miércoles, 30 de agosto de 2017

Que la palabra y el honor digan NO a los agravios

Por JESÚS SOSA CASTRO

El domingo 27 de agosto por la noche, el Dr. Armando Martínez Verdugo y yo regresamos de Monterrey después de habernos encontrado con académicos y políticos interesados en debatir sobre algunos de los graves problemas que vivimos en el país. ¡Fue un encuentro muy exitoso! La conferencia del Dr. Martínez Verdugo y las aportaciones que hicieron distintos compañeros, alimentaron una serie de reflexiones en torno a la situación política nacional, sobre la actuación de los partidos y respecto del cuestionado papel de sus liderazgos. En el aeropuerto y durante el camino de regreso, pude darle cuerpo a algunas ideas que sobre Josefina Bórquez, Elena Poniatowska convirtió en Jesusa Palancares en su hermoso libro Las indómitas (*) No trataba de cuestionar nada, ¡NO! Solo quería explicarme la enorme fuerza humana para soportar la pobreza y la soledad con las que vivió esta valiente mujer. Cada vez que leo a Jesusa Palancares mis cansados ojos y mi viejo corazón se estremecen ante el espanto que me producen las miserias humanas cuando se trata de los marginados. ¡Así bajé del avión!
Con esas notas bajo el brazo me fui a mi casa. Cansado como venía tomé los diarios que me esperaban y abrí sus páginas solo para que mi nostalgia literaria se topara con un montón de dimes y diretes que se resbalan taimadamente en los linderos de la política. Cuando me fui a Monterrey parecía que en Morena se había resuelto la propuesta de quien en los próximos meses pudiera ser nuestra candidata a Jefa de Gobierno de la CDMX. Así lo quería y trabajé en consecuencia. Sin embargo, la sobreestimación de las cualidades humanas, casi siempre pasan por alto otras lindezas casi nunca cuestionables. La creencia de que los méritos personales conducen a un escalafón,  se acrecienta cuando las zalamerías de personas que viven de la adulación y la lambisconería, elevan los niveles de la soberbia hasta llegar a creer que se es indispensable para resolver todo tipo de conflictos. Esto llevó a uno de los contendientes a inconformarse con los resultados porque en su ego creyó que era el elegido de los dioses. Menospreció la fuerza moral de la mujer que paseó por la ciudad su frescura, sus conocimientos, su modestia y una ausencia feliz de los apoyos corporativos de dentro y de fuera, que tanto daño le han hecho a la política y a la democracia. Lo que se decía era el enojo del susodicho se dio a conocer públicamente. El lloriqueo y la soberbia continúan
Hoy martes por la noche muchas personas que antes hablaban de la unidad y de la fuerza que había que lograr para cambiar el país, están coincidiendo con los gacetilleros a sueldo, con el graznar de las chachalacas y que ahora forman parte del coro que grita que la selección fue fraudulenta. ¡Todo porque su candidato no fue el ganador! Yo reiteré antes de la encuesta, que no me gustan los métodos y las formas en que los dirigentes están resolviendo las cuestiones fundamentales de la política. He dicho hasta el cansancio que le están abriendo las puertas a gandayas y chapulines que lo único que buscan es lograr una canonjía para seguir viviendo de nuestros impuestos. He dicho y lo sigo sosteniendo que la mayoría de los llamados enlaces y ahora Coordinadores de organización, son ajenos a los problemas, a la militancia y que solo sirven para un carajo. Que hay que poner en juego la inteligencia para empezar a cambiar las formas de cambiar. Esto que está a la vista de todos, no ha merecido ningún comentario de los dirigentes    
Pero una cosa es hacer la crítica dirigida a corregir el rumbo del partido y otra cosa muy distinta es hacer una apología del rompimiento, de la fractura y de la traición. Ahora resulta que aquellos que los aduladores consideraban unos trúhanes de la política, hoy les encuentran virtudes y les hacen ojitos para llevar a sus filas al paladín de la democracia. Con una ignorancia supina se olvidan de que esos que andan en su busca han sido, históricamente, apoyadores acríticos  de la derecha rapaz, corrupta, asesina y antipatriótica. La actitud del que se creía ser y al final no lo fue, sólo está sirviendo  para que la ultraderecha y los anti AMLO de oficio, estén maquinando la forma de fracturar a Morena. Yo he apelado a quien dice ser un hombre de palabra y un hombre de honor, que no se deje seducir por el canto de las chachalacas. Esas aves que paga y alienta la derecha con rostro foxiano pero que en parte de él, se esconde la enorme cola de los otros cancerberos del régimen. Deseo sinceramente en que nadie caiga en la tentación de irse de Morena porque el espacio que reclamaban no dio para todos los que creían merecerlo. Si hay interés en cambiar el régimen político, si es sincero el dicho de que juntos estamos y juntos vamos a seguir, estoy seguro que habrá otras plataformas para que la inteligencia, la capacidad y el deseo de servir, se conviertan en una nueva fuente de poder y de unidad en torno al presumido nuevo proyecto de nación
Si esto no se da, porque los aduladores, los golpeadores y los hueseros resultaran más fuertes que los principios y las convicciones, entonces el o los que se sientan agraviados pueden incorporarse al Frente que intenta quebrar el ánimo y el trabajo para que AMLO llegue a ser Presidente. Si lo hacen, están en su derecho, pero la historia no los perdonará. Las traiciones dan coronas de laurel de manera temporal, pero a la vuelta de los tiempos la traición se paga con la muerte política ¡No  lo olvide nadie! Ojalá Ricardo Monreal actúe con tranquilidad y en sus palabras, tome “decisiones con la cabeza fría” Poner su palabra en manos de la gente hay el riesgo de que lo que se imponga sea la ceguera o la venganza irracional, traicionando lo que demanda la responsabilidad política.  Yo le pido a este destacado político que aguante este agravio que dice que sufrió. Su capacidad y su inteligencia no permitirán que su estatura se vaya haciendo chiquita al paso de los días. Los que apreciamos y vemos la política de manera diferente a como la ven los lame botas, queremos que en Monreal sólo quepa el honor y el respeto a su palabra. ¡Nada más pero nada menos!
(*) Elena Poniatowska. Las indómitas. Editorial Seix Barral. Los tres mundos



miércoles, 23 de agosto de 2017

El quebranta huesos

Por JESÚS SOSA CASTRO

En la región  aledaña entre Guerrero, Puebla y Oaxaca,  hay una parte donde se asentó en 1486 la cultura tlapaneca. Después de más de  quinientos años esa cultura multiplica sus esfuerzos por conservar sus valores, hoy tan carcomidos por la insustancialidad de la cultura burguesa.  Conozco la región porque en una parte de esas agrestes montañas, mis padres le cortaron el ombligo a este añoso  amerindio. Podría decirse, que a pesar de las distancias geográficas y de los tiempos, sigo pegado al conocimiento de las pasiones, cultura y tradiciones de mis viejos ancestros. Me consta, en consecuencia, que estos pueblos originarios se resisten a perder su cultura que por más de cinco siglos han venido cuidando como la niña de sus ojos
Una de esas formas de protección a sus creatividades se ve físicamente en cómo han mantenido su arte culinario, sus costumbres y su lengua. El colorido de sus fiestas, la hermandad y el respeto entre los ancianos y los niños, entre las mujeres y los jóvenes, es algo que ha contribuido a llenar el riachuelo que lleva a la acequia todas sus expresiones culturales. El respeto a los animales  al medio ambiente, a sus valles y montañas, son siempre la expresión de un pueblo que ha entendido el sentido y el significado de la vida. No hablaré hoy de las demás cosas que han parido estos pueblos que viven en las montañas del sur y del nudo mixteco. Hablaré de un hermoso animal cuyo plumaje lo va cambiando al paso de los años hasta llegar a la adultez con el cuello blanco, alas tornasoladas y plumas en las patas. El cambio de colores de una edad a otra se parece mucho al cambio de piel de los políticos mexicanos que, salvando las diferencias, Paco Ignacio Taibo II describiera con brillantez en el hermoso pasaje de su libro “Temporada de Zopilotes”
El ave de la que hablo se la conoce como “El quebranta huesos” Es un ave observadora que no se acorrienta comiendo carne putrefacta. Ese manjar se lo deja a los buitres y a las demás bestias carroñeras. Este animal va por los huesos. Desde grandes alturas avizora el momento para bajar por ellos. Una vez identificado el objetivo, vuela en picada y se lleva el esqueleto que le hayan dejado los zopilotes. Hay quien afirma que cuando su hambre es  harta y no tiene que comer, el quebranta huesos es capaz de levantar cerdos o cabras dejándolos caer desde grandes alturas para después bajar por los huesos que hayan quedado  una vez que se ha dado el aventón. Lo que a mí me consta es que es un ave osteópata por excelencia. Lo demás se lo deja a los buitres y a las demás bestias que se alimentan de miserias ajenas
Los que han seguido de cerca el comportamiento del quebranta huesos afirman que es, también, un ave oportunista, calculadora, sensiblemente perspicaz para aprovecharse de  las debilidades de las demás bestias  montaraces y carnívoras. Pareciera que de  esta ave han sido copiados los comportamientos casi salvajes de los actuales hombres de la política. Estos, persecutores   contumaces de lo que ha creado la naturaleza, se empiezan a parecer a esta ave  carroñera. Poco a poco han ido perdiendo su humanidad, la solidaridad, el apoyo mutuo para convertirse en tempranos buscadores de huesos. Sólo hay que seguirle los pasos a la política para darse cuenta de cuanto ha crecido la ambición por el poder y por hacerse de un hueso político. Todo mundo anda en la carrera de colgarse de alguien o de algo para darle “sentido” a sus ambiciones personales. Unos van al crimen organizado y otros disque a servirle a la patria.  Es patético ver como miles de jóvenes tienen en este quehacer, tan corrupto y tan buscado, el cárcamo en el que están depositando tan caóticamente su interés por los huesos que los partidos han dispuesto para atraerlos al trabajo electoral
Sufrimos una “clase política” crecientemente alejada de los problemas de la sociedad. Ha encontrado que una vez promovida a los puestos públicos, su poder ya no tiene que ver con sus electores sino con los dineros que le proporcionan los causantes al través de sus impuestos. Recoge en bandeja de plata recursos y poder. Esta es la razón que ha dado vida a los chapulines y a los quebrantahuesos, al descrédito de los políticos y de la política. Hoy el futuro de la nación ya no está en manos de la inteligencia, de la cultura, del conocimiento de los problemas nacionales.
Está en el inexplicable crecimiento de los grillos, de los oportunistas, de los saltimbanquis. ¡Mal se perciben las cosas para el futuro! Tenemos que prepararnos para vivir una catástrofe o imponer la rebeldía para saltar las trancas que nos estorban para construir una fuerza que acabe con la pasividad, el conformismo y la sumisión. Si dejamos que la lucha por los puestos nos devore, este país no saldrá del socavón. Pues mientras más pasa el tiempo, aumenta el número de jóvenes sin escuela, sin trabajo y sin futuro. Y cuando este destino nos alcance no habrán espacios suficientes para que los partidos sigan repartiendo huesos como si se tratara de cacahuates. ¡O paramos esto o que “Dios” nos agarre confesados! 




  

miércoles, 16 de agosto de 2017

Siempre será importante sacar a airear las ideas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Los días 25 y 26 de agosto del año en curso, varios colectivos regiomontanos invitaron al Dr. Armando Martínez Verdugo y a mí a un debate sobre “Los problemas políticos de México” Para no irnos en autobús y pasarnos más de 10 horas de camino hasta Monterrey, decidimos ver a los amigos y camaradas para que nos apoyaron con los pasajes en avión. Pocos entendieron nuestro llamado y otros sólo nos desearon buenos resultados. El sábado 12 nuestro Colectivo RP tuvo una discusión larga, tensa, difícil. Al final logramos superar los nudos gordianos que tenían atrapado nuestro trabajo y el desarrollo de las ideas centrales de nuestro  quehacer político en varias partes del país. Por ahora superamos nuestra crisis económica y los días arriba señalados estaremos en la capital de Nuevo León
Con ojos semicerrados y una gripa entre pecho y espalda, cansados por largas jornadas de discusión, rememoraba con cierto dejo de pesadumbre y de nostalgia, los tiempos en que mi edad y mi militancia en el Partido Comunista Mexicano permitían moverme de un lado a otro para cumplir con las tareas partidistas que en ese entonces se hacían por convicción y sin sentir que las rodillas o mis huesos pudieran jugarme una mala pasada. Décadas después sólo los ideales y nuestros sentimientos hacen que Armando Martínez Verdugo y yo andemos haciendo una síntesis de nuestras experiencias y conectándonos con otros colectivos para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra el capitalismo y contra las políticas depredadoras del sistema
Llegué a la conclusión de que todas las dificultades y limitaciones con las que vamos de un lado para otro los revolucionarios, no pueden ser razón suficiente para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de  lograr una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida  humana en toda su acepción, sea la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas me dispuse a tomar nota del material y de la discusión con mis compañeros el día domingo, para en su momento, trabajar este artículo.  Por la tarde del lunes, al estarme enterando de los sucesos políticos de los dos días anteriores, recibí una inesperada llamada telefónica de una amiga y seguidora de mis escritos que vive en los Ángeles, California. La conversación con ella, completó el faltante de lo que sería este texto
Hablamos de su trabajo con los migrantes mexicanos, de su participación en el evento que se hizo en esa ciudad con Andrés Manuel López Obrador, de sus diferencias conmigo por mis críticas a Morena, de la opinión suya de blindar a AMLO ante las amenazas de sus adversarios, de la opción político electoral de Morena y de un planteamiento que lleve a la construcción de una fuerza que represente los intereses de clase y asegure que cualquiera que sea el resultado del 2018, el pueblo seguirá firme en los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y un pueblo organizado por abajo y por arriba pero desde abajo, como condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Me invitó a los Ángeles para una reunión política con los mexicanos más destacados en la lucha. Le dije que iría pero veríamos juntos los temas y las fechas probables para el encuentro. Fue una conversación interesante con una mexicana culta, activa políticamente y con orgullo de ser una mujer de la izquierda revolucionaria





miércoles, 9 de agosto de 2017

Las añosas causas del desencanto

Por JESÚS SOSA CASTRO

 Ordenando algunos de mis viejos libros, encontré uno que al abrirlo, había anotaciones al margen que yo hice poco más o menos hace siete años. Con un lápiz de color tenía subrayada  una  frase que hoy intentaré desarrollar al lado de mis lectores. Dicha máxima y según yo, dibuja con mucha precisión lo que cotidianamente pasa en los círculos donde los políticos son la comidilla para bien o para mal. El que escribió esta sentencia es un ideólogo de la derecha, ha hecho estudios interesantes sobre los políticos, sobre la cultura de la adulación y de paso, con mucha elegancia, les ha infringido dos que tres raspones a los actores principales de la llamada izquierda electoral. En julio del 2005, justo un año antes de que Andrés Manuel López Obrador se lanzara a la Presidencia de la República por primera vez, la Editorial del Fondo de Cultura Económica, (FCE) publicó el libro “La idiotez de lo perfecto, miradas a la política” (*)  Doce años después creo que a pesar de su formación y sus tendencias por demás derechosas del autor, la lectura y el análisis de su libro debieran pasar por las miradas de la gente de izquierda
El apotegma que pongo en los ojos de mis amigos y lectores dice: “El hombre está necesitado de causas que lo levanten del suelo, que lo saturen de emoción, que otorguen gravedad a su existencia…. solo en la confrontación con el enemigo, la vida aparece en toda su grandeza, en toda su seriedad” Cuando la leí en ese libro no le puse mucha atención. Hoy, dadas las circunstancias en las que se encuentran los partidos, la frase apunta directamente al corazón de quienes queremos hacer algo para transformar el país. ¡Hablo de transformarlo! No de fortalecer la caduca y rapaz estructura del Estado. Hasta ahora, los llamados partidos de izquierda, sólo han fortalecido las normas y la institucionalidad que estamos combatiendo. No entienden que ningún gobierno que se sujete a estas normas, los resultados de su gestión serán siempre contrarias a los intereses del  pueblo
¿Hacemos bien que en estas circunstancias les demandemos a los integrantes de la Patria que luchen por causas justas para que se levanten del suelo? Es obvio. Aunque hay que decir que esta es una tarea gigantesca. Sin embargo, a pesar de que durante más de ochenta años nos han impuesto la cultura del apendejamiento y la castración de nuestras ideas, ha llegado el momento de empezar a construir la fuerza y la dirección que hagan posible que este pueblo heroico se pueda liberar de sus opresores. ¡Que esto implica muchos problemas, es verdad! Pero hay que remontarlos. Y todo lo tenemos que hacer la sociedad civil porque los partidos no son capaces de cautivarnos, de organizar y encabezar estas luchas. Nada de lo que hacen nos satura de emoción. Todo lo emprenden al margen de sus militantes. Entre más se alejan de sus bases, más se acercan al entramado y a los favores económicos  que les proporciona el poder. En esa carrera de oportunismos se van conformando las élites partidistas, se va configurando la indiferencia de las bases, surge el desencanto y crece la inconformidad   
¡Estos hechos son aterradores! Mucho de lo que hoy confronta a las clases sociales, dentro y fuera del parlamento o en la vida pública, es el debate político, el debate ideológico. En la asamblea Legislativa y en la cámara de diputados donde el voto ciudadano llevó a varios diputados de la izquierda, el balance en el terreno de las ideas es tristemente deplorable. No hay huella de que el pensamiento y la lucidez de estos representantes populares, fueran dignos de reconocimiento. Nuestros representantes populares  no fueron la diferencia con respecto de los otros diputados del sistema. El flanco débil de esta primera legislatura de la izquierda no oficial, se expresó en que no pudo o en que no quiso poner en marcha el motor y la pasión de la que en su obra habla el turinés Norberto Bobbio
 Este pensador puso sobre la mesa la filosofía del derecho y de la política. En sus distintos auditorios colocó con brillantez y elocuencia la idea de  que “antes de hablar, antes de decidir es necesario pensar y para pensar hay que tomarse el trabajo de oír y de aprender” Mucho ganarían los dirigentes, los cuadros y los intelectuales de izquierda si se acercaran más al estudio y menos a los dedos de los tata mandones. Hoy la política ya no se puede hacer improvisando dirigentes y poniéndolos a leer sólo cartillas que parecen el silabario de San miguel de vieja memoria. La política de hoy también se hace llenando la palabra de contenido, de argumentos, de conocimiento. Se hace política siendo fieles a las causas del pueblo, luchando a su lado, construyendo fuerza y dirección revolucionarias. Sin estos elementos no habrá nada que nos levante del suelo, que nos sature de emoción o que le otorgue gravedad a nuestra existencia
(*) Las notas entrecomilladas son citas del libro La idiotez de lo perfecto, miradas a la política, de Jesús Silva Hersog Márquez, Fondo de Cultura Económica







miércoles, 2 de agosto de 2017

En estos últimos días

Por JESÚS SOSA CASTRO

A pesar de las debilidades organizativas de Morena, resulta alentador encontrarse con compañeros que están rompiendo las amarras -asumidas por convicción o  impuestas por los dirigentes-  y empezar a expresar sus opiniones, críticas las más, sobre lo que pasa en las entrañas de este partido. En la información que sale en el periódico Regeneración, se habla de que todo marcha “requete bien” ¡La realidad es otra! Invitado por compañeros de varios Estados y por informes directos de muchos  compañeros militantes, me he enterado de que la debilidad del partido es su organización. Todos los que antes estábamos en comités de base, de colonia, región o centro de trabajo, hemos sido desaparecidos. En su lugar, se ha montado una estructura paralela que ganó presencia en los órganos de dirección pero perdió la militancia más activa y comprometida con la política del partido
Por varios meses ese proceder no trajo mayores consecuencias. Todo parecía normal, especialmente porque esa estructura jamás hizo política defendiendo las causas populares. Su trabajo consiste hasta la fecha,  en formar comités seccionales para cuidar el próximo proceso electoral. Esto llevó a que aparecieran dos fenómenos: La estructura paralela se formó por gente cercana o incondicional de los dirigentes, sin que ésta estuviera ligada ni al Estado, ni Delegación o Distrito donde se encuentra la militancia con la que, se supone, iba a  trabajar. De entrada, esta decisión produjo enojo porque se descalificaba a los liderazgos naturales que se habían formado en la lucha por la construcción del partido. Los enlaces impuestos no conocieron jamás los problemas de cada lugar. En cambio su autoritarismo y la exclusión de militantes críticos llevó a la división y al repliegue de los mejores cuadros de nuestra Organización!
El otro fenómeno, tal vez el más grave, consistió en el desencanto en lo mejor que había incorporado Morena desde su nacimiento. Los líderes de pueblo y de organizaciones sociales que querían contar con una fuerza política capaz de defender sus causas, poco a poco se fueron marginando porque el partido privilegió sólo el trabajo electoral, en franco abandono de las demás luchas sociales. Las resistencias que pensaron que Morena era la fuerza para empujar la lucha por la transformación nacional y lograr una vida auténticamente humana, vieron frustradas sus expectativas. El instrumento que esperaban se dedicó de tiempo completo a la disputa del poder en los términos fijados por  la institucionalidad burguesa. Esta posición ha alejado a muchas resistencias que hay en el país
Ahora se está impulsando una nueva estructura que al parecer estará dedicada a la organización. Implícitamente se acepta que el trabajo para el que fueron designados los enlaces, resultó un soberano fracaso. Con un nuevo sopetón se elimina a los enlaces y se llama a elegir a los Coordinadores de organización. ¿De qué se trata ahora? Son tan obvios los del Consejo estatal de la CDMX que sin mediar convocatoria pública a la militancia, en silencio y en lo oscurito está llamando a registrarse como candidatos. Ese camino ya lo conocemos. No solo es antidemocrático sino que encierra una práctica falaz. Se utiliza el síndrome de la chimoltrufia. Llama a elegir una cosa pero en la realidad hace otra. Lo que hoy está ocurriendo es que todos andan tras las candidaturas, especialmente aquellos que se han colgado desde tiempo atrás de los padrinos políticos. La “base” ni en cuenta. Todo se decide por los chipocludos aunque quieran aparecer otra cosa ¿Se van a resolver los problemas de organización con este tipo de procedimientos cuando muchos de los aspirantes enseñan el cobre diciendo que lo acordado por el Consejo es un simple cambio en la nomenclatura del partido? Si se quiere ir a fondo en la solución de estos problemas realmente existentes, esas personas que ya fueron y que no rindieron cuentas positivas de su trabajo, deberán ser sacadas ipso facto de esa responsabilidad y no premiarlas con nuevos puestos para seguirse pareciendo a los chapulines de los otros partidos. ¿O de qué estamos hablando, señores del Consejo de la CDMX?
Por fortuna la militancia ya le perdió el miedo a la burocracia y avanza, aunque despacito, en un trabajo que la está llevando a construir una fuerza política que le dé sustentabilidad a sus acciones y de paso, ayude a impedir que las formas hasta ahora utilizadas para resolver los problemas internos del partido y de la promoción  de sus candidatos a encargos populares, terminen en un socavón. Este es el sentido que a nivel nacional le encuentran los compañeros que nos estamos coordinando en estos últimos días. Las discusiones, seminarios y talleres van en esa dirección. Estamos construyendo una fuerza y una dirección capacitadas para enfrentar los problemas y los atropellos a la democracia. La palabra y el trabajo son nuestra trinchera desde la cual, aspiramos a cambiar el actual estado de cosas y de paso, impedir que los gandayas nos vuelvan a robar al partido