miércoles, 16 de agosto de 2017

Siempre será importante sacar a airear las ideas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Los días 25 y 26 de agosto del año en curso, varios colectivos regiomontanos invitaron al Dr. Armando Martínez Verdugo y a mí a un debate sobre “Los problemas políticos de México” Para no irnos en autobús y pasarnos más de 10 horas de camino hasta Monterrey, decidimos ver a los amigos y camaradas para que nos apoyaron con los pasajes en avión. Pocos entendieron nuestro llamado y otros sólo nos desearon buenos resultados. El sábado 12 nuestro Colectivo RP tuvo una discusión larga, tensa, difícil. Al final logramos superar los nudos gordianos que tenían atrapado nuestro trabajo y el desarrollo de las ideas centrales de nuestro  quehacer político en varias partes del país. Por ahora superamos nuestra crisis económica y los días arriba señalados estaremos en la capital de Nuevo León
Con ojos semicerrados y una gripa entre pecho y espalda, cansados por largas jornadas de discusión, rememoraba con cierto dejo de pesadumbre y de nostalgia, los tiempos en que mi edad y mi militancia en el Partido Comunista Mexicano permitían moverme de un lado a otro para cumplir con las tareas partidistas que en ese entonces se hacían por convicción y sin sentir que las rodillas o mis huesos pudieran jugarme una mala pasada. Décadas después sólo los ideales y nuestros sentimientos hacen que Armando Martínez Verdugo y yo andemos haciendo una síntesis de nuestras experiencias y conectándonos con otros colectivos para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra el capitalismo y contra las políticas depredadoras del sistema
Llegué a la conclusión de que todas las dificultades y limitaciones con las que vamos de un lado para otro los revolucionarios, no pueden ser razón suficiente para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de  lograr una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida  humana en toda su acepción, sea la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas me dispuse a tomar nota del material y de la discusión con mis compañeros el día domingo, para en su momento, trabajar este artículo.  Por la tarde del lunes, al estarme enterando de los sucesos políticos de los dos días anteriores, recibí una inesperada llamada telefónica de una amiga y seguidora de mis escritos que vive en los Ángeles, California. La conversación con ella, completó el faltante de lo que sería este texto
Hablamos de su trabajo con los migrantes mexicanos, de su participación en el evento que se hizo en esa ciudad con Andrés Manuel López Obrador, de sus diferencias conmigo por mis críticas a Morena, de la opinión suya de blindar a AMLO ante las amenazas de sus adversarios, de la opción político electoral de Morena y de un planteamiento que lleve a la construcción de una fuerza que represente los intereses de clase y asegure que cualquiera que sea el resultado del 2018, el pueblo seguirá firme en los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y un pueblo organizado por abajo y por arriba pero desde abajo, como condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Me invitó a los Ángeles para una reunión política con los mexicanos más destacados en la lucha. Le dije que iría pero veríamos juntos los temas y las fechas probables para el encuentro. Fue una conversación interesante con una mexicana culta, activa políticamente y con orgullo de ser una mujer de la izquierda revolucionaria





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