miércoles, 9 de octubre de 2024

 

¿Pueblo y partido pueden convertirse en clase dirigente?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Siempre ha habido “dos clases de prensa, la vendida y la que está en venta” Hoy, ciento siete años después del porfiriato, casi todos los medios convencionales siguen estando controlados, vendidos o en venta. El poder económico ha comprado a partidos completos y a los llamados “intelectuales orgánicos”

Antonio Gramsci los describía como “la disciplina y la fidelidad” al sistema.  El PRIANMC en sus años de existencia, han abonado mucho en esta dirección. Son un ejército de borregos que sólo levantan la cola para aprobar cuanto les ordenan sus patrones de la derecha. Creo que parte de lo que son estos mecanismos de control político y social se debe a que la izquierda no ha conmovido aún a la mayoría de los grupos urbanos, a los obreros y a los campesinos. No ha entendido que juntos podríamos ser un torrente imparable para cambiar la vida nacional

La cultura de la sumisión al viejo poder todavía existe, aunque la mayoría ya le hacemos honor a la dignidad democrática. El resto, castrado ideológica y políticamente, ha hecho de sus posiciones el mejor punto de apoyo a la procreación de un ato de rumiantes domesticados, no saben, ni quieren, ni pueden, organizar a los obreros, a los campesinos y a los movimientos sociales. Siguen homologados a la lógica y al interés del poder burgués

Por estas razones, la Inteligencia que milita en Morena está obligada a profundizar su trabajo. No se trata sólo de forzar a los medios para que ya no sigan mintiéndole a la gente. Se trata, a mi juicio, de abrirle expectativas de participación a la militancia. De que ésta esté organizada, debata, se ligue al movimiento de masas y le introduzca en su conciencia la necesidad de cambiar la vida del país. Desterrar los dobles lenguajes y las desconfianzas mutuas. Morena debe ser fiel a sus principios y a sus ideales. Debe cumplir con sus dichos de que no repetirá los vicios de otros, que impedirá que personas o grupos, desfiguren su rostro

Sostengo que aún enfrentamos un Goliat lleno de mañas y de recursos. Y si hemos de participar en estas condiciones, disputando los espacios a los que el pueblo tiene derecho de acuerdo con el Artículo 39 de la Constitución, tenemos que usar todos los medios que ésta garantiza, no sólo es un derecho sino una obligación. Hay que hacer que esos espacios de poder sirvan a los intereses del pueblo. Utilizar el parlamento debe significar un paso adelante en la intención de cambiar y poner al desnudo el carácter mistificador de las instituciones representativas

Si Morena profundiza su cercanía con los obreros, campesinos, jóvenes, trabajadores y clase media; si sus ideólogos e intelectuales concretan el proyecto político y económico que proponen; si además convierte la democracia, sus acciones y dichos en una práctica común que determine su función de partido al servicio de la gente, Morena se convertirá, sin duda alguna, en la fuerza principal que, junto al pueblo, logre profundizar el cambio que México necesita. Puede convertirse en el ejemplo y en la diferencia respecto de los otros partidos. Porque el problema de toda organización política, según Gramsci, no está en sus diferencias internas sino en comprender cómo puede el pueblo y su partido volverse clase dirigente

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