Los
relatos fallidos de Morena
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Ya es hora de que en Morena se vaya haciendo un balance de
sus fallas políticas. Resulta una obviedad que en sus filas estas debilidades no
se reconocen. Hay dirigentes, ideólogos y políticos que no les gusta que les
señalen sus errores, sus inconsistencias y sus desvíos partidistas. De manera incorrecta,
la presidenta de Morena dice que los funcionarios públicos son responsables de sus
dichos y de sus hechos. ¿No fueron propuestos para impulsar un proyecto
político que dijeron abrazar? Entonces hay que diferenciar hechos y actividades
personales y conducirse con ética en las funciones públicas. El trabajo del
partido como el del gobierno están claramente definidos y sus lideres y
representantes deben asumir que su trabajo y sus decisiones no responden a sus
intereses y posiciones sino a los del pueblo y del partido. Todos deben cumplir
con la competencia de sus funciones. Por eso el pueblo hizo suyas sus políticas,
sus tareas, el relato de sus demandas y de sus acciones
Solo que la vitalidad, el entusiasmo, la organización, el
debate y la identificación del pueblo con el partido hasta antes del 2018 fueron
deliberadamente borrados. A partir de entonces, lo que quedó de esa fuerza permitió
que los cambios y propuestas en el proyecto y en los encargos estuvieran en
manos de los gobernadores, funcionarios públicos y caciques del país. Hoy no es
el partido y los militantes los que hacen las propuestas para ocupar los
encargos públicos, no es el CEN el que con claridad política y visión partidista
decide las cosas, NO. Hoy las decisiones vienen de la burocracia dorada, de esa
casta de políticos que ya está siendo difícil mover
Después del triunfo del hijo político de Trump en Argentina, analistas
y politólogos están haciendo varias reflexiones. Federico Bonasso, (1) por ejemplo,
habla de la lógica con que se movió la izquierda en ese país. “Hubo quienes pusieron
por delante sus intereses caciquiles sin importarles la lealtad a sus posiciones
de izquierda. Otros no supieron qué hacer porque la opción popular no supo
entender el mensaje para votar en consecuencia” El resultado final fue el
triunfo de la locura derechista y la derrota de una izquierda dividida que no
supo llegar y convencer a los electores con su relato
Esto ha sucedido en otros países y eso puede suceder en México
si Morena no es capaz de relatar de manera coherente su proyecto político, si no
se desprende de la influencia de los gobernadores, de los presidentes municipales
y si no tira a la basura a los caciques y a los que en nombre de Morena se han
encaramado en puestos decisivos del partido y del gobierno. Fernando Buen Abad (2)
señala que “hay que echar a remojar las barbas de Morena porque los dirigentes manejan
los mismos condimentos, los mismos ingredientes y las mismas lógicas que manejó
la izquierda en Bolivia y Argentina” “La izquierda mexicana pasa por una crisis
severa del relato” No sabe lo que subyace en los entresijos del partido, no
sabe relatarle al pueblo la importancia de su proyecto político ni las bondades
de la transformación
(1)
Federico Bonasso, argentino-mexicano, orgullosamente hijo del exilio
(2)
Fernando Buen Abad, filósofo, El viejo topo, crítico de la cultura
No hay comentarios.:
Publicar un comentario