lunes, 29 de marzo de 2021

 

Las próximas trastadas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Mi ánimo se rebela por lo que pasa en las esferas de la política. Se están moviendo grupos y personas con el afán siniestro de parar un proyecto de gobierno que salió de las entrañas del pueblo. Como ratas en barco que zozobra, su pánico lo están llevando al límite de la provocación contra la mayoría del pueblo que, por propia determinación, está recuperando sus derechos y libertades. Le habían sido arrebatadas por una clase social cubierta de privilegios y miserablemente usurera. Que estos grupos y personas se la pasen lamiéndose las heridas y tratando de cambiar el rumbo de la política a partir de maniobras leguleyas y de irracionales venganzas contra candidatos punteros de Morena, se explica, pero no se justifica. Después de que se habían adueñado del gobierno, del país y de sus riquezas y de estar perdiendo paso a paso lo que le habían robado a la gente, hoy están viviendo una pesadilla debido a que dejaron de enriquecerse a costa de las riquezas de la nación

Lo que no se explica es la conducta parcial y fuera de la ley que en este proceso electoral está asumiendo el Instituto Nacional Electora, INE, quien no solo viola el artículo 105 de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, LOPPE, en el que se exige que este órgano y en los que tienen que ver con estos asuntos, “deberán cumplir sus funciones bajo los principios de certeza, imparcialidad, objetividad, legalidad y probidad” Además, el 133 constitucional señala que las leyes “celebradas por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se apegarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas” La violación por parte de los consejeros del INE de estos preceptos, los coloca fuera de la ley y se convierten en actores a los que hay que aplicarles las sanciones correspondientes para que nunca más intenten violentar las decisiones y preceptos constitucionales

Intentar quitarle a Morena 60 candidaturas, especialmente en Estados como Guerrero, Michoacán y en distintos distritos electorales donde la presencia política de estos los hace seguros ganadores en la contienda del 6 de junio, tiene el evidente propósito de abrirle posibilidades a los candidatos de la oposición pedorra que, con evidencias sobradas, concentran el repudio de los electores por lo que representaron cuando en tiempos idos votaron las reformas a las leyes para entregar el petróleo, la electricidad, los puertos, aeropuertos, minas, ferrocarriles y otros servicios y recursos estratégicos que debieron conservarse al servicio de la nación

La confrontación creciente entre los sectores más retardatarios de la oposición y el gobierno, tiene como base principal el intento de parar o echar para atrás las transformaciones económicas y sociales que se están abriendo paso en todos los rincones de la patria. Sus intentos no podrán avanzar porque el pueblo ha recuperado la potestad de defender sus derechos y libertades. Millones de olvidados y de mexicanos de los pueblos originarios, están haciendo de su voz y de sus ideas el centro generador que mueve sus esperanzas de que nunca más volverán a ser las víctimas de esa clase social que los subyugó y empobreció a partir de la imposición de sus políticas excluyentes y rapaces

Al interior de nuestras filas la situación no pinta diferente. La incompetencia y la complicidad que el CEN de Morena con Mario Delgado a la cabeza han mostrado una falta de capacidad intelectual y política que lastiman y ofenden la inteligencia y el trabajo que debieran estar jugando la militancia y los más amplios sectores del pueblo. La intromisión del INE y las campañas rabiosas contra Morena y el presidente que se han desatado en las últimas semanas, no han merecido de la dirección del partido ninguna repulsa ni ha dado luz a los sectores que apoyan las políticas públicas del gobierno federal. Desorganizados y sin dirección, crecientes sectores del partido y de simpatizantes del proyecto que estamos construyendo, son los que están dando la cara y protestando contra las próximas trastadas que nos están preparando los opositores encabezados por Lorenzo Córdova y Ciro Murayama

La complejidad que estamos viviendo requiere de todos los demócratas dar los pasos necesarios no solo para organizar la resistencia contra esta embestida de la derecha. El silencio, el dejar pasar, sólo sirve al desahogo y a las injurias de nuestros adversarios. Si hay que defender el proyecto que está llevando bienestar y esperanza a la mayoría de nuestro pueblo, es al través del voto masivo a favor de Morena. Cualquier otra decisión sólo sirve a los siniestros intereses de nuestros adversarios. ¡Ni un voto al PRIANRD!  

 

 

 

 

 

lunes, 22 de marzo de 2021

 

El miedo de la derecha, las querellas en la izquierda, el voto necesario

Por JESÚS SOSA CASTRO

En la conversación que tuvimos varios compañeros del Foro Nacional del Movimiento Morenista el martes 16 de marzo, hablamos de un tema que empieza a ser recurrente en una buena parte de las personas que estamos dando seguimiento a las políticas que está implementando lo que eufemísticamente podríamos llamar la “Dirección Nacional de Morena” ¿Qué está pasando allí? ¿A qué se debe que, en muchas partes del país, la militancia esté tan irritada y en no pocos casos confundida y con reticencias para aprobar las candidaturas de muchos personajes que ni huelen ni hieden? ¿Qué factores de poder están acabando con lo que inocentemente impulsamos en su tiempo pensando en la democracia participativa para que el partido fuera el instrumento al través del cual se entrara en contacto con los movimientos del pueblo, especialmente con aquellos que encabezaban las luchas en contra de quienes nos mantenían excluidos de nuestros derechos y libertades?

¿Cómo votar el 6 de junio próximo cuando no nos sentimos representados por un buen número de mujeres y hombres que fueron propuestos por el CEN de Morena para ir como candidatos a gobernadores, diputados, alcaldes y presidentes municipales, a pesar de que necesitamos personas identificadas con nuestro proyecto, capacitadas y conocedoras de las políticas que está impulsando el pueblo y el gobierno federal?  ¿Quién impulsa el cambio de régimen en el que, se supone, están presentes las demandas más apremiantes del pueblo? Políticamente no conviene regatearle el voto a Morena porque no votar por este partido estaríamos facilitando el avance a la derecha ultramundana, poniendo en riesgo las políticas sociales que interesan a la mayoría de la población, causando, además, un problema de debilidad política y operativa a las fuerzas que hemos abrazado el proyecto de la cuarta transformación

Quienes hemos venido luchando por un cambio en el ejercicio de la política, no nos causa ninguna gracia ver como muchos de los posibles representantes populares, son personajes ajenos al proyecto que votamos millones de personas en el 18 y que por mero oportunismo y sin ningún sentido de pertenencia a las filas de la democracia, hoy nos los han impuesto a contra corriente de lo que piensa y quiere la mayoría de la militancia y de aquellos sectores que siguen pendientes del rumbo que puede tomar la política con este tipo de alimañas

Al proceso electoral del 6 de junio, concurre, disputándole a los partidos aliados en Juntos Hacemos Historia, lo más siniestro que ha parido el país y que quiere hacerse de la mayoría de los congresos para estorbar y en su caso impedir el avance de la recuperación de nuestra soberanía en los asuntos y servicios estratégicos, que, en contra de los intereses del pueblo, nos han llevado a una dependencia irracional del extranjero, entregando las industrias alimentaria, energética, minera, de comunicaciones y de otras cuestiones vitales para el desarrollo económico y social de nuestro país

En su libro “El último magonero” Paco Ignacio Taibo II (*) destaca una hermosa frase de LIBRADO RIVERA que en momentos difíciles le sirvió para defender a su patria y poner en la historia el luminoso pensamiento de un revolucionario de verdad que no se arredró ante nadie ni ante nada, convirtiéndose en el paradigma de las mejores causas de los mexicanos. Lo que hoy vive el partido Morena, el Ejecutivo Federal y el proyecto de transformación, no pueden convertirse en causas derrotadas, paralizadas o en un retorno vergonzoso al pasado, después del esfuerzo multitudinario que, en las calles, plazas públicas y en la mayoría del territorio nacional, millones de mexicanos alimentamos con la esperanza de resolver los enormes problemas de los excluidos. ¿Por qué ceder espacios a los que nos mantuvieron marginados convirtiéndonos en víctimas a las que miraban con desprecio y desinterés en nuestra lucha por recuperar nuestros derechos y libertades?

El miedo al cambio que expresa la derecha conservadora, las querellas internas en la izquierda morenista, no pueden ser razones o causas suficientes para dejar que la derecha nos quite la mayoría de diputados en las cámaras federal y en los congresos locales. Las demandas principales que estamos defendiendo y apoyando la mayoría de la gente, no pueden desembocar en el miedo o en la ceguera de regatearle el voto a Morena. Librado Rivera, el último magonista, hizo un llamado a los revolucionarios a “no dejarse doblegar ante nada, a no detenerse ante el dolor de posibles derrotas. El enemigo –afirmaba-  no puede destruir nuestras ideas, nuestros derechos, las verdades o las causas del pueblo” En Morena no podemos ser derrotados porque tenemos el apoyo de la mayoría de la gente y la razón contundente de la historia. ¡Todos a votar por este partido!

(*) El último magonista. Librado Rivera, Paco Ignacio Taibo II, brigada para leer en libertad

 

 

 

lunes, 15 de marzo de 2021

 

Las demandas de las mujeres, una reivindicación de la izquierda

Por JESÚS SOSA CASTRO

El ocho de marzo muchos fuimos testigos de cómo las feminazis destrozaron monumentos, comercios y mobiliario urbano. Las autoridades federales y de la ciudad de México, pasaron por alto este irracional comportamiento porque sus políticas, no se fundan en la represión ni en el acotamiento de las libertades civiles. Son, para decirlo con claridad, funcionarios públicos que tienen autoridad moral y capacidad política para dirimir las controversias y las demandas de la gente, de manera civilizada. Si éstas se han hecho explícitas desde antes de que se instalara este gobierno, si recurrentemente se habla insistiendo en que los movimientos sociales tienen todo el derecho para expresar sus demandas al través de todo tipo de manifestaciones públicas, si el gobierno ha atendido y sigue atendiendo lo que por siglos se ha venido dando como forma de ser y de entender una parte fundamental de las relaciones humanas, ¿por qué la violencia, la irracionalidad y la falta expresa de entendimiento y comprensión de que las cosas no se pueden resolver de las maneras en que se ha comportado este grupo de mujeres violentas y escandalosamente irracionales?

Ante los ojos de millones de mexicanos este tipo de actitudes no se empatan con las políticas públicas que está poniendo en práctica el gobierno de la república. ¿Cómo entender, entonces, este comportamiento cuando una y mil veces el presidente ha dado muestras de respetar los derechos sociales y políticos de la gente que durante décadas fue humillada, excluida, explotada y reprimida por los dueños del poder económico y por gobernantes mediocres y ajenos por completo a las demandas e intereses del pueblo? Es evidente que tanto las mujeres como los hombres hemos sido víctimas de un sistema económico y social que aún anida en sus entrañas la cultura de la desigualdad, injusta y antidemocrática. Superar esta aberrante situación, no se resuelve quemando comercios, prendiendo fuego a mujeres policías o rompiendo y destruyendo monumentos y mobiliario urbano. Este y otros problemas que se contienen en las demandas de las mujeres y de los hombres, se van a resolver cuando la unidad entre ambos sectores nos unamos y derrotemos juntos el sistema explotador que padecemos

Mientras tanto, entendamos que lo que hemos visto y padecido el 8 de marzo del año pasado y en el del año en curso, no le ha aportado más que descrédito a la legítima lucha de las demandas de las mujeres. En sus filas se ha colado la derecha que en la historia jamás ha defendido las demandas de este importante sector de nuestra sociedad. La lucha por la libertad, la justicia y el rescate de sus derechos, siempre ha provenido de las fuerzas democráticas y de izquierda. La coyuntura político-electoral en la que nos encontramos como país, está propiciando que fuerzas conservadoras que han sido desplazadas del gobierno, intenten manipular la lucha por los legítimos derechos de las mujeres que se organizan para ser oídas y atendidas por el gobierno

Con mucha sensibilidad y atingencia, el gobierno federal ha recurrido a la gente para escuchar su opinión sobre problemas complejos. Si uno de los problemas principales que están motivando la inconformidad y la movilización de las mujeres es el derecho a decidir sobre su cuerpo, recurrir al aborto o a exigir que se actúe en contra de la violencia de género y contra los feminicidios, ¿por qué el presidente de la República no convoca a un parlamento abierto, para que la sabiduría y la madurez de la gente opine y resuelva, al través de la ley, estos graves problemas? Nadie como el presidente ha apostado a un ejercicio democrático respecto de asuntos complejos. Los que hoy levantan las feministas son esos que bien pueden ser decididos con la participación democrática de los sectores afectados

Si el presidente toma en sus manos estos asuntos, no sólo estaría abonando a su sensibilidad de un incuestionable estadista, sino que estaría quitándole a la derecha cavernaria la máscara “democrática” con la que pretende participar en una lucha que históricamente siempre ha sido una bandera de la izquierda revolucionaria y de las fuerzas democráticas. Contribuiría a la profundización de un debate harto necesario sobre el papel de las mujeres en la construcción de un nuevo modo de hacer política, afianzaría las relaciones entre la lucha feminista auténtica con el gobierno democrático y dejaría sin pretextos explicables que hoy demagógicamente está levantando la derecha contra el proyecto de la cuarta transformación

 

lunes, 8 de marzo de 2021

 

Las mujeres, sus derechos. Las “vulvásticas” demenciales

Por JESÚS SOSA CASTRO

Los preparativos para evitar el vandalismo de grupos de mujeres participantes en la marcha del 8 de marzo, comenzaron tapiando los comercios, los edificios públicos y los monumentos que se encuentran por la ruta por donde las féminas hicieron su recorrido de protesta. Desde el viernes cinco de marzo hasta avanzada la tarde del lunes, la expresión salvaje de las autollamadas “vulvásticas” (*) se empeñaron en mostrar el talante cavernícola del que son poseedoras. Los derechos y demandas legítimas de la inmensa mayoría de las mujeres simplemente fueron ignoradas. So odio contra “el patriarcado” las llevó a un vandalismo demencial que, en lugar de propiciar el apoyo y la solidaridad a las causas de la mujer, reforzaron el repudio que ya viene de tiempo atrás por su controvertido comportamiento. ¿Qué demandas y sentimientos anidan en la mente de estas mujeres para actuar como villanas de la política? ¿Contra quién apuntan sus misiles cuando saben que el gobierno federal y el de la ciudad no ejercerán contra ellas ninguna acción punitiva que acabe con sus provocaciones?

Por muchas décadas, los que venimos de la izquierda y de los sectores democráticos hemos defendido el derecho a la igualdad entre mujeres y hombres. La historia y nosotros hemos registrado la pasión y el heroísmo de miles de ellas que, en distintas etapas de la vida de la república, han sabido estar a la altura de las circunstancias luchando por la libertad y la justicia. Su lucha contra el esclavismo, la dominación extranjera y contra las fuerzas del conservadurismo de todos los tiempos, hizo del patriotismo y de la defensa de la nación sus más hermosas y nobles acciones. Pero entonces, ¿por qué este sector de mujeres no hace honor a estas luchas y toma de ellas el ejemplo para construir al lado del pueblo y de su gobierno democrático una historia que contenga sus demandas y el espíritu patriótico de las grandes luchadoras sociales que supieron encarar dificultades que las llevó a la cárcel, a la muerte y al recuerdo perenne de su pueblo?

¿Dónde quedó el legado de aquellas mujeres que, en la época de la Revolución al lado de Emiliano Zapata, Francisco Villa, Felipe Ángeles, Lázaro Cárdenas del Rio y otros grandes patriotas se sumaron al ejercito con las armas en la mano, curaban a los heridos y en las batallas, a caballo y a pie, ¿cientos de ellas iban al frente de las tropas insurrectas gritando Viva la Revolución y mueran Díaz y sus esbirros? ¿Por qué las féminas que en pleno ejercicio de la democracia no salen a gritar a favor del heroísmo y de la lucha por la igualdad y el rescate de sus derechos políticos y laborales? ¿Por qué no hablar de las luchas de las mujeres indígenas, campesinas y obreras que exigen que el sistema capitalista deje de seguirlas explotando y se les provea de todo aquello que pueda compartir en igualdad de condiciones con los hombres?

¿Cuál es la causa o las causas que defienden las encapuchadas cuya acción se concentra en pintarrajear edificios públicos, monumentos históricos, robar centros comerciales, tirar vallas, lanzar bombas molotov y gritar improperios como hienas? Sus violentas protestas en contra del gobierno federal y a favor de nada, están llegando a un punto que no pueden ignorarse y menos dejarse en la impunidad. Los ciudadanos exigimos que se aplique la justicia. No se demanda mano dura o represión contra personas o colectivos que ejercen la libertad de expresión. Lo que se exige es que no haya impunidad para quienes promueven el vandalismo, la agresión física contra funcionarios o ciudadanos porque eso conduce a la violencia, al caos y a la violación creciente de las normas que rigen la vida política y social en el país

La justicia debe ser pareja, tanto para quienes han sido víctimas del mal trato, de los feminicidios, de la violencia social, como para los que pagamos impuestos para que el mobiliario urbano, los servicios, monumentos y edificios públicos no sean víctimas de la ira de muchachitas y malandrines enloquecidos y vacíos de sentido cultural. Por lo tanto, los que golpearon a periodistas, a quienes rompieron vidrios en las estaciones del metro, a los que pintarrajearon edificios y metro buses, a los que dejaron monumentos destrozados y maltratados a martillazos, deben ser sancionados por la ley. Exigimos, también, que las protestas de cualquier sector, justas o no, se sigan garantizando por parte de la autoridad. Que el derecho a la manifestación pública y a la libre expresión de las ideas, sigan siendo ejercidas en las plazas públicas, en las calles o en cualquier lugar y circunstancia. Lo que no debe permitirse más es la impunidad y el vandalismo, así sean ejercidos por jovencitas y malandrines que les sobra odio y les falta cerebro para entender lo que estamos cambiando en el país

(*) Expresión aparecida en los carteles de las féminas en la marcha del día de hoy  

    

                                                                   

lunes, 1 de marzo de 2021

 

El escarnio como política

Por JESÚS SOSA CASTRO

Siempre he considerado el debate público como una forma de compartir y enriquecer experiencias, como un medio para informar a la gente y como alimentación ideológica y política de lo que acontece en el país. La aparición de las redes sociales y el necesario contraste con la vieja prensa vividora del chayote y del poder, hicieron posible que el escenario de lo social, reflejara en algunos sectores de la opinión pública, las limitaciones del conocimiento, que la verdad cediera a la procacidad y que la palabra se convirtiera, para muchos, en un instrumento al servicio de los conservadores, de los defensores de intereses inconfesables y de los pandilleros de la política

Es verdad que vivimos nuevos tiempos, que no se pueden ver ni tratar las cosas como si la sociedad estuviera sujeta a retrancas que muchos suponen era la expresión vivificante de una era que hace tiempo terminó. La época actual ha sumado enseñanzas insólitas, generado nuevos conocimientos y muchas formas novedosas para bien del entendimiento social. Estos hechos, siempre contribuyeron para avanzar en el conocimiento, la hermandad, el apoyo mutuo y el respeto a la creatividad y al accionar de los actores que están definiendo el futuro de un pueblo o de una nación

Cuando surge Morena, lo apoltronado en las esferas de la política y de la cultura del agandaye y la exclusión, sufrieron un colapso desastroso. Partidos y personajes percibieron que estaba naciendo una nueva forma de organizar y ver las luchas del pueblo. Se despertó una conciencia que estaba alienada por el peso de una forma de ser castrada por la clase social que se impuso a la mayoría de la gente, pero encontró en la palabra y en el debate públicos la forma de atender sus requerimientos, el impulso de nuevas formas de organización en las que estaba presente la mayoría de la sociedad y posicionó la idea de que una revolución pacífica cambiaría las reglas del juego para bien de la militancia y del país

Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas. Los arribistas y los derechosos se montaron en el partido, comenzaron a torcer sus objetivos principales, dejaron de ser la fuerza preponderante en la defensa de la cuarta transformación, se alejaron de las luchas sociales y de los liderazgos naturales y, el ejercicio de la política se fue convirtiendo en un oportunismo ramplón, se olvidaron de la democracia interna, dejaron de apoyarse en la militancia y se le abrió la puerta al canibalismo demencial que hoy está devorando al partido

Muchos de los que hoy están decidiendo la vida de Morena saben que en donde hay botín hay motín. No ignoran que lo que están haciendo no lo merece ni el partido ni la sociedad que creyó en una fuerza distinta a los viejos aparatos dueños de la transa, el fraude, los privilegios y el chayote. Insisten en violar los estatutos y las normas internas del partido, saben que muchas candidaturas son imposiciones de Mario Delgado, que estas prácticas son ajenas a los procedimientos estatutarios, que la gente de Morena no le tiene ningún respeto al Presidente del CEN y ahora, para colmo de los colmos, la CNHJ y la Comisión Nacional de Elecciones les siguen los pasos a los dirigentes al convertirse en las instancia que dan y quitan candidaturas según aumentan o disminuyen las aceptaciones o las protestas

Lo más grave de todo es que en el seno de Morena se esté abriendo paso la cultura del revanchismo, de la intriga y de las venganzas políticas. Algun@s miembros del parlamento y dirigentes políticos están actuando como agencias del ministerio público al avalar denuncias que no están debidamente comprobadas pero que las fobias personales las han convertido en soluciones partidistas. Lo que está haciendo este grupo de personas y la CNHJ del partido contra el candidato a gobernador Félix Salgado Macedonio es una vulgaridad irracional. La CNHJ no puede jugar con cuestiones que desde hace veinte años han sido juzgadas por los tribunales. Los órganos internos no pueden judicializar la política

¿Si preocupan tanto las presiones de personas ajenas al partido y las protestas de los militantes, cómo resolver un problema si en la resolución de la CNHJ se dice que la encuesta tomó en cuenta el apoyo de la gente y no hay mala fama pública de Félix Salgado Macedonio?  Salir ahora con la jalada de que se va a reponer el procedimiento cuando no hay nada que impida su candidatura es, por lo menos, un insulto a la inteligencia. La mala fama está en las candidaturas que impuso Mario Delgado en Nuevo León, en San Luis Potosí y en otros lugares cuyas propuestas salieron del vientre del PRI y del PAN. ¿Por qué en estos casos no se oyen las voces de las feministas y de los derechosos de dentro y de fuera de Morena? Ya dejen de andarle buscando chiches a las culebras