Cuando el pasado nos alcance
Por JESÚS SOSA CASTRO
Cuando Bergoglio visitó
a Peña Nieto del 12-17 de febrero del 2016 lo hizo en apoyo y complicidad entre
la iglesia y la clase política mexicana. El jefe del catolicismo no vino a
recuperar la fe perdida de amplios sectores de creyentes, vino a darle un espaldarazo
político a Peña Nieto, a su gobierno y a todos los que estaban llevando a
México a un despeñadero el cual a casi cuatro años de distancia no hemos podido
superar. Entonces, el dirigente principal de Morena expresó su apoyo a las declaraciones
políticas, que no religiosas del desde entonces jefe de la iglesia católica. ¡Mala
decisión! Nada de lo que hizo y dijo el papa Francisco, ayudó ni ayuda a los
movimientos populares que están luchando contra el sistema. ¡Todo lo contrario!
La parte conservadora de la iglesia católica se fortaleció igual que las
jerarquías de las otras iglesias
A pregunta expresa de
un reportero en la conferencia mañanera del lunes 18 de marzo, el presidente
dijo que, aunque él es el jefe de un Estado laico, las iglesias tenían el mismo
derecho que los empresarios, que los políticos, que los agnósticos a poner
sobre la mesa sus pensamientos, que eso forma parte de las libertades públicas,
del derecho a la libre expresión de las ideas y que por lo tanto es su decisión
o no competir en estos rubros, si la ley lo permite. Habría que preguntarse -agregaba-
si las empresas de radio y televisión actuales no hacen más daño a la sociedad
promoviendo comida chatarra, la mediocridad y la castración de los valores
culturales y espirituales de nuestro pueblo
Hablando en estricta
lógica, el presidente López Obrador tiene razón. Pero … no cuando en discursos
recurrentes habla de que, así como Juárez separó la iglesia del Estado y hoy se
propone separar el poder político del poder económico; cuando la historia es
testigo de la cruenta guerra cristera, cuando la jerarquía de la iglesia
católica está combatiendo su proyecto político, ¿no sería mejor que el presidente
no se atreviera a dar ese paso cuando no hay a la vista ninguna necesidad de
hacer estas concesiones a las iglesias?
El pueblo que está
abrazando los actos de gobierno propuestos y efectuados hasta ahora no tiene
por qué empezar a sufrir estos desencantos. Tampoco hay necesidad de hacer
estas cosas cuando hoy el partido Morena no tiene liderazgo ideológico y
político capaz de enfrentar con éxito los distintos frentes que la reacción
está abriendo por todas partes. Con los oportunistas y trepadores que dominan
el partido no vamos a llegar lejos en un debate que por su inoportunidad y
falta de sustento corremos el riesgo de perder. Dolería mucho que Morena esté
dejando de ser la opción política por la que luchamos millones de ciudadanos
Potenciar estas
políticas transformadoras implica impedir que el partido Morena se convierta en
un partido al servicio de los oportunistas. Se requiere un golpe de timón que
enderece las políticas de puertas abiertas a un montón de arribistas que le
están desfigurando su rostro, es
necesario un liderazgo ideológico y político que sepa enfrentar las
desviaciones que está sufriendo el partido, trabajar en serio en la formación
política de los mandos intermedios en los que el clientelismo electoral y la
desfachatez han sentado sus reales en la construcción de un partido de papel. Se
requiere en fin, contar con un instrumento que no deje al presidente de la
República la ingrata tarea de estar enfrentando todos los días a la reacción política
y clerical porque los dirigentes del partido no dan señales de vida por ninguna
parte ¿Se entiende?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario