miércoles, 27 de marzo de 2019


Volviendo sobre mis pasos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Escribo estas líneas el 21 de marzo desde Acatlán de Osorio, Puebla, cerca de Oaxaca, Estado al que llegó el presidente de la República para conmemorar, en Guelatao, el 213 aniversario del natalicio de Don Benito Juárez García. Prácticamente estoy en el centro del triángulo que forman la mixteca poblana con la tierra de Juárez y la de Vicente Guerrero. En esta región inhóspita, fraterna y fantasmal, nací el 25 de diciembre de 1937. Hace más de sesenta años que salí de estas agrestes montañas para venirme a terminar la educación primaria donde vivía una parte de la familia de mi madre.  Era una familia muy religiosa pero en los dos años que me dio cobijo, jamás pidió a mis progenitores campesinos un apoyo económico para mi manutención
En la escuela primaria de esta ciudad aprendí de mi maestro Juan Ramírez un madral de historia, ubicaba sin equívocos las montañas, los ríos, las islas y capitales de casi todos los países del mundo. También aprendí los ritos religiosos, mezcla de ignorancia y fanatismo que el cura de la iglesia nos metía por los cinco sentidos en los viernes de doctrina. De tiempo en tiempo volvía a estos lugares. Me cautivaron mis maestros, me enseñaron a querer mis raíces, recorría mentalmente mis pasos llenos de sufrimiento infantil. Como niño campesino ayudaba a mi padre en los quehaceres del campo, montaba mi caballo asido de las crines y a lomo pelado corría por el lomerío correteando las vacas que hambrientas entraban al potrero para comerse lo que habíamos sembrado. De madrugada bajaba de los cerros los bueyes que tiraban del arado para sembrar todo el día maíz y frijol. Al término de la cosecha arriaba una fila de burros cargados de mazorca o de granos diversos para depositarlos en las trojes. Me dolía ver que algunas de estas bestias sangraban del lomo por las cargas que transportaban por veredas y hondonadas cerca de ocho kilómetros tres veces al día
En esos andares viví la solidaridad y la ayuda mutua que se daba entre las personas, hombres, mujeres y niños, de todos los pueblos y rancherías. Los trabajos se hacían entre todos, se comía mole de guajolote y se bebía aguardiente hasta que llegaba la noche o se terminaba la jornada de trabajo. Se practicaba el tequio, aunque yo entendí su significado muchos años después. En fila india, iba agarrado de la cola del último de los burros para no extraviar mis pasos en las madrugadas o en las noches oscuras de noviembre
Décadas después y en distintos momentos recorría los mismos caminos haciendo memoria de los años que me han hecho viejo. Volví a ver la pobreza y el abandono de la gente. Nada había cambiado, el hambre y la desesperanza seguían siendo el frío referente de las zonas mixtecas. Hoy volví a esos pueblos a invitación de mis paisanos. Mas bien de esos seres añosos que se quedaron asidos a sus tierras porque ya no tuvieron tiempo para emigrar a distintos lugares en busca de trabajo. Los que salieron de los pueblos, abandonaron sus familias, sus raíces y su historia. El 21 de marzo y después de mediodía, por la radio oía a López Obrador hablando de la grandeza y del ejemplo de Don Benito Juárez. Sentía orgullo cuando el presidente hablaba de la cultura, de los usos y costumbres que en otros tiempos se extendieron por los pueblos tlapanecos, hoy olvidados por todos los gobiernos pero que felizmente también viví cuando era un chamaco
Solo la heroicidad, la leyenda y el ejemplo juaristas siguen manteniendo el sentido de una patria que soñó ser independiente, libre y soberana. El hombre que derrotó al segundo imperio que se quiso instaurar en nuestro país, el que acabó con la segunda intervención francesa, con el archiduque que soñó conquistarnos y terminó fusilado en el cerro de las campanas en el Estado de Querétaro, camina enhiesto su nombre por los senderos y montañas de esa patria que hace 213 años lo trajo a este mundo. Entre orgulloso y nostálgico me preguntaba el por qué de mi presencia en estos lugares que ya poco tienen de mí. Y es que el 2 de junio se volverá a elegir gobernador de mi Estado y las huestes mixtecas ya se andan calentando
En eso andaba cuando Jannette Martínez, lideresa del colectivo en el que participo en la Alcaldía de Gustavo A Madero me convocó vía internet a una reunión con el alcalde Francisco Chíguil Figueroa. Decidí regresar por unas horas a la CDMX y participar en este encuentro largamente buscado y hasta ahora atendido. Con él hablaremos del retraso en la atención de las demandas ciudadanas y de las tantas tareas de gobierno que hay que aterrizar. Ya les platicaré a mis lectores de qué lado encontramos mascando a la iguana

  


Volviendo sobre mis pasos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Escribo estas líneas el 21 de marzo desde Acatlán de Osorio, Puebla, cerca de Oaxaca, Estado al que llegó el presidente de la República para conmemorar, en Guelatao, el 213 aniversario del natalicio de Don Benito Juárez García. Prácticamente estoy en el centro del triángulo que forman la mixteca poblana con la tierra de Juárez y la de Vicente Guerrero. En esta región inhóspita, fraterna y fantasmal, nací el 25 de diciembre de 1937. Hace más de sesenta años que salí de estas agrestes montañas para venirme a terminar la educación primaria donde vivía una parte de la familia de mi madre.  Era una familia muy religiosa pero en los dos años que me dio cobijo, jamás pidió a mis progenitores campesinos un apoyo económico para mi manutención
En la escuela primaria de esta ciudad aprendí de mi maestro Juan Ramírez un madral de historia, ubicaba sin equívocos las montañas, los ríos, las islas y capitales de casi todos los países del mundo. También aprendí los ritos religiosos, mezcla de ignorancia y fanatismo que el cura de la iglesia nos metía por los cinco sentidos en los viernes de doctrina. De tiempo en tiempo volvía a estos lugares. Me cautivaron mis maestros, me enseñaron a querer mis raíces, recorría mentalmente mis pasos llenos de sufrimiento infantil. Como niño campesino ayudaba a mi padre en los quehaceres del campo, montaba mi caballo asido de las crines y a lomo pelado corría por el lomerío correteando las vacas que hambrientas entraban al potrero para comerse lo que habíamos sembrado. De madrugada bajaba de los cerros los bueyes que tiraban del arado para sembrar todo el día maíz y frijol. Al término de la cosecha arriaba una fila de burros cargados de mazorca o de granos diversos para depositarlos en las trojes. Me dolía ver que algunas de estas bestias sangraban del lomo por las cargas que transportaban por veredas y hondonadas cerca de ocho kilómetros tres veces al día
En esos andares viví la solidaridad y la ayuda mutua que se daba entre las personas, hombres, mujeres y niños, de todos los pueblos y rancherías. Los trabajos se hacían entre todos, se comía mole de guajolote y se bebía aguardiente hasta que llegaba la noche o se terminaba la jornada de trabajo. Se practicaba el tequio, aunque yo entendí su significado muchos años después. En fila india, iba agarrado de la cola del último de los burros para no extraviar mis pasos en las madrugadas o en las noches oscuras de noviembre
Décadas después y en distintos momentos recorría los mismos caminos haciendo memoria de los años que me han hecho viejo. Volví a ver la pobreza y el abandono de la gente. Nada había cambiado, el hambre y la desesperanza seguían siendo el frío referente de las zonas mixtecas. Hoy volví a esos pueblos a invitación de mis paisanos. Mas bien de esos seres añosos que se quedaron asidos a sus tierras porque ya no tuvieron tiempo para emigrar a distintos lugares en busca de trabajo. Los que salieron de los pueblos, abandonaron sus familias, sus raíces y su historia. El 21 de marzo y después de mediodía, por la radio oía a López Obrador hablando de la grandeza y del ejemplo de Don Benito Juárez. Sentía orgullo cuando el presidente hablaba de la cultura, de los usos y costumbres que en otros tiempos se extendieron por los pueblos tlapanecos, hoy olvidados por todos los gobiernos pero que felizmente también viví cuando era un chamaco
Solo la heroicidad, la leyenda y el ejemplo juaristas siguen manteniendo el sentido de una patria que soñó ser independiente, libre y soberana. El hombre que derrotó al segundo imperio que se quiso instaurar en nuestro país, el que acabó con la segunda intervención francesa, con el archiduque que soñó conquistarnos y terminó fusilado en el cerro de las campanas en el Estado de Querétaro, camina enhiesto su nombre por los senderos y montañas de esa patria que hace 213 años lo trajo a este mundo. Entre orgulloso y nostálgico me preguntaba el por qué de mi presencia en estos lugares que ya poco tienen de mí. Y es que el 2 de junio se volverá a elegir gobernador de mi Estado y las huestes mixtecas ya se andan calentando
En eso andaba cuando Jannette Martínez, lideresa del colectivo en el que participo en la Alcaldía de Gustavo A Madero me convocó vía internet a una reunión con el alcalde Francisco Chíguil Figueroa. Decidí regresar por unas horas a la CDMX y participar en este encuentro largamente buscado y hasta ahora atendido. Con él hablaremos del retraso en la atención de las demandas ciudadanas y de las tantas tareas de gobierno que hay que aterrizar. Ya les platicaré a mis lectores de qué lado encontramos mascando a la iguana

  

miércoles, 20 de marzo de 2019


Cuando el pasado nos alcance

Por JESÚS SOSA CASTRO

En días recientes, el presidente de la República declaró que las iglesias pueden contar con cadenas de televisión o de radio, toda vez que éstas tienen derecho a expresarse, a ser oídas en lo que tengan que decir. Y aunque estas declaraciones se postulan en el laicismo del Estado, la experiencia histórica demuestra que los sectores más beligerantes de las jerarquías religiosas siempre han estado del lado oscurantista y reaccionario de nuestra sociedad. Es verdad que el pueblo ha alcanzado un importante nivel de cultura política y puede discernir lo que conviene o no a su interés pero en el caso de las jerarquías religiosas lo que se ha acentuado es su espíritu conservador, reaccionario
Cuando Bergoglio visitó a Peña Nieto del 12-17 de febrero del 2016 lo hizo en apoyo y complicidad entre la iglesia y la clase política mexicana. El jefe del catolicismo no vino a recuperar la fe perdida de amplios sectores de creyentes, vino a darle un espaldarazo político a Peña Nieto, a su gobierno y a todos los que estaban llevando a México a un despeñadero el cual a casi cuatro años de distancia no hemos podido superar. Entonces, el dirigente principal de Morena expresó su apoyo a las declaraciones políticas, que no religiosas del desde entonces jefe de la iglesia católica. ¡Mala decisión! Nada de lo que hizo y dijo el papa Francisco, ayudó ni ayuda a los movimientos populares que están luchando contra el sistema. ¡Todo lo contrario! La parte conservadora de la iglesia católica se fortaleció igual que las jerarquías de las otras iglesias
A pregunta expresa de un reportero en la conferencia mañanera del lunes 18 de marzo, el presidente dijo que, aunque él es el jefe de un Estado laico, las iglesias tenían el mismo derecho que los empresarios, que los políticos, que los agnósticos a poner sobre la mesa sus pensamientos, que eso forma parte de las libertades públicas, del derecho a la libre expresión de las ideas y que por lo tanto es su decisión o no competir en estos rubros, si la ley lo permite. Habría que preguntarse -agregaba- si las empresas de radio y televisión actuales no hacen más daño a la sociedad promoviendo comida chatarra, la mediocridad y la castración de los valores culturales y espirituales de nuestro pueblo
Hablando en estricta lógica, el presidente López Obrador tiene razón. Pero … no cuando en discursos recurrentes habla de que, así como Juárez separó la iglesia del Estado y hoy se propone separar el poder político del poder económico; cuando la historia es testigo de la cruenta guerra cristera, cuando la jerarquía de la iglesia católica está combatiendo su proyecto político, ¿no sería mejor que el presidente no se atreviera a dar ese paso cuando no hay a la vista ninguna necesidad de hacer estas concesiones a las iglesias?
El pueblo que está abrazando los actos de gobierno propuestos y efectuados hasta ahora no tiene por qué empezar a sufrir estos desencantos. Tampoco hay necesidad de hacer estas cosas cuando hoy el partido Morena no tiene liderazgo ideológico y político capaz de enfrentar con éxito los distintos frentes que la reacción está abriendo por todas partes. Con los oportunistas y trepadores que dominan el partido no vamos a llegar lejos en un debate que por su inoportunidad y falta de sustento corremos el riesgo de perder. Dolería mucho que Morena esté dejando de ser la opción política por la que luchamos millones de ciudadanos
Potenciar estas políticas transformadoras implica impedir que el partido Morena se convierta en un partido al servicio de los oportunistas. Se requiere un golpe de timón que enderece las políticas de puertas abiertas a un montón de arribistas que le están desfigurando su rostro,  es necesario un liderazgo ideológico y político que sepa enfrentar las desviaciones que está sufriendo el partido, trabajar en serio en la formación política de los mandos intermedios en los que el clientelismo electoral y la desfachatez han sentado sus reales en la construcción de un partido de papel. Se requiere en fin, contar con un instrumento que no deje al presidente de la República la ingrata tarea de estar enfrentando todos los días a la reacción política y clerical porque los dirigentes del partido no dan señales de vida por ninguna parte ¿Se entiende?




miércoles, 13 de marzo de 2019


Las mujeres dicen basta, lo viejo, se acabó

Por JESUS SOSA CASTRO

Para hablar del papel que están jugando las mujeres en el México de hoy, hay que empezar por quitarse el sombrero. Es muy importante repetir que un porcentaje alto de ellas, que labora en la academia, la industria, el comercio, los servicios y la política; ha demostrado haber ganado ese lugar a partir de su inteligencia, su capacidad, el trabajo y la honestidad. Desde luego que habrá algunos malandrines que nieguen esto, su infantilismo y su machismo no les permite ver las cosas de otra manera. En estas cuestiones, el pensamiento del hombre se ha desarrollado con mucha lentitud, detrás de la puerta, sigue creyendo que la mujer es “un hombre incompleto, un error de la naturaleza” como afirmaban en su tiempo Aristóteles y Santo Tomás
 ¡Pero no nos equivoquemos! En la historia del México nuestro está registrado un aporte sumamente importante de la mujer en su construcción. María de la Soledad Leona Vicario Fernández de San Salvador, conocida como Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra, María Ignacia Javiera, alias la Güera Rodríguez, Mariana Rodríguez del Toro, Manuela Medina, María Fermina Rivera y muchísimas más, son apenas un débil ejemplo de esa participación. En la Guerra de Reforma miles de mujeres anónimas contribuyeron al triunfo de Juárez y a la derrota del imperio de Maximiliano y de los tatarabuelitos del PAN
La gesta de 1910-17, no hubiera sido posible sin el apoyo heroico de miles y miles de mujeres que participaron e influyeron en el triunfo de la Revolución. Con motivo de la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938, la política popular y nacionalista del Gral Lázaro Cárdenas movilizó a grandes sectores del pueblo particularmente a las maestras rurales, las campesinas, las obreras y mujeres de la clase media, para apoyar la lucha contra las compañías petroleras que habían construido un imperio económico a costa del hambre y la miseria de los obreros mexicanos. En esos años Felipa Poot y tres compañeras suyas, cayeron muertas a pedradas en las tierras de Yucatán a causa de su exigencia de libertad para los mayas, sometidos entonces por la Casta Divina
Hoy, a más de doscientos años de iniciada la lucha por la Independencia de México y más de cien del triunfo de la Revolución de 1910-17, millones de mujeres se organizan y luchan llevando como bandera la libertad, la igualdad y la justicia. Su lucha se manifiesta en las calles, en los centros de trabajo y en la política. Su grito libertario recogió la bella frase de Jorge Luis Borges de que “La historia no es lo que sucedió sino lo que juzgamos” El pueblo ha juzgado con rigor histórico el papel que están jugando las mujeres en la construcción de nuestro país. Su lucha confirma la poética sugerencia de Nicolás Guillén de que “países y mujeres sólo alcanzarán su libertad cuando a punta de Remo estos fueran alejados de los imperios del atraso y de la voracidad económica” “La política que salvarrá al mundo de sí mismo, concluía, provendrá del campo de las mujeres en lucha”
Sin embargo, en la memoria colectiva de esta sociedad no existe aún el reconocimiento al creciente papel que están jugando las mujeres en la lucha por la democratización de México. La equidad de género seguirá siendo un espejismo en los derechos civiles de este sector mientras las leyes y prácticas sigan siendo omisas en la defensa de los intereses mayoritarios de nuestra sociedad. Sería ideal que un día, las mujeres pudieran recorrer su mundo, nuestro mundo, inspiradas en el hermoso pasaje literario de Shakespeare donde las mujeres, después de protestar fuertemente en las calles, fueron incluidas en una obra teatro  
La mujer ya no se puede ocupar sólo del trabajo doméstico. Hay que hacer un alto en el camino y poner fin al desperdicio de su talento. Las ideas de Viviana Sansón plasmadas en el Manifiesto del Partido de la Izquierda Erótica, de Gioconda Belli, son un racimo de elocuencia y dignidad. “Somos mujeres -dice Viviana- preocupadas por el estado de ruina y desorden de nuestros países. Desde que las naciones se fundaron, los hombres han gobernado sin nuestra participación. De allí que nos atrevamos a afirmar que es la gestión de los hombres la que ha fracasado. En su ejercicio, agregaba, de todo nos han recetado estos señores: guerras, revoluciones, elecciones, fraudes, democracia, fascismo y dictadura”
Las mujeres mexicanas hicieron un ejercicio de poner en juego su decisión de construir otro país. Concluyeron que ninguno de los anteriores gobernantes les había encontrado el modo a las cosas. Y nosotras, apoyadas en las ideas de Viviana Sansón, ya estamos cansadas de pagar los platos rotos de tanto gobierno inepto, corrupto, manipulador, usurpador y violador de la constitución. A partir del 1º. de diciembre del año pasado, con nuestro voto, hemos decidido poner manos a la obra. Y como flores en primavera, se han abierto nuestros sentidos y hemos acordado decir BASTA, lo viejo, se acabó



   

miércoles, 6 de marzo de 2019


La derecha ciega

Por JESÚS SOSA CASTRO

El triunfo de la Coalición Juntos Haremos Historia el 1º de julio pasado, puso en estado de coma a la derecha recalcitrante. Sin duda, la debacle de esta corriente de pensamiento se debió a que no fue capaz de entender lo que estaba naciendo en las entrañas de la mayoría de la población. La derecha, esa fuerza que históricamente ha estado siempre en contra de los avances sociales y políticos en México, la que  estuvo en contra de Hidalgo y de Morelos en la guerra de independencia, la que enfrentó a Juárez durante la Reforma y que a partir del 19 de junio de 1867 trajo a México a Maximiliano de Habsburgo para que gobernara nuestro país, la que durante la Revolución se opuso a las ideas y propuestas de  Emiliano Zapata y a Francisco Villa, la que hoy se transfigura haciendo rabietas porque ya nada le sale bien, esa derecha ciega, anda grillando para convertirse en el contrapeso a las políticas públicas de AMLO
La ceguera y la flacura de esa corriente política, hoy, sostengo, desde el primero de julio del año pasado “ningún chile le embona” Ha ido de fracaso en fracaso porque en sus acciones no hay materia que defender. Hace tiempo perdió el consenso social y el proyecto que antes la mantuvo en el poder, se le ha escurrido grotescamente de las manos. Cuando Antonio Gramsci analizaba estos problemas decía que la supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos, “como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social puede y debe ser dirigente desde antes de conquistar el gobierno para después conquistar el poder. Esa fuerza se vuelve dominante, pero debe continuar siendo dirigente” En el caso de la derecha mexicana sólo da pena ajena, no tiene proyecto ni futuro, “anda como pedo en bacinica” de un lado para otro
En México, la supremacía como dominio y como dirección intelectual y moral la derecha los perdió estrepitosamente, dejó de ser opción porque abandonó los principios que hasta el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, habían sido los motores que impulsaban los anhelos libertarios de un pueblo víctima del despotismo y la marginación. ¿Qué sucedió a partir de 1940? El proyecto de transformación que se contenía en el programa de los líderes sociales como Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco J. Múgica, Felipe Ángeles y el Gral. Cárdenas, fue traicionado por los cachorros de la revolución que se montaron en él para estrangular su contenido y entregarlo a la burguesía
A partir del 1º de diciembre del 2018 comenzó una nueva era.  Una revolución social rompió el esquema político que tanto propició el neoliberalismo. El pensamiento y las acciones de la mayoría de la población pasó a ocupar el espacio que la burguesía y sus empleados le habían arrebatado. El cerco de una discusión ideológica en la que no estaba la acción, sólo la teoría del individualismo y el mercado, fueron rebasados por un pueblo lleno de hartazgo y dispuesto a sembrar nuevos paradigmas que tuvieran como meta la democratización de la vida pública de México
 ¿Cuáles fueron las causas que llevaron al desmoronamiento intelectual y ético de esta corriente conservadora y reaccionaria? Sobre valoró su papel de fuerza dominante y se olvidó del papel transformador que estaba contenido en el programa de gobierno de los revolucionarios Ricardo Flores Magón, Otilio Montaño, Emiliano Zapata, Francisco Villa, y otros liberales que intentaban sembrar a favor de la gente, la libertad, la equidad y la justicia. Los artículos 1º, 3º, 8º, 9º, 27º, 33º, y 127 constitucionales entre otros, fueron abandonados por esta corriente de pensamiento que se quedó huérfana y se convirtió en usurera, se hizo antipatriota, entregó la riqueza natural de la nación y se asumió como el ariete del oscurantismo y de la reacción en el país
Cuando esta corriente política estuvo en el poder por casi ochenta años, no hubo jamás un liderazgo intelectual y moral. Sólo ejerció el control contra un pueblo que esta fuerza mantenía calculadamente excluido e ignorante para que pudiera ejercer el dominio y el mando. Lo logró durante ocho décadas, hasta que la conciencia acumulada de treinta millones de mexicanos dio al traste con una cultura omnipresente que la nobleza del pueblo soportó durante larguísimo tiempo. Hoy esa derecha que intenta juntar en un solo mazacote a todos los políticos disfuncionales, que está ciega de impotencia y de rencor contra el actual equipo gobernante, anda en los límites de la paranoia, de la locura. En el Congreso o fuera de él, en cualquier tribuna que se les presenta, panistas, priistas y perredistas de plano no les cabe un huevo en el culo. Dicen las malas lenguas que si AMLO incorporara a Blanca Nieves a su equipo de trabajo, los del contrapeso se dedicarían a organizar en su contra a los enanos, para intentar descreditar a su gobierno
Es obvio que la ultraderecha en México anda en busca de agarraderas para no irse al profundo vacío. Lo que quiere convertir en programa de partido y de gobierno un día se le cae y otro también. El corazón del conservadurismo, la corrupción y el entreguismo del PRI y del PAN, ya no son elementos que estén en los sentimientos de la gente y por lo tanto ya no mueven las fibras de su corazón. Perdieron el dominio, control y mando que les dio el pueblo por casi ocho décadas. Su papel intelectual y moral que tuvo la derecha hasta el final del gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, se les fue de sus filas para siempre. Hoy andan de manita sudada para ver qué pueden recoger en el mercado de la basura política. ¡Su ceguera no tiene límites, pero justo por esto, sigue siendo peligrosa!









La derecha ciega

Por JESÚS SOSA CASTRO

El triunfo de la Coalición Juntos Haremos Historia el 1º de julio pasado, puso en estado de coma a la derecha recalcitrante. Sin duda, la debacle de esta corriente de pensamiento se debió a que no fue capaz de entender lo que estaba naciendo en las entrañas de la mayoría de la población. La derecha, esa fuerza que históricamente ha estado siempre en contra de los avances sociales y políticos en México, la que  estuvo en contra de Hidalgo y de Morelos en la guerra de independencia, la que enfrentó a Juárez durante la Reforma y que a partir del 19 de junio de 1867 trajo a México a Maximiliano de Habsburgo para que gobernara nuestro país, la que durante la Revolución se opuso a las ideas y propuestas de  Emiliano Zapata y a Francisco Villa, la que hoy se transfigura haciendo rabietas porque ya nada le sale bien, esa derecha ciega, anda grillando para convertirse en el contrapeso a las políticas públicas de AMLO
La ceguera y la flacura de esa corriente política, hoy, sostengo, desde el primero de julio del año pasado “ningún chile le embona” Ha ido de fracaso en fracaso porque en sus acciones no hay materia que defender. Hace tiempo perdió el consenso social y el proyecto que antes la mantuvo en el poder, se le ha escurrido grotescamente de las manos. Cuando Antonio Gramsci analizaba estos problemas decía que la supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos, “como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social puede y debe ser dirigente desde antes de conquistar el gobierno para después conquistar el poder. Esa fuerza se vuelve dominante, pero debe continuar siendo dirigente” En el caso de la derecha mexicana sólo da pena ajena, no tiene proyecto ni futuro, “anda como pedo en bacinica” de un lado para otro
En México, la supremacía como dominio y como dirección intelectual y moral la derecha los perdió estrepitosamente, dejó de ser opción porque abandonó los principios que hasta el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, habían sido los motores que impulsaban los anhelos libertarios de un pueblo víctima del despotismo y la marginación. ¿Qué sucedió a partir de 1940? El proyecto de transformación que se contenía en el programa de los líderes sociales como Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco J. Múgica, Felipe Ángeles y el Gral. Cárdenas, fue traicionado por los cachorros de la revolución que se montaron en él para estrangular su contenido y entregarlo a la burguesía
A partir del 1º de diciembre del 2018 comenzó una nueva era.  Una revolución social rompió el esquema político que tanto propició el neoliberalismo. El pensamiento y las acciones de la mayoría de la población pasó a ocupar el espacio que la burguesía y sus empleados le habían arrebatado. El cerco de una discusión ideológica en la que no estaba la acción, sólo la teoría del individualismo y el mercado, fueron rebasados por un pueblo lleno de hartazgo y dispuesto a sembrar nuevos paradigmas que tuvieran como meta la democratización de la vida pública de México
 ¿Cuáles fueron las causas que llevaron al desmoronamiento intelectual y ético de esta corriente conservadora y reaccionaria? Sobre valoró su papel de fuerza dominante y se olvidó del papel transformador que estaba contenido en el programa de gobierno de los revolucionarios Ricardo Flores Magón, Otilio Montaño, Emiliano Zapata, Francisco Villa, y otros liberales que intentaban sembrar a favor de la gente, la libertad, la equidad y la justicia. Los artículos 1º, 3º, 8º, 9º, 27º, 33º, y 127 constitucionales entre otros, fueron abandonados por esta corriente de pensamiento que se quedó huérfana y se convirtió en usurera, se hizo antipatriota, entregó la riqueza natural de la nación y se asumió como el ariete del oscurantismo y de la reacción en el país
Cuando esta corriente política estuvo en el poder por casi ochenta años, no hubo jamás un liderazgo intelectual y moral. Sólo ejerció el control contra un pueblo que esta fuerza mantenía calculadamente excluido e ignorante para que pudiera ejercer el dominio y el mando. Lo logró durante ocho décadas, hasta que la conciencia acumulada de treinta millones de mexicanos dio al traste con una cultura omnipresente que la nobleza del pueblo soportó durante larguísimo tiempo. Hoy esa derecha que intenta juntar en un solo mazacote a todos los políticos disfuncionales, que está ciega de impotencia y de rencor contra el actual equipo gobernante, anda en los límites de la paranoia, de la locura. En el Congreso o fuera de él, en cualquier tribuna que se les presenta, panistas, priistas y perredistas de plano no les cabe un huevo en el culo. Dicen las malas lenguas que si AMLO incorporara a Blanca Nieves a su equipo de trabajo, los del contrapeso se dedicarían a organizar en su contra a los enanos, para intentar descreditar a su gobierno
Es obvio que la ultraderecha en México anda en busca de agarraderas para no irse al profundo vacío. Lo que quiere convertir en programa de partido y de gobierno un día se le cae y otro también. El corazón del conservadurismo, la corrupción y el entreguismo del PRI y del PAN, ya no son elementos que estén en los sentimientos de la gente y por lo tanto ya no mueven las fibras de su corazón. Perdieron el dominio, control y mando que les dio el pueblo por casi ocho décadas. Su papel intelectual y moral que tuvo la derecha hasta el final del gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, se les fue de sus filas para siempre. Hoy andan de manita sudada para ver qué pueden recoger en el mercado de la basura política. ¡Su ceguera no tiene límites, pero justo por esto, sigue siendo peligrosa!