miércoles, 13 de septiembre de 2017

El gobierno, moribundo

Por JESÚS SOSA CASTRO

 De pronto al país se le vinieron encima todos los males. Un gobierno moribundo, una “clase política” asesina, incompetente y sobre todo, ladrona. Los que han vivido de la mentira y de la doble moral, son ahora hermanitos de la caridad, empeñados en quitarle votos a AMLO y seguir pegados a la chiche del poder. Estábamos conociendo lo de los 10 millones de dólares que Odebrecht entregó como “propina” a Emilio Lozoya, la Estafa maestra del gobierno de Peña Nieto al erario nacional, cuando viene la enésima amenaza de Ricardo Monreal de que ahora si ya se va de Morena porque dice que lo tranzaron. En esto estábamos cuando la naturaleza nos receta un temblor de 8.2 grados y un huracán que abre los albañales de la corrupción gubernamental en todos sus niveles 
Es indudable que todos estos acontecimientos se han venido en cascada cuando la capacidad de la izquierda libertaria para hacer llegar sus propuestas al pueblo sigue siendo su mayor debilidad. Basta echar una mirada a cualquier lugar de la República para darse cuenta del enojo social en contra de la burguesía gobernante. La razón: su incapacidad, corrupción y entreguismo. En tanto, la izquierda electoral sólo se ocupa de lo suyo. Por su lado, las políticas y decisiones del gobierno son una vergüenza nacional. Ese encabronamiento contra el régimen, no encuentra un cauce que lo conduzca hacia una salida política y organizativa en la que estén representadas sus demandas y sus soluciones
La izquierda revolucionaria ha resultado ineficaz para atender oportunamente estos problemas. Se ocupa mucho en discusiones bizantinas cuando al lado está un pueblo organizando su rebeldía y dándole paso a la creencia de que en el 2018 se encuentra la respuesta. Los millones de mujeres y hombres que están apoyando el proyecto de Nación que encabeza López Obrador necesitan algo más que la esperanza de que con su llegada a la presidencia se van a resolver sus viejos y complejos problemas. Para que esa esperanza se materialice, hay que organizar el triunfo desde abajo y de otra manera a como lo están haciendo hasta ahora los dirigentes de ese partido
Los sentimientos y las convicciones por un cambio de verdad, no se pueden desligar de un proceso interno en el que necesariamente la democracia y la transparencia jueguen predominantemente su papel. La profundidad de un cambio, sólo podrá darse si el partido se convierte en una fuerza organizada, con principios e ideales, con una dirección revolucionaria, con una idea distinta sobre la unidad, la democracia y la transparencia. Sobre todo con un profundo respeto a la libertad de expresión y a las diferencias políticas. Sin esta fuerza, sin esta unidad, sin democracia interna y sin respeto por la libertad de expresión, despojamos al partido de la parte sustantiva de su política y de su fuerza que impulsa  la transformación nacional
En Rumbo Proletario creemos que esta fuerza no se ha configurado aún en las filas de Morena. Pero el hecho de que aún no se cuente con ella, no significa dejar de luchar al lado de esos millones de mexicanos que sin más, están pensando que  su esperanza de cambio y de vida llegará sin problemas en el 2018. ¡Eso no será así! A menos que volvamos a cautivar a la militancia y logremos resolver democráticamente el cuerpo estructural, político y organizativo del partido Morena, superaremos las debilidades que hoy nos tienen en el pasmo
Si esto lo salvamos democráticamente, si al lado de esos millones de luchadores que creen ciegamente en AMLO, si construimos una fuerza proletario popular que esté dispuesta a defender el triunfo electoral en cualquier circunstancia, si desarrollamos una pronta y eficaz política de propaganda y de información que juegue en contra de las campañas de miedo que desarrollan la burguesía y sus partidos paleros, entonces, y solo entonces, estaremos en la ruta del triunfo posible y de la victoria que se anda buscando por millones de mexicanos. De lo contrario……..

  




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