Los pasos
perdidos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
El 1º de julio del 2018 el pueblo de México dio los pasos
necesarios para construir un México diferente. Las zancadas que dio cimbraron la
estructura mental que por años le habían impuesto los gobiernos neoliberales. En
su calidad de dueños del poder económico y político decidían la vida y el rumbo
del país. Sus políticas les eran ajenas a la gente. Fue Andrés Manuel López
Obrador quien, en contacto con su pueblo, tuvo la osadía y la virtud de oírlo y
hacer de sus demandas un proyecto alternativo de nación. Junto al presidente
hicimos una revolución en nuestra manera de actuar y de pensar. Por primera vez
en la historia, el papel principal en la transformación estuvo en manos del
pueblo y de su líder
Los pasos que dimos millones de personas nos llevaron a tomar
calles y plazas en todo el territorio nacional. Juntos hicimos de la política,
de la organización y el debate, el motor que hizo crecer el sentido de
pertenencia del pueblo mexicano. El entusiasmo de la gente agrupada en comités estatales,
distritales y en colonias, se convirtió en la pasión por acabar con la
injustica, la pobreza y la exclusión. Fue el aliciente principal que nos llevó a
la cuarta transformación. Millones de ciudadanos hicimos nuestros los ideales, el
debate, el trabajo y la participación. Éramos fuertes, hasta que alguien
decidió acabar con la estructura que el pueblo construyó al través de los
comités de base, estatales y municipales. Desde entonces no hay participación
de las bases, no se le convoca a congresos ni menos a la acción contra la
política destructiva y la rabia desbordada de la derecha
Hoy, el 85 % aprueba las políticas de la Dra. Claudia
Sheinbaum Pardo. Es mérito de la presidenta, pero no del partido. En éste crece
el desencanto de la militancia porque se le ha excluido de todo. En varios
gobiernos estatales, municipales y en congresos locales están ganando espacio el
oportunismo, la desatención a los problemas de la gente y el contacto con el
pueblo. En muchos casos, gobiernos locales aplican conductas y actos de
gobierno parecidos a las viejas políticas de los gobernantes del PRI y del PAN.
Se cree que la fuerza electoral de Morena es razón suficiente para conservar el
gobierno. Solo que la autoridad y la permanencia en él no la dan la cantidad de
militantes, sino la calidad y el trabajo en el ejercicio de la política, en el
contacto permanente con el pueblo y atendiendo sus demandas. Esto está ausente
en el partido
Los retos para el 2027 en adelante, son enormes. Trabajo,
política y mucha organización. La desespera y la rabia de la derecha nacional e
internacional están desbocadas. El poder económico, el control absoluto que
tienen sobre los medios corporativos y su desquiciamiento irracional, sólo
podrán atajarse si MORENA deja de lado su pasividad, si moviliza al pueblo y a la
militancia. Solo si levantamos y defendemos las demandas del pueblo, si recuperamos
los pasos perdidos, si volvemos a la lucha política, a la organización, a las
calles y a las plazas públicas, impediremos el regreso de los corruptos
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