miércoles, 26 de junio de 2019


De las palabras a la pólvora

Por JESÚS SOSA CASTRO

Desde hace tiempo representativos de distintos grupos de izquierda han instalado en un sector de la opinión pública una serie de opiniones que vale la pena debatir. La mayoría dice tener la fórmula para derrocar a la burguesía e instaurar una sociedad que acabe con la explotación del hombre por el hombre. No obstante, estos grupos pasan por alto la realidad nacional, no explican las causas de por qué esa izquierda no es seguida por los obreros, los campesinos, por la juventud, por las amplias capas de la población que han sufrido las consecuencias de la concentración de la riqueza, de la falta de empleo y de la violencia de clase. En cambio, esta izquierda un día sí y otro también se dedica a expresar su total desacuerdo con las políticas públicas del actual gobierno federal. Esta es, pareciera, su única razón de existir
Se acepte o no, estas formas de pensar y de ver las cosas son la causa del imparable decrecimiento de esta izquierda radical. El desafío que implica transformar el país pasa necesariamente por un esfuerzo por buscar la unidad, respetando la pluralidad de opiniones, buscando los puntos centrales de las coincidencias políticas y programáticas, haciendo análisis serios sobre el momento que vive el movimiento popular que rompió con el priismo el 1º de julio del 2018, ubicando al adversario principal y, sobre todo, participando al lado de las luchas sociales y políticas del pueblo. Le haría muy bien a esta izquierda estudiar el significado y los alcances de las alianzas políticas que hoy sólo han llegado a la defensa de una vida democrática
Lo que hoy expresan los representativos de esta izquierda no es la reflexión, el interés por agrupar y consolidar esfuerzos colectivos. La mayoría de estas expresiones trata de imponer su pensamiento, de aplastar la opinión de todo aquel que no comparta las tesis o las ideas de tal o cual persona o grupo. Se burla de lo que vive el país, adjetivan las funciones del gobierno, lo llaman entreguista, proempresarial, sometido a los oligarcas, convertido en la mafia del poder. ¿Por qué ese odio a quien recibió el 53% de los votos el 1º de julio del 2018 y hoy tiene el apoyo del 84% de la opinión popular? ¿Es un seguidismo acrítico, irresponsable o estúpido el que le da el pueblo y por eso la campaña irracional de la oposición derechista y de los ultras de la izquierda radical?
¿A quién traicionó este gobierno? ¿Traicionó a la clase obrera, a los campesinos, a los trabajadores? ¿Hubo algún compromiso de su parte para que los izquierdosos del país le echen en cara que su gobierno es más de lo mismo, que está fortaleciendo al gran capital, que abandonó los ideales de los trabajadores, especialmente los de aquellos que ansiaban un nuevo sistema económico y social?¿Se ha rebasado el presidencialismo, el papel del jefe, del caudillo, y las masas ya se conducen  poniendo al frente una cultura  libertaria expresada parcialmente en el artículo 39 constitucional? ¿Es o era posible dar un salto histórico hacia una sociedad sin clases cuando falta organización política en la gente?
No se ha hecho el análisis necesario sobre las condiciones objetivas y subjetivas, no hay nota del estado orgánico, político e ideológico del sujeto que históricamente tiene en sus manos esta tarea. No se ha discutido la estrategia y la táctica, no se sabe a ciencia cierta quiénes y cuantos son nuestros aliados, el espíritu de lucha de los obreros, de los campesinos, de la clase media. No se observa cual es la actitud de los 30 millones de electores que votaron por el actual proyecto democrático que vive el país. Tampoco se ha estudiado si existe la disposición de estos sectores para rebasarlo y hacer suyo el que acabe con la existencia de explotadores y explotados
Si la izquierda se plantea derrocar a la burguesía, debería empezar por hacerse, por lo menos, una autocrítica. Hay que conquistar a las masas, a los obreros, campesinos y otros sectores populares. Para construir el partido que sea capaz de derrocar a la burguesía hay que ir más allá de las proclamas.  Hay que pasar de las palabras a los hechos, recoger los sentimientos, las demandas, los avances que el pueblo ha logrado con sus luchas, con su movilización. La democracia decía Lenin “no suprime la opresión de clase, lo que sí logra es que la lucha de clases sea más pura, más amplia, más abierta. Cuanto más democrático sea el régimen político, tanto más claro será para los obreros, para los trabajadores, que la raíz del mal está en el capitalismo, y no en la falta de derechos” (*) Entonces, trabajemos en serio para lograr este objetivo. ¡Ya basta de andar humedeciendo la polvorita!
(*) Lenin, Sobre la caricatura del marxismo y el economicismo imperialista








miércoles, 19 de junio de 2019


Apuntes sobre libros, cárceles y presos

Por JESÚS SOSA CASTRO

 El martes por la noche veíamos en familia la discusión que estaba dándose en un Foro convocado por la Secretaría de Cultura de la Cámara de Diputados. El tema era cómo incide la cultura, la ciencia y la innovación en el Plan Nacional de Desarrollo, PND, presentado por el Ejecutivo Federal. Durante el conversatorio salió a colación lo que sobre este tema plantea Nuccio Ordine respecto a los asuntos relacionados con la cultura. En su Manifiesto sobre La utilidad de lo inútil, este escritor dice que “en tiempos de crisis es cuando se echa mano del utilitarismo cultural que devora las instituciones, y sólo da entrada a aquello que produce beneficios. También señala que, en esa lógica, la música, la literatura, el arte, las bibliotecas, los archivos de Estado, la arqueología, son cosas que se consideran inútiles porque no dejan dividendos” (1)
Se extraña, y nosotros también que “cuando los gobiernos hacen recortes presupuestales, comienzan por estas cosas inútiles sin darse cuenta de que, eliminando lo inútil que supuestamente no trae beneficios materiales, se corta el futuro de la humanidad” Este hecho lo empatamos con lo que los medios señalan que ha ocurrido con la cultura y la ciencia en el PND. ¡La discusión fue subiendo de tono! De pronto empezamos a hablar de libros, de presos, de cárceles y de torturas. Fue así como apareció lo que hace años motivó una discusión parecida. La vida de José León Sánchez, su libro La isla de los hombres solos y sus tremendos datos biográficos, pasaron a ser el centro de la discusión. Fue hijo de una prostituta, abandonado desde niño, acusado de robos, de un asesinato, llevado a la cárcel, torturado hasta el exceso y liberado treinta años después cuando las autoridades descubrieron que todas las denuncias habían sido falsas. A la fecha ha escrito 28 libros (2)
A partir de esta inicial discusión, la trama fue derivando hacia experiencias conocidas o vividas por diferentes personajes en diversas partes del mundo. Recordé pasajes de la vida que, junto a muchos de mis camaradas como Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Gerardo Unzueta Lorenzana, Gilberto Rincón Gallardo, Eduardo Montes Manzano, Rafael Jacobo, yo, entre muchos otros, vivimos en las cárceles de nuestro país. El fenómeno de las acusaciones falsas y la impunidad que aún vivimos hoy, mantienen en las cárceles de México a muchas personas inocentes. Los crímenes de lesa humanidad siguen dándose en pleno siglo XXI, la venganza política, la injusticia, la pobreza, la incultura, la desintegración familiar, el instinto asesino de personeros del terror, siguen siendo una constante en la vida de nuestra sociedad
A los hechos de los presos de conciencia señalados y los que no fue posible subir a este texto, sumé a mis oyentes el caso de un comunista griego que lo tuvieron treinta años en un calabozo. Fue en una coincidente visita que hicimos a una iglesia ortodoxa en Moscú hace muchos años, donde nos contó que en esa mazmorra perdió la movilidad de sus piernas y de sus brazos. Que esa era la razón por la que siempre iba pegado a la pared de los edificios y el por qué tenía medo a los espacios abiertos. Lo habían tenido la mitad de su vida en un agujero
En la mayoría de los casos los presos que han pasado años en las mazmorras han sido defensores de las libertades, de la democracia y por el logro de una sociedad sin clases. Intelectuales, políticos y pensadores que han aportado al mundo cultura, ideales y ejemplos bastantes para transformar sus países. En cambio, los que han llevado a la cárcel a este tipo de personas defienden intereses de clase, son esbirros del capital, de los oligarcas, de los caciques y de los políticos ignorantes y convenencieros. La incultura, los intereses económicos y políticos, son los que han acotado y acabado con las libertades y la vida de muchos dirigentes revolucionarios. Nuccio Ordine, filósofo y escritor calabrés, afirma que solo un pueblo culto puede parar el utilitarismo de la política y construir el eslabón que una el humanismo, la inteligencia y la justicia
Esta conversación familiar desgarró las fibras de nuestros sentimientos. Pensar que en pleno siglo XXI hay gobernantes que son capaces de mantener en las mazmorras a personas inocentes, acusados de delitos muchas veces inventados como fue el caso de José León Sánchez, el de otros muchos y el mío, es algo que encoge el corazón. Indigna a la sociedad la forma en que se violan los derechos humanos. Estas reflexiones colectivas las quisimos convertir en una muestra de reconocimiento a todos los presos que han entregado parte de su  existencia buscando justicia. Ojalá que ya no haya más espacios abiertos y cerrados donde se intente acabar con la vida y la inteligencia de quienes por alguna razón son o fueron llevados a la cárcel. Espero que con eso se pueda exprimir del corazón lo que queda de estos atropellos
(1)   La utilidad de lo inútil, Manifiesto, Nuccio Ordine, Editorial Acantilado 2018
(2)   Reseña biográfica de José León Sánchez por Osvaldo Corrales Jiménez

                                                                                                                              


  

miércoles, 12 de junio de 2019


Los polvos de la ira (*)

Por JESÚS SOSA CASTRO

El 9 de octubre del 18 publiqué un artículo en el que afirmaba que AMLO era un animal político de las plazas públicas. En este texto se contienen dos cuestiones muy importantes: el contacto con grandes sectores del pueblo, su fuerza principal del presidente, y la idea de que en estos espacios la confrontación política con la burguesía la daba por abajo, por arriba, pero desde abajo. Esta es la diferencia entre quienes atienden los asuntos desde las esferas burocráticas, desde sus pequeños cotos de poder, y el presidente que siempre está en contacto con la población. No entender estas cuestiones básicas es lo que está llevando a los críticos de todos los signos, a inventar derrotas y entreguismos por parte del gobierno federal. Hablan sin mayor fundamento de que el acuerdo firmado entre el gobierno de EU y el de México es “un conflicto entre una burguesía imperial y una burguesía dependiente” que no hay que avalar “con gritos de Viva México” O sea….. ¡Hay que aplaudir el simplismo!
¿Cuáles son los argumentos de las personas que afirman que el gobierno de Trump “dinamizó al gobierno mexicano al son que quiso y lo colocó, objetivamente, como factor incidente en las próximas elecciones en Estados Unidos, …que el 5 % en los aranceles no se aplicaría, pero fue manejado como chantaje, ante el cual el gobierno mexicano respondió sólo a la defensiva, no manejó temas como la diversificación comercial, la aplicación recíproca de tarifas, el tráfico de armas de EU” ¿Es esto lo que ha despertado la “ola patriotera, lo que no favorece el avance del movimiento popular, lo que oculta los esenciales y estructurales problemas de los trabajadores mexicanos” ¿Es esto verdad? ¿O son afirmaciones a base de supuestos que no pueden comprobar los críticos por sistema?
A estos señores nada les acomoda, no hacen otra cosa que afirmar que todo lo que hace el presidente y quienes lo apoyan, solo sirve al capitalismo dependiente. Piensan que el 84% de los que se pronuncian a favor de estas políticas somos una bola de ignorantes y de estúpidos que no sabemos distinguir las políticas que sirven a la gente y  las que sirven a la burguesía imperial. ¡Se equivocan!  Los que hablan y piensan así es por resentimiento y amargura, no digieren que un demócrata sin pretensiones teóricas, pero con gran conocimiento de las necesidades del pueblo y de la política, les haya enseñado cómo se gana a la gente. En cambio, sus críticos no han estado a la altura de las circunstancias
Es obvio que estos señores respiran por la herida. No le acreditan ni le acreditarán ningún éxito al gobierno. Seguirán montados en sus frustraciones y seguirán haciendo una política ajena a los intereses del pueblo que dicen representar. No son casuales sus derrotas, su alejamiento de los sindicatos, de los amplios sectores de la población. El pueblo los está colocando en la marginalidad política, no influyen ni crecen en los espacios donde trabajan los obreros y los campesinos. No están de acuerdo con la cancelación del aeropuerto de Texcoco, con el de Santa Lucía. Están en contra del Tren Maya, con el transpacífico, con la regulación de los salarios de los funcionarios públicos, hicieron una gran alharaca contra la Guardia Nacional, hablaban y siguen hablando de que se está militarizando el país. Criticaron la suspensión de los apoyos a las mafias que traficaban en las estancias infantiles, y ahora, en el colmo de su insensatez, hablan de que el gobierno de la república se dobló ante las políticas arancelarias que Trump intentó aplicarles a los productos mexicanos destinados al mercado de los Estados Unidos
Dice Trump que hay acuerdos secretos entre los gobiernos de EU y México y que en el momento adecuado los dará a conocer. Ya ha sido exhibido por el WP de que el papelito que muestra es el mismo del que ha informado el canciller de México, La locura de Trump es capaz de esas y otras invenciones. Lo que sí sostengo, es que en el acuerdo bilateral todo ha sido informado, no hay nada oscuro ni nada que confirme las críticas de personas y grupos de uno y otro signo
Y no se trata de aplaudir, como algunos erráticamente afirman. Se trata de analizar objetivamente lo que estaba y sigue estando atrás de las amenazas arancelarias y políticas del presidente de los Estados Unidos. Hay que dejar a un lado los polvos de la ira y aplicarse en la construcción de esa fuerza a la que le apuestan los cambios de los que hablan de manera recurrente. Hay que ponerse a organizar a los trabadores en lugar de andarse batiendo en guerritas simuladas. El enemigo de los quejosos no es el gobierno de AMLO. Su verdadero enemigo es otro y de él no hablan ni para bien ni para mal. ¡Lástima, Margarito!
(*) El título de este artículo es de un capítulo del libro El otro México de Ricardo Raphael









miércoles, 5 de junio de 2019


Perdió el PRIAN, Ganó AMLO

Por JESÚS SOSA CASTRO

El martes 4 de junio fui invitado a participar en un debate convocado por un colectivo de la Alcaldía GAM. Los temas fueron: las elecciones del 2 de junio, los problemas que vive Morena y lo que puede suceder en el Congreso de Morena el 20 de noviembre. Al margen de las opiniones de cada quién, lo que unificó a toda la audiencia, fue la crítica a las formas utilizadas por la dirección para imponer candidaturas a diestra y siniestra al margen de la opinión de la militancia. Como nunca, hay mucho encabronamiento en ella. Pues al margen del triunfo de dos gobernadores, entre nefastos y siniestros, se ve venir un congreso para el cambio de dirección en el mes de noviembre en el que no es nada remoto que éste se convierta en una reunión más de esas que ni huelen ni hieden
Como militante de la izquierda por muchos años -dije en esa reunión- he apostado a la construcción de un partido de clase, un partido que en su hacer y decir, estuvieran la participación, la independencia y las demandas de los trabajadores. En ese y en todos los demás en los que he estado, se dijo que esa Organización daría sentido y dirección a las luchas del pueblo. ¡Esto no sucedió! Después de los fracasos y frustraciones sufridos, miles y miles de ciudadanos fundamos Morena. Pensamos que, por fin, tendríamos la oportunidad de sembrar otras ideas, otras formas de hacer política, otras formas de atender a la gente, de resolver los viejos problemas del país
Pero ¿qué vemos hoy en este partido? Lo primero que hay que señalar es que los treinta millones de electores que obtuvo la alianza electoral que llevó a la presidencia a López Obrador, nunca fueron atendidos orgánica y políticamente por los directivos.  Los actores más activos que se incorporaron a la lucha por el cambio fueron desoídos en sus demandas y hoy transitan por las veredas del desencanto. Los dirigentes no construyeron organización ni formaron ideológicamente a sus cuadros. Impusieron decisiones cupulares, cerraron la puerta a críticos y fundadores y se la abrieron a aquellos que garantizaban lealtad a los jefecillos, a los integrantes de la nomenclatura nacional. Se prostituyó el sentido partidista, todo se movió hacia un espacio electoral y convirtieron las luchas sociales en una disputa por el botín. Ganaron las relaciones con los jefes y se sobre puso a los ideales, las relaciones, el poder y el dinero
A seis meses de que se convoque al congreso no hay indicios de que las cosas vayan a cambiar. Los que ahora se auto proponen para la presidencia del partido, no son representativos de los intereses de las bases, de los millones de votantes que siguen apoyando al gobierno federal, no se les conocen posicionamientos personales sobre los graves problemas del país, son en todo caso, representantes de los grupos de poder que se metieron a Morena por la ventana. Si esto se da otra vez en el próximo Congreso, sería una raya más que se adhiere al lomo de un tigre maniatado por el poder. En las elecciones ocurridas en seis Estados lo que asomó fue el rostro truculento de la antidemocracia y de la imposición. ¡El pudor político se convirtió en pena ajena!
Esperamos que la militancia reaccione y haga valer su opinión, su trabajo y su deseo de contar con un partido que esté permanentemente conectado con las luchas sociales y con sus electores. Sería un desatino por parte de quienes están en condiciones de impedir que las cosas se repitan, que pasaran por alto lo que, en corrillos, colectivos, en la calle y en lo que queda de los organismos de base, que se volviera a imponer a los mismos de siempre cuando éstos son los responsables del desencanto y la frustración orgánica que vive Morena. Quien le esté apostando al prestigio y a la autoridad política del presidente para continuar como dirigentes del partido o como funcionarios públicos, se equivocan. El horno ya no está para bollos
Ojalá que la democracia y la consulta a las bases se abran paso en los preparativos y realización del próximo Congreso. Sólo esto garantizará la continuidad de los más importantes actos de gobierno, será, también, la fuerza que impida que la oposición con todos sus alfiles, sigan generando las condiciones para acabar con un proyecto democrático que, hasta ahora, apoyan el 82% de los ciudadanos de nuestro país. Es momento de cambiar las cosas. El tiempo de los ineptos, de los oportunistas, de los electoreros, de los ajenos a las luchas del pueblo, ha llegado a su fin. Ahora corresponde a la militancia, a los constructores, a los impulsores de una forma nueva de hacer política, de los que queremos democracia adentro y afuera del partido, tomar en nuestras manos los cambios que se requieren. ¡Ya basta de imposiciones y de locuras que llevan a la nada!