miércoles, 29 de julio de 2020

La pudrición de la derecha, AMLO y los problemas de Morena

La pudrición de la derecha, AMLO y los problemas de Morena

La pudrición de la derecha, AMLO y los problemas de Morena

La pudrición de la derecha, AMLO y los problemas de Morena

Por JESÚS SOSA CASTRO

Acabo de regresar de la mixteca poblana y de Morelos desde donde hace tiempo tengo contacto con muchos amigos, especialmente gente del campo y obreros de la construcción. Cada que ando por estas regiones hablo con ellos y les pregunto de cómo ven las cosas de la política y de la economía del país. Sus respuestas me dejaron patidifuso. “Por fin sale a flote la pudrición de la derecha, avanza el proyecto de gobierno de AMLO, pero sigue la inanición que vive el CEN de Morena" ¿Me podrían explicar el porqué de estos comentarios? Pregunté con cierto dejo de ingenuidad. “La extradición y las iniciales declaraciones de Lozoya están abriendo la cloaca de la corrupción. Vemos que avanzan las promesas de campaña de AMLO, pero Morena no está a la altura de los acontecimientos que sacuden al país

Sobre sus gobiernos mis amigos tienen una mala opinión. Ha crecido la inseguridad y la violencia, no hay obra pública y la corrupción está a flor de piel. Otra opinión es la que tienen con respecto al trabajo y los logros del gobierno federal. Son correctas las decisiones que está tomando en contra de los evasores fiscales, persiguiendo a los corruptos, limpiando al SAT de las factureras, del apoyo a los adultos mayores, a los campesinos, a los jóvenes y niños. Les gusta que el presidente visite y hable con la gente, que recoja sus demandas y sentimientos, que se ocupe de sus culturas, de su salud y de su educación. Ven bien que esté atendiendo las exigencias del pueblo para que se enjuicie y castigue a los que se hicieron multimillonarios a costa de la pobreza del pueblo, que los extraditados pongan al descubierto a los que se hicieron ricos al amparo del poder

Es sabido por muchos que visito frecuentemente estos Estados desde que crucé sus caminos para llegar a la capital del país. Conozco la región de la mixteca poblana porque en ella nací. Con mi gente viví la pobreza y el abandono de los gobiernos del PRIAN. Hoy observo en la gente una actitud de reconocimiento por lo que les está haciendo llegar el gobierno federal. Con motivo de la pobreza en que los anteriores gobiernos sumieron a la región, la mayoría de los hombres que hacían producir el campo, tuvieron que emigrar hacia otros lugares en busca de trabajo. Los ancianos y los que se hicieron jóvenes sin sus padres, han vuelto la mirada al campo y lo están volviendo a trabajar porque están recibiendo los apoyos del gobierno federal

Quien hoy recorra estas regiones y se detenga a observar lo que antes eran plantaciones de nopal o tierras abandonadas, ahora podrán observarse las milpas, la siembra del frijol, el ajonjolí y el amaranto. El verdor de la milpa y la floración de las espigas indican que muy pronto llenarán las trojes de maíz, de otros productos agrícolas, granos que cubrirán el abasto nacional. Esto es lo que expresa el contento de la gente y lo que pone al descubierto los sentimientos y la solidaridad entre el pueblo y su gobierno

Cuando los campesinos y compañeros de lucha supieron que estaba por regresar a la CDMX, varios de estos viejos luchadores se encontraron conmigo en busca de mayor información sobre los avances que está logrando el presidente sobre el proyecto de la 4T.

El presidente les está pisando los callos a muchos políticos, empresarios y traficantes de influencias. El apoyo del pueblo y del partido son indispensables. Ahora que hemos visto que López Obrador se crece al castigo, a pesar de las campañas de odio que enfrenta de parte de la derecha enloquecida, el presidente sigue moviéndose por todas partes sin la protección que corresponde a las circunstancias que se viven. Lo que pasa en Morena da pena ajena. Lo predominante en sus filas es el jaloneo, el oportunismo, lo elemental de los planteamientos que hacen los aspirantes a dirigirlo. No hay sensibilidad política, ni ética, ni principios, Lo que sí hay en varios de ellos, es un arribismo enfermizo, trasnochado. Ojalá el CEN se entere de nuestros encabronamientos

 

 

 


miércoles, 22 de julio de 2020

Los móndrigos


Los móndrigos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Poquito después del 2 de octubre del sesenta y ocho, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, hizo circulas dos libelos en el edificio de Bolívar y Allende sede de los diputados federales. Lo que buscaba, era crear un ambiente de linchamiento político en contra de los “conspiradores y terroristas del movimiento estudiantil, de Othón Salazar, Jesús Sosa Castro y Teófilo Soriano Rivera, dirigentes en ese entonces, del Movimiento Revolucionario del Magisterio”. La actitud gubernamental estaba orientada a acabar con las acciones masivas de los maestros, con los jóvenes que se organizaban en el movimiento guerrillero que asaltó al cuartel militar en Ciudad Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965, y con el gran movimiento estudiantil popular que había resurgido a partir del dos de octubre de 1968. Las políticas represivas del régimen, intentaban acabar con “los asalariados del odio” No soportaba que los movimientos de masas cuestionaran al gobierno, que las protestas brotaran por todas partes y que sus políticas estuvieran perdiendo el consenso social en todo el país
Tanto el Móndrigo como Qué poca ma…dera de José Santos Valdez, fueron escritos y distribuidos por los servicios de inteligencia de la Dirección Federal de Seguridad que comandaba el torturador profesional Fernando Gutiérrez Barrios. Pensó el gobierno que inventando mentiras iba a inhibir al movimiento social que se extendía por todo el territorio nacional. Era la época de la guerra sucia. Cualquier luchador social era acusado por los servicios de inteligencia policiaco-militar, como grupos desestabilizadores a los cuales había que exterminar. Por eso masacraron a los jóvenes maestros y campesinos que intentaron tomar el cuartel de Ciudad Madera en la fecha indicada, de ahí venían también las acusaciones contra Othón, Teófilo y contra mí, por esa razón se reprimió al movimiento estudiantil popular del 2 de octubre del sesenta y ocho
Los cálculos del gobierno fallaron. Los móndrigos que reprimieron a los grupos armados, al movimiento de masas, al magisterio y al estudiantil popular no pudieron parar el curso de la historia. En las páginas del Móndrigo y en el pasquín Qué poca ma…dera de José Santos Valdez, se intentaba justificar la actitud represiva con información falsa que habían generado los cuerpos de seguridad. “Si las cosas marchan viento en popa como van -estaba escrito- formaré parte del gobierno socialista de México. En un plazo breve, instauraremos la República Popular que será el anticipo de la República Socialista Mexicana” Estas palabras se las atribuían a un prominente líder del movimiento estudiantil que nadie conocía. En cambio, todo mundo sabía que el gobierno tenía a muchos “móndrigos” infiltrados en todos los movimientos de masas, cuyo trabajo era desacreditar a los grupos anti sistémicos. En Qué poca ma…. dera de José Santos Valdez hicieron aparecer nuestros nombres en reuniones con los guerrilleros de Cd. Madera. Ninguno de los tres estuvimos nunca en esa ciudad
A poco más de cincuenta años de distancia esos “Móndrigos” que gobernaban y ejercían la represión contra los luchadores sociales, se han convertido, ahora, en los opositores al régimen democrático que encabeza López Obrador, repiten que su gobierno es neocomunista, que está acabando con las libertades. Su conducta golpista, sus declaraciones y marchas son balandronadas fascistas. Su actuación refleja que no tienen ideales ni programa de gobierno. Su existencia y sus vociferaciones son el espejo en el que rebotan los intereses y privilegios de los móndrigos que nos torturaron y asesinaron en las últimas cinco décadas. Sus boas, frenas y grupos, hablan del propósito de quitarle al gobierno de la 4T la mayoría del Congreso en el 2021 para “restaurar la democracia y sacar el autoritarismo del poder” Los que organizan sus marchas en carros último modelo, son los hijos putativos de los móndrigos que torturaron y asesinaron a los mejores hijos del pueblo que por décadas habían venido luchando por su libertad. Son los mismos personajes que llevaron al pueblo a la pobreza, los que burlaron sus derechos, los que robaron sus riquezas y denigraron a sus pueblos originarios
Esos “móndrigos” son quienes ahora chillan como plañideras y se jactan de ser “puros” y “demócratas” cuando la mayoría del pueblo sabe que ellos son los que empujaron, siempre, las provocaciones en contra de todo tipo de transformación democrática. En los regímenes neoliberales ellos nunca fueron los muertos ni los encarcelados. En los movimientos de masas estuvimos los seguidores de los que ellos reprimieron, torturaron, desaparecieron o asesinaron. Ahora gobernamos el país y ellos se han convertido en un ato de vivales llorones que quieren recuperar sus privilegios perdidos. ¿Además de reprimirnos, qué hicieron durante este tiempo los que hoy nos quieren “rescatar” del centralismo y del autoritarismo del presidente López Obrador? ¡No mamen, móndrigos!



miércoles, 15 de julio de 2020


En la política, dos sentimientos contrapuestos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Cuando hace muchísimos años arribé a la ciudad de México procedente de la mixteca poblana, solo traía unos trapos en una caja de cartón. Conmigo llegaron la incertidumbre, la soledad y una angustia que invadía todas las partes de mi ser campesino. Era un joven de las montañas, de las veredas, del aire, mi mundo eran los barrancos, los riachuelos, sus aguas cristalinas. Disfrutaba las noches silenciosas, las luciérnagas, la tranquilidad. Todo era disfrutable, excepto la pobreza, el pago del diezmo y la primicia a una iglesia voraz, castrante. Morir analfabeto y pobre, era lo común. Fue Moisés Flores Guevara, un maestro rural de pura cepa, el que fue introduciendo en mi alma el encanto de un mundo que yo desconocía.
A los niños que asistíamos a sus clases desde los lejanos campos serranos, el maestro nos hablaba de la guerra de los cristeros, de Leodegario Cortes, el jefe de ellos en la región, de la educación socialista, del gobierno popular del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, de los maestros desorejados por los caciques rurales, del control que ejercían los curas pueblerinos, de la esperanza de que los campesinos, finalmente, salieran de la pobreza y se incorporaran a la civilización. Con él aprendimos, muchos, geografía, historia, la división política del mundo, sus ríos, sus montañas y nos convirtió en lectores al través del libro insignia de Edmundo de Amisis El corazón diario de un niño
Mi vida, desde siempre, estuvo adherida a los sentimientos y a los anhelos libertarios del pueblo mixteco. Una cultura híbrida en la que junto a zapotecos y tlapanecos se hizo presente al lado de Vicente Guerrero durante la guerra de Independencia, y en la revolución, luchando por la justicia con Emiliano Zapata. En 1936 los orgullosos indígenas de la región, abrazaron la lucha por la tierra encabezada por el General Lázaro Cárdenas del Río. Desde entonces, los indígenas entendimos que, sólo participando en la lucha por nuestras demandas, podíamos lograr una condición humana distinta a la esclavitud. Cuando conocimos a López Obrador nos fuimos con él porque ya desde entonces representaba la esperanza y el orgullo para lograr la justicia y la libertad
Estas culturas libertarias donde aún perviven el tequio y los usos y costumbres, levantaron las banderas que contenían sus demandas y sus raíces con todo el orgullo para hacerlas florecer. Por encima de tragedias y olvidos de los gobiernos de la burguesía, se sobrepusieron con honor a todas las calamidades y calumnias de los mocha orejas de entonces. Sin saberlo, nuestra intuición sugería que su grandeza se expresaría en un Nuevo Proyecto de Nación y sus ancestrales demandas serían atendidas por el gobierno del pueblo. Habiendo sido parte de esas naciones indígenas, mi trabajo desde estudiante fue apoyar las luchas magisteriales encabezadas por Othón Salazar, la de los ferrocarrileros por Demetrio Vallejo y las campesinas por Ramón Danzós Palomino, José Dolores López, Rafael Jacobo García y Lucio Cabañas  
En todas estas organizaciones puse mi mejor esfuerzo y mi honor personal para transformar mi país. Conocí a camaradas y compañeros en otros partidos de izquierda que lucharon y murieron defendiendo orgullosamente las causas del pueblo. La mayoría de nosotros sufrimos represiones, encarcelamientos, torturas y muerte. En el camino se quedaron mis compañeros Valentín Campa Salazar, Arnoldo Martínez Verdugo, Eduardo Montes Manzano, Gerardo Unzueta Lorenzana, Hilario Moreno y Lucio Cabañas- Mis alforjas están llenas de sus historias revolucionarias. De tiempo en tiempo, vuelvo la mirada a mi pueblo, a mi raza, al México profundo que han hecho cuatro revoluciones con la aportación política, con el sacrificio y con la muerte de hombres y mujeres heroicos
Como en mí no hay ni rencor ni frustración, me carcajeo de aquellos que menosprecian nuestras tradiciones y nuestras culturas. No entendieron ni antes ni ahora, que la dignidad y la transformación del país no pueden depender de las políticas y ladridos de los esquizofrénicos. El México que representa López Obrador ha cubierto de esperanza y de dignidad a los pueblos originarios y a la mayoría de los mexicanos. En su quehacer como líder del país, ha sembrado en México y el mundo una nueva cultura política. A Washington no llevó su ropa ni sus mensajes en una caja de cartón como afirma la neurótica Mariana Gómez del campo. Desde su humanismo y su dignidad, el presidente fue a poner en alto el orgullo, la independencia y la soberanía del país   

miércoles, 8 de julio de 2020

El líder, el partido, el movimiento


El líder, el partido, el movimiento

Por JESÚS SOSA CASTRO

Conocí a AMLO desde que fue nominado a gobernador por el Estado de Tabasco. Yo era entonces el Director de Tipografía. Diseño e Impresión S.A. empresa del Partido Comunista Mexicano encargada de hacer su propaganda, editar periódicos, revistas y libros como un medio para allegarle recursos económicos que le permitieran subsistir y hacer su trabajo. Aunque nuestra relación política era esporádica, siempre estuvo soportada por una identificación ideológica y partidista que empataban con nuestros principios de honestidad y ética políticas. Esto nos permitió, siempre, identificar las razones de nuestras acciones y analizar las causas de nuestras derrotas temporales. Las luchas que impulsábamos en distintos frentes nos enriquecían y las coincidencias nos permitían atender las demandas de los sectores en lucha. Al paso de los años AMLO se convirtió en el líder político de las plazas públicas quien al lado del pueblo convirtió la 4T en su proyecto de gobierno
Haría mal si no reconociera la enorme importancia que tiene para el país que López Obrador haya llegado a la presidencia de la República apoyado por un gran movimiento de masas jamás visto en la historia de México. No fue solo el hartazgo del pueblo lo que lo llevó al gobierno. Fue la suma de cientos de agravios que soportó mientras encontraba al líder que convocara a la gente a una revolución política en contra de un régimen que había perdido el consenso social. Las políticas y el proyecto que encabeza el presidente y que votamos el 53% de los electores en julio del 2018, marcha, y marcha bien, a pesar de los conservadores enloquecidos que hoy claman por tumbar su gobierno
El problema que tenemos ahora, no está en el proyecto. Llevarlo a buen puerto requiere de la capacidad organizativa y una eficaz conducción del partido. En algunos sectores de nuestra organización hay irritación y desencanto. La mayoría de la militancia está preocupada por que el CEN sigue penosamente entrampado en conflictos internos derivados de la corrupción de una parte de su equipo, de la judicialización de su política y de las circunstancias atribuidas a la pandemia que estamos viviendo. El instrumento que debiera construir organización, asumir las demandas del pueblo y convertirlas en realidad, no solo ha perdido el rumbo, sino los principios éticos y morales en los que se expresaban los sentimientos y las demandas de la gente
Si en el partido no hay liderazgo y no hay organización, difícilmente podrá cohesionar y dirigir un movimiento social que en los tiempos actuales se hace necesario y urgente. Las expresiones enloquecidas del conservadurismo golpista en contra del gobierno federal van a crecer en la medida en que éste vaya afectando de manera directa los intereses y privilegios de los oligarcas y políticos que por décadas se consideraban los dueños de México. Por eso hoy, estamos obligados a entender lo que pasa en el país y en muchas partes del mundo. Durante décadas, generaciones de mujeres y hombres vivieron rodeados de un sistema corrupto, en el cual la política estaba hecha por y para el dinero, vivieron una demagogia desenfrenada, el asesinato y el terror policiaco militar. La que dominaba era una plutocracia implacable, derrochadora y corrupta. Era una burguesía ávida de todo, de explotadores cínicos, de arribistas vacuos y depravados, de muchachas y jóvenes empujados a cambiar sus necesidades culturales por la prostitución, la delincuencia organizada y la violencia social. Todo debido a la exclusión clasista, la pobreza y la falta de expectativas de vida
Los jóvenes de ahora y millones de trabajadores de la ciudad y del campo rechazamos ese mundo que nos robó derechos y libertades. Más de treinta millones de mexicanos queremos construir otro que le de sentido a nuestra rebeldía y eche abajo los agravios que nos impuso el régimen político que derrotamos en el 2018. Nuestro movimiento quiere empujar políticas de purificación social y cultural, recuperar los sentimientos, la equidad, la justicia y la paz. Si no entendemos esto y seguimos sin liderazgos en el partido, si seguimos desorganizados y ausentes de la política, el gran movimiento que llevó la democracia al gobierno como una forma de vida y de acciones por la transformación, lo vamos a lamentar. Lo cual, no solo sería un retroceso, sino el mayor descrédito para quienes no entendieron lo que es el liderazgo, el partido y el movimiento
   
  

miércoles, 1 de julio de 2020


A dos años del triunfo, algunos quieren silenciar nuestros cantos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Sobre el papel del pueblo se ha escrito mucho, pero se ha entendido poco. De los políticos mexicanos, AMLO ha sido el único que ha comprendido y descifrado sus sentimientos, su espíritu de lucha y descubierto el núcleo que expande la fuerza que lleva a los cambios sociales. Otros, como Ricardo Monreal, solo se han montado en la cresta de las aguas que otros agitan. Su capacidad para lograr acomodarse en los encargos públicos, lo hicieron ser lo que es, hasta que sus ambiciones y contactos impresentables le salieron a flote. AMLO, en cambio, siempre ha estado al lado de las demandas del pueblo, apoyado en el Artículo 39 constitucional. Ha sabido interpretar y practicar las políticas encabezando una revolución social sin violencia. Tomó la decisión de que el “silencio de las canciones que no podíamos cantar por las políticas que nos impusieron nuestros enemigos de clase, serían convertidas en nuestros himnos al triunfo de nuestra revolución. Por eso ahora, nuestros cantos andan por las ciudades y montañas, haciéndole honor a las ideas y a la bella prosa de Luis Cardosa y Aragón” (*)
En cambio, da pena hablar del comportamiento político de Monreal. Alejarse de los principios, los ideales y el compromiso expreso de apoyar el proyecto de gobierno que está en construcción por el pueblo, es su mayor desatino. Sus intereses y sus ambiciones personales lo ganaron, por eso vuelve al redil y a las prácticas de un priismo que el pueblo derrotó el 1º de julio del 2018. Está moviendo sus alfiles, buscando alianzas con los medios convencionales, confrontándose con quienes apoyamos la 4T y tendiendo los puentes con los opositores para que lo vean como su candidato a la presidencia en el 2024
¿Por qué está comportándose de esta manera Ricardo Monreal? Lo primero que habría que destacar es que, los ojos de la mayoría de los mexicanos que votamos por nuestra coalición, ya no ven en él a un político confiable. El hecho de que haya otros funcionarios del equipo de gobierno, que han hecho un excelente trabajo, que han mostrado un manejo escrupuloso de los asuntos de su competencia y observado una lealtad al proyecto de la 4T a prueba de pandemias y terremotos, lo están sacando de quicio. Sabe que de este equipo puede salir el sucesor del presidente López Obrador, justo cuando sus ambiciones lo están arrastrando a un escenario que lo alejan más y más de ser el futuro candidato de Morena a la presidencia en el 2024. Se ha dado cuenta de sus errores y por eso ha empezado a tejer acercamientos y compromisos con personas, grupos y partidos opositores al gobierno de López Obrador
Es lamentable que Ricardo Monreal pretenda subestimar la inteligencia de los militantes, simpatizantes y electores que le dimos el voto al Nuevo Proyecto de Nación. Todos estos actores le hemos dado seguimiento a sus declaraciones, actitudes y conectes con los que está trabajando. Es lamentable que sea un opositor emboscado de la 4T. Su cultura y su formación priistas, sumadas a su codicia por el poder, ya no encuentran en Morena el campo propicio para seguir amasando fortunas al amparo de privilegios indebidos. Se acabaron el influyentismo, las presiones y la corrupción en los gobiernos de Morena.  
Su objetivo es ser presidente de la república a costa de lo que sea. Su olfato político le está sugiriendo ser la opción de la derecha en disputa con el esquizofrénico de Enrique Alfaro Ramírez, actual gobernador de Jalisco. Sibilino como es, Monreal se mueve en dos campos paralelos: Reconoce el trabajo del presidente, pero si tiene oportunidad, lo cuchilla por la espalda. Miente sobre el trabajo de los funcionarios de su gobierno y busca el lugar y el momento para exhibirlos y desacreditar al gobierno de López Obrador
Monreal está preparando su salida de Morena. Desde hace meses, ha puesto a su operador Alejandro Rojas Díaz Durán a buscar la ruta que rompería la unidad del partido. El señor recorre el país con recursos oscuros y está todos los días en los medios haciendo campaña para ser el otro presidente, el de Morena. Pero ambos se están orinando fuera de la bacinica. En este empeño lleno de delirios, Monreal y su testaferro otra vez se equivocan. Morena ya dejó de ser agencia de colocaciones para vivales sin escrúpulos
(*) Cristo con un fusil al hombro Ryszard Kapuscinski Editorial Anagrama, colección compactos