domingo, 26 de septiembre de 2021

 

AMLO, el líder. Mario, el titiritero

Por JESUS SOSA CASTRO

A casi tres años de gobierno, el presidente López Obrador ha hecho crecer su liderazgo y su imagen de estadista a niveles nunca antes alcanzados por ningún otro dirigente del Estado mexicano. Sus políticas públicas incluida la exterior, se han convertido en los dos pilares que dan fundamento a su creciente autoridad en la mayor parte del mundo.  Lo que da pena ajena, es la ausencia de un liderazgo partidista que se ha empequeñecido ante el crecimiento de las necesidades políticas que viven el país y el proyecto que venimos empujando millones de mexicanos

En la lucha por la transformación del país, siempre hubo malandrines que apostaron al fracaso de AMLO. Creyeron que el golpe sería de tal magnitud, que su liderazgo político desaparecería. ¡Todos se equivocaron! El pueblo, irritado, defraudado, pero decidido y mejor organizado, decidió seguir apoyando al hombre honesto y al líder incansable que no dio tregua alguna a usurpadores ni a mafiosos. Desde el 27 de julio y el 17 de noviembre del 2007, Luis Mandoki, decidió llevar al cine dos filmes sobre lo que llamó ¿Y quién es el Señor López? Principio del formulario Final del formularY Fraude: México 2006

En estas dos obras cinematográficas, quedaron grabados algunos trozos de la historia política de un hombre y de un líder que, a quince años, sigue estremeciendo las plazas y calles de México. El cineasta mexicano hizo un interesante recorrido sobre los pasos de Andrés Manuel. La autopsia hecha a las entrañas de la bestia, dejó de lado lo que vendría durante y después del 2007. Un triunfo incuestionable que sepultó a sus detractores ya desde entonces moralmente derrotados. Su estatura moral impidió que este país se incendiara con una guerra civil. Fue la visión política y la genial comprensión de las multitudes, las que se apoderaron de su discurso pacifista, las que nos hicieron caminar hacia un despertar de las conciencias que llevó al pueblo hacia un cambio de la nación

Las acciones multitudinarias que lo acompañaron desde noviembre del 2012, resultado del entreguismo del PRD a las políticas del gobierno priista, nos hicieron mirar la conveniencia de crear otro partido con el nombre de Morena. ¡No ha sido fácil llegar hasta donde vamos! Con esmerado trabajo y limitados recursos, las asambleas constitutivas efectuadas a partir de estos momentos rebasaron con creces el número de trescientos mil afiliados que exigía el IFE en por lo menos veinte Estados de la República. Los adversarios de AMLO, hicieron todo por desacreditarlo, callaron ignominiosamente su trabajo y hoy, contra lo que suponían y esperaban, Morena VA como partido político

La lucha, la organización y la revolución de una conciencia hasta entonces adormecida, llevaron finalmente a la presidencia al mejor hombre que ha parido la historia en las últimas décadas. Pero el movimiento social y los militantes que lo llevamos al poder, quedaron en manos de políticos mediocres que no solo demeritaron el enorme papel que representó su liderazgo, sino que sus acciones y su compromiso con el proyecto transformador por el que luchamos millones de mexicanos, comenzó a entrar en un estado catatónico que hoy lo tiene paralizado. Sobre sus acciones políticas y sobre su existencia, pende la amenaza de su desaparición porque la insensatez y el oportunismo de derecha quieren abrirle paso a un Frankenstein, sin rostro y sin principios, llamado Alianza Popular

Pero los millones de mujeres y hombres que le seguimos los pasos a López Obrador, reivindicamos la necesidad de reconstruir el país apoyándonos en el partido del pueblo lucharemos hasta el final para impedirlo. En Morena estamos y pueden estar todos aquellos que quieran profundizar el proyecto de la 4ª transformación. Queremos seguir haciendo posible la pluralidad, donde todos tengamos el derecho de existir y ser respetados. Estamos en este partido-movimiento, porque compartimos la idea de lograr un nuevo pacto social que acabe con la pobreza, la violencia, la impunidad y la corrupción. No estamos de acuerdo en la propuesta de Mario Delgado de acabar con un partido que representa el esfuerzo de millones de mexicanos que lo construimos desde abajo. No permitiremos que, sin consulta ni acuerdos con los órganos y la militancia, un titiritero decida arbitrariamente la desaparición de la membresía y su normatividad. No somos juguetes de nadie. Lo que se propone por Mario es abrirle paso al corporativismo que hasta hoy, ladra su rabia desde las filas de la oposición

 

 

 

 

domingo, 19 de septiembre de 2021

El hombre que se hizo pueblo (*)

Por JESÚS SOSA CASTRO

El mes de septiembre no solo ha sido de sismos y otras tragedias naturales. También es el mes de la patria, de sus héroes. El que recuerda el 26 de septiembre cuando el gobierno de Peña Nieto desapareció a 43 estudiantes de Ayotzinapa, el mes en el que el Presidente rinde su informe de gobierno al pueblo de México. El que reunió a 31 naciones miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, para discutir los problemas de la región, cuando la participación de las mujeres en el campo de la administración pública y de la política aparece como una fuerza descollante. Es, para decirlo en pocas palabras, el tiempo en que los pueblos y muchos de sus gobiernos, están dando a luz a grandes sacudimientos sociales y políticos que estremecen las estructuras del viejo sistema. Un mes donde la soberbia y el anti patriotismo nos lo quisieron inocular como parte de la cultura colonialista de Hernán Cortés y de Maximiliano de Habsburgo

En el septiembre del 2021 hemos vivido también otras cosas harto importantes. Las estructuras del prianismo, siguen agrietándose como lodo seco por falta de lluvia. Sus lloriqueos y su rabia, los pasean por los antiguos imperios en busca de ideas y de apoyos que apuntalen sus propuestas crecientemente venidas a menos. Los que antes eran sus dominios, hoy empiezan a ser administrados por gente del pueblo que se educó en la rebeldía y en la creación de organizaciones y programas en los que estaban sus demandas y sus sentimientos. Los titiriteros del imperio no tuvieron éxito y solo agrandaron los miedos a la democracia y al pueblo. Convirtieron a sus sirvientes en muñecos de trapo que sólo producen hilaridad y desprecio

En paralelo, millones de mexicanos estamos transformando para bien, a México. Los mandos que trazan la ruta por la que hay que caminar, muestran crecientemente una capacidad política que expresa la sabiduría popular que siempre fue menospreciada por burócratas, incultos y ladrones. Nuestras mujeres nos están sorprendiendo por su inteligencia y su cultura política. La equidad de género está siendo una realidad. Y aunque en sus filas también hay malandrines y buenas para nada, la mayoría de estas, han resultado una grata sorpresa por su hacer y su decir sobre los problemas que vive el país. Como ejemplo, el 24 de noviembre del 2016, la entonces Senadora Layda Sansores confrontó al presidente Peña Nieto exigiendo la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos por su gobierno

El viernes 17 de septiembre oí el informe de la Jefa de Gobierno Claudia Shembaum y aún resuenan en mis oídos los tres minutos de aplausos que los presentes en su informe le tributaron puestos de pie. Sus obras y sus compromisos con los electores, enterraron la miseria humana de sus adversarios que hicieron de su discurso un monumento a la banalidad y a las mentiras. Mientras la imagen de Claudia se agigantaba con sus hechos de gobierno, la pequeñez de los panistas y de sus achichincles en el Congreso de la ciudad, se removía como chinicuiles en comal. La vergüenza los hizo más pequeños aún, porque su estatura intelectual y política los ha convertido en una caricatura en la que el pueblo y la inteligencia nacional les restriega, con hechos, su incuestionable derrota moral

A esa pequeñez y a esa miseria política con que se mueven los adversarios de nuestro proyecto, en el norte, en el centro y en el sur sureste del país, las mujeres ganan espacios en el quehacer de la política. En la toma de protesta de Layda Sansores como gobernadora de Campeche pronunció un discurso en el que se expresan los sentimientos, la gran cultura maya y la enorme capacidad de las mujeres en el desempeño del servicio público. En su bello mensaje, la gobernadora de Campeche reconoció públicamente el altísimo nivel intelectual y de trabajo que está jugando el ejecutivo federal al lado de su gente

Nuestro pueblo se agiganta y hace crecer la esperanza de que está construyendo un futuro en el que estará presente la grandeza y el reforzamiento de una historia que, como nunca, se está expresando con tanto patriotismo. Tenemos un hombre que se ha hecho pueblo y que conduce con mano firme a una nación que contiene el enorme orgullo de su grandeza. Su fortaleza se ha llenado con la sabiduría y la participación creciente de la rebeldía popular contra las injusticias, el honor y el trabajo. Vivimos los tiempos del pueblo. Los privilegiados, los ladrones y los entreguistas que hemos padecido por centurias, hoy se retuercen de rabia porque sus mañas, sus prácticas y sus deformaciones, fieles expresiones de su clasismo trasnochado, están siendo derrotadas por el pueblo y por su líder

(*) Frase del discurso de la gobernadora Layda Sansores el día que tomó protesta de su encargo     

 

 

 ”. 

domingo, 12 de septiembre de 2021

 

En busca del partido

Por JESÚS SOSA CASTRO

El miércoles 8 de septiembre fuimos convocados a una reunión con el Senador César Cravioto. Asistimos cerca de setenta compañeros, teníamos curiosidad por saber qué se nos iba a informar o en que tareas políticas teníamos que ocuparnos para reactivar el trabajo y la organización de los militantes de Morena. ¡No hubo mayores sorpresas! Tanto el senador CRAVIOTO como la diputada BEATRIS ROJAS pusieron el acento en los resultados que están dando a la gente, el presidente de la república y la jefa de gobierno

Nada se dijo del abandono en que se ha tenido a la militancia. Pues todos vemos que existe una dirección que se ha pasado el tiempo durmiendo la mona. Quienes se hacían pasar como “líderes” del partido en la GAM, no tuvieron nunca como prioridad la construcción de una fuerza que estuviera presente en la actividad política ni mucho menos hubo esfuerzos para recuperar los espacios que habíamos logrado en los comités seccionales. Lo que hacía posible el trabajo y la participación de la gente en las distintas tareas, se perdió paulatinamente hasta llegar a un estado de desencanto y desmovilización que llevó a nuestros adversarios al punto de casi ganarle al reelecto Chíguil la alcaldía de la GAM

A pesar de que la reunión fue positiva porque se estableció el contacto con quienes se supone han sido designados para atender estos asuntos, el discurso que manejaron, sigue siendo aquel en el que los machucones dan las órdenes y las bases hacen el trabajo. No hicieron un análisis autocrítico sobre lo que pasa al interior del partido, ni menos se habló de la ausencia de iniciativas políticas por parte de los distintos órganos de dirección. Fueron omisos en cuanto a la necesidad de convertir a Morena en una fortaleza que contribuya a la organización y al debate sobre los problemas principales que está viviendo el país

Algo que quedó de manifiesto en esta reunión consistió en que la militancia ya no está dispuesta a que sea vista solo como una fuerza de trabajo y en una escalera para promover a políticos que no dan la cara ni mucho menos atienden las necesidades y demandas de la gente. Alcaldes y representantes populares siguen conduciéndose con las mismas políticas y prácticas inoculadas por el PRI, a tal grado que su mal trabajo y la pérdida del contacto con la gente, hizo que en junio pasado se perdieron nueve alcaldías en nuestra ciudad

Esta grave falta de liderazgo político en Morena es la principal debilidad del partido en el que hemos participado millones de personas. A contracorriente de lo que dice el ejecutivo federal en su último libro y en sus conferencias mañaneras en el sentido de que con el pueblo todo y sin el pueblo nada, de que es el pueblo el que pone y el que quita, Morena tiene un conjunto de burócratas que toman decisiones no solo al margen de la militancia, sino que imponen candidaturas y políticas a sus electores que van en contra de sus intereses. Lo cual lleva a sus votantes y a sus seguidores sociales a un desencanto y a la destrucción de los espacios que originalmente habíamos ganado para debatir los problemas, impulsar la organización de la gente y construir el instrumento político que apoyara al proyecto de la cuarta transformación para hacerlo irreversible contra viento y marea

Pero si hemos de asumir que con el pueblo todo y sin el pueblo nada, entonces, ha llegado el momento de cambiar con urgencia lo que pasa en los órganos de dirección de Morena. Lo que hoy se hace pasar como la dirigencia nacional del partido ha cumplido su ciclo y no precisamente lo ha cumplido para bien. Los dirigentes encabezados por Mario Delgado y Citlalli Hernández junto con todos los que componen el CEN deben irse por incapaces, por no estar presentes en la vida política nacional, porque sus acciones, han llevado a la militancia a la desorganización, a la inmovilidad y al desencanto. Porque no están a la altura del debate que se está dando a nivel nacional y porque han dejado que la derecha esquizofrénica se esté adueñando de los espacios donde las ideas, las propuestas y la fuerza del pueblo, siguen siendo golpeadas por un conjunto de malandrines de la política mientras los dirigentes y los intelectuales democráticos se entretienen mirándose el ombligo

Ha llegado la hora de buscar al partido del pueblo, de los militantes de Morena, de las fuerzas democráticas. Necesitamos que las reformas por venir, abran los espacios necesarios para hacer efectivo el artículo 39 constitucional. De lo contrario, la frase de que es el pueblo el que pone y es el pueblo el que quita, solo seguirá siendo una frase hueca que solo adorna el discurso de políticos buenos para nada. ¡Y eso, no se vale!  

 

  

domingo, 5 de septiembre de 2021

 

El odio de los críticos, lo grande del proyecto

Por JESÚS SOSA CASTRO

En los últimos meses, recurrentemente he leído notas y artículos en los que, sin mayores argumentos, se critican las políticas públicas del presidente López Obrador. Que esto lo haga la extrema derecha, se explica, pues su naturaleza de clase y sus grandes intereses alcanzados mediante el amparo y complicidad con el poder público, los hizo creer que ellos eran los dueños del país. Por primera vez el gobierno federal les ha quitado la ubre de la cual mamaron por décadas. Lo que no se explica es la conducta de grupos ultrosos de la izquierda y de derecha que se la pasan haciendo teoría sobre un mundo imaginario, pero no entienden ni desmenuzan las ideas y las prácticas de un pueblo que construye un país democrático

¿Cuáles son las causas que llevan a estos extremos a coincidir en el intento de desacreditar el proyecto de transformación que está en curso y que apoyamos millones y millones de mexicanos? En el caso de la extrema derecha su rechazo y su resentimiento obedecen a la pérdida de sus viejos privilegios de clase. Por muchos años vivieron la bonanza que les daba el robo a la nación. Las complicidades y la corrupción de los grupos de poder predominaron durante más de 80 años afectando a la inmensa mayoría de los trabajadores mexicanos. Su conducta mostrada después de que el presidente diera a conocer su tercer informe de gobierno en el palacio nacional, el ardor y el lloriqueo de los opositores en la reunión del Congreso General y en los mrdios, dejó al descubierto la profundidad de sus rencores y rechazos al proyecto democratizador que viene abriéndose paso desde el 1º de julio del 2018

Las posiciones políticas de los representantes del PAN, PRI, PRD y MC rayan en la esquizofrenia. Su grotesco lenguaje contra las políticas del gobierno se ha incrementado a partir de la presencia del fascista dirigente del partido VOX que quiere imponernos a los mexicanos al través de una cruzada anticomunista, arropada por senadores y políticos fascistas del PAN y del PRI, su lenguaje estrambótico que expresa su acumulada frustración por la falta de apoyo del voto ciudadano que los ha puesto en los límites del basurero de la historia y de la histeria. En la mañana del 1º de septiembre fueron testigos de los avances contundentes que ha logrado el gobierno del presidente López Obrador. Su pequeñez política, despojada de ideas y de proyectos, fue avasallada por la estatura ética y moral del ejecutivo federal que, entre sus méritos, está el trabajo, la honestidad y su querencia real al pueblo y a la patria

Sus malqurientes no le perdonan sus éxitos. Sus ridiculeces han alcanzado tal degradación que su creciente debilidad interna la quieren fortalecer con ideas y proyectos fascistoides que ya el presidente señalaba recurrentemente en distintos pasajes de sus libros. En “A la mitad de camino” hay una parte en la que el presidente recoge lo que en su tiempo confirmaba Melchor Ocampo. “los que se definían en el neoliberalismo como liberales, independientes y demócratas, solo resultaron ser conservadores más despiertos. Señala que Carlos Marx ya hablaba de que las élites o clases dominantes siempre recurren a las versiones ridículas con la insana intención de recuperar el poder, aunque esto los lleve a la repetición de la historia en forma caricaturesca”

Los senadores del PAN que trajeron a México al fascista Santiago Abascal con el pretexto de firmar la Carta de Madrid o el compromiso de la Iberoesfera para impedir la llegada del comunismo a México y a la América Latina es un monumento a la ignorancia política, la muestra más elocuente del extravío del pensamiento del viejo panismo y el intento más perverso de hacer creer que en México se está instaurando el comunismo que acabará con las libertades y la propiedad privada de los mexicanos. ¡Habrase oído tal estupidez!

Lo que hoy ocurre en nuestro país es la recurrente confrontación entre la corriente liberal y el conservadurismo. La exacerbación de estos fenómenos tiene como antecedentes históricos un entretejido de resistencias a invasiones extranjeras y a intereses imperiales. Los liberales fueron precursores de la separación entre el poder secular y el clerical, llevaron a cabo la primera revolución social del siglo XX en el mundo y tenemos en nuestro haber una pléyade de ilustres liberales, ideólogos y dirigentes que participaron al lado del pueblo en la guerra de independencia, en la Reforma y en la Revolución.

La derecha fascista, sus seguidores y achichincles siempre han estado presentes, pero siempre han sido derrotados. En esta revolución pacífica en la que los demócratas y liberales estamos participando, estamos viendo como los conservadores están abriendo su tumba en la que sus errores y desvaríos políticos los van a sepultar. A contra pelo de lo que los panistas afirman en su locura contra el asentamiento del comunismo en nuestro país, los mexicanos les decimos que el fascismo en México no pasará. La derecha históricamente ha sido derrotada. ¡Al tiempo!