domingo, 2 de noviembre de 2025

 

Los relatos fallidos de Morena

Por JESÚS SOSA CASTRO

Ya es hora de que en Morena se vaya haciendo un balance de sus fallas políticas. Resulta una obviedad que en sus filas estas debilidades no se reconocen. Hay dirigentes, ideólogos y políticos que no les gusta que les señalen sus errores, sus inconsistencias y sus desvíos partidistas. De manera incorrecta, la presidenta de Morena dice que los funcionarios públicos son responsables de sus dichos y de sus hechos. ¿No fueron propuestos para impulsar un proyecto político que dijeron abrazar? Entonces hay que diferenciar hechos y actividades personales y conducirse con ética en las funciones públicas. El trabajo del partido como el del gobierno están claramente definidos y sus lideres y representantes deben asumir que su trabajo y sus decisiones no responden a sus intereses y posiciones sino a los del pueblo y del partido. Todos deben cumplir con la competencia de sus funciones. Por eso el pueblo hizo suyas sus políticas, sus tareas, el relato de sus demandas y de sus acciones

Solo que la vitalidad, el entusiasmo, la organización, el debate y la identificación del pueblo con el partido hasta antes del 2018 fueron deliberadamente borrados. A partir de entonces, lo que quedó de esa fuerza permitió que los cambios y propuestas en el proyecto y en los encargos estuvieran en manos de los gobernadores, funcionarios públicos y caciques del país. Hoy no es el partido y los militantes los que hacen las propuestas para ocupar los encargos públicos, no es el CEN el que con claridad política y visión partidista decide las cosas, NO. Hoy las decisiones vienen de la burocracia dorada, de esa casta de políticos que ya está siendo difícil mover

Después del triunfo del hijo político de Trump en Argentina, analistas y politólogos están haciendo varias reflexiones. Federico Bonasso, (1) por ejemplo, habla de la lógica con que se movió la izquierda en ese país. “Hubo quienes pusieron por delante sus intereses caciquiles sin importarles la lealtad a sus posiciones de izquierda. Otros no supieron qué hacer porque la opción popular no supo entender el mensaje para votar en consecuencia” El resultado final fue el triunfo de la locura derechista y la derrota de una izquierda dividida que no supo llegar y convencer a los electores con su relato

Esto ha sucedido en otros países y eso puede suceder en México si Morena no es capaz de relatar de manera coherente su proyecto político, si no se desprende de la influencia de los gobernadores, de los presidentes municipales y si no tira a la basura a los caciques y a los que en nombre de Morena se han encaramado en puestos decisivos del partido y del gobierno. Fernando Buen Abad (2) señala que “hay que echar a remojar las barbas de Morena porque los dirigentes manejan los mismos condimentos, los mismos ingredientes y las mismas lógicas que manejó la izquierda en Bolivia y Argentina” “La izquierda mexicana pasa por una crisis severa del relato” No sabe lo que subyace en los entresijos del partido, no sabe relatarle al pueblo la importancia de su proyecto político ni las bondades de la transformación

(1)   Federico Bonasso, argentino-mexicano, orgullosamente hijo del exilio

(2)   Fernando Buen Abad, filósofo, El viejo topo, crítico de la cultura

 

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