miércoles, 29 de noviembre de 2017

La fidelidad, el poder y el mando

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me conmueven las expresiones de muchos militantes de Morena sobre las expectativas  que esperan de un gobierno encabezado por López Obrador. Creen ciegamente que él acabará con la tragedia política y económica que vive el país y que recuperará los valores y sentimientos que la burguesía le ha quitado a nuestro pueblo. En el último taller de formación política que realizamos los viernes en Residencial Acueducto de Guadalupe, al que asisten regularmente entre 25 y 30 personas, afloraron muchas debilidades ideológicas y políticas; pero la creencia de que AMLO acabará con la corrupción, con el desempleo, la violencia y la impunidad, crece como las altas mareas que se dan bajo el influjo de las atracciones combinadas del Sol y de la luna
Cuando veo y oigo este entusiasmo me pregunto si no se está jugando con los sentimientos de la gente. Si Andrés Manuel tiene clara conciencia que estos sectores del partido, fieles hasta lo absurdo al proyecto y a las ideas que encabeza; sean marginados, excluidos y pisoteados en sus derechos legítimos para opinar y decidir sobre los problemas más importantes del país. ¿Acaso no se da cuenta de las protestas y exigencias de la militancia que hasta ahora es tratada con desprecio, difamándola y acusándola de ser provocadora e infiltrada por los gobiernos?  Sostengo que la fidelidad fundamental del dirigente de Morena es con los ciudadanos y con los militantes que han abrazado su proyecto político, que alimentados por la esperanza, han elegido a nuestro partido como la opción para lograr los cambios prometidos. En consecuencia, son estos sectores los que tarde o temprano exigirán cuentas de lo que se ha dicho y hecho en su nombre
El rostro popular que inicialmente tenía el partido, se ha ido perdiendo paulatinamente hasta llegar al punto en que pareciera que Morena es de un solo dueño y los militantes sólo somos la fuerza de tarea. No sólo no se oye a sus militantes sino que, como si se tratara de nuestra mafia en el poder, todo lo importante se decide en los cenáculos abriéndole espacio a representativos del neoliberalismo criminal y corrupto mientras sectores del partido suben el tono de sus protestas por la exclusión de que son víctimas permanentes
Si asumimos que el partido siga siendo conducido como hasta hoy, si aceptamos que el  líder es el que decide, el que controla, el que manda, entonces hay que reconocer que “quien tiene el poder manda, y quien manda posee las relaciones y los mecanismos de dirección social, posee las riendas y el timón para dirigir el barco” (1) Se dice que esto se  da porque es el dirigente principal, porque tiene un proyecto de nación, porque a la vista no hay otra persona que sea capaz de conocer el país como lo conoce, de trabajar como trabaja, de ser honesto como lo es. Es decir, méritos tiene para ser el mero principal de Morena, a ser el candidato a la presidencia de la república y de ser Presidente. Pero lo que no es admisible es que se esté echando en los brazos de la derecha que tanto critica y en cambio no sea capaz de oír las protestas y exigencias de la gente y de la militancia. Tampoco es correcto que él sea el gran decididor, el que pone y quita candidatos, el que dice quien sí y quien no puede ser el que encabece un encargo de representación popular, el que esté llevando a dirigentes del partido que no responden a las necesidades políticas del país y del partido
 “Los revolucionarios vamos a promover el voto, vamos a buscar  el mayor número de aliados con el propósito de debilitar la base social y política de apoyo a la burguesía, justo ahora que el PRIAN tiene como candidato a Meade, uno de los encubridores de enormes fraudes al erario público, del robo de los apoyos internacionales a los damnificados, el de los  gasolinazos, el que no dice nada sobre los 10 millones de dólares de Odebrech entregados la campaña de EPN, sobre la Estafa Maestra y lo que se acumule . Los revolucionarios estamos trabajando para cuidar las casillas y haremos lo posible para lograr el triunfo electoral. Morena no está libre de múltiples y variadas limitaciones y hasta deformaciones. Pero allí está el pueblo en resistencia, formando el movimiento de la espontaneidad popular de nuestro país. Por eso estaremos junto a él” (2)
No queremos sufrir otra derrota y una frustración más porque la dirigencia no ha entendido su papel en las circunstancias actuales, porque no ha construido una fuerza que sea capaz de defender el eventual triunfo de Morena ni una organización en condiciones de desplegarse políticamente en contra de la derecha recalcitrante y corrupta. Muchos estamos trabajando para lograr el triunfo del pueblo, apoyados en el pueblo, construyendo una fuerza con espíritu de clase que sea capaz de quitar del poder a la burguesía gobernante. Solo le pedimos a AMLO que no siga hablando de democracia en nuestro nombre, porque esa presunción hace tiempo dejó de existir y ya no cuaja en las filas del partido
(1) El poder, una aproximación teórica a su fundamento constituyente, Dr. Armando Martínez Verdugo, Instituto Electoral del Estado de México
(2) Una vez más sobre el 18. Texto inédito del Dr. Armando Martínez Verdugo



La fidelidad, el poder y el mando

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me conmueven las expresiones de muchos militantes de Morena sobre las expectativas  que esperan de un gobierno encabezado por López Obrador. Creen ciegamente que él acabará con la tragedia política y económica que vive el país y que recuperará los valores y sentimientos que la burguesía le ha quitado a nuestro pueblo. En el último taller de formación política que realizamos los viernes en Residencial Acueducto de Guadalupe, al que asisten regularmente entre 25 y 30 personas, afloraron muchas debilidades ideológicas y políticas; pero la creencia de que AMLO acabará con la corrupción, con el desempleo, la violencia y la impunidad, crece como las altas mareas que se dan bajo el influjo de las atracciones combinadas del Sol y de la luna
Cuando veo y oigo este entusiasmo me pregunto si no se está jugando con los sentimientos de la gente. Si Andrés Manuel tiene clara conciencia que estos sectores del partido, fieles hasta lo absurdo al proyecto y a las ideas que encabeza; sean marginados, excluidos y pisoteados en sus derechos legítimos para opinar y decidir sobre los problemas más importantes del país. ¿Acaso no se da cuenta de las protestas y exigencias de la militancia que hasta ahora es tratada con desprecio, difamándola y acusándola de ser provocadora e infiltrada por los gobiernos?  Sostengo que la fidelidad fundamental del dirigente de Morena es con los ciudadanos y con los militantes que han abrazado su proyecto político, que alimentados por la esperanza, han elegido a nuestro partido como la opción para lograr los cambios prometidos. En consecuencia, son estos sectores los que tarde o temprano exigirán cuentas de lo que se ha dicho y hecho en su nombre
El rostro popular que inicialmente tenía el partido, se ha ido perdiendo paulatinamente hasta llegar al punto en que pareciera que Morena es de un solo dueño y los militantes sólo somos la fuerza de tarea. No sólo no se oye a sus militantes sino que, como si se tratara de nuestra mafia en el poder, todo lo importante se decide en los cenáculos abriéndole espacio a representativos del neoliberalismo criminal y corrupto mientras sectores del partido suben el tono de sus protestas por la exclusión de que son víctimas permanentes
Si asumimos que el partido siga siendo conducido como hasta hoy, si aceptamos que el  líder es el que decide, el que controla, el que manda, entonces hay que reconocer que “quien tiene el poder manda, y quien manda posee las relaciones y los mecanismos de dirección social, posee las riendas y el timón para dirigir el barco” (1) Se dice que esto se  da porque es el dirigente principal, porque tiene un proyecto de nación, porque a la vista no hay otra persona que sea capaz de conocer el país como lo conoce, de trabajar como trabaja, de ser honesto como lo es. Es decir, méritos tiene para ser el mero principal de Morena, a ser el candidato a la presidencia de la república y de ser Presidente. Pero lo que no es admisible es que se esté echando en los brazos de la derecha que tanto critica y en cambio no sea capaz de oír las protestas y exigencias de la gente y de la militancia. Tampoco es correcto que él sea el gran decididor, el que pone y quita candidatos, el que dice quien sí y quien no puede ser el que encabece un encargo de representación popular, el que esté llevando a dirigentes del partido que no responden a las necesidades políticas del país y del partido
 “Los revolucionarios vamos a promover el voto, vamos a buscar  el mayor número de aliados con el propósito de debilitar la base social y política de apoyo a la burguesía, justo ahora que el PRIAN tiene como candidato a Meade, uno de los encubridores de enormes fraudes al erario público, del robo de los apoyos internacionales a los damnificados, el de los  gasolinazos, el que no dice nada sobre los 10 millones de dólares de Odebrech entregados la campaña de EPN, sobre la Estafa Maestra y lo que se acumule . Los revolucionarios estamos trabajando para cuidar las casillas y haremos lo posible para lograr el triunfo electoral. Morena no está libre de múltiples y variadas limitaciones y hasta deformaciones. Pero allí está el pueblo en resistencia, formando el movimiento de la espontaneidad popular de nuestro país. Por eso estaremos junto a él” (2)
No queremos sufrir otra derrota y una frustración más porque la dirigencia no ha entendido su papel en las circunstancias actuales, porque no ha construido una fuerza que sea capaz de defender el eventual triunfo de Morena ni una organización en condiciones de desplegarse políticamente en contra de la derecha recalcitrante y corrupta. Muchos estamos trabajando para lograr el triunfo del pueblo, apoyados en el pueblo, construyendo una fuerza con espíritu de clase que sea capaz de quitar del poder a la burguesía gobernante. Solo le pedimos a AMLO que no siga hablando de democracia en nuestro nombre, porque esa presunción hace tiempo dejó de existir y ya no cuaja en las filas del partido
(1) El poder, una aproximación teórica a su fundamento constituyente, Dr. Armando Martínez Verdugo, Instituto Electoral del Estado de México
(2) Una vez más sobre el 18. Texto inédito del Dr. Armando Martínez Verdugo




miércoles, 22 de noviembre de 2017

Las protestas en Morena sólo obnubilan el pensamiento: AMLO

Por JESÚS SOSA CASTRO

No sé si me saben algo o me están hablando de memoria. Pero a partir de mi creciente participación en varios talleres de formación política, he percibido que está creciendo una corriente en el seno de Morena que intenta apaciguar las críticas que crecen y crecen. La idea de que éstas deben dejarse a un lado, de que hay que olvidarse de ellas, dicen, es porque lo importante y lo que vale la pena es asegurar el triunfo de López Obrador a la Presidencia de la República. Al principio supuse que se trataba de una opinión que hacía impensadamente un grupo de compañeros con cierta dosis de inocencia política. Pero en los días previos a la realización del 4º Congreso Nacional Extraordinario la idea de “no hacer olas” se está convirtiendo casi en una consigna general
¡Estas cosas me dejaron patidifuso! Pues en mi caso y sin desdoro de mi conducta política harto repetida de que no dejaré de apoyar a Morena, he sido excluido y censurado por mis posicionamientos, todos referidos a criticar varias decisiones del aparachi. ¡Desde luego que no soy ingenuo! Sé que a la nomenclatura superior no le gusta que alguien critique conductas que afectan la democracia interna del partido, aunque éstas en nada contribuyan al crecimiento y desarrollo de la Organización. Política y organizativamente le están saliendo caros muchos de los aprendices que ha comisionado en los Estados y que, a contrapelo de lo que desean los militantes, éstos se la pasan trastocando la democracia partidista
Al lado de estos hechos, ya de por sí cuestionables, ahora se están sacando de la manga la idea de que lo que importa es el triunfo de AMLO en el 2018 y lo demás, lo que tiene que ver con la organización del partido, con el ejercicio de la crítica y la autocrítica, con la democracia y las demás linduras que se predican hacia fuera, “no tienen la menor importancia”  Desde luego que nadie con dos dedos de frente, espera o quiere una derrota en el 2018. Pero quien sostenga que ganando la Presidencia ya ganamos el poder, está completamente equivocado. ¿Qué encierra, entonces, esta tendencia apaciguadora? ¿Se quiere parar la crítica a las formas antidemocráticas de seleccionar a los candidatos o se menosprecia el papel que debe tener el partido  para impulsar, vigilar y sostener el triunfo presidencial? Cualquiera de estas dos tendencias que subyacen en lo que se dice es incorrecta y si son las dos las que se quieren imponer, está mucho peor
En la edad temprana de Morena surgieron ideas similares. Voceros oficiosos le daban vuelo a la tesis de que los errores y desviaciones que mostraban su rostro se debían a la inmadurez del partido. Que lo importante era ganar el poder y a partir de él vendría la corrección de tales despropósitos. Estas geniales posiciones se han hecho grandes, se han profundizado y existe la amenaza de que puedan convertirse en una manera de ser aún después de acceder al gobierno. Más aún si los que hoy los han “subido a un ladrillo y andan todos mareados” ¿qué no sucederá cuando estos mismos se adjudiquen el triunfo electoral y pasen a formar parte de otra nomenclatura con todos los recursos que proporciona estar en la cúspide de la gobernanza? ¡No los vamos aguantar!
Desde esta óptica es por demás incorrecto que se nos critique a los críticos. Aunque a decir verdad, hay muchos de los inconformes que hasta antes de no ser aceptados como coordinadores de organización o casi candidatos a algo, no decían nada, dejaban correr estos atropellos con la esperanza de que su mansedumbre tuviera al final, una recompensa. Cuando quedaron fuera, dieron rienda suelta a su crítica empatando su oportunismo con una actitud excluyente de un buen número de enlaces estatales buenos para nada. La crítica si tiene razón de ser debe hacerse en el momento y en las circunstancias que sean, con el objeto de señalar y corregir los entuertos
Informo que a pesar de mis críticas a varias decisiones antidemocráticas y arbitrarias asistí como invitado al 4º Congreso Nacional extraordinario. ¡No esperaba que hubiera sorpresas! Por lo que he visto y caminado al lado de Morena, estaba seguro que a este Congreso no se iría a discutir, a corregir, a hacer autocrítica. Los congresistas irían a levantar el dedo como finalmente sucedió. La discusión, dijeron, se dará en las bases. Aunque al final nadie pele las propuestas o los cambios a los documentos del nuevo proyecto de nación. Un hecho, sin embargo, volvió a ensombrecer la máxima tribuna nacional de Morena. “No hay que hacerle caso a las protestas y ambiciones personales, aunque sean legítimas, de los pequeños grupos que se manifiestan al interior de Morena, sólo son distractores que obnubilan el pensamiento y desvían la lucha del objetivo central: Ganar la Presidencia de la República” ¡Carajo, uno no acaba de aprender. Ingenuamente seguimos creyendo en los milagros! 


miércoles, 15 de noviembre de 2017

La otra cara del terror, 2

(Un abrazo a El Carrizos donde quiera que esté))

Por JESÚS SOSA CASTRO

Cada tercera noche eran sesiones de tortura. Justo cuando el cansancio y el cuerpo demandaban una forma de descanso, cuando las noches en vela le hacían a uno parecer un robot, cuando empezabas a dormitar de pie o acostado en el piso frío; en las crujías de al lado se oían gritos y lamentos de mujeres y hombres que estaban siendo torturados. Se trataba de mostrarnos el rostro siniestro del sistema, de sus cuerpos represivos. El poder deshumanizado que es capaz de matar a inocentes utilizando mil formas sin ningún escrúpulo o alguna misericordia, estaba allí. Te quieren hacer sentir que no eres nada ni nadie. Es el gozo animalesco de quienes han sido formados para humillar, para espantar, para matar. Su actitud  impúdica, vengativa y arbitraria, intenta hacerte perder tus sentimientos humanos para hacerte convertir en un animal
El espacio en el que por turnos nos podíamos sentar o dormir 16 personas, era de cuatro por cuatro metros cuadrados. Había un lavabo el mayor tiempo sin agua y en el centro un hoyo para hacer nuestras necesidades fisiológicas. El piso de cemento siempre mojado, era la cama, el comedor y la casa de todos. Sólo por turno podías acostarte en el cemento mojado y frío como una plancha donde tiran a los muertos. Cuando apenas empezabas a dormir, llegaba la policía abriendo violentamente las rejas y gritando el nombre del que le tocaba ser torturado. Varios de mis compañeros presos salían caminando y los  regresaban arrastrando dentro de un  costal porque no podían caminar por los golpes que habían recibido
En estos dos o tres meses que mi familia reportó el hecho como una desaparición forzada, conocí el alma y parte de la vida de varios de mis compañeros de celda. Fue Efraín Alcaraz Montes de Oca, alias “El Carrizos” -el que me puso en el cemento mojado las hojas del periódico Alarma para poder descansar unas horas en mi primera noche de tortura- el que a 46 años de distancia sigo recordándolo con aprecio y con respeto. En algunos momentos de la noche me contó que le había robado a Luis Echeverría Álvarez más de veinte centenarios,  que había sido indultado por su esposa Ma. Esther Zuno, que había sido condenado a 18 años de prisión por robarle al jurista  Fernando Gómez Mont. Me dijo que los policías lo sacaban a primera hora del día para llevarlos a los baños de vapor y luego a desayunar con cargo  a lo que robaba. En el día lo mandaban a delinquir y por la noche lo regresaban a su celda en los sótanos de Tlascoaque. “El carrizos” era el símbolo que respetaban los presos comunes y el líder que imponía su opinión cuando era necesario
Después de sufrir física y mentalmente todo tipo de torturas en los sótanos de la policía judicial federal, un día me sacaron y me trasladaron al campo militar número uno. Indiscreciones de los presos de las celdas contiguas y las dianas a las 5 de la mañana me llevaron a esa conclusión. Por varias semanas me tuvieron con los ojos vendados o con una bolsa negra de franela cubriéndome la cara. Por las noches me sacaban de la celda y me llevaban a otro lugar para interrogarme. El centro de las preguntas eran sobre el secuestrado, en qué partido militaba, cuánto me pagaban, por qué participaba en manifestaciones callejeras, cómo nos llegaba el oro de Moscú, porqué queríamos derrocar al régimen del país… En los interrogatorios me quitaban la venda o la bolsa, y me ponían frente al rostro una luz que me enceguecía. Nunca pude identificar a las personas que estaban detrás de la lámpara
 Una noche, cuando ya me acostaba en la litera de cemento abrieron intempestivamente la puerta de la crujía. ¡Tome sus cosas, me dijeron, resaltando el tono de la autoridad! ¿Cuáles cosas, me pregunté, si todo me lo habían quitado? Me volvieron a la celda de Tlascoaque donde se hacinaban mis “viejos” camaradas. El Carrizos me abrazó y al oído me preguntó ¿Cómo lo trataron estos hijos de puta? No intentaron fusilarme, le dije. Si estuviera por salir, le pido de favor que vaya a la Basílica a llevarle una veladora al santo de los ladrones. Le contesté que lo haría con mucho gusto una vez que saliera de ese lugar
Al día siguiente casi de madrugada, llegaron dos policías y me subieron al cuarto piso donde se encontraba el “General Arturo Durazo Moreno” el negro de Cumpas. Ya se va a su casa, lo hemos investigado y lo encontramos inocente del delito que le imputaban” me dijo como si me hubiera tenido de visita ¿Cuánto necesita para el transporte? Nada, le dije, sólo entréguenme mis cosas. Todo se me devolvió excepto el auto que estaba secuestrado y desmantelado en el corralón de la policía. Lo vamos a llevar a su casa, insistieron. Desde el sótano salieron dos patrullas rumbo a mi domicilio. Al faltar unas cuadras les pedí que allí me bajaran, quiero caminar un poco, les dije. “Lo vamos a llevar hasta su casa, no se nos vaya a perder, por lo demás, no se preocupe, hace tiempo que sabemos el lugar donde vive” dijeron socarronamente

Tres días después fui a la Basílica a llevar la veladora y dar cumplimiento a  lo que había ofrecido a mi amigo. ¡No encontré al santo! Seguramente lo habían movido por reparación parcial de la iglesia. De todos modos dejé la veladora prendida a los pies de la virgen más machuchona de América. Quería que le hiciera el milagro al Carrizos…. Después de 19 años supe que Efraín Alcaraz Montes de Oca había sido el personaje central de la película “Los ladrones viejos” producida y dirigida por el cineasta Everardo González. Pensando en devolverle el abrazo y mi gratitud por su conducta hacia mí casi 45 años antes, fui a buscarlo a la cárcel donde habíamos estado él y yo. ¡No lo encontré! Supe que después de muchos años consecutivos que estuvo detenido, Everardo González pagó tres veces la fianza a El Carrizos para que saliera en libertad. Creo que mi amigo había vuelto a las andadas y por eso había regresado a los sótanos de Tlascoaque. Hoy tendría 80 años. ¡Ojalá esté vivo! Si por fortuna me lee, me gustaría abrazarlo después de este largo tramo vivido por un preso común y un preso político. Si sigue detenido o ya murió, que estas notas mías sirvan para que esta sociedad, tan dormida y tan omisa, conozca algo sobre estos hechos y sobre la historia de “Los ladrones viejos” ¡Yo espero que algún día, no ocurran más estos atropellos a la justicia y a la dignidad!

miércoles, 8 de noviembre de 2017

La otra cara del terror (Primera de dos partes)

Por JESÚS SOSA CASTRO

En estos últimos días ha salido a la luz pública la podredumbre  y la forma de cómo en las cárceles de la ciudad de México y del país, las autoridades y las mafias que controla el crimen organizado, torturan, vejan y explotan a los pobladores de esos centros penitenciarios. Todo esto no es casual ni es una cosa que no se haya conocido a lo largo de los años. Lo que pasa es que las políticas carcelarias de estos “funcionarios” hacen de la explotación humana una forma de vida. Las autoridades y los delincuentes que son la misma cosa, son los responsables de lo que pasa en el interior de los penales. Por muchos años se hizo creer que las cárceles eran una especie de escuelas donde los presos iban a reformarse, a cultivar un concepto de la vida y de las relaciones sociales en las que para bien, todos los presos saldrían con una medalla del buen comportamiento  
Las historias vividas y contadas por miles de presos y familiares son un monumento a la impunidad y a la indiferencia social. Estar en la cárcel por cualquier delito es una tortuosa manera de degradar espiritualmente a los presos y la vil demostración de cómo el poder abusa de esa franja social tan alejada y carente de expectativas económicas, sociales y culturales. Estas necesidades insatisfechas son las que llevan a los presos a caer en el infierno que administra el crimen organizado. Todos saben o suponen lo que significan estas detenciones. Pero lo que hay que denunciar todos los días es cómo se comportan las autoridades y los criminales, en esos espacios tan llenos de vileza y deshumanización debido a que el trato que se recibe no lo merecen ni siquiera los animales
Hay, sin embargo, otro tipo de terror que mucho se oculta. Como se recordará, poco después del 2 de octubre de 1968 y  del 10 de junio del 71, el 27 de septiembre de este mismo año, se produjo el secuestro del Director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Julio Herschfel Almada. Según se supo, fue el Frente Urbano Zapatista, FUZ, liderado por Paquita Calvo, quien lo secuestró. Con ese motivo el gobierno de Luis Echeverría Álvarez  desató una  cacería humana contra quienes nada tenían que ver en el asunto. Uno de esos detenidos fui yo. Contaré algo brevemente. Un día de noviembre de 1971 caminaba en mi auto por la calle de Misterios casi esquina con Río Blanco en la GAM cuando fui interceptado por  seis policías al mando de José Salomón Tanús, alias el “árabe”
Desde la hora en que fui detenido hasta las 9 de la noche me tuvieron en la parte sur del aeropuerto de la ciudad de México, en uno de los galerones donde le daban servicio de  mantenimiento a los aviones. De allí me llevaron a los sótanos de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, DIPD, al mando de Miguel Nazar Haro. Con motivo del incremento de los grupos guerrilleros en el país, Tanús y Nazar  fueron acusados de desaparecer a 13 de 27 guerrilleros detenidos entre 1971 y 1975, según denuncia que obra en los archivos de La Jornada. Cerca de las 23.30 del día que me llevaron a Tlascoaque, llegó Salomón Tanús y sus gorilas  y con exceso de violencia me sacaron de la crujía. Fue el día de la primera tortura
Me amarraron las manos, los pies y me pusieron una bolsa de plástico cubriéndome la cara. Me echaron al piso de un auto y al cabo de una hora de camino llegamos a un lugar que después descubrí que se trataba de la caballeriza de la policía montada del entonces Distrito Federal. Me sacaron del auto, me desataron las amarras de los pies y me aventaron, vendado de los ojos, hacia una pared de pastura para los caballos. Me exigían que dijera dónde tenía secuestrado a Herschelf Almada. Al no dar respuesta porque nada sabía, ordenó el jefe que se me fusilara de inmediato. Oí la orden dada a los policías, apreté el cuerpo y me despedí mentalmente de mi familia. Todo llegó hasta el preparen, apunten y…luego vino un largo silencio. Pasado este momento comprendí que no me iban a matar, solo empezaban las sesiones de tortura

Minutos después, vendado de los ojos y con lazos en los codos, me metieron por un pasillo hasta un lugar donde había una pileta de agua fría con estiércol de caballo. Cinco personas me agarraron de pies, manos y cabeza y de espalda me zambulleron en esa agua helada y con excremento de caballo. Lo que produce el ahogamiento mediante este sistema es inenarrable. Perdí el conocimiento. Para reanimarme, porque me estaba muriendo, me echaban agua fría en el cuerpo. Después de unos minutos, volvimos a Tlascoaque. En el camino me dieron  tequila y dulces. Se trataba, supongo, de que pudiera recuperar un poco de calor en mi cuerpo que en ese momento era un hilacho sin vida. Como un bulto me aventaron con los demás presos comunes. Un joven “zorrero” extorsionado por los policías de la DIPD, apodado “El carrizo” recogió las hojas rotas del periódico “Alarma” y los esparció en una parte del piso de cemento para que yo pudiera descansar unas horas…… 

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Una raya más a nuestro tigre

Por JESÚS SOSA CASTRO

Hace poco más de dos meses se conoció la noticia de que Gerardo Fernández Noroña estaba propuesto por Morena como candidato para ir al Senado de la República. A los que conocemos la honestidad y la valentía para enfrentar a los mafiosos del poder, esta noticia nos llenó de satisfacción. Por fin un partido de la izquierda electoral le abría las puertas a uno de los tribunos más enjundiosos en la defensa de las políticas al servicio del pueblo. Ahora nos enteramos que lo que Ricardo Monreal llama la nomenclatura de Morena le ha aplicado a Gerardo los mismos mecanismos de exclusión para sacarlo de la jugada. ¡Una política truculenta que no debiera darse en Morena!
En su momento yo quería que el actual Jefe Delegacional de la Cuauhtémoc fuera el Coordinador de Organización para la ciudad de México, entiéndase candidato a Jefe de gobierno. Cuando empezó a coquetear con los priistas, panistas y después con lo más oscuro del Frente Ciudadano, con la chiquillada corrupta y con Eruviel Ávila, públicamente me deslindé de él. Pero a la fecha, lo de Monreal y lo de Noroña son dos casos que se suman a los que se vienen dando en una cantidad creciente de entidades de la República. Pareciera que el líder principal de Morena, sus consejeros o los testaferros que han sido impuestos,  están jugando a perder otra vez en las elecciones del 2018. Sólo así se explica que haya una recurrencia permanente para estar haciendo las cosas mal, deteriorando la imagen de Andrés Manuel y poniendo una raya más a nuestro tigre
A casi dos meses en que empezó el affaire Morena–Monreal hay un pasmo en nuestra organización. Todo está paralizado. Lo que iba a resolverse mediante encuestas “democráticas”, hoy está deviniendo en una gran rebelión por parte de la militancia de base. Lo de los “pesos pesados” lo están ventilando en lo oscurito con los consiguientes negativos para el partido y la opinión pública, ésta cada vez más atenta a lo que pasa en el interior de esta organización. Lo único que está logrando la nomenclatura es desgastar innecesaria e incorrectamente la imagen de López Obrador. ¿Qué necesidad había de que se lastimara a Monreal para que ahora Andrés Manuel vaya a ofrecerle disculpas y pedirle que por favor no se vaya del Partido? ¡Gerardo Fernández Noroña merece ser Senador por lo que le ha aportado al país!  
Estoy seguro que no hay en nuestras filas alguien que se oponga al llamado de unidad. En lo que no hay acuerdo es que se esté llamando a lo peorcito de los otros partidos y de la derecha, y se haga mutis para olvidarse de que hay otras personas, fuerzas de izquierda y resistencias sociales que bien podrían conjuntar esfuerzos para sacar adelante el triunfo electoral y un necesario cambio de régimen. Sin embargo, a los líderes más representativos de estas fuerzas, como Noroña y otros, no sólo se les excluye sino que hasta se les golpea políticamente. Lamentable que los que han mostrado conocimiento, lucidez y disposición para compartir y sacar adelante un proyecto democrático de gobierno, estén siendo excluidos  sólo por pensar, aportar y criticar lo que pasa en las filas de Morena
¡Mal, muy mal lo que se está haciendo! Los métodos y las formas que hicieron que se rompiera con el PRD, hoy se están imponiendo con creces en las filas del partido que se presumía diferente. La valoración crítica de esas formas negativas y antidemocráticas, no ha servido para impedir una repetición en nuestras filas que indudablemente jugarán en contra del nuevo proyecto de nación que se quiere construir. El arte de no ser leal con los principios que se pregonan y utilizarlo a conveniencia, sólo sirve a la antidemocracia y al placer de poner en juego la autoridad personal aunque esta afecte los intereses de quienes se pretende gobernar
¡Una vez más llamo a la rectificación de estas locuras! Hagamos del Partido una fuerza digna de ser apoyada por la mayoría del pueblo trabajador, de sus intelectuales, de las mujeres y hombres del arte y la cultura. Convirtamos a Morena en el recipiente capaz de recoger toda la lluvia de ideas, de personas y grupos que luchan por un país donde haya trabajo, libertad, donde no haya violencia, ni desaparecidos, ni crímenes de lesa humanidad. Queremos un partido donde no haya impostores, arrastrados ni zalameros. Donde la dignidad, la conjunción del pensamiento, la libertad y la crítica, sean el resultado de un esfuerzo común por construir un partido democrático e incluyente. Que no se atropelle a nadie por pensar distinto, expresar su opinión y ejercer su derecho a decir su verdad. Que no se lastime a nadie sólo porque no está quemándole incienso a los chipocludos. ¡Ese es el partido que muchos queremos! Ojalá haya tiempo para que los que tengan que rectificar, rectifiquen. De otra manera, no seremos diferentes a los que repudiamos y de los cuales venimos huyendo