miércoles, 27 de mayo de 2020


Hablando de traiciones y deslealtades

Por JESÚS SOSA CASTRO

Con motivo del centenario de la muerte de Venustiano Carranza, el presidente de la República, en su conferencia matutina del 21 de mayo, hizo una radiografía de los políticos que, durante la presidencia de Francisco I Madero, habían sido electos en un proceso democrático y que, una vez apresado y asesinado, éstos resultaron unos traidores. La gente votó por ellos porque eran simpatizantes o miembros de su misma corriente política. Cuando Victoriano Huerta se revela durante la decena trágica, derroca al presidente y lo asesina junto con José Ma. Pino Suárez, la mayoría de esos gobernadores le dieron la espalda, lo dejaron solo o de plano se aliaron al huertismo con el mayor cinismo y deslealtad. Abandonar al presidente en esos momentos cruciales de la historia anti porfirista llevó a los buitres a festejar el crimen. Este, no sólo fue una traición de lesa humanidad, sino que, siendo funcionarios que juraron defender la legalidad, se convirtieron en criminales sin ningún dejo de patriotismo. Los únicos que se levantaron en armas para defender al gobierno constitucional fueron Venustiano Carranza y José María Maytorena
Con este reconocimiento público a estos dos militares que defendieron a Madero, el presidente estaba haciendo un símil respecto del comportamiento oscuro y omiso de muchos que se montaron en las filas de Morena utilizando el prestigio icónico de su líder. Lograron ser funcionarios públicos sin proyecto alguno. No fue el interés por el cambio el que los llevó al poder sino sus intereses personales. Ahora que López Obrador ya es presidente y está ejecutando su plan de gobierno, cuando está desterrando la corrupción, los privilegios y la impunidad, cuando la derecha clerical, empresarial y política están queriendo atajar el proyecto de la 4T; estos funcionarios que dijeron apoyar o ser de Morena están dejando solo al presidente en su confrontación con los representativos de los latrocinios y la impunidad
Por fortuna el futuro del proyecto de transformación descansa en el trabajo, en la visión política del presidente y en un apoyo irrestricto de la gente. Como personas o como integrantes de sectores del pueblo, han mostrado el músculo y un espíritu de cuerpo para impedir el avance de los posicionamientos golpistas de los cavernícolas. ¡Sin embargo, los esfuerzos del pueblo y del presidente no son suficientes! Los representantes populares y los dirigentes del partido, debieran tener la capacidad y el liderazgo para expresar su apoyo a un proyecto que está cambiando el fondo y las formas de la política. Esa política que, por décadas, aplicaron los neoliberales para tener postradas las luchas del pueblo
No obstante, me alienta que la crítica y la autocrítica se estén abriendo paso en las filas del partido y del gobierno. Las dos debilidades de las que ya se habla y que pueden llevar al fracaso el proyecto de transformación social, tienen que ver con los perfiles y conductas de los que se han promovido por los grupos de poder, aunque, a decir verdad, sus actitudes estén asentadas en la corrupción y en los intereses personales. Si estos funcionarios públicos y partidistas siguen pegados a quienes deciden en el partido, las traiciones y las deslealtades al presidente y al proyecto de la 4T, van a seguir en ascenso. Nombres, cargos y hechos de los traidores y desleales al proyecto de la 4T están a la vista de todos
La otra debilidad, la más peligrosa para el Nuevo Proyecto de Nación está en el cuerpo y los entresijos del partido. El Congreso extraordinario del 26 de enero, supuso el remonte de la ineficacia y la judicialización en que la Señora Polensky comprometió el sentido y el trabajo de la Organización. Recomponer el CEN con Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente provisional, colocó al partido en la idea de que, al fin, habría conducción política, se organizaría a la militancia, se apoyaría a la 4T, se atenderían las demandas del pueblo, se abrirían los espacios a la participación democrática de las bases y se lucharía por la unidad y fortalecimiento del partido. Pero nada de esto está sucediendo
En cambio, el poder del dinero, las relaciones políticas y los enclaves que dominan los grupos de poder al interior de Morena, son los que se mueven, aunque sea para fortalecer sus clientelas electorales. Pocos se ocupan de las confrontaciones políticas que enfrenta el presidente contra una lerda, pero desbocada oposición. Espero que esto cambie y sirva para evitar que los golpistas sigan pujando por nuestro fracaso. Los zopilotes andan en vuelos rasantes midiendo su fuerza y nuestras debilidades. La derrota que sufrieron en el 2018 no debe llevarnos a creer que les faltan recursos para seguirnos insultando. Ojalá los políticos y funcionarios actuales y los que están por venir, se den cuenta del daño que le pueden causar al proyecto que estamos impulsando millones de mexicanos





miércoles, 20 de mayo de 2020


La temprana lucha por los acomodos

Por JESÚS SOSA CASTRO

No quiero aparecer como ave de mal agüero. Pero lo que vemos un buen número de activistas, militantes del partido y ciudadanos que votamos por el Nuevo Proyecto de Nación, tiene que ver con la brecha que, peligrosamente, se está abriendo entre el trabajo del presidente y la torpe, chata y cegatona política por parte de Morena. Mientras en el equipo del ejecutivo federal están descollando personajes por su honestidad, capacidad, conocimiento y trabajo, los dirigentes del CEN, alcaldes, diputados, senadores y funcionarios públicos, la mayoría, actúan y trabajan al viejo estilo del PRIAN. La incompetencia y el inmoral oportunismo están siendo el sello de su gestión, de su comportamiento. No saben qué decir ante los problemas que estamos viviendo porque en ellos predominan la ignorancia y los intereses personales
Muchos de esos políticos sólo se mueven en los pantanos de la politiquería, buscando apoyos para seguir pegados a la ubre. No se dan cuenta que a su alrededor crece la irritación y el descontento de la gente porque no están a la altura de las circunstancias y porque están sacando la incultura y el arribismo que llevan dentro. La iniciativa política se les perdió en los retruécanos judiciales. Son los adversarios de la 4T quienes se dedican a carcomer la confianza del pueblo. Nuestra gente se está dando cuenta que excepto el trabajo del gobierno federal, el resto de los dirigentes y funcionarios públicos de la coalición Juntos haremos historia, no son la diferencia respecto de sus homólogos de los otros partidos
Lo que pasa en nuestra organización es escalofriante. Tenemos un partido replegado, desorganizado y al margen de la política. Los miembros del CEN no saben qué hacer. Es un equipo de mudos, insensibles ante los problemas del país. El debate con los ultrosos de la derecha golpista y corrupta se lo han dejado al presidente. El CEN y sus órganos viven en otro mundo
Muchos militantes y activistas estamos trabajando para que el partido vuelva a ocupar el espacio que tuvo hasta el 1º de julio del 2018. Estamos convencidos de que la 4T y su significación política, económica y social, sólo se podrá consolidar si se cuenta, por lo menos, con tres pilares importantes: Liderazgo, partido y movimiento. Siendo autocríticos, sólo el jefe del Estado Mexicano se le puede considerar como un líder incuestionable. Cubre su tarea lidereando el país. Fuera de él nuestro partido vive en la orfandad ideológica y política. Carece de conducción, pareciera ser que Morena es inexistente. El movimiento electoral de más de treinta millones de ciudadanos que votaron por nuestro proyecto, está abandonado a su suerte
Sin liderazgo, sin partido y sin movimiento, llegar a buen puerto no va a resultar fácil. Los contras perdieron el gobierno, pero conservan su poder económico. Defender sus intereses y sus privilegios ha desatado una grotesca campaña contra el presidente que el CEN no ha sabido atajar. Por cerca de dos años, el partido fue convertido en una agencia de colocaciones de lo más chafa, en ese tiempo, Morena se convertía en la casa de llegada para muchos pelafustanes de la política. Desde entonces, el partido carece de líder en el sentido estricto de la palabra, no hay organización de sus bases, no transmite certidumbre y menos ha sido capaz de ligarse a los movimientos populares.  Su dirección desaprovechó la oportunidad de consolidar su organización partidista, no supo imprimirle rumbo político definido en favor del cambio y menos se interesó hacer trabajo a favor del proyecto de transformación
Dada esta lamentable situación, los que somos testigos de lo que le pasa a Morena, los que construimos este partido para transformar este país, llamamos a la militancia, a los que ejercen un papel de dirección, a la conciencia política de los que votaron por la Coalición, a que ayudemos a Morena para que no caiga en las mismas prácticas de los demás partidos del viejo sistema. Sólo juntos, convertiremos a este partido en el instrumento capaz de confrontar a la oposición, desarrollar ideas que contribuyan a darle claridad a los más amplios sectores del pueblo, a hacer del partido el instrumento que la situación actual está exigiendo, convertirlo en una fuerza capaz de contar con liderazgos que eleven el nivel de la discusión política, de ligarse de manera real a los movimientos populares y hacer que se acabe con los acomodos de políticos logreros que hoy ya son la rémora de la política en las filas de Morena
   

miércoles, 13 de mayo de 2020


La otra epidemia

Por JESÚS SOSA CASTRO

En lo que va de la pandemia, cinco veces he caído en insomnio nocturno. Leo hasta que vuelve el sueño o después de que no encuentro nada importante en la televisión. En la mayoría de los canales lo que aparece es basura, banalidad, violencia y muerte. Lo mismo ocurre en la mayoría de las redes sociales y en la prensa escrita. Supuran mentiras, dan asco. No es la recurrencia de las conferencias diarias al través de las cuales, se informa de los problemas del país, de los distintos apoyos económicos a los sectores vulnerables y sobre los estragos, contagios y muertes que, en el país, está generando el coronavirus. Me refiero al amarillismo, a las mentiras y a las vilezas que en forma de baba maloliente destilan los adversarios del gobierno
Conozco la posición política y la apertura democrática del presidente. ¡Las respeto y comparto la libertad de opinión y el ejercicio de la democracia! Pero los opositores no hacen política, no defienden un proyecto económico, defienden sus intereses, sus privilegios, violan las leyes fiscales, se agrupan para cometer delitos de sedición, transgreden el Artículo 130 del Código Penal Federal y subvierten la voluntad de más de treinta millones de electores que votamos por López Obrador. El Frente Nacional Anti AMLO, FRENA, que encabezan Martín Bringas, Felipe Calderón, Gilberto Lozano y Ferris de Con, babea odio, estupidez y desestabilización. Los mueve su rencor y su frustración contra el presidente, y eso, hay que enfrentarlo como si se tratara de otra epidemia. Han contribuido al empobrecimiento de la gente, le han inoculado la cultura del individualismo, de la competencia, le han quitado valores y sentimientos
Hay una franja social que se conduce con una absoluta pérdida de valores y de falta de identidad nacional. Su quehacer nos produce cólera e insomnio debido a que personeros de la ultraderecha suben y bajan hablando de la organización de un golpe de Estado en contra del Ejecutivo Federal. Es urgente la necesidad de pararlos para hacer posible un cambio real que impida que en este país vuelva la inequidad, la corrupción y el avasallamiento. Con muchos recursos económicos y sin afectación a ninguno de sus derechos, los ultrosos se organizan para quitar del poder al presidente
No somos pocos los que pensamos que después de la pandemia del coronavirus, algo importante tiene que ocurrir en nuestro planeta. Sería ideal cambiar el sistema económico social que padece la humanidad. El neoliberalismo no salvó al mundo de la pobreza, ha demostrado que fue incapaz de darle seguridad económica, educación, salud y cultura a los seres humanos. Lo que ha producido es hambre, desempleo, pobreza, latrocinios, enfermedades y guerras. Hay quienes dicen que ha llegado el momento de acabar con el capitalismo. No estoy seguro que este planteamiento sea posible aun derrotando al neoliberalismo
El miedo y la incultura que nos impuso el gran capital, han procreado una resistencia social a nivel mundial que ilusoriamente nos lleva a pensar en la disyuntiva de caminar por El mundo feliz de Aldous Huxley o por la distopía de una sociedad indeseable que reseñó George Orwell en su libro 1984. Por desgracia, la lucha por la soberanía de las naciones, la lucha por la libertad y por la democracia, tiene a muchos líderes y a muchos pueblos con un nivel educativo por debajo de lo normal. Roger Waters, el culto y progresista vocalista de Pink Floyd dice que muchos de los que gobiernan el mundo no solo están locos, tienen en sus manos el control de los medios, los recursos materiales y una gran ignorancia de la gente para acabar con cualquier intento de cambiar las cosas en el mundo
De lo que estoy cierto es que pronto surgirán condiciones para nuevas formas de convivencia política, económica y social. Surgirá una cultura arropada por el humanismo, la solidaridad y el apoyo mutuo. Se abrirán paso otros valores y florecerán otras formas de relacionarse con nuestros semejantes. En el centro de nuestro universo estarán los seres humanos, sus tradiciones, sus costumbres y sus culturas. El trabajo, la salud y la educación serán dignificados y dejarán de ser una mercancía. Abriremos espacio a la ayuda solidaria y desaparecerá el consumismo enajenante. Lucharemos por un nuevo modelo económico, volveremos a los valores y principios que han hecho grande al pueblo mexicano. Abriremos las fronteras a la fraternidad universal y a la pluralidad cultural. Viviremos en democracia en un México diferente. Nunca más mandarán los que nos han robado y han sembrado la discordia. Seremos un país donde habrá paz, justicia, igualdad, bienestar y libertad. Seremos, sin duda, un pueblo y un gobierno diferentes

miércoles, 6 de mayo de 2020


Hablando de partidos y de vacíos políticos

Por JESÚS SOSA CASTRO

El problema del partido revolucionario es algo que preocupa a los movimientos de emancipación, incluidas las corrientes que se reclaman leninistas. La crítica social ha vuelto a poner en el orden del día la necesidad de una ruptura con el capitalismo, y esto, hay que verlo con seriedad. ¡El sujeto revolucionario, la estrategia, la táctica y la formación ideológica son los temas por trabajar! Muchos afirman que lo que Gramsci llamó la “forma-partido” ha sido declarada en crisis. El tema, sin embargo, se ha estado cerrando sin que los críticos nos expliquen qué pasaría de crearse ese vacío
En algunos grupos de discusión en Morena estamos armando un debate respecto de la presencia, función y trabajo político del partido. La organización que pudo convocar a más de treinta millones de electores el 1º de julio del 2018, no ha mostrado capacidad para acercar su relación política ya no digamos con los que votaron por ella, sino ni siquiera ha podido mantener contacto con su propia militancia. El proyecto de gobierno que se puso a discusión y que fue apoyado con los votos de los electores, tenía que ver con una transformación que empezaba por un cambio de régimen
En el N.º 13 de los Cuadernos de la cárcel, Gramsci habla de que el partido comunista es un príncipe moderno cuyo objetivo es fundar un “nuevo tipo de Estado” Un Estado en el que el autogobierno sea la regla. ¡Este es el punto de la discusión! Algunos de los marxistas mexicanos se sienten frustrados porque Morena no se plantea construir el nuevo tipo de Estado. Solo que Gramsci hablaba del partido comunista, no de un partido social demócrata que es el que gobierna actualmente el país. El partido Morena no se adjudica la representación del proletariado, sino al pueblo en general. Y cuando hablo del pueblo me refiero a la categoría sociológica que el Dr. Enrique Dussel establece como diferencia con respecto a la clase burguesa. Los que dicen que AMLO debió fundar ese nuevo Estado, hacer la revolución socialista, omiten lo que pasa con el sujeto revolucionarios, con la estrategia y la táctica. Un partido como el que plantea Gramsci lleva a adoptar, según él, una organización centralizada, disciplinada, incluso militarizada, lo cual conduce, peligrosamente, al autoritarismo que Morena combate
En sus normas internas y en su práctica política está establecido que Morena es un Partido Movimiento. En ese carácter, no puede dejar de aceptar lo que Gramsci considera “el hecho primordial, irreductible” en que se basa la ciencia y el arte de la política. Este hecho consiste en distinguir el papel que corresponde a los dirigentes y a los dirigidos, a los gobernantes y a los gobernados. La dirección del Partido está obligada a establecer una relación dialéctica con sus bases, pero necesariamente también tiene que hacerlo con la o las otras clases que representa. Cualquier relación entre las partes será incompleta y/o falsa, si pasa por alto las garantías de la democracia interna y la participación de las partes en la toma de decisiones
Bases, pueblo y dirigentes, en la mayoría, no han contado con una explicación clara y sistemática de lo que significa la cuarta transformación. La mayoría de los sectores en lucha que abrazaron este Nuevo Proyecto, fue resultado del liderazgo personal de AMLO. Pero no necesariamente conocen todo lo que significa su proyecto de gobierno. La dirección del partido no es fruto de una lógica inmanente de las masas, lo que pasa es que éstas no cuentan con un grupo de dirigentes eficaces, no aprovechan los momentos políticos más destacados para plantar sus opiniones, es una dirección inexistente frente a los problemas del país. Su falta de liderazgo ha dejado a sus adversarios la iniciativa para estar golpeando al gobierno de la República. Los críticos de la 4T pasan por alto lo que Lenin señalaba en el Qué hacer, solo un partido de revolucionarios profesionales puede llevar a cabo una revolución que derroque a la clase burguesa. ¡Y este no es el caso!
Lo que empezó siendo el baluarte principal del quehacer político en Morena fue desmantelado por la burocracia del partido. La vida colectiva donde la discusión le allegaba ideas, propuestas y tareas a sus bases fue gradualmente eliminada. La militancia fue llevada a su postración perdiendo su perfil y su identidad política original. Desaparecieron las ideas, la organización y el contacto con el pueblo. Los grandes debates reclaman una generosidad que no pueden tener los partidos políticos convertidos en empresas. En Morena se ha despreciado la política y se han privilegiado el oportunismo y los intereses de los grupos clientelares. Los vacíos políticos que ha cedido el partido, o los llenamos nosotros, o nos los llenan la estupidez, el miedo y el golpismo que quieren echar abajo el trabajo y el proyecto de más de treinta millones de mexicanos