miércoles, 7 de diciembre de 2016

En busca de los doce apóstoles

Por JESÚS SOSA CASTRO

Desde hace varios meses he venido escuchando de algunos camaradas,  que es necesario que en Rumbo Proletario se cuente con la experiencia que, en el mundo, los doce apóstoles de Jesucristo, hicieron de su doctrina una siembra de enorme religiosidad. Al principio dudé de esa propuesta. Mi vena de libre pensador no admitía tamaño sacrilegio. ¿Cómo un grupo de marxistas incorregibles iba a dedicarse a buscar a los doce apóstoles educados y formados para ejercer un liderazgo que tenía el propósito de llevar la palabra y el proyecto de Jesús? ¿Quiénes eran esos que iban por el mundo hablando de redimir a los pueblos? Hay infinidad de libros e investigaciones que sostienen la existencia de estos hombres que emprendieron una enorme batalla por defender su proyecto. Yo, atraído por estos viejos decires, me acogí a las fantasías y a los  mitos que entre otros, Jorge Luis Borges les dio anchura en sus escritos, especialmente en Las Tres versiones de Judas, para hacer de lo real y lo ficticio un monumento a la imaginación
Pues bien. Como Rumbo Proletario está por realizar su VI Congreso Nacional, el Dr. Armando Martínez Verdugo, un hombre culto y con varios libros en su haber, ha puesto sobre la mesa un resolutivo titulado: “En el trabajo de masas, hay que poner por delante la aplicación de la “Teoría de los doce Apóstoles” En las discusiones que hemos tenido sobre el QUÉ HACER en estos tiempos de desesperanza, hay posiciones ortodoxas y propuestas que refrescan las discusiones con los aportes de los nuevos científicos de la política. Lo importante es que ambas corrientes son marxistas y coinciden en la necesidad de construir una sociedad libertaria 
¡Por eso la propuesta de Armando!  En el país -dice-  no existe una sola forma de trabajo revolucionario entre las masas. “Este trabajo sólo puede ser efectivo  si damos el paso para organizar equipos de activistas a los que llamaremos líderes de pueblo, promovidos por la propia gente. La tarea de organización para cualquier fuerza de vanguardia es organizar a los revolucionarios,  ya que los sectores populares se organizan en sindicatos, asociaciones y en agrupamientos de gestoría. La tarea nuestra, la de RP, es organizar a estos líderes con una concepción libertaria”
“Un activista o un líder de pueblo,  es aquel que tiene cualidades altamente apreciadas  por ese sector, ya que pertenece y actúa en él. Las cualidades que lo colocan en ese nivel son la honestidad, la modestia, integridad, lealtad, sentido de servicio, de justicia, intrepidez, temple, audacia, valentía y capacidad para identificarse y representar los deseos y las necesidades de su pueblo. El pueblo descarga en esos líderes las comisiones y los asuntos de mayor gravedad, significado y riesgo. Un líder de pueblo es una fuente de esperanza, de ánimo, cohesión y entereza. A estos líderes hay que formarlos y apoyarlos para que se hagan activistas revolucionarios
Emiliano Zapata que, con el tiempo, se convirtió de activista a revolucionario, con la influencia y la labor del floresmagonismo” fue el encargado de todo por petición de la gente. De pronto miliano, como le decían, aparece como un activista revolucionario, fundador del Ejército Libertador del Sur. “Miliano era apoyo, resguardo, confianza, firmeza, invulnerabilidad, serenidad y prudencia. Era el más entendido y con mayor fuerza para defender los intereses de su gente Este es el líder de pueblo que busca Rumbo Proletario. El que encarna los sentimientos más hondos, en el que está la verdadera y más auténtica disposición a la resistencia y a la lucha”
Esto es lo que denominamos “Teoría de los doce apóstoles” Los hombres de JESÚS  jugaron en su momento un invaluable influjo de su propuesta a nivel mundial. Jesucristo se dedicó, sin distracción alguna, a localizar a esos destacados por la gente. Visitó aldeas, comunidades y mercados. Atravesó ríos y con paciencia propia de un revolucionario libertario, comprendió que él solo no podía llevar al cabo la inmensa tarea que se proponía. Por eso acabó juntando a doce personas, las capacitó, las formó, les forjó conciencia, discutieron los procedimientos a realizar y en el Sermón de la Montaña, concibieron el proyecto programático más importante para llevar a cabo la grandiosa tarea encomendada” (*)
Por eso Rumbo Proletario va a proponer que su trabajo en el movimiento de masas, concentre el máximo de sus esfuerzos para localizar, aglutinar y formar, dar conciencia revolucionaria a los activistas o lideres de pueblo. Se trata de potenciar el trabajo de miles de estos líderes para que pasen de la resistencia, a la lucha revolucionaria. Para todos ellos, RP elaborará un Plan de formación teórica, ideológica, política y organizativa. Recuperaremos la mixtica revolucionaria que heredó el zapatismo a los pueblos en lucha. Si logramos estos objetivos estaremos avanzando en el propósito de construir un país con una sociedad auténticamente humana. Para ese objetivo nos proponemos emular a los doce apóstoles que en su trabajo y en su proyecto de libertad acompañaron al líder espiritual más importante del mundo. ¡La tarea no es fácil, pero los rumberos la empezaremos pronto!

(*) Algunas reflexiones aquí expuestas, están contenidas en el resolutivo VI para el Congreso Nacional de Rumbo Proletario, cuyo autor es AMV




   



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