lunes, 31 de marzo de 2025

 

Las iglesias se siguen poniendo fuera de la ley

Por JESÚS SOSA CASTRO

Recuerdo haber escrito algo sobre lo que para mí significó el conservadurismo clerical. Mi formación en la escuela rural vivió el desencuentro entre las proclamas cristeras de “Viva Cristo Rey” y la lucha a favor de la educación socialista que impulsaba el Gral. Lázaro Cárdenas del Río. Vuelvo a esa época, para describir algo de lo que pasaba en los pueblos de la mixteca poblana, una región cristera donde yo nací. Y es que, a 88 años de distancia, sectores ultramundanos del clero poblano y del país, siguen violando la Constitución, la cual prohíbe que las iglesias hagan política y culto público fuera de los templos

Los resabios de la segunda etapa de la guerra cristera, ocurrida de 1932 a 1938, la viví en carne propia a pesar de mi niñez. Como es sabido, este conflicto fue una confrontación militar entre el Gobierno y un sector conservador de la iglesia católica que se resistía a la aplicación de la llamada Ley Calles. Se inició en 1926 y duró hasta 1929. Las razones que la justificaban eran la crítica a la Constitución mexicana de 1917 en la cual se negaba la personalidad jurídica de las iglesias y proponía limitar y controlar el culto católico en la nación. El conflicto entre la iglesia y el gobierno no acabó en 1938, siguieron sus consecuencias varios años después

Todo estaba decidido para que esta política mediatizadora y rapaz se le impusiera a nuestra sociedad en lo económico y en lo político. La muerte de poco más de 250 mil personas durante la guerra cristera se vio como si no tuviera mayor significación. Pero hoy, a muchos años de distancia, siguen las iglesias metiendo las narices en lo que son los avances sociales y políticos que estamos viviendo en el país. En los ejercicios “espirituales” de estos tiempos los “curitas” están llamando a sus feligreses a que el 1º de junio, elección de la mitad del poder judicial, voten por los candidatos derechosos que ellos están promoviendo. Paralelamente dan la instrucción de NO VOTAR por los que no son corruptos y representan al pueblo, éstos, dicen, están fuera de la “mano de Dios”

La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, FEPADE, afirma que hay conductas que parecen inocentes cuando están encaminadas a condicionar o a inducir los votos por encima de la ley. Pues el artículo 130 de la Constitución establece que los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación alguna. Hacer otra cosa es estar fuera de la ley. Hoy lo hacen en el momento en el que la derecha oscurantista y clerical, está en franca connivencia con los partidos de oposición. Intentan descarrilar un proyecto político que en su mayoría apoya el pueblo de México. Quienes, como yo, vivimos la etapa terminal de esa guerra, no quisiéramos que a estas alturas de la vida y de la historia, la iglesia conservadora, la derecha partidista y las élites empresariales, parieran otro cristero como Olegario Cortés, que, en mi tierra, hizo de su fanatismo, un huracán que destruyó todo lo que encontraba a su paso. ¡Hoy, otra vez la iglesia los hace y ellos se juntan!

 

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lunes, 24 de marzo de 2025

¿Cómo explicar estos sueños?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Había ido de la pequeña muerte de la que habla Eduardo Galeano (*) a los amores insomnes de Mario Benedetti. Mi veta imaginaria voló incansable para transformar la lectura en un ventarrón de ideas y de querencias. Tal vez era el reclamo de las mujeres que se han atravesado en mi vida y que, olvidadizas y desamorosas como son, protestaban por mis omisiones involuntarias. Querían brincar las entretelas de mis sentimientos y salieron corriendo como gacelas que recién logran su libertad

Me dormí con El libro de los abrazos, por tal, no pude medir el tiempo. Dos, tres o cuatro horas fueron suficientes para elucubrar, para dar cuerpo y forma a un gigante fantástico parecido a un camello con la cara del Guernica de Pablo Picasso. Su embestida y su fuerza agrietaron mi subconsciente y en una loca y desenfrenada carrera hacia un lugar inexistente, me hicieron correr desaforado por una multitud trotante que me arrollaba, cuesta abajo, sin poder explicar lo que pasaba. Un camello con cuernos, hambriento y mitológico perseguía mi humanidad sin que mis pies y mis brazos pudieran detenerlo y descubrir en su mirar el porqué de su delirante persecución

En el entorno había una cerca de alambre, arbustos, polvo y gente, mucha gente. En competencia similar, venían frenéticos, casi levitando, personajes callados, pero con rostros que mostraban el miedo y el terror. Los tumultos corrían en la misma dirección perseguidos por el mismo fantasma.  En esa carrera incontinente, jadeante y con un rostro expectante aparecía una mujer borbotando palabras que le espetaba a la muchedumbre para que yo pudiera escapar. Huye, corre, corre. Y yo corría, empujado por los gritos de esa multitud invisible que me echaba hacia adelante sin saber hacia dónde. Tal fue mi carrera que creí despertarme. Sentía que el sudor me escurría por el rostro mientras la mujer corría conmigo con un canasto de flores que protegía como la niña de sus ojos

Íbamos juntos en un mar de gente, perdidos y sin rumbo. De pronto llegamos a la parte baja de esa montaña de la que veníamos rodando. Éramos dos torrentes humanos que escapábamos de algo.  Huíamos, queríamos salir de allí y refugiarnos en otro lugar que tampoco sabíamos donde se encontraba. La marea se hacía un remolino y nos juntaba a gran velocidad. No había manera de escapar. Alzábamos los brazos, gritábamos sin ser escuchados por nadie. La marea seguía, iba perdida en una carrera sin sentido y viajando hacia el infinito sin saber quién o qué nos empujaba

Mientras, la cara del toro de Picasso abría sus fauces más que enloquecido. Por más que éramos llevados y traídos por ese mar de gente, el fantasma con jorobas acercaba sus belfos a nuestra cara con un aire de ensoberbecido triunfo. Entre sueños, me resonaban palabras al través de las cuales el animal me recitaba las palabras de Eduardo Galeano “No te de risa el amor cuando llegue a lo más largo de tu viaje, porque al final, tus vuelos alcanzarán lo más profundo de tus sueños”

(*) El libro de los abrazos, Eduardo Galeano, Edición Siglo XXI 

lunes, 17 de marzo de 2025

Algunas ideas de George Orwell

Por JESUS SOSA CASTRO

Al releer la Rebelión en la granja, redescubrí una crítica mordaz al autoritarismo y a las burocracias políticas. Este concepto orwelliano, lo estamos viviendo en el manoseado lenguaje de la derecha mexicana. Las expresiones que demagógicamente hablan de defender a la patria pidiendo la intervención del imperialismo no serán nunca las que corrijan la injusticia ni acaben con la pobreza, son solo la pequeñez política cuyo objetivo principal consiste en manipular a las masas populares como lo hacen, no la autoridad, sino los autoritarios. El pueblo mexicano está haciendo esfuerzos para lograr que su fuerza y su organización acaben con las desigualdades que siguen existiendo en el país

Las cuatro transformaciones habidas en México intentaron acabar con las injusticias y la miseria que padecíamos los trabajadores, los campesinos, los obreros y el pueblo. Hoy, según el INEGI, el 1% de la población posee el 87.9% de la riqueza financiera, el 10% de los más ricos gana 30 veces más que el 50% de los más pobres, el 0.2% de la población posee 6 de cada 10 pesos de riqueza en el país, los 4 millonarios más ricos de México representan el 9% del PIB, mientras el 54,4% de la población permanece en la pobreza. La derecha haciendo uso de las “perfectas herramientas del poder” (*) insiste en imponer autoritariamente su opinión a las grandes masas sometidas con falsas esperanzas de vida. La oligarquía, las televisoras y la iglesia, son las fuentes de las que brotan el atraso cultural, la pérdida de valores y la postración del pueblo

Millones de mexicanos se han separado parcialmente de la cultura de la banalidad, el seguidismo y la corrupción, aunque hay evidentes muestras de que aún subsiste una amplia franja social, acrítica, conformista y repelente a cualquier ejercicio intelectual. En Morena estamos claros que la empresa más difícil que se tiene por delante es seguir desarrollando la conciencia de la gente. La cultura y la ideología que el Estado burgués le impuso a la sociedad no es para que juegue un papel liberador sino para someterla y tenerla bajo control. Sus mecanismos ideológicos y sus aparatos propagandísticos tienen el consabido propósito de distraerla y restarle lucidez para entender los fenómenos sociales. El mundo de la justicia del que le hablan al “pueblo” es el instrumento que utiliza la oligarquía para mantener a los trabajadores entretenidos y enajenados.  

A seis año cinco meses de la cuarta transformación hay sectores y personas que le hacen fuchi a la política porque en ella solo caben los “corruptos” y los que “no tienen qué hacer” Quienes esto afirman encajan perfectamente en la caracterización que hace el personaje de Orwell “hay sectores de la sociedad que no les importa la política, les fastidia el trabajo; sólo se desviven por lucir lo que tienen y comer terrones de azúcar”. Les gusta la comodidad y la seguridad de su sueldo, aunque éste sea miserable. Son los huidizos, los agachones, los que dicen que nada se puede hacer a favor de la nación

(*) Rebelión en la Granja, George Orwell, editorial planeta            

lunes, 10 de marzo de 2025

Por si alguien me pregunta

Por JESÚS SOSA CASTRO

 

Algo ocurre en mí que frecuentemente mi alma se llena de contento. Los muchos años que traigo cargando, se han llenado de ideas y acciones que me han aportado mis compañeros de lucha, mis amigos y mis camaradas. Todos han enriquecido mi pensamiento y yo sigo en las filas de la izquierda donde mis ideas se han convertido en el soporte fundamental para entender y luchar por las demandas de quienes siempre fueron olvidados. Hoy mi ánimo se ha hecho más grande porque mi presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ha agigantado su liderazgo ante un pueblo que nunca será subyugado. Yo le doy vuelta a mis ideas y casi llego a creer que algo me está indicando que mis esfuerzos y mis acciones también formaron parte de ese ato popular que ayer se expresó multitudinariamente en el zócalo en apoyo a un pueblo rebelde e irredento

La política y la firmeza con la que la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, está defendiendo a nuestra patria de los fachos de dentro y de fuera del país, ha recompuesto mi ánimo y con mis años a cuestas, hago lo que puedo para compartir el contento popular y la profunda convicción de que somos un país independiente, libre y soberano. Por estos hechos, recordé un texto de Eduardo Galeano que ya se me había borrado de mis ojos (*) Releyéndolo me hizo recordar los tiempos en que los libros y la lucha fueron la fuente de mis reflexiones. A partir de ahí, pude salir de las manías doctrinarias que infectaban las fibras de mi cerebro. Hoy mi pensamiento está al servicio de las causas que sigo defendiendo al lado de mi pueblo cada vez más rebelde, más justo y democrático. Estamos aprendiendo a volar y a conocer otros mundos

Ahora que vivo estas circunstancias, avanzo en la recuperación de la esperanza para poner en blanco y negro el alimento que los libros me han dado para seguir escribiendo lo que me sale del cerebro y del corazón. Estoy con el ánimo recompuesto para expresar públicamente lo que traigo adherido entre pecho y espalda. He redescubierto que mi felicidad no es tener ni dinero ni poder, es aprender a amar a mi pueblo, a sentir en la piel el cariño y el respeto de mis semejantes y poner en mis ojos aquellas figuras que de pena ajena sólo apoyan al enemigo o van por la foto olvidándose de la defensa de la patria

Los hechos y mis pensamientos me hacen sentir feliz por haber aportado algo de trabajo, ideas y esperanzas para hacer de mi país un ejemplo de democracia, de independencia y soberanía que hoy ponen en jaque a las viejas estructuras del sistema. Soy consciente de las complejidades que aún estamos viviendo, pero también veo que mi pueblo avanza mientras los fachos se retuercen como tlaconetes en comal, cagados de miedo, al ver que la mayoría de los mexicanos nos hacemos más fuertes, libres y sabios

(*) Crónica de un desafío, EDUARDO GALEANO 

lunes, 3 de marzo de 2025

 Ante el pasmo de Morena, ¿quién va a parar la rebelión?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Participar en los procesos electorales -decimos muchos- tiene sentido si en el fondo de esa lucha se contiene el necesario planteamiento de profundizar la democracia, generar una participación radical que subvierta las viejas reglas del poder y que ponga fin a las componendas, a los cacicazgos, al nepotismo, al arribismo a la reelección y a los intereses personales. En esta ruta trabajamos amplios sectores populares. El viejo sistema ya ha perdido el consenso social, se ha olvidado de las demandas históricas del pueblo y Morena está paralizada. Nuestro proyecto de gobierno está derrotando las pervertidas acciones de los gobiernos neoliberales, pero a la vista, el partido ha perdido la iniciativa política

El país está cambiando porque la mayoría del pueblo no se quedó al margen de este esfuerzo. Está dando batallas trascendentes de resistencia y lucha contra lo más nefasto de los antiguos regímenes. Las peleas entre el pueblo mexicano y sus enemigos históricos pusieron de relieve la concurrencia de aquellos sentimientos que por décadas no aparecían en la escena pública y que hoy, con matices diversos, la inmensa mayoría considera que el cambio ya está viéndose en el país.

Sin embargo, la transformación nacional de la que muchos hablamos, no se corresponde con la actividad cotidiana que debiera encabezar el partido Morena. Exceptuando el trabajo político e ideológico del presidente López Obrador y de la presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, los dirigentes del partido duermen la mona y papalotean con el pragmatismo electoral. Las relaciones entre dirigentes y militantes no dan sentido a las luchas populares para que se profundice el desarrollo de una conciencia social crítica y participativa. No presenta iniciativas que ayuden a la militancia y al pueblo a no pasar por alto los códigos de comportamiento colectivo que, según Barrington Moore, “explican la pasividad o el instinto de rebelión con que los hombres enfrentan determinadas circunstancias históricas” (*)  

A la militancia le quitaron los espacios para discutir, destruyeron sus estructuras, castraron sus iniciativas políticas y abrieron la puerta al desencanto y a la no participación de las bases. En general, somos ajenos a la lectura y muchos sólo chacotean en las redes sociales subiendo intrascendencias y fotos. Los desencuentros y los intereses internos de personas y grupos no sólo están entrampando al partido en cuestiones empíricas, están llevando a un desencanto creciente en las filas del partido y a una preocupación explicable en aquellos que votaron por la 4ª transformación

¿Dónde está el papel de sus intelectuales aportando cultura política? ¿Por qué el mayor peso del trabajo electoral descansa en los activistas y en un pragmatismo digno de mejor causa? ¿Por qué no se suman los esfuerzos, las conciencias, las opiniones, los derechos y el trabajo para cambiar, a fondo, el país? ¿Qué carajos nos está pasando?

(*) Barrington Moore, La injusticia. Bases sociales de la obediencia y la rebelión. UNAM