miércoles, 25 de marzo de 2015

Promiscuidad política en el proceso electoral
Por JESÚS SOSA CASTRO
Nunca antes los políticos de izquierda y de derecha habían prostituido tanto la política. La hediondez es tal, que abrir la prensa o leer las redes sociales es darse cuenta de quién anda con quién y qué le ofrece a cambio. El PRI hace alianzas con el PAN, el PAN con el PRD, el PRD con Encuentro Social, el PT con el PAN, el Partido Humanista con el PRD y el PAN, Nueva Alianza y el Verde con el PRI,  el….. bueno, es un entramado tan sucio y sin principios que hasta duele el estómago. ¿Qué hay en todo esto? Creo que la crisis del capitalismo ha llevado a una crisis en los partidos y en los políticos
Que la derecha se comporte como una prostituta, (perdón a la prostituta) se entiende. Quiere conservar el poder a toda costa porque éste la ha enriquecido hasta lo infinito. Pero y ¿qué hace la izquierda “institucional” que presuntamente tenía como proyecto político el mirar por los intereses del pueblo, de la gente? Lamentablemente la vida nacional, ha sido marcada por la corrupción. No hay institución pública o privada en la que no haya sentado sus reales este corrosivo fenómeno. Los funcionarios, políticos y administradores han perdido los más elementales sentimientos populares, la moral, los ideales y los principios
La gravedad de estas crisis de principios y valores se hace más grande, cuando vemos que los nuevos aspirantes a vivir de los puestos públicos, muestran una tremenda orfandad ideológica y cultural. Unos, sin pena ni gloria, están volviendo a lo que ya saben de sobra. Apoyarse en la ignorancia y la pobreza para venderle a la gente la promesa de que ahora sí el poder prianista les resolverá los problemas que viven esas capas sociales. Los grupos corporativos y el aparato que se ha creado alrededor de las élites, andan desatados ofreciendo despensas, tarjetas de crédito y un montón de menjurges que humillan a la gente. Otros, los de la izquierda no institucional, andan en el éter. Andan repartiendo credenciales y volantitos que dan pena ajena. Cuando alguien les pregunta cuál es la propuesta del candidato por el que trabajan, no saben qué decir, me consta
Y es que la mayor parte de los políticos no entienden que vivimos un capitalismo de nuevo tipo que está produciendo una cultura política que ya no se puede atajar con el viejo discurso y con las prácticas que han demostrado su ineficacia. Por principio de cuentas se ha producido un nuevo proletariado, resultado del avance de la Tecnología, la cibernética, robótica y la globalización. Los aparatos de poder de la burguesía han generado una cultura en red que ha tenido cosas muy positivas para la informática, pero que ha metido a la sociedad en dinámicas y preocupaciones no fundamentales. La inmensa mayoría de los jóvenes, por ejemplo, los más afectados por la crisis, se la pasan pegados a las redes de la comunicación móvil en detrimento de la lucha por sus intereses
¿Somos conscientes de que el capitalismo nos ha despojado de nuestras riquezas naturales, de nuestro patrimonio cultural, de nuestras tierras y pronto de nuestras aguas? ¿Tenemos las herramientas informativas para plantearle a la gente, a nuestros electores, el por qué de nuestra lucha y cuál es nuestra posición sobre estos importantes asuntos? En el “trabajo” que algunos candidatos de Morena andan haciendo en los Distritos y Delegaciones, se percibe una falta de información y cultura política, verdaderamente lamentables. La mayoría de las candidatas y candidatos, cuando mucho, suben sus fotografías a las redes sociales sin acompañarlas de la mínima información de lo que estas fotos significan, en dónde y con quién se las tomaron, por qué y para qué, cuáles fueron las propuestas que hicieron a las personas con las que se reunieron. ¿Acaso creen que con eso van a convencer a la gente? ¡Se equivocan si sólo le están apostando al prestigio de Andrés Manuel! Hoy en las mismas filas de Morena hay un sentido crítico que los líderes de este partido no están registrando
Hoy debiera hacerse política a partir de un conocimiento profundo de lo que está pasando en el país, del papel de la informática, de la nueva expansión del capitalismo, de la globalización, de la sociedad en red y de los cambios en los espacios geopolíticos. Tony Negri, Alejandro Lavat, Thomas Piketty y otros, están aportando análisis novedosos sobre las nuevas sociedades, sobre  el conocimiento, la cultura política y las nuevas estrategias de información y de lucha. ¿Andan en eso los candidatos? No. Ni siquiera saben lo que pasa en Morena o en el país
En la lucha social y política el conocimiento se ha convertido en una herramienta de primer orden. Los que andamos enredados en la lucha por transformar el país, requerimos de la información documentada de nuestras propuestas. Da pena ajena aquellos candidatos que sólo le apuestas a las fotos sin mayor contenido e información. Es más, la gente ni siquiera sabe quiénes son, que quieren y a quién representan. Es patético ver que hay candidatos que te buscan para que los apoyes y cuando se convienen los encuentros para discutir las propuestas y lineamientos de trabajo, ni siquiera se presentan por que no tienen nada qué decir. Quieren comprometer el apoyo y el trabajo de la gente, sin poner por delante su propia propuesta. Todo es rutina, viejos estilos y formas. De ideas y proyectos, nada. ¡Qué lamentable!


miércoles, 18 de marzo de 2015

No te pego por lo que hiciste, sino por lo que vas hacer
Por JESÚS SOSA CASTRO
Como a las ocho de la mañana del sábado catorce fui a buscar a mi amigo Juan Carlos Zavala a su negocio de comida para devolverle una aportación que había hecho a mediados del 2012, para la compra de una herramienta de trabajo para la lucha política. Como no llegaba, me puse a platicar con aquellos friolentos que como yo, también esperábamos comernos las embarazadas que su experiencia de restaurantero ha prestigiado en la rama del arte culinario. Para ese momento ya corría el rumor de que Joaquín Vargas intentaba despedir de MVS-Radio a Carmen Aristegui  
La curiosidad me llevó a peguntarle a varios de esos cientos de personas que semana a semana van a la Basílica de Guadalupe, qué pensaban de lo que está ocurriendo en el país. Comprobé una vez más que hay una franja social que le importa un carajo lo que pasa a su alrededor. Muchos de los ciudadanos que abordé no saben nada de nada, ni les importa enterarse que a resultas de haber descubierto la corrupción en la familia de Peña Nieto y de los hombres de su primer círculo, estaban intentando correr a Carmen Aristegui de su noticiario matutino. Tampoco saben que está por venir un proceso electoral que concluirá el 7 de junio y que, como siempre, si gana el PRIANRD esta franja social será nuevamente la víctima
Al confrontar a muchos de estos hijos de Norberto Rivera, percibí en su inhibición que pensaban que les quería vender alguna dádiva política, ahora que los partidos del sistema han puesto de moda andar ofreciendo todo tipo de menjurges. El comportamiento de estas personas, francamente me encambronó. Su miedo y su rechazo a la información y a enterarse de lo que está pasando, es parte de lo que estamos viviendo. Mucho de lo que sucede, tiene sus raíces en el analfabetismo funcional y en el oscurantismo. Esta banda ancha, está aferrada a una serie de prejuicios y alejamientos culturales, que permiten atropellos a la dignidad y una grave afectación a su vida y a la de la nación
En la tarde noche del sábado y domingo me puse a revisar las noticias por internet. Leí abundantes notas a favor de Carmen Aristegui, la mejor periodista y la más brillante que ha tenido México en las últimas décadas. También leí las sandeces de Joaquín Vargas, queriendo imponer la abyección al equipo de Aristegui cuando la libertad de opinión que ejerció fue durante años la diferencia con el resto de los noticieros.  La gravedad crece cuando este posicionamiento del dueño de MVS-Radio, representa una regresión en el periodismo independiente y libre de Carmen Aristegui y sus  colaboradores
Y aunque hay razones de sobra para pensar que en breve tiempo vamos a lograr el cambio de régimen y que estas cosas serán resueltas a favor de los derechos de la gente, no sería correcto pasar por alto que en el haber de la Nación hay una parte importante de ciudadanos, mujeres y hombres -la prole de la prole-  como dijera la hija de Peña Nieto, que requiere atención inmediata. Su atraso y su incultura están afectando el esfuerzo por alcanzar un nuevo proyecto de Nación. Es una fuerza social que está al margen de las decisiones nacionales y que en la coyuntura actual, este sector sigue siendo manipulado por las fuerzas promotoras del oscurantismo político y  cultural
Uno puede percibir que el PRIANRD es el compendio de las transas y la corrupción, de la vejez política y de la impunidad. A estas fuerzas hay que castigarlas negándoles el voto el 7 de junio. Pero aunque hay pulgas que buscan a sus perros para darle sentido a su vida - versión literaria del gran uruguayo Eduardo Galeano-  convendría tomar las medidas para que este sector que vive en la indigencia política, pueda ser incorporado a la defensa de sus derechos y a sus libertades. Esta franja de los nadies a los que alude este escritor, siempre está a la espera de que milagrosamente sanen o se reduzcan sus miserias materiales, sin hacer ningún esfuerzo por construir las condiciones para lograrlo
A los que hoy están marginados de las decisiones nacionales, hay que hacerles ver que su futuro seguirá lleno de violencia y de incertidumbre si se mantienen empeñados en ignorar lo que está pasándole al país. El despido de Carmen Aristegui es un paso más del poder en el intento de inhibir y cancelar la libertad de opinión y de crítica. Es evidente que en esta periodista Peña Nieto quiere dejar constancia de que no le gusta que le señalen sus actos de corrupción y de su incapacidad como gobernante. El comportamiento de su gobierno y el de los dueños de los medios, están castigando a la periodista de MVS-Radio
 En El Libro de los abrazos Eduardo Galeano resumió con maestría los comportamientos de las élites salvajes. Cuenta que un día llegó la abuela a la casa donde tenían a su nieta como esclava, entró con toda prisa, le dio una paliza y luego se fue de vuelta, como si nada. La niña llorosa y moreteada oyó de su abuela: “No te pego por lo que hiciste, sino por lo que vas a hacer” ¡El símil es incuestionable! A Carmen la golpearon no por lo que hizo y dijo en su noticiero hasta el viernes 13 de marzo, sino por lo que se proponía hacer al documentar la corrupción y las malas entrañas del poder al través de la plataforma de MéxicoLeaks. ¡Esta  es la razón por la que los señores de la horca y el cuchillo se enfurecieron y actuaron en consecuencia! ¡Qué poca ma….durez!



miércoles, 11 de marzo de 2015

La cultura del disfraz y el disimulo
Por JESÚS SOSA CASTRO
El poder burocrático, dice Arkadi Rajkin (1) “hace que jamás se encuentren los actos, las palabras y los pensamientos. Los actos quedan en el lugar del trabajo, las palabras en las reuniones y los pensamientos en la almohada. La humanidad ha aprendido mucho de los camaleones: Se considera inteligente a quien no lo es, se reverencia a la cultura del disfraz, se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Para hacerse rico se lleva una doble contabilidad, hay una moral para decir y otra para hacer. La moral para hacer se llama realismo. La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral tiene que ser inmoral” Estos son los principios de los políticos sistémicos, Eduardo Galeano los clasificó bien en El libro de los abrazos
Por eso es corriente decir que la mayoría de los políticos mexicanos son como esos reptiles saurios. Cambian de color según las circunstancias. Dicen hacer leyes para beneficiar a los ciudadanos y en la realidad le afectan sus derechos. Se portan como pavorreales y son una bola de incultos. Entregan nuestros recursos naturales y dicen que es para bien del país. Son traidores a la Patria pero afirman que lo que hacen es por patriotismo. ¡Su moral es la inmoralidad! Si la política la hacemos bajo estos principios, violatorios de la ética y de la honorabilidad, entonces, seguimos chapoteando en las viejas prácticas que asquean a la gente y convierten la política en una caricatura
Dar los pasos necesarios para construir una sociedad diferente, requiere de ideales y de ideas. De trabajo, de organización. Entre los ideales, valen aquellos que en 1942 planteó Palmiro Togliati sobre las cualidades de los que luchan por transformar su país. “En la política -dijo- está contenida toda la filosofía real de cada persona, está la sustancia de la historia. Y para el individuo que ha alcanzado la conciencia crítica de la realidad y de la tarea que le espera en la lucha para transformarla, está toda la sustancia de su vida moral” (2) En los comportamientos de los políticos que mal dirigen el país, encontramos, en cambio, una gruesa costra de inconsecuencias y desvíos. En ellos están, sustancialmente, las partes visibles de sus miserias  humanas, sus deformaciones, los genes de su doble lenguaje y la consiguiente  contradicción entre los dichos y los hechos
Vivimos una degradación política, es verdad. Estudios hechos por la Revista Veredas, de la Universidad Autónoma Metropolitana, señalan que existe “una crisis de los Partidos políticos. Desde el 2008, el 71.1 % de los ciudadanos les había retirado su confianza y aceptación y sólo el 28.9 % los siguen considerando como necesarios.  Las propias dirigencias de esos partidos aceptaban entonces, que se había erosionado su credibilidad, y que esto tenía graves repercusiones en la falta de confianza y de legitimidad en sus convocatorias políticas” (3) Siete años después esos partidos sufren el desprecio de la inmensa mayoría de la sociedad
Siendo las cosas como son, ¿qué hacer para volver a recuperar a los ciudadanos para la vida partidista, consecuente y realmente lograr una sociedad humana? Lo primero que hay que hacer es luchar por acabar con el sistema político, transformarlo en un poder popular. Desplegar una intensa y profunda campaña de concientización para echar abajo lo que ha impuesto como cultura a los ciudadanos. Querer atraerlos a las filas de un Partido Nuevo sin haber saldado cuentas con la aculturación enajenante, es morir en un seco desierto, según la visión del gran escritor japonés Haruki Murakami. Comprendidas estas urgencias, se entiende que hay que librar una enorme batalla para convencer a la gente de que existen otras opciones en las que ella es la principal protagonista. Para que nos crea y se pase de nuestro lado, siempre deben ir de la mano los dichos con los hechos. No se puede decir y hacer campañas a favor de la democracia, de la honestidad y de la toma horizontal de decisiones, y al mismo tiempo promover, por abajo, a los pelafustanes de la política
Parte de la debacle en la que se encuentran los partidos del sistema, está en que se alejaron deliberadamente de sus bases de apoyo. Abandonaron programas, ideales y proyectos políticos, para dar paso a una burocracia ignorante y agachona que ya no quiere dejar el poder. La ganó la corrupción y los apapachos que en abundancia, reparten los gobernantes del PRIANRD. Entre más alejados estuvieron de los ciudadanos y de sus electores, reales o  supuestos, mayor libertad tuvieron para aliarse con los adversarios políticos de la gente. Esto los llevó a la ampliación de los espacios para pactar acuerdos en contra de los intereses del pueblo. No tuvieron ningún contrapeso que los mantuviera en el redil, y cayeron de cúbito dorsal en el cunero de Peña Nieto
Si Morena no aprende de estas situaciones, si sus dirigentes siguen empeñados en continuar con sus disimulos, hablando un doble lenguaje para que al final las cosas sigan como están o peor aún, si siguen actuando como avestruces sin ver que mucho de lo que dificulta el trabajo y la organización de Morena son justamente  estos asuntos, entonces, no se culpe a los ciudadanos y a los militantes de la flojedad en el cumplimiento de las tareas, en el desencanto que campea en varios sectores de la militancia y en la cooptación del partido por parte de una buena partida de búfalos
Ojalá los dirigentes observen el terreno en que se encuentran pisando. Los buscadores de puestos ya hace tiempo que se soltaron y no, por cierto, a favor del proyecto de Morena. Si nadie los controla y los mete en cintura, llegaremos al siete de junio con una situación desbordada y un partido lleno de gandayas y de tribus al mejor estilo del perredismo. Si los directivos no modifican sus prácticas imposicionistas, respetan a los órganos electos  e institucionalizan sus relaciones con las bases y en cambio todo sigue como si nada, entonces, como dice la prole: ¡Ay se los haiga!
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(1)  En el libro de los abrazos, Eduardo Galeano hace mención a la sátira política de A. Rajkin
(2)  Ensayos marxistas sobre historia y política.  Adolfo Sánchez Vázquez

(3)  Veredas. Revista del pensamiento Sociológico. Universidad Autónoma Metropolitana 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Hoy escribiré para mi madre
Por JESUS SOSA CASTRO
Hace muchísimos años, en la parte alta del nudo mixteco, allá en  la Sierra Madre del Sur, nació una mujer campesina que a los 18 años se convirtió en mi madre. Fui el primero de sus nueve hijos procreados en esas montañas inhóspitas, agrestes y alejadas de la civilización. Haber nacido y sobrevivido por muchos años en esos lugares, no dejó de ser un triunfo de la naturaleza. Pues mis progenitores venían de familias numerosas, analfabetas y empobrecidas hasta lo indecible
Recuerdo que los primeros años de mi vida los pasé como peón al lado de mi padre. Cuando no andábamos en la siembra, estábamos desmontando los campos y preparando la tierra para el ciclo agrícola siguiente. Las jornadas de trabajo empezaban a las cinco de la mañana y a las seis de la tarde apenas regresábamos a casa. Mi madre, antes que nosotros, se levantaba a moler y hacernos el almuerzo. Su vida de mujer campesina no le permitió conocer la tecnología que aligerara su trabajo y lo hiciera menos penoso. Siempre estuvo pegada al metate haciendo tortillas, salsas de chile guajillo y frijoles de la olla
Años después, las calamidades se acrecentaron en mi familia. A mi padre le quitaron la tierra que le rentaban para trabajar y como a los pueblos originarios, los poderosos nos fueron echando hacia los lugares más inaccesibles. Vivíamos en constantes peregrinaciones en busca de espacio para trabajar. Junto con ellos, nos fuimos montañas arriba, y allá, en la cresta de una de ellas, limpiamos una cueva natural para convertirla en nuestra vivienda. Una vez instalados nos pusimos a desmontar pequeñas parcelas para luego ponernos a sembrar. Allí fue donde por primera vez, vi llorar varias veces a mi madre. ¡No tenía nada que saciara el hambre de su prole!
Supongo que por andar todo el día trabajando con mi padre, no me daba cuenta de los sufrimientos de esta  diligente mujer. Tampoco entendí la actitud parcial y a veces grosera de mis abuelos paternos. Fue después de haber cursado los primeros años en una escuela rural, que empecé a darme cuenta que en la familia de mi padre no lo trataban bien porque siempre luchó por ser un hombre independiente. En esos tiempos, el núcleo familiar lo conservaban los “papás grandes” y los hijos, nueras y nietos, tenían que vivir hacinados bajo el techo de los tatas mandones. Creo que estas fueron las causas por las que mi madre, quiso romper esa dependencia y vivir aparte con sus hijos. Hoy, siete décadas después, estoy convencido que esa fue la causa de sus constantes desavenencias con mis abuelos
Un día, por la noche, vi que mi padre se despedía de nosotros y le recomendaba a su esposa que nos cuidara. Tomó su vieja escopeta calibre doce, unos harapos que hacían las veces de cobija y se fue sin que supiéramos hacia dónde. Varios días después me enteré que la leva, andaba levantando a los hombres en edad de ser incorporados en las filas del ejército, para luchar contra las bandas que había dejado la guerra cristera. Mi madre y sus hijos, habían sido abandonados por meses, mientras mi padre era obligado a pelear en defensa del Estado “revolucionario” y librar, contra su voluntad, batallas que en nombre de Cristo Rey, los cristeros habían convertido en un propósito indefendible
Al paso de los años me fui a terminar la primaria al Distrito de Acatlán, Puebla, en la región de la mixteca poblana. Después la secundaria, la normal, la preparatoria y dos años en la escuela de Ciencias Políticas de la UNAM. Cuando tenía dos años estudiando en la ENM mi madre cayó gravemente enferma. Con la ayuda de mis amigos me la traje al Hospital 20 de Noviembre, con la intención de atenderle sus males. Su salud se agravó y en las tardes de visitas, pegado a su cama, oía los sollozos que le causaba estar enferma y lejos de su familia
Un día, los médicos me informaron que se intentaría una operación para tratar de salvarle la vida, pero no nos daban seguridad de lograrlo. Le avisé a mi padre de esta situación, se vino de inmediato a México y ambos hablamos con ella. Nos pidió que la sacáramos de allí y que la lleváramos de vuelta a su casa. Decidimos oírla y en una ambulancia nos la llevamos a trescientos veinticinco kilómetros de la ciudad capital. En Río Frío, a las tres de la mañana, expiró en los brazos de mi padre. A la fecha han pasado cinco décadas justas. Nunca pude valorar lo que ella significó para mí

Hoy, coincidiendo con los cincuenta años de su fallecimiento, y a propósito del día de la mujer, con toda humildad pero con todo el corazón, le rindo un homenaje y un reconocimiento a la autora de mis días. Lo hago ahora porque no supe hacerlo cuando  vivía. ¡Eso hubiera sido lo mejor y seguramente lo más hermoso para ella! No pude abrazarla como hoy lo hubiera hecho. Lamento que se haya ido sin que supiera que la amaba, que sin decírselo jamás, compartí sus penas, sus sufrimientos y sus horas de contento.  Le debía esta explicación y este reconocimiento a mi madre y hoy, aunque tarde, va este homenaje público para reivindicar su vida y su trabajo, pero sobre todo, su amor