miércoles, 29 de junio de 2016

Las prioridades que vienen

Por JESÚS SOSA CASTRO

No voy a repetir lo que la mayoría de la opinión pública sabe de la marcha-mitin que convocó Morena para apoyar a los maestros. El objetivo fue cumplido con creces. Ahora  ¿qué es lo que sigue? ¿Cuáles son las prioridades que se le están presentando a Morena y al movimiento popular que están emergiendo con fuerza inusitada? ¿Se está en condiciones de darle contenido político y una dirección revolucionaria, oportuna, acertada y unitaria a todo este movimiento? ¿Existe o no el peligro de que estas acciones populares terminen siendo cooptadas por la política mediatizadora de la burguesía gobernante? ¿Tiene el movimiento popular la disposición y la capacidad para entender el momento político que  estamos viviendo? Según yo, esto es lo que hay que empezar a discutir para estar en condiciones de responder a las exigencias políticas que vienen
1º.- Es un hecho que las resistencias populares -incluida Morena- y sus luchas están emergiendo. Ya no es solo una consigna, es  una realidad que se vive en muchos lugares del país. Estas resistencias vienen creciendo en regularidad, en número y en voluntad para convertirse en una alternativa de acciones revolucionarias
2º.- Desde 1982, al inicio de las recurrentes oleadas de resistencia popular, la fuerza de la burguesía hegemónica había sido inamovible, parecía una fortaleza invulnerable e invencible. ¡Nada de lo que decía o hacía la oposición la perturbaba en sus sueños de llegar a los cien años gobernando este país!
3º.- Hoy, esas resistencias mucho han avanzado. Han pasado de resistir a las políticas públicas de la burguesía gobernante a organizaciones de lucha que operan masivamente en las calles, en las plazas y en todos los espacios públicos donde les es posible accionar. Las escaramuzas y los enfrentamientos entre las fuerzas represivas y el pueblo, están convirtiéndose en revueltas populares cuyo ingrediente principal es la pérdida del miedo a la represión y una muestra de que sólo articulados se puede avanzar en la solución de los problemas sociales. Crece la autodeterminación de la gente
4º.- Sostengo que están dadas las condiciones para el surgimiento de una gran fuerza popular nacional, cuyo objetivo puede ser el desmantelamiento de la institucionalidad y la normatividad burguesas. Lograr esto sería una condición indispensable para alcanzar un cambio en el sistema capitalista mexicano, acentuadamente al servicio del imperio. Para lograr este cambio, es necesario derrotar al poder político que hoy detenta la conducción y la dirección político-estatal de la sociedad
5º.- Para lograr estos cambios fundamentales, hace falta cambiar la correlación de fuerzas, articular todas las resistencias populares, acabar con las desconfianzas mutuas y eliminar el empeño de las organizaciones grandes de comerse a las organizaciones pequeñas. Construir cuanto antes los puentes que aseguren la realización de un conversatorio de todas las fuerzas en lucha para elaborar una plataforma común en la que se contengan las demandas principales de toda la población. Sin exclusiones y sin agandalles de nadie. ¡No más luchas aisladas! Mientras no logremos la unidad en la acción, cualquier esfuerzo será efímero e intrascendente. Por el contrario, la inclusión de una política que unifique las demandas y los esfuerzos comunes, hará de las resistencias populares un auténtico instrumento de lucha. Una fuerza encabezada por la clase obrera y sus aliados capaces de enfrentar y derrotar a la clase burguesa
6º.- ¿Un gobierno de transición en estos momentos? ¿Y si Peña Nieto, destinatario de este mensaje no acepta, qué va a ocurrir? ¿No se correría el riesgo de fortalecer y/o dejar intacto al sistema? ¿Introducir una frustración más en los sectores que se están enfrentando de manera independiente a la burguesía? La salida, a mi juicio, es la construcción de una fuerza popular nacional de todas las resistencias que se plantee el rompimiento de la invulnerabilidad e inamovilidad con que se ha conducido la mafia gobernante y exigir la renuncia de Peña Nieto y todo su mal gobierno. Consigna generalizada durante la marcha-mitin del 26 de junio 
7º.- Por lo tanto, el esfuerzo de todas las resistencias debe orientarse hacia la construcción de esa fuerza proletario-popular capaz de superar a la fuerza burguesa. Una fuerza que potencie las posibilidades reales de derrotarla y sacarla del poder. Hacer otra cosa sería facilitarle las salidas al grupo que hoy está completamente desacreditado. No hay que abonarle el terreno para que siga gobernando apoyándose en la represión y la fuerza
8º.- Para ser consecuentes con lo que muchos planteamos, la tarea central de todos los revolucionarios que queremos un cambio de verdad, tenemos que trabajar en el seno de todas las resistencias por diversas que sean. Lo que no hay que hacer, es llevar a esas resistencias las prácticas y las formas que políticamente han demostrado que no contribuyen a la unidad revolucionaria. Hay que ir con ideas nuevas, con una plataforma común, alejados de los intereses de grupo, poniendo, siempre, una perspectiva de clase y sobre todo, con la idea de convertir a esa fuerza popular nacional en una fortaleza política, ideológica y organizativa. Sin esto, nuestros esfuerzos tienen poco futuro
    


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