Mancera y los chuchos, una mixtura
inmoral
Por JESÚS SOSA CASTRO
Después de tres años es
posible evaluar a Miguel Ángel Mancera como Jefe de gobierno. Los resultados que
están a la vista, son lamentables. Desde Cuauhtémoc Cárdenas pasando por Andrés
Manuel y Marcelo Ebrard, el actual ha sido el más gris, el más inepto,
derechoso y proclive a la represión contra quienes viven y se expresan en la capital.
Tiene la ciudad llena de baches, de agujeros. Ha criminalizado las protestas,
apoyó el fraude electoral contra Morena, las calles son de la policía, el
transporte es un caos, el metro un cochinero. En suma, Mancera resultó un infiltrado
en las filas del PRD con todos los defectos y mañas de los priistas
Los casos de Barbosa, Ortega,
Navarrete y Zambrano se cuecen aparte. Son corruptos y entreguistas porque así
es su naturaleza. Debo decir que en todos, su querencia por el poder es su
debilidad. Pablo Gómez pintaba de otro color, parecía ser diferente. A pesar de
su despotismo consuetudinario, siempre lo tuve como amigo y muy cerca de mis
afectos. En tiempos no lejanos era un líder limpio, luchador y un parlamentario
de buenos oficios. El haber sido preso político en el 68, hizo de él un dirigente
respetado
Pero el dinero y las
lisonjas pronto colocaron a estos personajes al lado de los corruptos, los
tramposos y los lambiscones. Se hicieron blandos ante el poder y poco a poco se
fueron entregando con todo y ese barniz rojizo que por años presumieron: Se les
acabó la honestidad, su crédito social y su vergüenza. Pasaron a ser los
patiños del sistema. Los chuchos han sido y son los más entreguistas y
corruptos de las filas perredistas
Este amasijo de
políticos es lo que es, por sus acciones políticas. Un grupo de falsarios que
aprendieron rápido del PRI y que han dejado colgados a los militantes que
confiaron en su honestidad y en sus principios. En el 2006 los chuchos
negociaron el triunfo de Felipe Calderón en contra del éxito electoral de Andrés
Manuel. En el 2008, con el apoyo del TEPJF particularmente de la ministra María
del Carmen Alanís Figueroa, una funcionara incondicional de Margarita Zavala y
de los chuchos, hizo que Jesús Ortega fuera el Presidente del PRD en lugar de
Alejandro Encinas que había ganado esa elección
De entonces a la fecha
este grupo de la izquierda oficial se ha convertido en el instrumento de Miguel
Ángel Mancera y del gobierno federal para hacer el trabajo sucio contra los
sectores democráticos que resisten sus políticas reaccionarias y antipopulares.
Son los autores del fraude electoral en Iztapalapa, en GAM y en otras
Delegaciones. En abierto contubernio entre el jefe de gobierno y los
perredistas, han violentado el proyecto democrático que apoyaron con entusiasmo
los electores del Distrito Federal. Esta y no otra es la causa de su escandalosa
derrota político-electoral
A pesar de los
resultados que obtuvieron el 7 de junio, su reacción ha sido la estupidez y una
arrogancia huera que los exhibe como defraudadores y mañosos. Mancera anda tras
la candidatura presidencial, Navarrete echa espuma por la boca contra Morena y
contra AMLO diciendo que son los responsables de la división de las fuerzas
democráticas. Chucho Ortega vaticina que AMLO solo, no ganará la presidencia en
el 2018, Pablo Gómez, retorciendo argumentos dice que Peña Nieto vive su ocaso político
y que la izquierda ha cristalizado su dispersión. ¡Estos son sus argumentos!
La derrota que
sufrieron, señores, es resultado de sus políticas entreguistas, de haber echado
por la borda sus principios, de haberse entregado en cuerpo y alma a los
mafiosos del gobierno federal, de reprimir las acciones de protesta, de tolerar
una política de Estado criminal, de haber entregado la plaza a Peña Nieto y a
sus genízaros, de haber pactado con Peña Nieto las reformas estructurales, de
haber aprobado el aumento a las gasolinas y el IVA, de haberse adherido a casi todo lo que ordena
el gobierno federal y de haber firmado el Pacto por México. Esto es lo que los
llevó a la debacle electoral, no le anden buscando chiches a las culebras
Que las sandeces las digan Mancera, Barbosa,
Navarrete, Ortega, Zambrano, entre otros,
se explica. Nunca han tenido la capacidad para analizar y presentar
ideas y propuestas decorosas. Pero que tú, Pablo Gómez andes regando el tepache
con tan elementales y fútiles argumentos sobre lo que está pasando en el país, sobre
el proceso electoral y sobre el papel que jugaron las fuerzas políticas, eso sí
ya calienta. ¿De cuál izquierda hablas, Pablo? ¿De la que los chuchos y tú
llevaron al Pacto contra México? ¿De la que castraron políticamente para
convertirla en una fuerza adocenada que sirvió de comparsa para que el gobierno
federal impusiera las llamadas reformas estructurales? No te da pena tu falta
de autocrítica cuando tú, chucho Ortega y Guadalupe Acosta Naranjo al lado de
José Murat fueron los que en lo oscurito tejieron los acuerdos para firmar el
Pacto que tanto daño le está causando a México? Digo, ¿no te da vergüenza que
siempre pasaste por ser un político derecho y hasta decente? ¡Carajo, cuanta
desmemoria la tuya!
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