jueves, 16 de abril de 2020


Pronunciamiento del Foro Nacional de Militantes de morena ante la campaña de odio y amenazas orquestadas por el Consejo Coordinador Empresarial

En los últimos meses se ha incrementado la campaña de odio que impulsa el sector más reaccionario del empresariado mexicano y por los partidos políticos PAN, PRI, PRD y MC.
La mayoría de los medios convencionales, prensa, radio, televisión, así como columnistas y voceros que vivieron bajo sus auspicios y prebendas, se han empeñado en levantar la voz defendiendo los intereses de este sector empresarial y a los regímenes pasados generando toda una campaña de calumnias, falsas noticias y distorsiones informativas en contra del proyecto de transformación política, económica y social que encabeza el presidente López Obrador.
El discurso inverosímil y patriotero de estos sectores reaccionarios, tratando de disfrazar sus intenciones reales, se aprovecha de la pandemia del COVID-19, invocando un supuesto apoyo a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y al cerca del 60% de comercios informales que tenemos en México, es una de las peores bajezas que están utilizando para manipular a este sector que si están sufriendo y que seguramente serán de los más perjudicados. 
La campaña de descrédito y desestabilización que vienen impulsando todos los días estos sectores, es a consecuencia de haber perdido muchos de sus privilegios, entre ellos la condonación de impuestos de los que aún deberán de pagar más de 50 mil millones de pesos. Esta es la razón de la enfermiza campaña contra las políticas del presidente.
No entendieron que el triunfo obtenido por el pueblo el 1º de julio del 2018, fue para acabar con la corrupción y las canonjías que marcaron las acciones y las conductas de los mercenarios de la política. Es este triunfo y el camino honesto que se ha tomado lo que los está llevando a la locura, a la desesperación y a elaborar un discurso sustentado en la difusión sistemática de mentiras, de amenazas, de provocaciones y de insultos en contra del jefe del Estado Mexicano Andrés Manuel López Obrador.
¡Que no se engañen ni sobre valoren sus fuerzas, estos señores de la reacción! Todas las encuestas, incluidas las manipuladas por empresas y periodistas al servicio de ustedes, indican que la mayoría de los ciudadanos apoya la ruta que ha trazado hacia un cambio verdadero de nuestra nación el presidente López Obrador.
Llamamos a todos los gobernadores, diputados locales y federales, a Senadores, a presidentes municipales, regidores y demás funcionarios públicos de morena y aliados, a los protagonistas del cambio verdadero, a defender y respaldar más activa y decididamente el proyecto de transformación social que encabeza nuestro compañero presidente.
Cada uno de nosotros desde nuestros ámbitos de acción, podemos y debemos trabajar para contrarrestar estas campañas de odio y apoyar las tareas que surjan y contribuir a mitigar lo más posible los efectos desastrosos que la pandemia nos está causando.
Los enemigos de nuestro gobierno están haciendo uso de los recursos que tienen a su alcance, que son muchos, construyendo el “golpe blando” y convocando abiertamente para derrocarlo. No guardemos silencios cómplices que demeriten el papel de todos aquellos que llegaron a un encargo por el influjo y la fuerza de un liderazgo que hoy está amenazado por la reacción empresarial y la derecha partidista.
Es el momento de defender y recuperar a nuestro partido movimiento. Llamamos a la Dirección Nacional de morena, a encabezar la lucha en defensa de nuestro gobierno y la construcción de la cuarta transformación.
La grave pandemia mundial del coronavirus nos impone a organizar en absoluta unidad, todas las acciones que sean necesarias para enfrenta la emergencia sanitaria, así como para trabajar y luchar en la defensa de nuestro gobierno. 
Quienes integramos el Foro Nacional de Militantes de morena, seguimos en pie de lucha para lograr la reorganización y el espíritu de libertad, justicia y democracia de nuestro partido movimiento y en defensa del proyecto de Transformación y cambio que conquistamos el 1º de julio de 2018.
Ciudad de México, a 12 de abril del 2020

Con autorización de mis compañeros del Foro reproduzc en mi blog este importate documento colectivo



miércoles, 15 de abril de 2020


La ira de los gatos pardos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Ya chole con los pelafustanes de la política. Lo único que aportan al debate nacional son mentiras, odios y bilis.  En su existencia como clase social, no han aportado nada positivo a la nación ni a la humanidad. La riqueza material y económica, siempre ha provenido del trabajo y del sacrificio de los obreros, campesinos y empleados.  Su dinero no produce dinero, es el trabajador el que les ha llenado los bolsillos. Lo invierten en industrias de muerte, desde comida chatarra hasta en matones profesionales. En palacetes, bienes de lujo o en instrumentos de control político y social. Los señores del dinero son los capataces, los expropiadores del esfuerzo ajeno. Si habláramos de la Independencia, la Reforma o la Revolución, los ricos se opusieron a las transformaciones. Lloraban por mantener sus privilegios, el gatopardismo. Los de ahora, con menos pudor, quieren derrocar a AMLO para volver al status quo. La oligarquía nunca ha mirado por el pueblo, su fuerte ha sido robarse las riquezas de la nación y la de los pueblos originarios donde está lo mejor de nuestras tradiciones y culturas
Durante estas tres grandes transformaciones, la vileza, la ambición y la arrogancia de estos derechosos, sólo fueron derrotadas por un pueblo armado porque ya estaba harto de ellos, de sus políticas corruptas, de su avaricia y de su arrogancia como clase social. Siglos después, los nietos y bisnietos de esa misma derecha, más prepotentes y comprometidos con sus intereses de clase, están haciendo todo lo posible para impedir que el presidente, que llegó con el apoyo del 53 % de los electores, pueda desarrollar un proyecto de gobierno en el cual ya no están los intereses de los camajanes sino los de los grandes sectores populares que estuvieron marginados por los gatos pardos de hoy
En su lógica elemental, pensaron que al presidente podían controlarlo y sujetarlo a sus viejas prácticas políticas para que ellos siguieran haciendo más grandes sus fortunas y su dominio, control y mando sobre el pueblo mexicano. ¡Se equivocaron! Su ignorancia y su clasismo no les permitió tomar la debida temperatura a los sentimientos del pueblo. No solo fue el hambre, el desempleo, la marginación en la que por décadas ultrajaron la dignidad de la gente, ¡NO! Lo que llevó a la derrota electoral a los nostálgicos golpistas, fue el hartazgo, el despertar de la conciencia popular, el espíritu de clase, lo que llevó al pueblo a dar por terminada su arrogancia y su soberbia. Fue el desprecio de los obreros, los campesinos, los indígenas, la clase medía y la juventud, lo que cerró el camino a los potentados para impedirles que siguieran con sus políticas corruptas
El ardor que hoy los consume es visto por el pueblo con mucha pena ajena. Su campaña para derrocar al presidente, aduciendo que no está gobernando bien, no solo es una calumnia, es, eso sí, la demostración de que estos golpistas de pacotilla son incapaces de articular una propuesta política coherente que haga contrapeso al proyecto de la cuarta transformación
La verdad, Sancho, los perros le ladran al presidente porque ven que éste va caminando con la gente y con su proyecto de nación. La conducta y la miseria políticas de la derecha son resultado de la debacle que vive. Si la oposición panista, empresarial y chayotera fueran más inteligentes, si tuvieran la capacidad para tomarle el pulso a los sentimientos del pueblo, si tuvieran el conocimiento que tiene el presidente de sus necesidades y demandas, si la derecha no fuera tan ignorante y mezquina; era para que a estas alturas ya se hubieran dado cuenta que ella no tiene propuesta de gobierno, que se mueve en su propia basura y que esto, la está llevando a otra derrota más ignominiosa. Su pueril demanda de derrocar al gobierno al través de un golpe blando o con la revocación del mandato en 2022, es un sueño guajiro del que se pitorrea la mayoría de la gente
Lo que debe hacer la oposición es serenarse, amarrar a sus perros o darles sus croquetas. Su empeño de atajar el trabajo del presidente, de desacreditarlo, de ofenderlo y de intentar lincharlo políticamente para recuperar sus espacios y privilegios perdidos no lo van a lograr. El jefe del Estado tomó en sus manos las necesidades de su pueblo y las está atendiendo con oportunidad y eficiencia. Ninguno de los gatos pardos que quieren volver al pasado corrupto, tiene los tamaños, el respeto y el apoyo que López Obrador tiene de su gente. Soñar que lo van a derrocar es solo un chiste grotesco de los que añoran la robadera. ¡Serenense, les puede salir el tiro por la culata!
   

miércoles, 8 de abril de 2020


El miedo, el encanto de vivir, la libertad

Por JESÚS SOSA CASTRO

A partir de que oficialmente empezó la cuarentena en nuestro país, quedarse en casa no ha resultado sencillo. Más aún cuando la mayoría de la gente no ha cursado algo parecido a un encierro forzoso, como estar en la cárcel, en manos de esbirros entrenados para reprimir, torturar y golpear sentimientos y dignidad. En un mensaje breve escrito por mí, a propósito de quedarse en casa, dije que un comunista griego, preso político por casi treinta años, me había comentado que en la prisión en la que lo tuvieron los coroneles griegos, había trabajado su soledad, que allí perdió el movimiento de sus piernas, se hizo agorafóbico y en papel de baño y mentalmente escribió dos libros que al ser derrotada la dictadura, fueron convertidos en textos para alumnos de Educación Media en su país. Tullido y casi ciego, no lo vencieron
Al leer esto, varios de mis lectores replicaron diciendo que eso no podía ser. Que un preso metido en las mazmorras por tanto tiempo, necesariamente iría a la locura por más fuerte que fuera. Ahora que el tiempo me sobra para recordar hechos como éste y otros igualmente dramáticos, me propongo explicar algo que me movió las fibras del corazón. Lo que voy a describir, tuvo su inicio en algunas de mis lecturas sobre personajes que por sus acciones vivieron situaciones terribles. Todo por ser luchadores libertarios, ligados a las causas de sus pueblos y haberse enlistado como soldados para combatir por la libertad y la justicia. Reportaje al pie de la horca de Julius Fucik marcó mis pasos de luchador social y fue un ejemplo que aún conduce mi empeño por contribuir a los cambios en mi país
Otros miles de héroes y heroínas soportaron antes, durante y después de la guerra fría, las torturas y las vejaciones en cárceles y campos de concentración. Durante este período, Estados Unidos fue el principal violador de los derechos humanos en muchas partes de la tierra. Miles de mujeres y hombres pasaron por sus ignominiosas prisiones instaladas por doquier. Con todas estas cosas que me lastimaban y que traía atadas en el alma, sumadas a la persecución de que era víctima como miembro del Movimiento Revolucionario del Magisterio y del Partido Comunista Mexicano, se acordó sacarme temporalmente del país y mandarme a estudiar a lo que entonces era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Se necesitaban cuadros con mayor conocimiento que permitiera mejores condiciones para enfrentar al Estado represor
En este ambiente colmado de persecuciones y de intolerancias políticas en México, llegué a la URSS en planes de estudio. Mis compañeros de escuela eran cuadros políticos y dirigentes de muchos partidos comunistas del mundo. Allí conocí al comunista griego del que hablo al principio, a dirigentes ligados al asesinado primer ministro de la República Democrática del Congo, Patricio Lumumba, a líderes cercanos al equipo del preso y luego presidente Nelson Mandela. Allí estaban algunos de los mejores hombres de Salvador Allende. Todos estuvieron presos, pero ninguno fue sometido
A muchos años de distancia lo menos que uno se pregunta es, ¿por qué no enloquecieron si en el encierro eran permanentemente acosados, torturados, golpeados y vejados en su humanidad y en sus sentimientos? ¿Cuál era la fuerza moral y el espíritu de lucha de Julius Fucik, del comunista griego, de Patricio Lumumba, de Nelson Mandela, de Salvador Allende y otros revolucionarios ilustres que murieron defendiendo sus ideales y su derecho a la libertad? ¿Por qué los torturadores profesionales que desaparecían y asesinaban a personas como Hilario Moreno, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas, Jesús Piedra Ibarra no pudieron aplastar su memoria ni lograron verlos desmallar?
¿Qué fuerza necesitan aquellas personas que consideran que quedarse en casa por cuarenta días es una tragedia social? ¿No han disfrutado de un amanecer político que roturó las viejas estructuras de un régimen corrupto para abrirle cauce al encanto de vivir en libertad? ¿No le dan importancia a la fuerza de los ideales, de la vida democrática que estamos construyendo? ¿Los proyectos sociales, el humanismo, la fraternidad universal y la convivencia familiar no han cimbrado sus conceptos mentales como para apreciar quedarse en casa conviviendo con nuestros seres queridos? ¿No han leído a Julios Fucik, a Nelson Mandela, a Dolores Ibárruri y a otros gigantes de la vida y de la libertad? ¡Si no hayan qué hacer, les recomiendo la lectura de la vida y obra de estos gigantes!




miércoles, 1 de abril de 2020


El padecimiento de los otros enfermos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Se entiende que el proyecto de transformación que votamos más de treinta millones de ciudadanos el 1º. de julio del 2018 no sea compartido por un sector importante de los machuchones. Su carácter de clase y los privilegios que acumularon durante décadas no dieron nunca para eso. En sus tiempos de bonanza y de poder, siempre vieron al pueblo por debajo de los hombros. Hacia arriba solo miraban la deslumbrante acumulación de sus riquezas y una cultivada soberbia que los hacía detestables por la mayoría de los mexicanos. Su arrogancia y su altivez fueron derrotadas por un pueblo harto de ellos, subyugado, que al despertar, le cobró los agravios y convirtió su fracaso electoral en una enfermedad por demás despreciable
Haber sido desplazados del gobierno, que no del poder, significó el triunfo más relevante obtenido por el pueblo desde hace más de un sglo. Su decidida participación en esta incruenta batalla, sembró una experiencia que ha llenado de convicción y orgullo a millones de mujeres y hombres del país. Derrotó los fraudes, las chapucerías prianistas y comprometió su trabajo para instalar un nuevo régimen político. Los avances que a quince meses observamos, son fruto de un buen trabajo del presidente, del apoyo ciudadano y de una inteligencia exponencial proveniente de la cantera popular que por décadas fue marginada y humillada por los llorones y enfermos de odio que hoy padecemos
Los sectores que le hacen la guerra un día sí y otro también al presidente de la República, son de pensamiento lento y vulgar. Durante el tiempo que mal gobernaron el país, no desarrollaron ideas porque son ajenos a la innovación del pensamiento. Se dedicaron a robarse los recursos públicos, a la fabricación de la mecánica del fraude y a crear una cultura del atraso y del analfabetismo políticos. La ignorancia inducida contra el pueblo les facilitó la aplicación de una política salvaje en la que la explotación y la marginalidad castraron por décadas la lucha legítima para echarlos del gobierno. Un dicho popular reza que “perro que come huevo, aunque le quemen el hocico” por eso los camajanes derrotados quieren volver al gobierno para seguir robando, entregando los recursos de la nación, defraudando al fisco, humillando, empobreciendo y excluyendo a los que producen la riqueza, acabando con las tradiciones y con las lenguas de nuestros pueblos
En esta época de crisis sanitaria en la mayor parte del mundo, los fifís mexicanos han mostrado su rostro enfermiso y truculento. En lugar de salirse del discurso, huero, demagógico y mrdiocre, se enorgullecen de haber votado en contra de las leyes que garantizan las prestaciones sociales del pueblo. Se agrupan para desacreditar las políticas públicas del gobierno federal con puras mentiras. Como nunca expresan su rencor y buscan los argumentos que les den algún sustento a sus chavacanas propuestas. Sus ideas y sus planteamientos dan pena ajena, nunca antes la oposición se había presentado ante la ciudadanía con tales miserias humanas como hoy lo están haciendo los panistas y sus compinches. ¡Ningún chile les embona!
Se han quedado varados en proyectos políticos en los que destaca su interés por volver al gobierno. Los actores que comparten ese proyecto son lo más podrido y retardatario del sistema. Sus referentes principales son Cristine Legarde, ex funcionaria del FMI, el vice gobernador de Texas que quieren “acabar con los enfermos y los ancianos para salvar la economía globalizada” Son los politiquillos como Felipe Calderón, Marko Cortés, Gustavo de Hoyos, Javier Lozano, Denise Dresser, Gilberto Lozano,Reforma y todos los borolistas destetados, los que luchan afanosamente por acabar con el gobierno de López Obrador
Oportunistas como son, se están montando en los problemas que viven la mayoría de los países del mundo con motivo de la pandemia del coronavirus. En su comportamiento no hay nobleza de ningún tipo. Hablar de los problemas y dolencias del pueblo de México es parte de su enfermedad y demagogia. Mientras el gobierno y la mayoría del pueblo hacen todo lo necesario para ayudar a los enfermos de esta epidemia, los portadores del odio contra las acciones del gobierno federal achican su estatura porque carecen de ética y de principios. Es un hecho que no han entendido que la salvación del género humano sólo es posible con el amor fraternal y la solidaridad mútua a nivel nacional e internacional. El odio de este tipo de enfermos, los ha despojado de valores morales y espirituales. Su calidad de animales de la política antipopular los ha divorciado de la gente. Están aislados, cuestionados, exhibidos y despreciados por la mayoría de los mexicanos. ¡Pobres!


  

miércoles, 25 de marzo de 2020


Buitres contra amuletos. Dos visiones del mundo
 Por JESÚS SOSA CASTRO

Es obvio que estamos viviendo tiempo de buitres. Los adversarios del cambio se retuercen de frustración y de rencor. No hay que ahondar mucho para saber cuáles son las razones de fondo que hacen que los enemigos de la 4T estén en la histeria, en el lagrimeo, en el colapso político. No creo que su ardor sólo provenga de la derrota electoral que sufrieron el 1º de julio del 2018. Lo que les duele y no han superado, es que se les hizo cochambre la soberbia, se les cayó el pedigrí, el falso linaje que creyeron poseer sólo porque el trabajo de los obreros, campesinos y empleados, los hizo pensar que la explotación que ejercían sobre ellos, les daba el derecho de pasear la idea de que eran intocables, dueños del dominio, control y mando sobre el pueblo. Disfrutaron de la impunidad por muchas décadas, eran los señores de horca y cuchillo, detentaron el poder económico y político, subestimaron la inteligencia de la gente, se burlaban de su cultura, de sus tradiciones, de su organización y de su capacidad de resistencia
Esos adversarios que hoy han enloquecido porque no tienen ni rumbo ni proyecto políticos, están desplegando una campaña que muestra su odio, su frustración, su nula formación cultural y su falta de ética. Por mucho tiempo sostuvieron que bastaba con ir a misa los domingos o traer la biblia en la mano para que creyeran merecer el aprecio de los que calificaban como el populacho. Usaron su poder económico como un distintivo para que la pelusa los respetara, votara por ellos o justificaran traer a personajes extranjeros para gobernarnos. ¡Se equivocaron! Quien hoy es el presidente le abrió los ojos al pueblo y unió su bagaje cultural con lo que el filósofo prusiano Ernesto Cassirer llamó “el lenguaje conceptual que llega al sentimiento, a la lógica, a la ciencia y a la imaginación poética” (1) Y AMLO, hay que decirlo, no solo es un buen escritor, culto, conocedor de la historia, sensible y entendedor de lo que el antropólogo Guillermo Bonfil Batalla escribió sobre el México profundo. Los políticos de la oposición, no solo son zafios y elementales, son, sobre todo, ajenos a la cultura, a los sentimientos y a las necesidades del pueblo
Que AMLO traiga amuletos, estampitas que le regala la gente y de cuando en cuando los muestre a sus auditorios, no es una prueba de fanatismo religioso, signos de atraso cultural o una burla a sus ignorantes detractores. Es el incuestionable y subliminal mensaje para quienes no entienden los rituales, las creencias del pueblo y los sentimientos humanistas del presidente. Lo que hace AMLO es abrazar las tradiciones, la cultura y su filosofía. La gente lo respeta, lo bendice, lo colma de regalos, de símbolos, de bastones, porque con esto le expresa la visión y el concepto que tiene de su mundo. Sólo en él y en el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, el pueblo volcó su admiración, su cariño y su reconocimiento. A los que ladran todos los días contra su gobierno, sólo viven el desprecio, la crítica y el repudio de los explotados del país
Estas son algunas de las razones del ruido y de las críticas hueras que le lanzan recurrentemente al presidente López Obrador.  ¡Nada es casual! La gente valora sin límites el trabajo y la capacidad intelectual de su líder. Andrés Manuel López Obrador no sólo es un personaje de la política, de esa actividad honorable que poco o nada valoran los sectores del conservadurismo trasnochado. ¡Para el pueblo el presidente es otra cosa! Es la compleja suma de un trabajo que por años viene realizando a favor de los olvidados. Es la honestidad, la capacidad intelectual, el talento para escribir, trabajador incansable, rescatador de las lenguas indígenas, las tradiciones, la cultura, la poesía y los sentimientos de los pueblos originarios. Es trabajo político al servicio de la gente. Todo esto, junto, es lo que hace irrompible ese lazo entre Andrés Manuel y sus seguidores. Esto es, sin duda, lo que les arde a sus opositores cuya verborrea incontinente no tiene ni pies ni cabeza, sólo odio y rencor
Vivimos un tiempo de buitres. Haga lo que haga el presidente, sus adversarios seguirán viviendo de la intriga, de la carroña, del odio y de la frustración. Su falta de talento los llevará a su pronta debacle. Proyecto y cultura política no tienen. Solo hay en su haber el apoyo de los medios y columnistas acostumbrados a vivir del chayote, del poder económico, de los que se oponen a que el pueblo recupere sus derechos y su dignidad
El tiempo de los buitres va a terminar pronto, la gente ya está de pie, le sobra decisión y talento para impedir un retroceso que la lleve de vuelta a la degradación económica y social. A los señores, otrora poderosos y soberbios, se han ganado a pulso la severa crítica de la mayoría de la gente pensante. Los agravios sufridos a lo largo del tiempo los iremos cobrando un día sí y otro también. Por lo pronto les hacemos llegar las palabras con las que Pito Pérez cerrara su testamento: “Nosotros no nos arrepentimos de nada, tendremos fuerzas para escupirles en su cara todo nuestro desprecio. Fuimos una sombra que vivió sin comer muchas veces y nos llevaron de cárcel en cárcel. Un dolor hecho alegría de campanas y de verdades. Nuestro pleito ha sido desigual, lo comprendemos. Pero del coraje de todos los humildes, un día surgirá el terremoto, y entonces, no quedará piedra sobre piedra” ¡Ya les cobraremos lo que nos deben!
(1). - Filosofía de las formas simbólicas y el pensamiento mítico. Ernesto Cassirer, FCE
(2). - La vida inútil de Pito Pérez, José Rubén Romero, Editorial Porrúa





miércoles, 18 de marzo de 2020


La política como dominación o como práctica democrática

Por JESÚS SOSA CASTRO

Una vez que restablecimos las relaciones entre compañeros de lucha, suspendidas temporalmente por mí debido a indicaciones oftalmológicas, dimos inicio a un debate interesante sobre el futuro de Morena. Yo daba por hecho que la mayoría de los que empujamos el trabajo organizativo y político durante los días aciagos del polenskismo, el nivel del debate había salido de las prácticas rutinarias, de una discusión banal y de los estereotipos que se habían apoderado de la mayoría de los cuadros del partido. Pero la cabildera y estrecha capacidad política de la ex señora presidenta, pasmó la creatividad de la militancia y la hizo perder la perspectiva y el estudio de los problemas nacionales
La tarde noche del viernes 13 y por la mañana del 17 de marzo mis amigos y compañeros radicados en Paris y en los Estados Unidos, nos pusimos al habla telefónicamente para enterarnos mutuamente sobre el trabajo que estamos haciendo en vista del séptimo Congreso Nacional que habrá de realizarse el 19 de julio y en el cual se elegirán los nuevos dirigentes del partido. Me dio mucho gusto conocer su enorme trabajo. Convocan, informan y organizan a los militantes del exterior y el ánimo que se percibe es no solo distinto al que prevalecía hasta antes del 26 de enero, sino que muestra una decisión colectiva de convertir al partido en una fuerza que apoye las causas del pueblo. En otros lugares del país también estamos trabajando en la idea de hacer de Morena el instrumento que saque adelante el proyecto transformador que se viene empujando por el gobierno federal y por la gente desde el 1º de diciembre del 2018
Sin embargo, durante este y otros conversatorios con compañeros de partido, percibo que muchos de nuestros activistas y constructores de la organización, no han entendido los cambios que le urgen al partido y a sus políticas. No se estudia o no se comprende la situación nacional, no se preocupan por descubrir el significado y los alcances del Nuevo Proyecto de Nación, hay una incultura política que da pena ajena. La revolución democrática que significó el triunfo popular el 1º de julio del 2018, tiene una trascendencia que no se ha valorado ni por los dirigentes ni por los miembros de Morena. Haber llevado a López Obrador a la presidencia de la República y tener la mayoría en las cámaras del Congreso, no significa que hayamos logrado el poder. Garantizar la consecución y el fortalecimiento de este proyecto, no puede quedarse en haber logrado una revolución democrática. Hoy se requiere revolucionarla al interior del partido y en los sectores que nos apoyaron y apoyan en las políticas de transformación
Alcanzar este objetivo requiere que los “lideres “trabajen desterrando las viejas prácticas del oportunismo, abandonen los intereses personales y se pongan en sintonía con las tareas políticas, ideológicas y organizativas que nos permitan asegurar que nuestro proyecto de nación, no solo trascenderá el sexenio de López Obrador, sino que su avance y consolidación, sean la obra y el trabajo del pueblo. A esto no le sirven los compromisos grupales, el corporativismo y la clientela política. Los suspirantes de siempre ya no le convienen ni al partido ni al proyecto. Muchos mostraron ser políticos convenencieros, vividores del presupuesto y sin ninguna idea para construir partido y una sociedad democrática. Ya no queremos autómatas levanta dedos que sólo sirven para ejercer el dominio, control y mando sin comprender el papel para el que fueron designados o votados por los ciudadanos. La mayoría ha reducido la política a un ejercicio de administración burocrática que ya no empata con lo que debe ser la función del partido. “Lo que hoy se necesita es una completa y profunda renovación ética, teórica y práctica que acabe con el oportunismo, los intereses personales y la corrupción política” (*)  
Ha llegado la hora del pueblo, de los olvidados, del México profundo. Ya no hay que delegar el poder a quienes no jugaron ningún papel positivo en sus distintos encargos. Mandar obedeciendo es una vocaci6n que convoca a una nueva generación de políticos que acabe con las grillas, las clientelas, el grupismo, el arribismo y la cultura de vivir del presupuesto. Es la hora para que el pueblo tome la palabra y entre a la acción como un actor colectivo. Si revolucionamos la democracia, el pueblo y la militancia serán los constructores de un nuevo país. Los que deben quedar fuera, son los corruptos, los chapulines, los que hoy están desestabilizando al partido y poniendo en entredicho la esperanza que en él depositamos la mayoría de los mexicanos
(*) 20 Tesis de política. Enrique Dussel, CREAL XXI, Internet








miércoles, 11 de marzo de 2020


Morena, un molote que recompone su rostro

Por JESÚS SOSA CASTRO

Después de dos semanas de inactividad por razones médicas, vuelvo con estas líneas ofreciendo disculpas a mis lectores. El andar en la política siempre ha sido para mí una especie de linimento que me alivia mis males físicos. Escribo este texto infringiendo las indicaciones que me han dado los oftalmólogos. Después de tres semanas cargadas de aburrimiento y de paralizarme en mis actividades en las que normalmente me muevo, ocurrieron hechos importantes sobre los que, aunque un poco tardíamente, quiero opinar. Sostengo que muchos de los que se dedican al quehacer de la política y lo hacen bien, cuando recogen las necesidades y los sentimientos del pueblo, cuando cumplen con lo que éste demanda, la gente apoya y se enamora del partido y de sus dirigentes
Cuando se entiende de manera correcta el papel del partido, cuando líderes y militantes construimos los espacios en los que anidan los esfuerzos libertarios y las experiencias que forjan la lucha para combatir al sistema, en las calles y en todo lugar, ese partido y esos líderes son respetados y seguidos por quienes hoy están revolucionando sus conciencias para convertir sus acciones en el instrumento capaz de lograr la transformación de la sociedad. Morena incumplía con ese papel y tuvo que ser la base la que hiciera posible poner al partido nuevamente de pie y empezar a caminar en la reconstrucción del proyecto de cambio que hasta ahora sólo estaban impulsando el presidente de la República, la mayoría de la población, pero no el partido
El carácter y la templanza para confrontar al adversario político se habían convertido en una entelequia. Un alejamiento cuestionable de los partidos con las acciones públicas y una conducta que siempre quedaron en entredicho, colocaron a sus organizaciones partidistas en unos molotes ajenos a las demandas y el sentir de los sectores populares. Vivían de la corrupción, de la política y de la acrítica complacencia de la mayoría de la gente. Perdieron la chispa que encendía sus acciones, razón y causa por lo que fueron incapaces de hacer de su partido el instrumento que educara y dirigiera a sus bases que pelean por construir una nueva sociedad
Si un partido político tiene como objetivo tomar el poder, sus dirigentes no pueden actuar dejando de lado el resto de la complejidad nacional. Si se quiere cambiar el país, es indispensable tener una dirección competente, conocer al adversario principal, tener el conocimiento necesario del estado que guardan sus fuerzas, estudiar el terreno en el que se le va a combatir y contar con el ejército civil debidamente capacitado para salir airosos de ese combate. Sólo así se puede cambiar el actual estado de cosas y construir una relación social en la que el sujeto sea una nueva humanidad. Si se toma a la ligera la fuerza que tienes, si no valoras la participación de la gente, si no tomas en cuenta la experiencia acumulada, si dejas a un lado a los líderes de pueblo, a los que analizan la situación desde otra perspectiva. Incurres, por lo menos, en un error de lesa gravedad
 Estos señalamientos vienen a cuento porque justo en este momento, el partido Morena en el que milito, vive una especie de euforia por haber recompuesto una dirección que había defraudado a su militancia y al Nuevo Proyecto de Nación. Hoy se habla y se actúa con un espíritu de cambio, de recuperación de la política y de participación de la militancia. Valora sus fuerzas y su capacidad para sacar adelante la enorme tarea de organizar al partido, de inyectarle nuevos bríos, de formar a sus cuadros y de colocarlo a la altura de las circunstancias que vive el país. Ojalá los integrantes del nuevo CEN tomen en cuenta los movimientos que están haciendo los adversarios y logre contar con la capacidad para confrontarlos en sus políticas de odio, de desestabilización y de confusión en algunos sectores del pueblo. Ya basta de improvisaciones y de falta de consistencia en el manejo de la política y de la ideología que se contiene en el nuevo proyecto de nación
Si bien se comprende la estrategia de sumar, resulta inexplicable que se descuide con tanta ligereza e irresponsabilidad lo que está pasando aún en las filas del partido. Las crisis que asoman su rostro en el cuerpo de Morena en varios Estados del país, son resultado de la ineficacia y de la ignorancia política de los que habían secuestrado la dirección del partido. El compromiso que ahora tiene el CEN encabezado por Alfonso Ramírez Cuéllar, va más allá de sacarlo de la crítica situación en que lo dejó la señora Yeidckol Polensky. Hoy se requiere poner en movimiento a su militancia, ligarse con las luchas del pueblo, organizar el partido en los centros de trabajo, colonias y barrios y formar ideológica y políticamente a sus cuadros. De otra manera, la esperanza de sacar adelante a la 4T correría el peligro de quedarse a la mitad del camino sólo porque el partido Morena no entendió ni se colocó al lado de las demandas y exigencias del pueblo