miércoles, 24 de mayo de 2017

Las ideas cobran fuerza cuando les ha llegado su hora

Por JESÚS SOSA CASTRO

Quizá valga la pena preguntarse ¿Qué pasa en el EdoMex? ¿Por qué tanta desesperación de Peña y de todo su gabinete? ¿Por qué se han agudizado tanto las tensiones políticas? ¿Qué es lo que se está jugando entre los distintos partidos? ¡Es obvio que la lucha es por el poder! No les importa que en los ciudadanos crezca un repudio más que justificado por su incompetencia, por la deslealtad a lo que ofrecieron programáticamente. Hoy, la mayoría se han vuelto empresas políticas y sus dirigentes unos empresarios corruptos. Todos, responden al interés de controlar, mandar y dominar en las relaciones sociales de los individuos y de los colectivos. Es el poder quien determina sobre nuestras consideraciones y nuestras acciones. Nosotros no mandamos sobre nuestra propia vida, sino el poder al través de la política
Por eso se equivocan aquellos que afirman que no les gusta esta actividad, que eso es para los que no tienen qué hacer. No se dan cuenta que quedarse al margen de la política es fortalecer a los que ya nos controlan, nos mandan y nos dominan. “La política es la relación cotidiana y puntual en la que se ejerce capacidad de dirección y mundo social, donde se realiza y materializa el dominio, el control y el mando en toda nuestra vida humana” (1) Si este es el poder, si la política es la ejecutora de nuestras relaciones sociales ¿por qué permitimos que el poder y la política nos sometan bajo su control, quitándonos el derecho de vivir una auténtica vida humana en condiciones de autodeterminación? ¿Será que somos sadomasoquistas? ¿O permitimos esto porque aún no hemos llegado a un nivel de organización y de fuerza, de entendimiento y de cultura política, como para implantar el derecho a vivir sin mandos dominios y controles?
No, no somos sadomasoquistas ni nos gusta este poder  explotador, corrupto, inculto y criminal. Sólo que la forja de un instrumento que vaya más allá de la lucha por demandas sectoriales, requiere de la construcción de una fuerza y una dirección revolucionarias que derroquen al poder burgués, exige una formación política, ideológica, teórica y de organización que facilite nuestra lucha en contra de los representativos de ese poder tan podrido, corrupto y ajeno a los intereses de la gente. Esta es una razón por la cual a pesar de todo lo que representa el poder de la burguesía, tenemos que participar en lo que hoy interesa a la ciudadanía, para ir despertando conciencia revolucionaria y formas políticas que nos den experiencia, aprendizaje  para enfrentar al enemigo principal y capacidad para construir un instrumento que ayude a coaguler la esperanza de una vida auto determinada
En el libro del venezolano Ramón Lobo, hay una idea que quiero compartir con mis lectores. Este escritor señala que va a ser muy difícil cambiar las cosas en el siglo XXI. Habla de los retos difíciles que tienen las fuerzas revolucionarias en la corresponsabilidad de construir nuestras democracias. Pero dice también que si algo hay que cambiar para quitarle el poder a la burguesía, “Nunca como ahora juegan un papel importantísimo el mundo de las ideas, de la enseñanza, la reflexión y el debate. Ya Víctor Hugo decía que nada tiene tanta fuerza como una idea cuando le ha llegado su hora" (2) ¡YO CREO QUE ESA HORA HA LLEGADO! Estoy convencido que en Morena y en las demás organizaciones democráticas y/o revolucionarias, a la idea le ha llegado su hora. Ha llegado el momento de sembrarla, en todos los espacios posibles. Si no sembramos ideas lo que vamos a cosechar son solamente ruidos, imprecaciones y violencia verbal. Sostengo que esta es la principal debilidad de Morena y del resto de las organizaciones políticas. No tienen sembradores, ni semillas. No han formado a sus cuadros, sus estructuras no saben qué sembrar y eso, es grave. El poder no sólo se gana con votos. También juegan un importante papel la lucha ideológica, teórica y política. Solo se construye partido y poder, si sus componentes están sembrados de convicciones revolucionarias, de ideas, de proyectos sociales, de principios y de ética. Si no hay estos constitutivos de la política, sólo se hace ruido, no queda nada al término de las contiendas. ¡Nos pasa lo que a Sísifo! 
Morena puede resolver, si se lo propone, esta contradicción. El enorme apoyo popular que trae, requiere de una estructura organizativa real. Pero lo que le urge, es poner el máximo empeño en construir una fuerza pensante, formada ideológica, teórica y políticamente, a efecto de estar en condiciones de enfrentar al adversario que hoy, ya no se le puede derrotar con el mismo discurso. Se requieren conocimiento, información, cultura política. Las mentadas de madre forman parte del desahogo personal pero no construyen nada. El hartazgo social hay que combatirlo con argumentos, ir a las entrañas de lo que hace fuerte al sistema. Y esto requiere formación, capacidad organizativa y sobre todo, convicciones revolucionarias  
Mientras esto se entiende por las dirigencias, los ciudadanos de cualquier partido o sin militancia alguna, no podemos dejar que nos avasalle la podredumbre y la impunidad del priismo. Quedarse en la casa el 4 de junio es abrirles la puerta grande a los malandrines que ya llevan noventa años mal gobernando el Estado de México. Necesitamos echar al PRI del poder y eso también se logra con votos, participando en la defensa de los mismos, vigilándoles las manos y denunciando las  triquiñuelas que desde el gobierno federal están diseñando los malandros de siempre. Es tiempo de airear la casa de poco más de diez millones de electores. ¡Votemos por Delfina Gómez y abramos las ventanas y puertas para que por ellas entren nuevos aires, nuevas ideas y nuevas formas de gobernar! ¡El 4 de junio el voto debe ser por Morena!
(1).- Poder, Política, Sociedad, programa de investigaciones históricas del Dr. Armando Martínez Verdugo, Universidad Autónoma de Chapingo
(2).- Conversación con Juan Carlos Monedero, de Ramón Lobo, Ed. Turpial  

  

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