miércoles, 29 de noviembre de 2017

La fidelidad, el poder y el mando

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me conmueven las expresiones de muchos militantes de Morena sobre las expectativas  que esperan de un gobierno encabezado por López Obrador. Creen ciegamente que él acabará con la tragedia política y económica que vive el país y que recuperará los valores y sentimientos que la burguesía le ha quitado a nuestro pueblo. En el último taller de formación política que realizamos los viernes en Residencial Acueducto de Guadalupe, al que asisten regularmente entre 25 y 30 personas, afloraron muchas debilidades ideológicas y políticas; pero la creencia de que AMLO acabará con la corrupción, con el desempleo, la violencia y la impunidad, crece como las altas mareas que se dan bajo el influjo de las atracciones combinadas del Sol y de la luna
Cuando veo y oigo este entusiasmo me pregunto si no se está jugando con los sentimientos de la gente. Si Andrés Manuel tiene clara conciencia que estos sectores del partido, fieles hasta lo absurdo al proyecto y a las ideas que encabeza; sean marginados, excluidos y pisoteados en sus derechos legítimos para opinar y decidir sobre los problemas más importantes del país. ¿Acaso no se da cuenta de las protestas y exigencias de la militancia que hasta ahora es tratada con desprecio, difamándola y acusándola de ser provocadora e infiltrada por los gobiernos?  Sostengo que la fidelidad fundamental del dirigente de Morena es con los ciudadanos y con los militantes que han abrazado su proyecto político, que alimentados por la esperanza, han elegido a nuestro partido como la opción para lograr los cambios prometidos. En consecuencia, son estos sectores los que tarde o temprano exigirán cuentas de lo que se ha dicho y hecho en su nombre
El rostro popular que inicialmente tenía el partido, se ha ido perdiendo paulatinamente hasta llegar al punto en que pareciera que Morena es de un solo dueño y los militantes sólo somos la fuerza de tarea. No sólo no se oye a sus militantes sino que, como si se tratara de nuestra mafia en el poder, todo lo importante se decide en los cenáculos abriéndole espacio a representativos del neoliberalismo criminal y corrupto mientras sectores del partido suben el tono de sus protestas por la exclusión de que son víctimas permanentes
Si asumimos que el partido siga siendo conducido como hasta hoy, si aceptamos que el  líder es el que decide, el que controla, el que manda, entonces hay que reconocer que “quien tiene el poder manda, y quien manda posee las relaciones y los mecanismos de dirección social, posee las riendas y el timón para dirigir el barco” (1) Se dice que esto se  da porque es el dirigente principal, porque tiene un proyecto de nación, porque a la vista no hay otra persona que sea capaz de conocer el país como lo conoce, de trabajar como trabaja, de ser honesto como lo es. Es decir, méritos tiene para ser el mero principal de Morena, a ser el candidato a la presidencia de la república y de ser Presidente. Pero lo que no es admisible es que se esté echando en los brazos de la derecha que tanto critica y en cambio no sea capaz de oír las protestas y exigencias de la gente y de la militancia. Tampoco es correcto que él sea el gran decididor, el que pone y quita candidatos, el que dice quien sí y quien no puede ser el que encabece un encargo de representación popular, el que esté llevando a dirigentes del partido que no responden a las necesidades políticas del país y del partido
 “Los revolucionarios vamos a promover el voto, vamos a buscar  el mayor número de aliados con el propósito de debilitar la base social y política de apoyo a la burguesía, justo ahora que el PRIAN tiene como candidato a Meade, uno de los encubridores de enormes fraudes al erario público, del robo de los apoyos internacionales a los damnificados, el de los  gasolinazos, el que no dice nada sobre los 10 millones de dólares de Odebrech entregados la campaña de EPN, sobre la Estafa Maestra y lo que se acumule . Los revolucionarios estamos trabajando para cuidar las casillas y haremos lo posible para lograr el triunfo electoral. Morena no está libre de múltiples y variadas limitaciones y hasta deformaciones. Pero allí está el pueblo en resistencia, formando el movimiento de la espontaneidad popular de nuestro país. Por eso estaremos junto a él” (2)
No queremos sufrir otra derrota y una frustración más porque la dirigencia no ha entendido su papel en las circunstancias actuales, porque no ha construido una fuerza que sea capaz de defender el eventual triunfo de Morena ni una organización en condiciones de desplegarse políticamente en contra de la derecha recalcitrante y corrupta. Muchos estamos trabajando para lograr el triunfo del pueblo, apoyados en el pueblo, construyendo una fuerza con espíritu de clase que sea capaz de quitar del poder a la burguesía gobernante. Solo le pedimos a AMLO que no siga hablando de democracia en nuestro nombre, porque esa presunción hace tiempo dejó de existir y ya no cuaja en las filas del partido
(1) El poder, una aproximación teórica a su fundamento constituyente, Dr. Armando Martínez Verdugo, Instituto Electoral del Estado de México
(2) Una vez más sobre el 18. Texto inédito del Dr. Armando Martínez Verdugo



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