidos como diputados o estar en las nóminas del poder, hoy el poder ha comprado a partidos completos. Ha producido hornadas de líderes agachones y tiene en su cuna a un buen número de esos intelectuales que pomposamente llaman “intelectuales orgánicos”
La burguesía mexicana de hoy aprendió sobradamente de las prácticas porfiristas. Pues en más de cien años, no sólo se convirtió en una burguesía absoluta, antinacional y rapaz, sino en un instrumento de control económico, corporativo, casi feudal, cuyas políticas públicas las ha impuesto a la sociedad de forma inmoral. Mediante los medios de comunicación y con el apoyo de los partidos del sistema, ha generado mecanismos de control social que serían la envidia de don Porfirio.  Antonio Gramsci escribía en su tiempo, que una característica de los partidos es “la disciplina y la fidelidad” El PRI en sus ochenta y cinco años de existencia, ha abonado mucho en esta dirección. Tiene un ejército de borregos agachones que sólo levantan la cola para aprobar cuanto les ordena su pastor
¿Por qué la burguesía y sus partidos han logrado impunemente este control? Una razón puede ser que en el país la izquierda no ha podido construir una fuerza revolucionaria, eficiente, organizada, con un nivel de cultura política, armada ideológicamente para derrotar a la burguesía parasitaria que nos está gobernando. Esta izquierda no ha conmovido a los grupos sociales urbanos ni a los campesinos. No ha entendido que juntos podríamos ser un torrente imparable para cambiar la vida nacional. Eso entendía Maquiavelo y eso hicieron los jacobinos en la Revolución francesa de 1789. ¡Derrocar a su burguesía!
En contraposición, el parlamento y los representativos de las demás “instituciones” son un monumento a la cultura de la sumisión. Sólo unos cuantos de éstos le hacen honor a sus funciones. El resto, castrados ideológica y políticamente, han hecho de la democracia burguesa, el mejor punto de apoyo a la procreación de un ato de rumiantes domesticados, mientras las fuerzas democráticas muestran su incapacidad para  organizar a los obreros, los campesinos y a los movimientos sociales. ¿Cómo queremos, entonces, que estos sectores se conviertan en los referentes obligados para el nacimiento de la nueva República? Los Diputados y Senadores, pronto se homologaron a la lógica y al interés del poder burgués. Hoy esos políticos abyectos se están quedando solos rumiando su servilismo
¿Ante esta situación, qué podemos hacer? La Inteligencia que milita en Morena está obligada a profundizar su trabajo. No se trata sólo de forzar a los medios para que ya no sigan mintiéndole a la gente. Se trata, a mi juicio, de abrir expectativas de participación y de triunfo entre las masas, de implantar en su conciencia el necesario cambio en la vida del país. Desterrar los dobles lenguajes y las desconfianzas mutuas. Morena debe ser fiel a sus principios y a sus ideales. Debe cumplir con sus dichos de que no repetirá los vicios de otros. Impedir que personas o grupos, desfiguren su rostro. Reivindicar el derecho a la autodeterminación de la gente en las formas de hacer política, en su relación con los sectores en lucha y en el ejercicio del poder
Personalmente creo que enfrentamos a un Goliat lleno de mañas y de recursos. Y si hemos de participar en estas condiciones, disputando los espacios a los que el pueblo tiene derecho de acuerdo al Artículo 39 de la Constitución, usar todos los medios que ésta garantiza, no sólo es un derecho sino una obligación. Hay que hacer que esos espacios de poder sirvan a los intereses del pueblo. Utilizar el parlamento debe significar un paso adelante en la intención de cambiar y poner al desnudo el carácter mistificador de las instituciones representativas. La participación política de las fuerzas democráticas y revolucionarias no debe conducir al rechazo de tener representación en la vida parlamentaria del estado burgués, sino aprovechar estas intermediaciones para cambiar el país y hacer de nuestro quehacer partidista el instrumento que revolucione las conciencias
Las clases medias que en otros momentos y en otros países han puesto en el fascismo todas sus esperanzas, en el 2012, en México, votaron por un proyecto político distinto al de la burguesía antinacional. Si Morena profundiza en su cercanía con los obreros, campesinos, jóvenes, trabajadores y clase media; si sus ideólogos e intelectuales concretan el proyecto político y económico que propone; si además convierte la democracia, sus acciones y dichos en una práctica común que autodetermine su función de partido al servicio de la gente, Morena se convertirá, sin duda alguna, en la fuerza principal que, junto al pueblo, logren el cambio que México necesita

Por todas estas razones, la crítica a la crítica no puede darse en forma indiscriminada. Agraviar a alguien por intrigas políticas no puede ser una práctica común en ninguna parte, menos en Morena. La aspiración de este Partido Nuevo, debe ocuparse de algo superior. De una cultura tolerante, veraz, defensora del derecho de opinión y de crítica. Su deber es hacer un ejercicio democrático que sea el ejemplo y la diferencia con respecto a los otros partidos. En Morena se debe desarrollar una capacidad intelectual y moral que permita a cualquiera de sus miembros dar la cara con grandeza en cualquier circunstancia.  Porque el problema de toda organización política, según Gramsci, no está en sus diferencias internas sino en comprender cómo puede el pueblo y su partido, hasta ahora dominados, volverse clase dirigente y ejercitar el poder político, económico y social. ¡Esto es lo que hay que discutir y no andar gastando la pólvora en infiernitos!

miércoles, 14 de enero de 2015

Conciencia crítica o cautiverio espiritual
Por JESÚS SOSA CASTRO
En 1996 el Fondo de cultura económica publicó un interesante libro del psicoanalista alemán Erich Fromm. Fue un crítico severo de los Manuscritos económicos y filosóficos de Carlos Marx y de la Sociedad occidental. Vivió en Nueva York y en Cuernavaca. En su libro ¿Tener o ser? indicaba detalladamente de qué manera deben transformarse las estructuras mentales, los valores espirituales, religiosos y socioeconómicos de los seres humanos. En este texto la tesis principal que desarrolló fue la de pasar de la ambición del  TENER, a la exaltación del SER
Como teórico y polemista, le preocupaba que sus críticos interpretaran de manera incorrecta su posición sobre los pasos hacia el SER. Afirmaba Fromm que esta tesis no lleva a nadie a buscar la salvación en la conciencia, para arribar a una  nueva colectividad, ¡NO! La búsqueda del SER, afirmaba, tiene una clara conexión con el TENER, es decir, debe tomar en cuenta  las condiciones económicas, políticas y culturales de la sociedad
Me interesó este planteamiento porque en Morena y en nuestro equipo de trabajo, hablamos mucho de que para llegar a lo que plantea Fromm, es necesario desarrollar la conciencia crítica como condición sinequanon para poder alcanzar este cambio. Salir del cautiverio espiritual y moral, es inaplazable para que la especie humana se eleve por encima del temor, de la ignorancia y del aislamiento que nos acosa. Buscamos la formación de un concepto nuevo sobre el hombre, que surgirá, sin duda, de un universo concebido mediante una nueva visión de la realidad
Sostengo que una parte muy importante del fracaso de la izquierda en México ha sido su incapacidad para pensar y desarrollar nuevas ideas que le impidan llegar a caminos de esterilidad política, a la apatía moral y a la inercia intelectual. Esta precariedad, la ha llevado a crear dinosaurios insensibles que ya no sirven a este mundo en permanente evolución. La sociedad ya no puede confiar en un humanismo secularizado que no ha sabido estar a la altura de la historia, sino en una nueva visión que tenga como columna vertebral el conocimiento científico, el estudio de la realidad nacional y la autocrítica
Tengo claro que el trabajo de despertar la conciencia social es una tarea muy compleja. Pero lograr que la incultura política desaparezca y se convierta en una cultura para el cambio, es requisito necesario para iniciar una transformación en nuestro pensamiento.  Por eso es indispensable una conversión que haga posible acercarnos a los supuestos básicos que señalan que la soberanía del saber, sólo se corresponde con el esplendor de la conciencia moral y con los avances de la ciencia
El mundo por el que muchos trabajamos está modelado a partir del conocimiento, de la crítica y de la autocrítica. Aseguramos que los grandes cambios siempre son precedidos por una revaloración y un vigoroso reajuste intelectual. Con Mesarovic y Pestel considero que los cambios económicos y sociales que andamos buscando solo serán posibles si ocurren modificaciones fundamentales en los valores y en las actitudes del hombre, si hay una transmutación en el actual modelo económico y se superan el atraso político y la cultura enajenantes. “Una nueva sociedad es alcanzable sólo si en el proceso de su desarrollo también se forma un nuevo ser humano, si ocurre un cambio fundamental en la estructura mental y en el carácter del hombre contemporáneo”
Haber redescubierto este libro después de casi veinte años, es una de las razones de mi complacencia. No sólo porque lo saqué del cementerio de los libros olvidados como dice en La sombra del Viento, Carlos Ruiz Zafón, sino porque sus tesis me dieron la pauta para dimensionar mi propio pensamiento y sacarlo a airear para seguirlo enriqueciendo. En cambio, el fingimiento demagógico del que hacen gala los gobernantes y políticos mafiosos, es una actuación que intenta explicar la catástrofe que ya tenemos encima
Los gobernantes y los gobernados anestesian sus conciencias y su voluntad de sobrevivir, aparentando que conocen y que avanzan en la ruta correcta. ¡Nada más falso! El país se está hundiendo y la gente ya despierta y se organiza. Sólo falta que los intelectuales aporten sus luces, y juntos, el pensamiento y la acción, emprendamos la lucha por el cambio, donde la avaricia y la estupidez no sean más las que nos gobiernen. Marx nos enseñó que el “lujo es un defecto, tanto como la pobreza” Por eso nuestra meta debe consistir en SER mucho y no en TENER mucho. ¡Esta es la esencia que atribuimos al hombre nuevo por el que andamos bregando!


jueves, 8 de enero de 2015

La mujer de Lot y las estatuas de Sal
Por JESUS SOSA CASTRO
Dice la historia que la esposa de Lot y sus hijas, se convirtieron en estatuas de sal por no oír las indicaciones de que en Sodoma y Gomorra, no se podía ver hacia atrás. Parece que en Morena hay muchos que no conocen esta leyenda. Tal vez por eso no sólo ven, sino que caminan en sentido contrario a como marcha la humanidad. Las violaciones al Estatuto y a sus disposiciones internas, parecieran ser el pan de cada día de líderes y militantes. No quieren entender que Morena es una suma enorme de personas que trabajan colectivamente en un proyecto político. Deberíamos, por lo tanto, caminar en la misma dirección. Ver hacia adelante, sin regresiones ni paranoias. Aunque a decir verdad, la “suma de muchas voluntades no conduce, necesariamente, a la suma de mucha inteligencia” (*)[]
La construcción de este partido no se podría explicar si no fuera porque ya era una necesidad histórica. Miles, millones de personas, han venido esculpiendo el rostro de este instrumento político que está por nacer. Sus estructuras, son la expresión de un esfuerzo comunal, aunque hay quienes no entienden esto y por eso le apuestan a la actividad individual. No comprenden que  lo colectivo es un instrumento que educa, que despliega la iniciativa y genera la creatividad. Hay “políticos” que andan por ahí, que aseguran que este tipo de trabajo “entretiene” hace perder el tiempo. Lo que importa, dicen, es hablar con cada una de las personas. No saben que del individualismo se nutre el sistema para aislar las luchas sociales, para matarlas en su impulso creador
Ojalá haya alguien que les explique a estos “líderes”  que el trabajo colectivo desarrolla los ánimos, los afectos, el cariño y aprecio entre compañeros. Compensa lo perdido, lo abandonado o lo debilitado y vacilante. Las actitudes pusilánimes, las dudas y los desvaríos políticos e ideológicos, encuentran en este tipo de trabajo su principal correctivo,  compensa el desaliento y da nuevos bríos a la actividad política y social. Los que tratamos de estar con la gente, los que tenemos algo qué decirle, los que aprendemos de ella, no rendimos culto al pasado, ni hacemos lo que la mujer de Lot. ¡No miramos hacia atrás para convertirnos en estatuas de sal! Al contrario. Somos como esas aves mitológicas de las que habla Eduardo Galeano: “Solo volteamos hacia atrás para no olvidarnos de nuestras raíces” Trabajamos para el futuro porque queremos abrirle espacio a nuestros sueños y a nuestras utopías. ¡Por eso somos críticos con lo que somos y con lo que hacemos!
Según vemos, en Morena hay algunos que han bajado la guardia. Han disminuido el aporte a la causa que, dijeron, habían abrazado por convicción. Han abandonado su trabajo, sus compromisos y han aflojado las amarras políticas, organizativas, afectivas y sentimentales hacia el trabajo colectivo. Los ha vencido la cultura individual, la que no rinde cuentas a nadie. La que no genera ni organización ni una nueva actitud ante la vida. Se olvidaron de la importancia y el placer  de construir, al lado del  pueblo, una vida auténticamente humana, fraternal, alejada de la vileza y las intrigas. Dejaron de proyectar el colectivo como un modo de vida, como organización política, como un espacio de construcción presente para darle fuerza a un futuro que muchos estamos diseñando al través de nuestros actos y nuestras acciones
Entendemos que la vida colectiva  implica que todas nuestras actividades políticas, ideológicas, organizativas, de preparación personal para la lucha, deben estar puestas en el conjunto del Colectivo. No se puede militar en MORENA  sin envolverse de alguna manera en su vida cotidiana, sin trasmitir e incorporar acciones, propuestas, sugerencias, informes, recursos, nuevos militantes al conjunto del Partido Nuevo. No hay verdadera militancia si nuestras acciones no se vinculan al conglomerado, si no se informa al grupo, si no se  participa en la vida común. Hay integrantes que dicen hacer actividades locales, regionales, pero nunca hacen llegar sus resultados a la agrupación, no comparten sus experiencias con el resto, no nos hacen merecedores de sus enseñanzas, de sus ideas y sus sentimientos
 La participación en colectivo que algunos proponemos es una práctica, es un modo de vida, es una cultura de militancia revolucionaria de nuevo tipo. No compartimos la actividad centralista y jerárquica que ha prevalecido en la izquierda tradicional. Nuestra visión es compleja porque compleja  es la vida política. No aceptamos una propuesta reducida a una estructura de mando, sin iniciativa y obediente a las élites. El enemigo es múltiple y complejo y por lo tanto, no hay una sola solución sino varias soluciones a los problemas del país. Esto implica una postura programática unificada, lineamientos políticos claros y un funcionamiento eficiente que permita y realice su tarea transformadora. Por eso algunos estamos en contra de una militancia controlada, que sólo recibe órdenes. Estamos por una participación colectiva que impulse y determine las actividades del conjunto    
Para que exista organización, construcción teórica, política y acción entre las masas, debe existir comunicación entre sus integrantes, una pluralidad constante basada en redes de comunicación y acciones complejas, sistemáticas. Si los militantes, desde sus formas particulares de actuar y de agruparse, no se comunican con el conjunto de sus compañeros, no están en la sincronía que requiere el Colectivo. No están cumpliendo con su función revolucionaria. Toni Negri ha dicho que la lucha y la organización en red, no dependen de una disciplina tipo militar o partidista de ordeno y mando. Se requiere una disciplina fundada en la pertenencia efectiva y afectiva a lo que nos es común. Se requiere una disciplina desplegada como necesidad de ejercer comunicación, de realizar con los demás compañeros una “cooperación auto organizada” una creatividad elemental, fundacional y constituyente de comunidad y de colectivismo. Este trabajo tiene gran  importancia, es lo que nos hace avanzar en todos los sentidos. El que quiera hacer trabajo individual para ganar adherentes a sus causas personales, que lo haga, pero no es lo mejor. Somos un partido con un amplio sentido de la pluralidad y el colectivismo y como tal hay que actuar. No se vale caminar hacia atrás ¡En el horizonte del pasado, sólo se encuentran las estatuas de sal!



(*) El fin de la locura de Jorge Volpi

miércoles, 7 de enero de 2015

Burocracias y revueltas sociales
Por JESUS SOSA CASTRO
Ni siquiera los intensos fríos de invierno han hecho disminuir las acciones de protesta contra las políticas criminales del Estado mexicano. La desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, Gro., se ha convertido, a contracorriente de lo que suponía el gobierno federal,  en el despertar de la conciencia de millones de mexicanos y de ciudadanos de otras partes del mundo. La visita de EPN a Washington, así lo demuestra
Por si todas estas acciones de protesta no fueran suficientes, la voracidad corruptiva de las élites gobernantes ha exhibido su peor talante respecto del manejo de los recursos públicos. ¡La corrupción en el máximo nivel! Las riquezas mal habidas de Peña Nieto, de Luis Videgaray y de otros ladrones de cuello blanco, no son más que el asomo del iceberg que está brotando por todas partes. El gobierno de este señor nos ha llenado de millones de pobres, de jóvenes sin escuela, de desempleados, de un montón de leyes regresivas y de políticos ladrones. No contentos con esto, están llenando las calles y las instituciones de policías, de soldados y de narcos. Nos están quitando la dignidad, la educación, derechos laborales, prestaciones sociales y la paz. ¡Quieren aplastar todo signo de protesta social!
Sin embargo, por donde quiera que uno se mueva, está presente la irritación y el encabronamiento contra el sistema y contra los funcionarios públicos. Crece el desprecio contra los políticos tranzas y las burocracias partidistas. Se acabó el respeto a las instituciones, envilecidas y buenas para nada. En contrapartida, la gente está ciudadanizando la política. Avanza la organización popular, se construyen puentes para generar unidad. Las luchas sociales empiezan a ser incluyentes y mejor organizadas. La Asamblea Nacional Popular, emprende ya nuevas jornadas de lucha
Al lado, el viejo dinosaurio se resiste a morir. Peña Nieto ha perdido la iniciativa y crece el repudio popular. Los ciudadanos, los pueblos, los jóvenes están construyendo su propia ruta para cambiar el país. Las revueltas sociales y las acciones callejeras se multiplican con una mirada anti electoral. La izquierda, impávida, no mira ni fija su posición. Las prácticas antidemocráticas de esta izquierda miope se están acentuando y la decepción de los ciudadanos se suma al hartazgo social que cimbra a los poderes constituidos. Las mafias políticas siguen imponiendo sus decisiones como si nada estuviera cambiando. Sus llamadas reformas estructurales, las aprobadas y las que están en la agenda del Congreso, sólo responden a las políticas de la OCDE y el Fondo Monetario Internacional. En ellas no están presentes las respuestas a las necesidades y derechos de la gente, sino los intereses empresariales que miran todo en razón de la plusvalía y el negocio. La gente se empobrece de manera creciente y los dueños del poder engordan sus carteras y adquieren propiedades ostentosas en forma por demás inmoral
Las políticas de Peña Nieto y de Miguel Ángel Mancera, para no mencionar a otros que hacen lo mismo, dan pena ajena. Ambos hablan a favor de los pobres cuando están eliminando conquistas sociales y desarrollando instrumentos represivos que golpean a los ciudadanos. Cuando PN se gasta del erario público siete mil quinientos millones de pesos en la compra del avión presidencial y adquiere una casa en 7.5 millones de dólares, es una ofensa para los mexicanos
Lo que no ve el gobierno federal es que la sociedad comienza a despertar. El proyecto económico y político del gobierno, solo ha convencido a las mafias financieras y empresariales así como a la izquierda oportunista. El pueblo está resistiendo y ya se le acredita una capacidad de organización nunca antes vista. Si el gobierno federal no toma en cuenta lo que los padres de los 43 normalistas desaparecidos, los jóvenes, maestros y amplios sectores del pueblo están logrando, y no resuelve el grave crimen que el Estado ha cometido contra los estudiantes de Ayotzinapa, estará errando la ruta para traerle paz al país

Es importante una inmediata rectificación de estas políticas. Si no se corrigen estos posicionamientos y la grave situación que vivimos, lo hará la gente con su propia organización y su lucha. Si el gobierno continúa con la violencia, con los miles de muertos, con los desaparecidos, con la represión y con la imposición de leyes regresivas y antidemocráticas, será el pueblo organizado el que imponga su poder y genere las condiciones para lograr la justicia y la paz que los mexicanos andamos buscando. Hacer otra cosa es seguir violentando situaciones y sumar a la lucha a más sectores sociales que ya no aguantan los atropellos, la frivolidad y las viejas prácticas de los corruptos y entreguistas políticos mexicanos