miércoles, 22 de febrero de 2017

Brisas frescas para cerebros carcomidos (*)

Por JESÚS SOSA CASTRO

Con motivo de una invitación que nos hicieron compañeros de Salamanca, Guanajuato, el Dr. Armando Martínez Verdugo y yo hicimos cuatro horas de viaje. Durante este tiempo, platicamos largamente sobre las cuestiones políticas que hoy se debaten en el país. Nos preguntábamos por qué razones miles de mujeres y de hombres, han decidido continuar con el compromiso histórico de seguir luchando  por el amor y la felicidad, pese a todo tipo de vicisitudes. En la práctica de sus acciones, dijimos, se contiene lo que los militantes de Rumbo Proletario llamamos una vida auténticamente humana. A todos interesa que no sea el dinero o el mercado los que determinen las relaciones sociales, sino la libertad y la justicia
Entre ojos semicerrados y palabras a medio decir por el cansancio, rememoraba con cierto dejo de pesadumbre y de nostalgia, los tiempos en que mi edad y mi militancia en el Partido Comunista Mexicano permitían moverme de un lado a otro para cumplir con las tareas partidistas que en ese entonces se hacían por convicción y sin sentir que las rodillas o mis huesos pudieran jugarme una mala pasada. Décadas después sólo nuestros ideales y nuestros sentimientos hacen que Armando Martínez Verdugo y yo andemos haciendo una síntesis de nuestras experiencias y conectándonos con otros colectivos para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra el capitalismo y contra las políticas depredadoras del sistema
En las horas muertas que se dieron entre nuestra llegada y el comienzo del encuentro con un importante número de dirigentes sociales venidos a Salamanca de varios municipios de Guanajuato, me puse a releer un material que siempre traigo en mi mochila. En este encontré lo importante que es estar en colectivos para pensar juntos en lo que hicimos o dejamos de hacer en nuestro trabajo político, para reflexionar sobre nuestros orgullos o de nuestras modestias, sobre nuestros procederes sinceros o de nuestras perfidias. La crítica y la autocrítica, siempre serán buenas herramientas para reforzar lo bueno y para superar lo malo que se ha cruzado en los largos años de nuestro trabajo. Metido en esas elucubraciones me preguntaba ¿cuál es nuestro interés de estar aquí en medio  de pensamientos tan disímbolos y al mismo tiempo tan coincidentes en los propósitos de encontrar las ideas y los hilos que acaben con el sistema de opresión que vivimos?  
Llegué a la conclusión de que todas las dificultades y limitaciones con las que vamos de un lado para otro los revolucionarios, no pueden ser razón suficiente para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de construir una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida  humana en toda su acepción, sea la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas me dispuse a tomar nota del material y de la discusión con mis compañeros para en su momento trabajar este artículo.  Por la tarde del lunes, al estarme enterando de los sucesos políticos de los dos días anteriores, recibí una inesperada llamada telefónica de una amiga y seguidora de mis escritos que vive en los Ángeles, California. La conversación con ella, completó el faltante de lo que sería este texto
Hablamos de su trabajo con los migrantes mexicanos, de su participación en el evento que se hizo en esa ciudad con Andrés Manuel López Obrador, de sus diferencias conmigo por mis críticas a Morena, de la opinión suya de blindar a AMLO ante las amenazas de sus adversarios, de la opción político electoral de Morena y de un planteamiento que lleve a la construcción de una fuerza que represente los intereses de clase y asegure que cualquiera que sea el resultado del 2018, el pueblo seguirá firme en los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y un pueblo organizado por abajo y por arriba pero desde abajo, como condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Me invitó a los Ángeles para una reunión política con los mexicanos más destacados en la lucha. Le dije que iría pero veríamos juntos los temas y las fechas probables para el encuentro. Fue una conversación interesante con una mexicana culta, activa políticamente y con orgullo de ser de Morena y de apoyar a AMLO
Ya para despedirnos hablamos de lo que hoy hay que poner en la agenda del partido, de las desviaciones ideológicas de algunos de los cuadros de Morena, de la invasión de grupos de poder y de no pocos arribistas que están descomponiéndole el rostro a ese partido. No obstante que no coincidimos en todo, yo le robé una frase que cabe perfectamente en el trabajo que estamos haciendo los camaradas de Rumbo Proletario. Textualmente dijo mi amiga y lectora de mis artículos: “Al partido le hacen falta brisas frescas para los cerebros carcomidos que tenemos en él” Al vuelo le tomé la frase porque en justicia, eso es lo que necesitamos: Airear las ideas de todos los actores políticos para que estén en condiciones de poner el pensamiento a la altura de las exigencias que la lucha demanda. De no ser así el Partido Morena y el país, seguirán siendo víctimas de los intereses del imperio y de las políticas públicas de los cerebros carcomidos de los súbditos nacionales

(*) Rossy García, activista mexicana en los Ángeles California, y constructora del 1er Comité de Mujeres de Morena en el exterior




miércoles, 15 de febrero de 2017

Los críticos y los difamadores de Morena

Por JESÚS SOSA CASTRO

Algunos miembros de Morena andan muy desencantados y resentidos. Trabajaron con algunos candidatos a Diputados y Jefes Delegacionales y al final de cuentas los excluyeron. Los puestos fueron para los amigos, para los leales. Sus quejas y sus dolencias políticas suben y bajan en las redes sociales. De pronto se volvieron adversarios duros contra AMLO. Su resentimiento y enojo se les desborda por todas partes. Basta leer sus comentarios para darse cuenta que su participación en el partido, no obedeció nunca a poner en juego las convicciones para construir, colectivamente, un proyecto democrático. ¡Lo que buscaban era una rebanada de pastel!
Los adversarios políticos también están muy inquietos. Si gana Andrés Manuel, muchos de sus privilegios y de sus latrocinios se van acabar. Por lo menos eso es lo que espera la mayoría de los ciudadanos. No le perdonarían a AMLO que se hiciera de la vista gorda y pasara por alto los agravios que esos representantes de la clase burguesa, corrupta y criminal, sigan del brazo y por la calle con el nuevo gobierno de “Regeneración Nacional” El pueblo va exigir que se le haga justicia en todos los aspectos. Sólo así tendría sentido y razón de ser un esfuerzo popular que se vino construyendo con la idea de acabar con los privilegios, con la impunidad, con la corrupción y con los corruptores
Es verdad que lo que pasa en las filas de Morena es muy preocupante. La construcción de un partido distinto a todos los que existen, creó en amplios sectores del pueblo una especie de orgullosa pertenencia. Se podía presumir que uno hacía un trabajo dando tiempo y esfuerzo, porque en el corazón de este proceder iba la convicción de que podíamos gritar que éramos diferentes. Que estábamos construyendo un partido democrático, con profundas raíces populares y sobre todo, ajeno a las mañas y a la cultura clientelar. A los tres años y medio de que nació este partido, la gente percibe que las cosas no son como se las cantaron
Todo esto fue señalado por varios de nosotros, los críticos, los excluidos. Hechos y actitudes los vimos venir. Marcaban un sello distinto al que quisimos desde que nació el partido. Hoy mismo, hay un desdibujamiento de nuestra organización porque en aras de un triunfo electoral en el 2018, se está permitiendo la llegada de personas y grupos que no suman prestigio ni trabajo a la Organización. Son entes que llegan en vuelos rasantes, con mochila al hombro, para meter en ella las ventajas del reparto que viene
Hay sin embargo otra cara. La que no se percibe con claridad pero que conviene ir comentando para no caer en ligerezas. Aun cuando es explicable la irritación de algunos compañeros que dieron todo su tiempo, sus recursos y su trabajo en la construcción del partido, el enfoque actual de su crítica no es el adecuado. Otros, los que sí somos distintos, no renunciamos a nuestros principios y a nuestra independencia política. Desde el inicio, ejercimos nuestro derecho a la crítica en tanto percibíamos errores y conductas de dirigentes grandes y chiquitos. No asumimos jamás una conducta oportunista que pusiera por delante el interés de ocupar puestos dentro o fuera de los círculos del partido. Cultivamos una autoridad que hasta hoy nadie puede cuestionar porque no anduvimos ni andamos limosneando partes del poder. Estamos en Morena porque a pesar de todas las críticas y las desviaciones, no es lo mismo un gobierno encabezado por este partido que uno por el PRI o por el PAN
Muchos tenemos claro que Morena no será el partido que cambie todo cuanto se ha podrido en el país. Quien piense eso se va a frustrar otra vez. Morena, cuando mucho, le lavará el rostro al sistema de corrupción imperante. Enderezará un poco la política económica, combatirá la impunidad, luchará contra la corrupción y seguramente abrirá un poco la participación popular para recomponer el régimen político. Forjar un movimiento popular con sustento programático revolucionario, tener una idea clara acerca del objetivo final de la lucha, una noción precisa del camino o de la vía que conduzca al objetivo final y contar con un manejo de la situación que se vive en el momento histórico en que se lucha, sólo lo puede tener un partido con una dirección revolucionaria. ¡Nada de esto se percibe en Morena!
En un debate que se dio en la GAM el sábado 11 de febrero por la noche, me quedé patidifuso con la posición que en nombre de este partido hizo su “enlace” El partido, sostuvo, está formando un Frente Nacional en el que la existencia pluri clasista de su militancia, le abrirá la puerta a todos los que estén dispuestos a luchar contra Trump. Se insistió en que ahora, es un error exigir la renuncia de Peña Nieto y todo su mal gobierno. Se dijo que lo que hoy conviene es buscar aliados para ganar la presidencia en el 2018.  ¿Es esta la respuesta de Morena, cuando crece en el país y en el mundo el grito de ¡fuera Peña Nieto?
Este planteamiento es muy lamentable. Deja de lado las exigencias nacionales de que Peña se vaya, se pasa por alto el que sea el responsable directo de todas las políticas públicas que han hundido al país. Se renuncia a la lucha contra el adversario político que ha agraviado al pueblo en todos los aspectos, el que ha entregado los recursos naturales y bienes de la nación a las empresas transnacionales. Por eso lo que hoy hay que hacer es poner en el centro del debate los argumentos que le den sentido y seriedad a la crítica, a las posiciones de Morena. ¡No se vale reaccionar con el hígado! Lo que procede es darle un cauce distinto al desencanto, desarrollando una propuesta revolucionaria que cambie las políticas de quienes hoy se andan culipandeando   

   


miércoles, 8 de febrero de 2017

Cuando la obediencia es reemplazada por la rebeldía, la revolución se siente convocada (*)

Por JESÚS SOSA CASTRO

El 24 de enero mi camarada Armando Martínez Verdugo envió una carta a todos sus amigos. En ella, como siempre, expresa la necesidad de buscar colectivamente, aquello que haga que los rumberos, estemos a la altura de lo que exige la situación nacional. Como a muchos, le preocupan “los golpes recurrentes que la burguesía da a las condiciones de vida y de trabajo de la población, incluyendo a sectores del mismo capital” En su carta señala que históricamente “vivimos en México una situación que se caracteriza por la imposibilidad de la burguesía hegemónica para tomar medidas a corto plazo que logren mediatizar las resistencias del pueblo”
¡Es verdad! Lo que ocurre en el país es muy relevante. Los movimientos sociales son recurrentes y sus demandas van más allá de lo tradicional. Nuestros ojos han registrado infinitas señales de que algo nuevo está naciendo en el país. En las manifestaciones populares que surgen en una buena parte del territorio nacional, ya no se oye el grito en favor sólo de las demandas sectoriales, harto importantes aún. Hoy el grito de rebeldía que se oye en las calles y en las plazas públicas, es aquel que ha acumulado todas las demandas y todos los esfuerzos por cambiar la situación económica y social. Es la fuerza que se va abriendo paso en el seno de las resistencias exigiendo articulación, para que el esfuerzo de todos, termine con la predominancia de una clase criminal que se ha adueñado del país
Hoy la unidad que se pregona es para echar abajo las reformas estructurales, derrocar al grupo hegemónico que mal gobierna México y acelerar el cambio que permita a los mexicanos una vida auténticamente humana. Los gritos de hoy llevan en sus venas la exigencia de que se vaya Peña Nieto y todo su mal gobierno. La evidencia de que la lucha popular ha venido creciendo políticamente, es la demanda de una plataforma común y de una articulación programática que recoja los acumulados sentimientos de un pueblo agraviado por el sistema que padecemos  
Este ímpetu que empezamos a ver en este empuje popular, empieza a convertirse en una fuerza de masas. Nuestro papel de revolucionarios consiste en hacer avanzar este movimiento e impedir que haya una regresión. Si no se echa andar el potencial teórico y práctico de los luchadores conscientes, este movimiento de masas puede ser remontado por la burguesía con el apoyo del gran capital. En cambio, si se pone en juego la fuerza de las masas, las resistencias populares pueden convertirse en una fortaleza contra las políticas de la burguesía
A la situación de suyo complicada, los revolucionarios estamos obligados a caracterizar de manera precisa cada uno de los pasos que se den en la confrontación política con nuestros adversarios nacionales y extranjeros. Los movimientos populares ya no se pueden dirigir sin poner en juego las herramientas teóricas, políticas y organizativas que permitan a esas luchas desarrollar su visión de clase y ubicar a su enemigo principal
Sectores sociales “han avanzado de manera significativa en su consciencia de que ya no deben aguantar los embates  sino que tienen que enfrentarlos. Si esto ocurre, se sientan bases muy importantes para que se modifiquen los sentimientos de inseguridad, los temores a confrontar, a tomar la calle y a pelear por su vida” “Cuando el sentimiento que lleva a la pasividad y a la obediencia es remplazado por el espíritu de rebeldía, la revolución se siente convocada. Por tal razón, es conveniente ya no insistir en formas de actuar ya conseguidas porque está visto que estas no sacan a las masas de la institucionalidad y la legalidad dominantes. Para que se logre la victoria popular, es obligado asestar una derrota extra-institucional a la burguesía hegemónica. Hay que dar curso a consignas, llamados y formas de confrontación más radicales, más combativas, más clasistas”
Los de Rumbo Proletario “no somos aventureros, y no incitaremos a las masas a actos suicidas, a acciones que, en realidad, se despliegan en el campo de lucha en el que el enemigo lleva ventaja. Las acciones militares armadas, los saqueos y la destrucción de objetos y de cosas, no son lo que los rumberos queremos. ¡No somos anarquistas! Somos políticos revolucionarios. La pelea por los consensos, las batallas por la articulación programática, estratégica y sustentada en una justa definición de la vía de la revolución, es nuestro terreno, es nuestro campo preferente de lucha”
“Siendo conscientes de que esta tarea histórica debe ser emprendida por el conjunto de las organizaciones revolucionarios, Rumbo Proletario llama a colectivos de la izquierda revolucionaria a reunirse en algo que podría ser una reunión cumbre. En esta magna asamblea todos construiríamos la ruta y el plan de la victoria popular”
(*) Los rumberos debemos estar a la altura del momento.- Carta interna a los militantes del CRA-RP. Armando Martínez Verdugo, 24 de enero del 2017




miércoles, 1 de febrero de 2017

¿Quién realmente mece la cuna?

Por JESÚS SOSA CASTRO

No pensaba escribir este artículo debido a que la gripa que traigo entre pecho y espalda me ha cerrado los ojos y las vías respiratorias. Me siento mal pero no tanto como para dejar pasar lo que dijo la coordinadora del grupo Parlamentario de Morena el día 26 de enero, a propósito del acorralamiento en que Donald Trump tiene a Enrique Peña Nieto. Rocío Nahle García, hizo que mis pelos se me pusieran de punta. Acompañada de Tomás Pliego, la Señora subió a Facebook un video, en el que arengaba a un público invisible hablando de desplegar el apoyo a favor de EPN porque “nuestro Presidente lo estaban cacheteando en todas partes del mundo y nadie sale en su defensa” “Es necesario, concluía, unirnos en torno a él para parar las políticas agresivas de Trump”

Al principio pensé que ese pronunciamiento podía ser resultado de su poca formación política. En años que Valentín Campa y yo recorrimos las zonas petroleras de Veracruz organizando la resistencia de los obreros en contra del charrismo sindical y de las políticas represivas de Pemex, Jamás oímos el nombre de Rocío. La Quina y lo que queda del cacique Romero DeChamps hicieron lo que quisieron con los obreros sin que la Señora Nahle hiciera algo por ellos. De donde salió y qué méritos políticos hizo para que Martí Batres la hiciera Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena? Lo que hoy dice como responsable de esa Comisión hay que acreditárselo a él. Por lo demás, me resisto a creer la versión del periódico El financiero, que señala que AMLO “advirtió que en estos momentos, su partido apoya al gobierno mexicano, …. porque la Patria es primero” ¿Quién es, entonces, el que  realmente mece  esta cuna?

Rastreando un poco la cosa recuerdo que en el acto convocado el 11 de enero en el Hemiciclo a Juárez, Martí Batres le dio “línea” a la militancia. “A todos los morenos que andan haciendo ruido para que se vaya Peña Nieto, les decimos que esa no es la política de Morena. Nuestra lucha es pacífica y todo debe estar orientado a la creación de los Comités Seccionales y a garantizar el triunfo electoral en el 2018” ¿Quien es, entonces, el que tiene en sus manos las decisiones políticas? ¿Cuál es la línea oficial?

Hay que decir que todas estas cosas pasan porque no hay vida política en la base del Partido. Desde hace meses fue despojada de manera arbitraria con el pretexto de preparar el terreno para lo que viene en el 2018. Esta es la razón por la cual hoy tenemos un partido callado, sumiso, siempre en espera de recibir órdenes de arriba. Los estrategas sólo piensan en la cuestión electoral olvidándose de los demás problemas de la gente. Si la dirección Nacional no pone orden en las filas de la Organización, si no aclara paradas respecto del apoyo a Peña Nieto, si no cambia su actitud burocrática en la constitución de los Comités Seccionales y si no define una política clara de rechazo al llamado patriotero de la derecha y de sus contlapaches; entonces, Morena estaría abandonando su proyecto original por el que ha venido apostando la gente

Lamentable que este partido se haya desconectado del movimiento de masas. Desde aquel grandioso acto que convocó Andrés Manuel en Av. Juárez y Reforma en contra de la Reforma Educativa que demandaba la CNTE, no se ha vuelto a convocar otro acto similar. ¡Motivos los hay! Tal vez los más emblemáticos sean el gasolinazo y la patética política de Peña Nieto para enfrentar las agresiones y amenazas del actual Presidente de los Estados Unidos. El posicionamiento que hizo AMLO en la frontera el mismo día que tomó posesión Donald Troump de la Presidencia, fue un éxito político. La militancia y sectores más allá de los partidos, vieron con buenos ojos el Plan de diez Puntos que propuso para revitalizar la economía en esa franja fronteriza

¿Qué pasó después, que de pronto aquel líder que hablaba de que Peña debía renunciar a la presidencia como condición indispensable para hacer que las aguas volvieran a su cauce? ¿Quién o quienes le aconsejaron que era mejor dejar pasar el reclamo nacional de fuera Peña Nieto y todo su mal gobierno? ¿Que le hizo cambiar de estrategia justo cuando la mayoría del pueblo se manifestaba masivamente en la calle? La gente había ubicado a su enemigo principal. Entendió correctamente que era el responsable de las desapariciones forzadas, de los asesinatos, del entreguismo, de la violencia criminal y de la traición a la Patria. ¿Era cambiando la protesta ante un gobierno completamente desprestigiado como se iban a resolver los problemas que por años ha venido exigiendo la oposición?

¡Desde luego que no! El equipo de Peña, Televisa y los más conspicuos capitanes de la empresa, los evasores de impuestos, los sostenedores del gobierno criminal y una decena de autollamados líderes políticos y de opinión, están pidiendo envolverse en la bandera nacional haciéndole ojitos a Morena para que los acompañe en su caída libre hacia el despeñadero. ¡La unidad es con el pueblo no con los explotadores y asesinos!  ¿Cómo le van hacer los dirigentes de nuestro partido para explicarnos que los mafiosos que hemos combatido por años, merecen ahora el apoyo del pueblo? ¿Qué argumentos hay para decirle a nuestros militantes y a la opinión pública que los corruptos y traidores a la Patria quieren un pacto con Morena al mejor estilo del que viven los partidos del Pacto por México? Por lo menos yo, paso. ¡Con esos mafiosos, ni a la esquina!