miércoles, 29 de octubre de 2014

Entre criminales, muertos y desaparecidos
Por JESUS SOSA CASTRO
Dice Eduardo Galeano que en México, la noche del dos de noviembre los vivos invitan a los muertos a comer, beber y bailar con el propósito de ponerse mutuamente al corriente de los chismes y las novedades del vecindario. El humor con que el escritor uruguayo nos describe este acontecimiento, está lleno de verdad. Tanatòlogos y estudiosos de las costumbres y tradiciones sobre el día de muertos, han desprendido de la historia de pueblos y regiones de México, una serie de hechos que muestran la fe, los mitos y las manifestaciones culturales que por milenios, caminan por nuestro territorio. De hecho, en todos los países del mundo se manifiestan rasgos importantes de esta cultura de vida y de muerte
Pero hoy este fenómeno es aterrador. Los gobernantes han convertido a México en un cementerio. Fosas clandestinas con osamentas, mochilas y lápices de no se sabe quien,  dicen mucho del sentimiento criminal que anida en el alma de los asesinos neoliberales que padecemos. Yo recuerdo que mis muertos y los de mis ancestros, significaban mucho en nuestras tradiciones y mitos. El dos de noviembre se daban los encuentros en fiestas y comelitones donde ellos eran los primeros en ocupar su lugar en la mesa y los vivos, disfrutábamos los sobrantes,  tan pronto como éstos reemprendían su regreso. Hoy,  miles de mujeres y hombres recorren el país en busca de sus parientes desaparecidos y en demanda de justicia para los asesinados por el sistema
Los muertos y desaparecidos de Ayotzinapa, es una bestialidad. Millones de personas en el país y en el mundo están exigiendo que los normalistas aparezcan con vida, ¡YA! La siniestra política del capitalismo salvaje está mostrando su deshumanizada perversidad. Los miles y miles de muertos, torturados y desaparecidos de los que habla la ONU, fueron llevados a ese sacrificio porque se han opuesto a las políticas antipopulares y entreguistas de los gobiernos del PRI. PAN y PRD. Los tiempos del humor mexicano al que se refiere Galeano, se han envuelto de luto, de encabronamiento y de furia contenida en amplios sectores de la población  
El tema de la muerte asociado al Estado, ha llevado a México a verlo en el mundo como lo que no debe ser un país civilizado. Lo que hoy sucede, arroja una mixtura de espanto y de  escalofrío. Este sentimiento que enchina la piel de los mexicanos, es la expresión de una memoria colectiva que nos llena de coraje y de vergüenza. Por eso, y como desagravio, el pueblo doliente ya no solo llena de flores las tumbas de los panteones sino las calles de México y de varios países del mundo exigiendo justicia y la entrega con vida de los 43 jóvenes desaparecidos por el gobierno de Peña Nieto. Podríamos decir que lo que nos sucede como país, es el encuentro entre  la realidad despiadada que vivimos y el acercamiento memorioso de nuestros mitos que hoy llena el gobierno de violencia y de sangre
Calderón y Peña Nieto nos arrebataron la poca legalidad que los ciudadanos teníamos. Los dos acabaron con el derecho a la vida de más de cien mil personas. Para estos narcopolíticos, terminar con la violencia siempre fue un problema de cuántos más cuántos soldados, policías y paramilitares hay que poner en la calle. Su falta de talento y de olfato político sólo  ha incrementado el desasosiego y  la incertidumbre de la población. Han hecho de pueblos y calles de México, un montón de fosas comunes en las que yacen personas que no debieron morir. Están dejando  hogares en los que sus habitantes lloran y sufren los pasos erráticos de estas bestias sin moral y sin principios
Estos miles de muertos han sido sembrados en cerros y basureros. Niños, jóvenes y mujeres han sido las víctimas principales de estos crímenes de lesa humanidad, sin contar los que han perdido la vida por la incapacidad del gobierno para atender a quienes se están muriendo literalmente de hambre. Los que han caído por las balas asesinas del crimen organizado, de los policías y militares, no tuvieron tiempo para hacer efectivos sus derechos humanos. Quienes deberían proteger al país de enemigos extranjeros y guardar el orden interior, se han convertido en violadores de la legalidad, en matones y  en alcahuetes del poder transnacional. Nuestros muertos que hoy recordamos y la exigencia de que regresen vivos los que vivos se los llevaron, son los muertos de una guerra no declarada, de la imbecilidad criminal. Son  los muertos de una estrategia absurda, de una impunidad atroz y terrible. Son los muertos de la fractura del Estado   
Los dolientes de estos muertos exigimos justicia, señor Peña Nieto. Ya es tiempo de que nos explique las causas de la podredumbre que hay en su gobierno, de su narco política y de su evidente incapacidad para resolver los problemas de la nación. Si no puede con el paquete, renuncie y váyase a donde no se le encuentre porque la mano de la justicia seguro que lo buscará hasta que pague sus cuentas. A casi dos años de su gobierno, ya lleva sobre sus espaldas cerca de treinta mil muertos, decenas y decenas de desaparecidos y tiene a un pueblo completamente agraviado por los errores de su gobierno. ¿Cuándo nos dará una explicación sobre la montaña de muertos que trata de esconder? ¡O tenemos que aceptar que se rige por aquel viejo dicho de los defensores del sistema! Difuntos, los de la élite, aunque esta sea rapaz y  corrupta. ¿Los otros, los que avientan en las fosas comunes, los que fallecen por hambre, los que son arrastrados por los ríos o aplastados por los cerros, esos, sólo son unos pinches muertos? ¡Qué gobernantes, carajo!



miércoles, 22 de octubre de 2014

Los muertos del sistema
Por JESÚS SOSA CASTRO
El asesinato de seis jóvenes y la desaparición de 43 más de la Normal Rural de Ayotzinapa, es la parte visible de la cadena criminal que el poder de la burguesía le está infringiendo al pueblo mexicano. No es un hecho aislado ni los asesinos son diferentes. Las víctimas y los victimarios son los mismos desde que se conformó el poder piista. Sus nombres son distintos y sus apariencias diferentes pero su ADN muestra que allí se encuentran los mismos instintos criminales de su historia. Desde el asesinato de los Flores Magón, de Villa, de Zapata, pasando por miles de jóvenes revolucionarios, opositores al régimen o activistas políticos que han caído bajo las mismas balas, los asesinos han sido los mismos. Sólo han cambiado de piel y de apellido. Sus nombres son Porfirio Díaz, Francisco I Madero, Victoriano Huerta, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto
Cuando el sistema vio amenazados sus intereses o el pensamiento opositor manifestaba su inconformidad por las afectaciones que sufría, los sicarios del sistema dieron órdenes a sus marionetas para que empezaran a operar y procedieran a eliminar a esos opositores. Estos sólo cometieron el “error” de ser jóvenes y oponerse a las políticas rapaces de los gobernantes. Un somero recuento de lo que ha registrado la historia en el curso del último siglo y lo que va del presente, nos ha dejado una estela de crímenes que nos llena de vergüenza. Miles de líderes y opositores sociales han sido eliminados por las fuerzas públicas y con el mayor desprecio a sus derechos humanos, se deshicieron de ellos  echándolos al mar o quemándolos vivos en cientos de fosas clandestinas que hoy se están descubriendo
Lo que el sistema ha hecho con los jóvenes normalistas, cuya convicción era formarse culturalmente para servir a su pueblo y entender lo que les está imponiendo la degradación de un sistema enfermo de poder, es un agravio a la sociedad. En todos los rincones de la patria hay indignación por la incapacidad, la complicidad y la impunidad con que están actuando los funcionarios de todos los niveles de gobierno. La gente se siente humillada por la opresión capitalista y por los crímenes de Estado que se multiplican como hongos en toda la geografía nacional. Los ciudadanos indignados pensamos que ha sido el capital el que ha segado la vida de los jóvenes de Ayotzinapa. Ha sido él quien asesinó a 22 personas en Tlatlaya, el que mató a 17 campesinos en Aguas Blancas, el que asesinó a 45 indígenas en los altos de Chiapas, el que tiene desaparecidos a 43 estudiantes desde el 26 de septiembre en Iguala y el que ha regado el territorio nacional con más de 150 mil cadáveres
Es el sistema prianista-perredista el que ha asesinado la soberanía nacional, el que se oxigena matando el legado histórico construido por el pueblo mexicano, el que se sostiene hipotecando los recursos del subsuelo, del suelo y del aire, porque en sus entresijos se contienen los intereses del capital, el que aprueba leyes que legalizan el entreguismo, el robo y la traición. Es el sistema que asesina a nuestros hombres y mujeres, el que mantiene en la zozobra, el hambre y la opresión a millones de jóvenes y niños que no tienen escuela, ni empleo, ni futuro
Lo que pasa en el país es la subordinación y el vasallaje al capital extranjero. Es el capitalismo salvaje el que está presente en el ataque al Instituto Politécnico Nacional, el que arremete contra la educación porque le parece que ésta se está saliendo del orden establecido. Es el sistema el que mantiene al pueblo en los mayores índices de pobreza, de desempleo y de represión. El que procrea a los ninis y el que prostituye la conciencia popular. Son los Carlos Slín, los Jerónimo Arango, los Alberto Bailleres, los Salinas Pliego, los Lorenzo Zambrano, los Roberto Hernández, los Salinas de Gortari, los Beltrones, Elba Esther Gordillo, Fernández de Cevallos Emilio Chuayffet,Miguel Ángel Osorio Chong, David Penchina, los chuchos, Peña Nieto y demás alacranes; los que tienen sumido al país en un callejón sin salida y los que en algún momento de la historia tendrán que responder por los crímenes que el Estado está cometiendo en su nombre
El asesinato y la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa corren en paralelo con los permanentes ajusticiamientos perpetrados por fuerzas militares o paramilitares y con las sistemáticas violaciones a los derechos humanos. En todos estos crímenes, está la acción y la omisión del sistema político Mexicano. El Estado y los grandes magnates que determinan el poder en México no solo han mantenido una política de criminalización de las resistencias y las luchas populares, sino, a través de estas acciones de gobierno, está la implementación sistemática de un verdadero terrorismo de Estado en contra del pueblo, en contra de los pobres y en contra de sus jóvenes
La muerte y desaparición de los normalistas de Ayotzinapa es un crimen cometido por el Estado Mexicano con la complicidad del capital financiero nacional e internacional. El gobierno federal sabe quiénes dieron la orden de asesinar y secuestrar a los normalistas. Sabe y probablemente hasta esconde a los asesinos. Por eso le está costando tanto trabajo entregar a los culpables a la justicia verdadera. Sabe que se expone  a que canten los delincuentes y digan quiénes son los que orquestaron este y otros asesinatos masivos. Por eso el enredo en que se encuentra el gobierno federal y el gobierno de Guerrero. Los ciudadanos le exigimos al gobierno que no le ande haciendo al cuento. Que los entregue YA y que los entregue VIVOS. Al pueblo no se le puede engañar siempre. La sociedad exige respuesta inmediata. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Pero YA . Hoy 22 de octubre, a las 6 de la tarde, MARCHA del Ángel al zócalo, df




miércoles, 15 de octubre de 2014

Un paso adelante, dos pasos atrás
Por JESUS SOSA CASTRO
Haber creado Morena ha sido el mejor acierto de la izquierda que encabeza López Obrador. El rompimiento con el PRD, devino por el oportunismo de sus dirigentes y del abandono de los principios programáticos que le dieron origen. En su camino, ese partido tranzó con el gobierno y pronto se metió a la cuna donde yacen, desde hace 85 años, las política entreguistas, corruptas y antipatrióticas de ese partido. Cuando el 2 de octubre del 2011 aparece el nombre de Morena como Asociación Civil, los millones de mujeres y hombres que esperábamos que el PRD fuera el espacio natural para luchar por un cambio en el país, volteamos la mirada hacia el Movimiento Regeneración Nacional como la alternativa que no supo ser el Partido de la Revolución Democrática
Ahora que Morena ya es una organización con registro, ganado paso a paso con la participación y el trabajo de miles de ciudadanos esperanzados en el cambio, muchos mexicanos no vemos bien que estén sobreponiéndose a las legítimas esperanzas de cambio en el país, varios hechos que necesitamos corregir para ser realmente la esperanza de México. Estos hechos están  estorbando la credibilidad política del partido. Algunos grupos corporativos siguen haciendo de las suyas y los órganos de dirección no actúan para impedirlo. A los que queremos hacer política tomando en cuenta a la gente, nos critican diciendo que el trabajo horizontal no es el adecuado. El clientelismo político y los grupos de poder se están montando en las decisiones que corresponden a la militancia, haciendo que crezca la irritación por no abrirle la puerta a su participación democrática
Si bien es verdad que en la gran mayoría ha resultado un acierto hacer responsables de las tareas a militantes con trayectoria política, también es verdad que algunos de ellos se han rodeado de incondicionales indeseables, pasando por alto los derechos y el trabajo de los verdaderos  militantes. En torno a esos llamados enlaces o defensores de la soberanía nacional, no están los  miembros destacados de los Comités territoriales, de los líderes de pueblos, colonias o Delegaciones. Los que sí están, son los que han sido bendecidos por los de arriba, son aquellos que están pegados a los órganos de decisión sin importar que no representen a nadie o tengan cola que les pisen
En el afán de dar la impresión de que todo marcha bien al interior de Morena, las protestas y los señalamientos críticos a las formas antidemocráticas que imponen algunos directivos son permanentemente desoídos. El Partido, escribía Lenin en su libro Un paso adelante dos pasos atrás, “No debe ser una suma aritmética de individuos, sino un complejo de organizaciones que acoja a aquellos que admitan, por lo menos, un grado mínimo de organización, de trabajo y de decencia” En Morena, la mayor debilidad está en el campo de la organización y en el ejercicio de la democracia. La mayoría de las decisiones importantes vienen  desde arriba. La base sólo cumple tareas que se acuerdan en las alturas. Los que hablamos de NUESTRO partido, somos la peonada, los dueños son los que deciden
Hacer caso omiso o mirar con desdén las inconformidades que hay en Morena, no sólo va en contra de lo que el pueblo le está exigiendo a este partido. Algunos dirigentes no perciben que hoy tenemos una sociedad que no se le puede dorar la píldora diciéndole una cosa y en la práctica estar haciendo otra. La capacidad corruptora del poder es tal, que no se puede promover a cualquier persona que no haya pasado por la prueba del “ácido” Varios de los “promovidos” construyeron su práctica política en las esferas del clientelismo electoral, el corporativismo y la corrupción. Las evidencias están en lo que pasa en el PRD y en el resto de los partidos sistémicos. Por hacerse  del poder, perdieron ideales, apoyos y bases. La corrupción empieza por abandonar a los ciudadanos de a pie y termina por convertir a los grupos de poder en lo que Andrés Manuel llama los meros machuchones
El partido por el que muchos trabajamos debe ser un partido que sirva a los intereses de la nación y de su gente. Un partido con prácticas democráticas, con políticas que le den fortaleza y credibilidad. Que sus militantes y el pueblo sientan orgullo de participar o apoyar sus proyectos políticos y programáticos. Que no tenga que avergonzarse por promover primero y criticar después, a personas que no merecen la confianza ni el voto de los ciudadanos. Lo que hoy está a prueba, es la capacidad de los órganos de dirección para no irse con la inercia de llevar a puestos de representación popular a personas que no tienen crédito político y sí una gruesa cola que les pisen
Para no arrepentirnos después, debemos corregir esas prácticas indebidas. Estamos a tiempo de dar los pasos que la sociedad quiere que demos para que no nos miren como a los otros partidos. Morena debe multiplicar y consolidar los lazos con las masas de millones de mujeres y hombres, con los obreros, campesinos y con los jóvenes. Tener un proyecto claro de transformación social y una amplia participación política al lado de las luchas populares. Si queremos que Morena sea un partido fuerte, respetable y respetado, tenemos que empezar por acercar las opiniones y decisiones de la militancia con las decisiones y opiniones de los dirigentes

Si hablamos de NUESTRO partido, entendemos que todo lo deciden el Partido, sus militantes.   Cuando todo se decide arriba, ocurre lo que hoy está pasando en el PRD. Su base no tiene vida orgánica y sus burócratas  no tienen bases de apoyo. Todo se cotiza, se vende o se compra. Esto es lo que propicia el clientelismo, la corrupción y el oportunismo. Morena no será eso si desde hoy ponemos manos a la obra. Que las decisiones y las propuestas para representantes populares, no formen parte de las cuotas o de los favores que hay que pagar. Que todo esté en correspondencia con el partido NUEVO que queremos. No caigamos en las prácticas que a muchos nos hicieron salir del PRD. Ojalá no repitamos aquello de lo que hablaba Lenin: Dar un paso adelante para luego dar dos pasos atrás 

sábado, 11 de octubre de 2014

El Zarco de Javier Cercas
Por JESUS SOSA CASTRO (*)
Dirán mis amigos que es un poco extraño que escriba otra vez sobre el Zarco. Solo que en esta ocasión no se trata de aquel personaje  del que se ocupó, en 1869 y publicó en 1901, el gran escritor, político juarista, y maestro mexicano Don Ignacio Manuel Altamirano
Hoy quiero ocuparme de otro Zarco, de un joven que vivió en la parte final del franquismo y en los inicios de la República española. Un jovenzuelo que encarnó una furiosa historia de amor, de imposturas y violencia, de lealtades y de traiciones; y que su audacia, inteligencia y valentía lo llevaron a delinquir y pasarse más de veinticinco años en las mazmorras de España. El sufrimiento, la pasión y la arrogancia de este joven, no sólo fueron elementos decisorios en el derrumbe de su vida, sino que esto, impidió que este líder y sus seguidores, pudieran formar un equipo de guerreros, de científicos o de intelectuales, que con sus acciones, reivindicaran la historia de las mujeres y hombres que lucharon por la grandeza de la Patria de Dolores Ibárruri, la “Pasionaria”
Pero hablar hoy del Zarco, del Zarco de Javier Cercas, es poner en blanco y negro mi admiración por este escritor. Un español que en “Las leyes de la frontera” da vida a un personaje que no tiene desperdicio. Y no lo tiene porque se trata de un adolescente. Porque su arrojo y su inteligencia, horadaron las redes que la dictadura había tejido contra los opositores y que había hecho de la “seguridad” pública, el orgullo falangista. La fuerza del intrincado pensamiento de Javier, fue hilando paso a paso lo que fue la villanía delincuencial de Antonio Gamallo y sus compinches. Hizo del honor y la valentía, el principal espejo donde se miraban la personalidad y la bellaquería de estos jóvenes que pasaron por burdeles, por las drogas, por el crimen y por los asaltos a bancos.  Javier Cercas recogió en el Zarco, los mitos y la verdad de aquellos personajes cuyos rostros mostró en “Anatomía de un instante” nauseabunda expresión de los estertores franquistas, y dio, de paso, consistencia a aquel relato de los viejos guerreros que hicieron historia en “Soldados de Salamina” 
¿Por qué, se preguntarán mis lectores, me ocupo de un delincuente español, cuando en México tenemos tantos del mismo nivel, o peores, como el que describe Juan Carlos Reyna en Confesión de un Sicario?  ¡Era tan brutal el comportamiento de este joven, que gustaba decir que él solo sabía matar! ¿Será que el fenómeno de la delincuencia le empieza a ganar espacio a otras preocupaciones sociales y por eso los escritores, la prensa y los columnistas, andan en busca de personajes que entretengan y vendan literatura, mientras los gobernantes se ceban contra la gente y sus intereses vitales? ¿Será esto lo que también a mí me influyó para escribir una nota sobre un fenómeno común del que ningún país se escapa?  ¿O es el manejo de la trama y la espectacular narrativa de la que hace gala Javier Cercas lo que me hizo leer en pocos días un libro de trescientas ochenta y dos páginas?
Sean las razones que sean quiero decirles que disfruté la lectura de este libro. Semana Santa me permitió cubrir esta parte inquietante de la cultura. Lo hice, no porque sea una moda hablar de delincuencia, no. ¡En México este fenómeno nos avasalla! Lo hice porque ocurre que en todos los países, la juventud ha sido excluida de todo: de la educación, del trabajo y de los bienes culturales. ¡No tiene perspectivas! La sociedad y los gobiernos, la han relegado, marginado, y olvidado. Miles de jóvenes de España, de México, de Colombia o de cualquier otro país, hubieron deseado ir al encuentro de la cultura, del estudio, del trabajo. Pero los políticos y los gobernantes, los han echado en brazos de la violencia y han podrido lo mejor de sus sentimientos y de su sensibilidad. Los han convertido en apetecible carne para los buitres de las mafias y del neoliberalismo. ¡A la vista, no hay para ellos otra alternativa que matar o morir! ¿Será esta la razón por la cual hoy muchos escritores escriben sobre el quehacer de los villanos en lugar de dar cuenta de aquellos que trabajan por desarrollar la ciencia, la tecnología y la cultura?
Yo creo que no es casual que de manera creciente se estén tejiendo este tipo de historias. La juventud anda en busca de héroes, de paradigmas. Pero en nuestras viejas sociedades no existen estos referentes. La mayoría de los gobernantes de España, de México, de Colombia, de Grecia, de Estados Unidos y de muchos otros países; son verdaderos delincuentes, asesinos de pueblos, expoliadores de nuestras riquezas. Miren al lado que miren, los jóvenes sólo encuentran ladrones, corruptos y asesinos. ¿Cómo podemos pedirles a los adolescentes que caen en las garras del crimen, que se comporten como ciudadanos decentes cuando en torno suyo hay puros cacomiztles? ¿Cómo pedirle a Javier Cercas que no hable del Zarco, o a Juan Carlos Reyna que ya no nos hable de los jóvenes sicarios de México?
 ¿Hacia dónde tenemos que mirar para no caer en la tentación de leer lo que está produciendo esta sociedad en permanente descomposición. ¿Hacen mal Javier Cercas, Juan Carlos Reyna y Fernando Vallejo y muchos más que se han atrevido a exhibir lo que le pasa a la juventud y quiénes son los responsables de eso?  ¿Qué es lo que nos está pasando, carajo, que la violencia y el crimen comienzan a ser nuestras preferencias literarias? ¿hacia dónde camina esta sociedad?
(*) Cualquier similitud con lo que hoy pasa en México no es mera coincidencia



miércoles, 8 de octubre de 2014

Una realidad descomunal que vive con nosotros
JESUS SOSPor A CASTRO
En la tierra del General, un grupo de patriotas mexicanos nos reunimos para elaborar un programa  de lucha dirigido a las hijas y a los hijos de México. Me atrevo a pensar que lo que allí examinamos es una realidad descomunal que vive con nosotros y que determina cada instante de nuestras vidas. En las palabras de los que allí nos oímos se asienta un manantial insaciable de creación de desdichas pero también de un almácigo de bellezas que germinan para dar forma a otro porvenir. Los que vivimos y sentimos esta realidad sobrecogedora, nos sentimos con el derecho de creer que estamos en camino de construir un nuevo sueño. Si llegamos a realizarlo, en él, como decía García Márquez, nos encontraremos “poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines” (*)
Todas las criaturas de esta realidad desaforada hemos pedido muy poco a la imaginación. El desafío mayor para nosotros, ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Aquellos que se movieron de sus pueblos y de sus valles para compartir sus voces de protesta y de aliento, comprendieron que este es el nudo de nuestra soledad  al que hay que desatar. Nadie de las mujeres y los hombres que percibieron este abandono turbador, manifestó confusión cuando decidimos marchar en busca de una utopía contraria a la que nos están imponiendo los buitres de México y del mundo
Juramos que iríamos por un nuevo y arrasador sueño donde la vida, donde nadie, pueda decidir por otros ni siquiera nuestra forma de morir. Comenzamos hablando de nuestros pueblos, de nuestra gente y de nuestras carencias. Los que apenas pudieron llegar porque su hambre los ha golpeado por los cuatro costados, traían en sus ojos y en sus arrugas que surcaban sus rostros, aquella voluntad autodeterminada de luchar por la vida, porque hace rato que dejaron de ser dominados y mandados por caciques y mafiosos. Los allí presentes forjamos los cimientos de una futura organización, instrumento indispensable para alcanzar un proyecto de vida totalmente contrario al que hasta ahora nos ha impuesto la clase social que hace siglos nos ha despojado del auténtico vivir
Nos convencimos de que nada de lo que aspiramos para mejorar nuestra vida, será conseguido al través del llamado crecimiento y del progreso. ¡Todo esto ha sido un engaño! Ya no creemos más en quienes nos dicen que nuestra liberación y nuestro vivir, vendrán de manera automática con el desarrollo de la ciencia y de la tecnología. Por siglos hemos visto que la riqueza material que se genera con este desarrollo, se ha quedado en manos de un grupito de multimillonarios y mafiosos. La felicidad del pueblo trabajador no se logrará con un sinfín de leyes y reglamentos que los malandrines trabajan y arreglan para complacer a ese grupo de gandules y ladrones
La satisfacción plena e integral, material, espiritual y cultural de todos los trabajadores, no vendrá de este sistema al que hay que echar al basurero de la historia. Nada que no salga de nosotros mismos, al través de un proceso de autodeterminación, permitirá un México en el que haya bienestar para todos o no lo habrá para nadie. El trabajo, la tierra, la  vivienda, la salud, la educación, el descanso y lo que implica el auténtico vivir, o es completo, universal, sin distingos, o es una mentira, un engaño para que perviva la explotación y la opresión
Concluimos que el actual sistema económico y social ha mancillado nuestra tierra, deshonrado el trabajo, envilecido la vivienda y la salud. Ha ultrajado la vida científica, artística y cultural, pues todo lo que requiere la vida humana está siendo usado sólo para bien de unos cuantos que sueñan con ocupar los primeros sitios entre los hombres más ricos de la tierra así tengan que pasar encima de nuestros huesos y nuestra sangre
Por eso acordamos organizarnos y luchar para recuperar lo que nuestro pueblo y los pueblos del mundo han construido y sostenido en todas las vertientes de su historia. No estamos pensando en un México que viva en el hilo de la sobrevivencia, volcado en sí mismo. La vida por la que acordamos luchar no solo recuperará lo que nuestras mujeres y nuestros hombres han forjado en muchos años de trabajo. Lucharemos por derecho y por dignidad para incorporarnos a las grandes transformaciones científicas y técnológicas que son obra de nuestros científicos, pagadas con el trabajo y el sudor de sus gentes. ¡Somos ajenos a un espiritualismo impotente y a un materialismo mecanicista!
Luchamos por liberarnos de las necesidades físicas que nacen de nuestra situación de desposeídos y de explotados, porque en nuestra condición humana llevamos los genes para luchar por todas las libertades. Estamos en contra de las necesidades artificialmente creadas por el sistema que padecemos. Eliminaremos el egoísmo, la insolidaridad, el consumismo, el odio y la violencia. La tierra será nuestra. Todos los recursos de los que fue dotada por la naturaleza y por el hombre, serán dirigidos, usados y aprovechados por todos los que la trabajen y le den efectiva existencia. Esa fue la razón de la lucha de zapata y esa será la lucha nuestra hasta hacer efectivo su proyecto


(*)  La soledad de América Latina, discurso pronunciado por Gabriel García Márquez al recibir el Premio Nobel de Literatura, en Suecia, en 1982

miércoles, 1 de octubre de 2014

A quienes me preguntan, les respondo
Por JESÚS SOSA CASTRO
Hay compañeros que me han emplazado para decirles qué haría un diputado de Morena en caso de ganar la elección el 7 de junio del 2015. Desde luego, es explicable que les preocupen esta cuestión. Dicen también que aquellos que defendemos la democracia y la transformación de las prácticas políticas, podemos caer, a la postre, en los brazos de los oportunistas y corruptos que también los hay en este partido. A otros, escépticos consuetudinarios aseguran que, aun ganando otra vez, el PRIANRD y los mafiosos, nos van a volver a quitar el triunfo. Creo que tienen cierta dosis de razón. Pero al lado de estos argumentos, otros esgrimimos que los triunfos y las derrotas, se tejen en la práctica política no en las suposiciones, confrontando programas, ideales y acciones y desde luego, luchando al lado del pueblo
Y aunque es verdad que en Morena hay algunos pelafustanes de la política que mucho se parecen a los jefes de las tribus del PRD y a los maestros de ese partido , también es un hecho que nadie como Morena tiene el Programa, el liderazgo y la gente para cambiar este país. Hoy mismo ya estamos trabajando en lo que serán nuestras propuestas. Tenemos datos que señalan que en la ciudad, ha crecido la inseguridad social como resultado de la falta de previsión y una errónea política laboral. Sabemos que en los barrios y colonias existían en el 2010, 838 mil personas con rezago educativo, que 35% de la población en edad escolar presentaba obesidad y sobrepeso, que en el 2014 las cosas han empeorado y que existe una desigualdad enorme entre el centro y la periferia
En Iztapalapa, Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero es común vivir en el hacinamiento. Este problema no se reduce a la concentración del ingreso, es resultado también de la catástrofe económica nacional y de las políticas antipopulares implementadas en el ámbito federal y local. En la ciudad padecemos la falta de una estrategia de desarrollo integral. Vivimos las consecuencias de permitir expresiones de corrupción, autoritarismo y falta de compromiso hacia los sectores populares
Por eso en nuestro proyecto para la ciudad  afirmamos que si los problemas sociales están directamente ligados a la crisis nacional, Morena debe decirle a los ciudadanos del Distrito Federal que solo luchando unidos por un cambio de fondo en el país, podremos resolver estos y otros graves problemas que aun vive nuestra ciudad. No se puede avanzar en el combate a la desigualdad, la pobreza y la marginación, mientras subsistan las causas estructurales que las originan. Requerimos una nueva etapa de desarrollo para México, que sea incluyente, que genere empleos productivos, salarios dignos, prestaciones sociales y opciones de progreso para todos
Morena no sólo impedirá el desmantelamiento de los derechos sociales y las conquistas históricas de los mexicanos en la ciudad capital. Mantendremos la orientación progresista y popular de la política y evitaremos regresiones en materia democrática y de derechos. Los embates constantes que la izquierda real ha sufrido desde el gobierno federal en sus políticas públicas, los frenaremos expidiendo leyes para el efecto, como lo hizo AMLO con la pensión alimentaria de los adultos mayores. Las políticas de Morena no cederán a las presiones ni renunciará a su vocación universalista ni a los intereses mercantilistas y privatizadores
Plantearemos una nueva generación de políticas sociales y económicas que tengan una dimensión ética, que refuercen la construcción de una ciudad más igualitaria y democrática, donde todos puedan ejercer sus derechos a plenitud y tengan garantizada una existencia digna en un ambiente de cohesión y de integración social. El derecho a la ciudad será el eje articulador de las políticas públicas que profundicen la noción de una ciudad diversa y plural, con igualdad plena entre los géneros, sin discriminación, fraterna, solidaria e incluyente. Una ciudad donde no haya explotados ni excluidos, libre de pobreza, carencias, miseria y marginación. Una ciudad habitable y sustentable
Para lograr estos objetivos promoveremos las reformas necesarias que profundicen los derechos de la gente. Diseñaremos estrategias para alcanzar la universalización de estos derechos de manera gradual. Conformaremos una nueva agenda social que atienda la complejidad y los grandes problemas de la ciudad. Se atenderán las adicciones, los asuntos demográficos, epidemiológicos, la obesidad, la depresión y la salud psicológica que viven amplios sectores de esta gran urbe. Los derechos de las niñas, niños y adolecentes serán atendidos de manera urgente y por profesionales
Daremos prioridad a los mercados públicos y se ampliarán los Comedores comunitarios mientras el gobierno no resuelva el problema del desempleo y la miseria que el capitalismo salvaje le ha impuesto a la mayoría de la población. Trabajaremos de la mano el campo y la ciudad para resolver los problemas del abasto y abatiremos el costo de los alimentos porque no habrá intermediarios ni acaparadores. Todos los jóvenes podrán estudiar y habrá becas, útiles y uniformes escolares para los niños de educación primaria y secundara. La cultura y el deporte serán de alta prioridad. Desarrollaremos la vivienda, consolidaremos el perfil democrático y popular y reforzaremos la participación ciudadana en todas las esferas de la vida pública