miércoles, 27 de noviembre de 2019


Una democracia arrebatada a sus dueños

Por JESÚS SOSA CASTRO

El punto que hoy se discute en Morena tiene que ver con la recuperación del partido. La audacia y la decisión del pueblo de acabar con el régimen de privilegios suponía la creación de un partido que atendiera las necesidades de la gente. En eso consistió la rebelión social abiertamente apoyada por más de treinta millones de electores. Sin embargo, del 1º de julio del 2018 a la fecha, la estructura y la política de Morena han desfigurado su rostro porque sus dirigentes no fueron capaces de entender la importancia de contar con un partido al servicio de la ciudadanía, lo que si hicieron fue convertir a los ciudadanos en instrumentos del partido
Esto, por sí mismo representa un hecho lamentable. Mas cuando los dirigentes se refugiaron en el autismo político y las tareas que tenían que ver con la construcción del partido, con su fortalecimiento y con sus funciones, fueron abandonadas, dando pie al desencanto y al debilitamiento de la organización. En un año Morena se olvidó de los movimientos sociales, no construyó estructura ni hizo política. El CEN se dedicó a colocar sus apoyos en espacios de poder y hoy tenemos un partido que ni huele ni hiede. La Secretaria General en funciones de presidenta encabeza al grupo de mafiosos que quieren revertir el Proyecto de Nación que votamos en julio del año pasado. Ya hace la apología de que se oye mejor PRIMOR que Morena y ya actúa en esa línea en el Edo de Nuevo León
Es tal el enredo en el que nos ha metido la señora presidenta que ha llevado al TEPJF a meter las manos en las decisiones internas de Morena. Acusa a Gabriel García del desmadre que hay en el padrón de militantes cuando en su calidad de cabeza del CEN, debió atender y resolver todas las irregularidades cometidas por él o por otros. La confrontación que vivimos en el partido es generada por sus devaneos derechosos, por su soberbia y por la defensa que hace de sus intereses personales. Quiere seguir manejando a su arbitrio los recursos financieros y quedarse en la dirección para servir a un proyecto ajeno al proyecto de la gente. Hoy esta señora tiene paralizado al partido y de paso le ha abierto las puertas al Tribunal Electoral para que decida sobre nuestra vida interna
Por fortuna las cosas empiezan a cambiar. De la misma manera en que la gente está apoyando conscientemente las políticas del gobierno federal, la militancia está rechazando el hartazgo que nos ha impuesto la dirección. Por eso ya estamos dando los pasos para recuperar el partido para bien del pueblo y del país. Ya no queremos que los problemas principales nos sean indiferentes. La dirección nunca entendió lo que significa ser el intelectual colectivo, por eso no defiende ni habla de la 4T, no hizo nunca un pronunciamiento en contra del NAIM en Texcoco, no dijo nada cuando el presidente enfrentó el huachicol, no apoyó el aumento a los  salarios mínimos, no se pronunció a favor de las demandas de los trabajadores de las maquiladoras, no ha dicho nada respecto de la corrupción en el  poder judicial, no ha pronunciado una sola palabra en contra de los 147 amparos que varios grupos de interés plantaron en la Corte para impedir la construcción del aeropuerto de Santa Lucía,  nada respecto de los altos salarios de la burocracia dorada en los organismos autónomos, no se ha pronunciado contra el manejo y corrupción de empresas privadas respecto de los gasoductos, nada sobre las facturas falsas, no confronta las posiciones políticas de la oposición. ¿Qué hace el partido? ¡Nada! Esto es lo que queremos corregir
En el Foro Nacional de los militantes de Morena realizado en la CD MX el sábado 23 de noviembre acordamos exigir la renuncia de los integrantes del CEN por inútiles y controversiales, que una comisión especial trabaje en un padrón confiable para todos, que el Congreso extraordinario del 30 de noviembre se mantenga y re3suelva las urgencias, que no se le haga más el juego a las trácalas de la señora Polensky, se nombre un Comité provisional que prepare, organice y convoque al congreso ordinario en el que se nombren democráticamente los órganos de dirección, dijimos no a las encuestas y hacer una auditoría externa a las finanzas manejadas por la todavía presidenta. Esto es lo mínimo que debe hacerse en el período que resta del fijado por el TEPJF ¡No más concesiones a los infiltrados, fuera Yeidchol de Morena!     

miércoles, 20 de noviembre de 2019

El partido y los dirigentes que necesitamos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Trataré de poner en blanco y negro lo que veo que está sucediendo en Morena. Tomo nota de que hay otros asuntos que tienen que ver con el gobierno, con la corrupción, con el asilo al presidente Evo Morales, con los complots contra AMLO.  No paso por alto las provocaciones de los policías federales, de los panistas en el Senado, los encapuchados en la UNAM. También podría hablar de la campaña del comandante Borolas, del drogadicto de Fox, de José Narro, de los chuchos, de Gilberto Lozano o del Gral. Gaytán llamando a derrocar al gobierno. Pero el tema sobre lo que pasa en Morena no es un asunto menor. Sobre esto voy a dar mi opinión, por ahora
Algunas reflexiones sobre lo que veo que pasa en el país, en el gobierno y en el partido, me parecen pertinentes. México está viviendo un sacudimiento político y social muy importante, en el centro están asuntos como: ¿por qué la parte conservadora de nuestra sociedad se está conduciendo como una secta provocadora, frívola y golpista?  El avance del gobierno federal contra la corrupción, las necesidades de la gente, la atención a los pueblos originarios y el cambio del régimen político, ¿son los detonantes de este comportamiento? Un partido que al lado de amplios sectores del pueblo llevaron a AMLO a la presidencia ¿por qué ahora ese partido vive una crisis que pone en entredicho su propia viabilidad? Estos son, desde mi perspectiva, los puntos más urgentes del debate
El 1o de diciembre el presidente dice que va a informar acerca del cumplimiento de sus propuestas de campaña. A los ojos de amplios sectores del pueblo, ya ha cumplido con la mayor parte de sus compromisos. Pero entonces ¿cuál es la causa de que los que él llama los conservadores y un creciente número de resentidos sociales estén haciendo lo inimaginable para intentar desacreditar su gobierno?
Es un secreto a voces que la reacción está conspirando. El gobierno y en especial el presidente apuestan al apoyo del pueblo. Más del 70% de los mexicanos han hecho crecer su aceptación a pesar de las provocaciones montadas exprofeso en Culiacán, el asesinato de los Lebarón, los crímenes contra civiles. Hay grupos y personas ligados al PAN, al PRI, al PRD y a sectores del ejército, que están meciendo la cuna para desestabilizar el gobierno y cometer un golpe de Estado como el ocurrido en Bolivia
Si asumimos que el país y el presidente están respondiendo a lo que necesita la mayoría de la gente, ¿cuál es entonces la principal debilidad que estamos viviendo como alternativa política? Sin duda es la inmovilidad y las broncas en el interior de Morena. ¿Qué clase de políticos necesitamos para dar a una clase social conciencia de su lugar y función en la sociedad? Para Gramsci, el partido “es el organismo intelectual por excelencia, el que concreta más ampliamente el sentido del intelectual colectivo. Es la fuerza unificadora de la clase, el ámbito de formación del núcleo dirigente, la que desarrolla el espíritu innovador, la que organiza el ataque práctico a la clase dirigente tradicional, la que va tras la elaboración de una conciencia cuestionadora, la que activa su dominación” (*) Necesitamos un partido que tenga estas cualidades, una nueva visión sobre el país, con sensibilidad, capaz de entender los momentos que se viven, defender las causas populares y estar en la política
Todo esto le ha pasado de noche al partido y a los dirigentes. Hoy deberían estar encabezando la defensa del Nuevo Proyecto de Nación y generando conciencia de clase en los actores políticos defensores de la democracia. Deberían estar al frente de las luchas sociales, cohesionando sus fuerzas y desarrollando un proyecto de acercamiento con los distintos sectores de la población. Pero nada de eso hay. Los dirigentes están en la disputa por los puestos, por el poder, generando divisiones, exhibiendo su pobreza intelectual. La tarea histórica del partido es la formación de una voluntad colectiva que sirva para cambiar las cosas no para empeorarlas. Las encuestas acordadas son una chingadera de las cúpulas. Ojalá el Congreso que convocan para el 30 de noviembre corrija las cosas e impida que los acuerdos los sigan tomando los esquizofrénicos. Porque aquí entre nos, la militancia no se merece tanta mediocridad y oportunismo en la conducción de su partido
(*) El partido político en Gransci. Artículo de Antonio Olivé y subido a internet en el 2013

miércoles, 13 de noviembre de 2019


Autoritarismo y encuestas, el rostro siniestro de Yeidckol

Por JESÚS SOSA CASTRO

Desde el doce de octubre empezaron las asambleas distritales de Morena para elegir tres mil consejeros al Congreso Nacional. En decenas de ellas aparecieron las manotas de Polensky, de sus seguidores y de los caciquillos locales. Muchos de estos “operadores” se dedicaron a estorbar, impedir o a sabotear las reuniones donde la militancia acudía para nombrar a sus representantes. Estos malandrines fueron encaramados por los caciques en los órganos del partido y del gobierno para agrandar su poder. El proyecto político no les importó ni entonces ni ahora. Los que impulsan estos actos escandalosos y fuera de las normas son los que temen a la democracia porque, si esta funcionara, ellos serán echados de los puestos por mediocres y corruptos. Por eso convocan a un “congreso” que modifique los Estatutos, le abra paso a las encuestas y se generen las condiciones para que se mantengan en el poder
Los estrategas de estas políticas pensaron que habían hecho una jugada brillante que golpearía la democracia partidista. En diez meses esa estrategia está llevando al partido a un estado crítico y a una ausencia política en todo el país. La presidenta del CEN y sus seguidores no entendieron nunca su papel de dirigentes. Se dedicaron a mostrar su pobreza intelectual, su falta de capacidad para conducir el partido, sacaron a flote sus intereses de clase, no percibieron el significado de la 4T y concluyeron haciendo de Morena un adefesio electoral que ni huele ni hiede. Este conjunto de hechos está dividiendo a la militancia y lo peor, está dejando solo al presidente en su decisión de transformar para bien la vida pública de México. La señora Polensky solo se ocupa de enhebrar sus redes políticas para seguirse manteniendo en el poder
Hay personas y grupos que esta situación les genera felicidad. Cuando hablan de que están apoyando la 4T es solo una manera de camuflar sus verdaderos propósitos. Las coincidencias que tienen con el viejo régimen las expresan al través de las conductas del PAN, de la COPARMEX, el INE y el TEPJF. Todos están en el intento de descarrilar el partido y el programa que impulsa el presidente. Los “dirigentes” actuales del CEN no sólo se hicieron de un poder que no merecían, lo obtuvieron en detrimento de quienes querían un partido para la transformación de México y para el afianzamiento de un nuevo proyecto de gobierno. Lo lamentable está en que perdieron la oportunidad para construir la fuerza capaz de darle organización, defensa y persistencia al Nuevo Proyecto de Nación que votamos más de treinta millones de electores
Hoy el partido Morena está atascado en una penosa plataforma de dimes y diretes. La presidenta en funciones se ha convertido en la imagen del desacierto y la desunión. En lugar de atender la vida orgánica, la unidad y la defensa de los intereses del pueblo, se ha dedicado a decir una serie de tonterías hoy, para contradecirlas y echarlas por tierra el día de mañana. Los órganos representativos nombrados para alentar la democracia y fiscalizar el cumplimiento de las normas internas, simplemente se las ha pasado por el arco del triunfo poniendo en juego no su autoridad sino su autoritarismo
Rechazamos esta ineficiencia y la pertinaz violación a las normas que debieran regir en el partido. Exigimos parar las inercias del agandalle, del arribismo, la antidemocracia y el clientelismo electoral, o pronto vamos a perder a Morena. Al CEN le ha pasado lo que hoy vive la oposición reaccionaria y golpista, han perdido el consenso social y para lavar su desprestigio se siguen montando en la manipulación y en los atropellos a  los derechos de los militantes. Se la ha pasado mirándose el ombligo en lugar de elaborar un discurso en el que se contemplen la organización y la lucha contra los intentos golpistas de la derecha fascista. Estamos en la última oportunidad para salvar a Morena de los gandallas, de los oportunistas y de los emboscados. La movilización, el respeto a las bases, la democracia y la unidad del partido, deben ser hoy los elementos que deben ponerse en el centro de cualquier discusión. Si no lo hacemos en esta coyuntura, se va a profundizar el desencanto y la inactividad de la gente. Hay que tomar cartas en el asunto, de lo contrario, la transformación de México puede quedar sepultada por un montón de frases demagógicas o por una retórica que ya le está calentando los tompiates a los miembros de Morena   
                                                                                                                                                  


miércoles, 6 de noviembre de 2019


La otra parte de mi sangre

Por JESÚS SOSA CASTRO

Permítaseme ampliar un poco la historia de las últimas horas que vivió mi madre y de cómo fueron dándose las cosas en la vida de mi familia. Una vez que los médicos del hospital 20 de noviembre me informaron de su gravedad, de inmediato entré en contacto con mi padre para decidir lo procedente. Al visitarla al pie de su cama de hospital, casi en susurros, me dijo que quería regresar a su casa. No quería morir lejos del resto de sus hijos. Enterado mi progenitor de este requerimiento, decidió venirse a México para llevárnosla trescientos veinte kilómetros tierra adentro, de la mixteca poblana. En una ambulancia nos encaminamos por la vieja carretera México-Oaxaca y en Río frío, mi madre falleció
Pasaron cinco años en los que mi padre vivió las de Caín. No solo se enfrentaba a la pobreza y a la ausencia de su compañera, sino que ahora, aparte de seguir trabajando, tenía que atender al resto de su prole que era bastante crecida. Su hija, la mayor de las mujeres, era su única ayuda en los quehaceres de la casa. En un puente de día de muertos fui a visitarlo. En su rostro había soledad y desánimo, sus ojos siempre alertas, hoy estaban apagados y hundidos en no se sabe qué pensamientos. Una madrugada, camino al monte donde pastaban los bueyes con los que araba la tierra, me preguntó si yo estaría de acuerdo en que rehiciera su vida al lado de otra mujer. Le dije que no solo tenía derecho, sino que era justo y necesario
De esa relación nacieron cuatro hermanos más. Dos mujeres y dos hombres. Entre todos hicimos el trece cabalístico. Los cuatro crecieron en medio de un ciclo que se repetía. No se alejaron del campo, se dedicaron al cultivo de la tierra y al cuidado de sus semovientes. Pero la mala suerte los perseguía, pues entre otros sucedidos, el poco ganado que tenía murió a consecuencia de la fiebre aftosa. Otra vez se quedaron con el mínimo de todo y mis hermanos volvieron al trabajo y a la pobreza. Parecía que mi padre estaba condenado a ser perseguido por la mala ventura
Sus cuatro retoños crecieron y los padres miraban en sus hijos un futuro sin perspectivas. No podían vivir de lo que hasta esos momentos les proporcionaba la tierra. Querían para ellos educación, cultura, una vida más decorosa y como familia, acercarse a la “civilización” Hablamos de la necesidad de que se vinieran al entonces Distrito Federal para conquistar esos derechos. Hubo resistencias, especialmente de mi padre, porque eso implicaba abandonar su tierra, su casa y sus pocos animales de corral. Significaba cambiar una forma de vida y pasar por una experiencia que nada tenía que ver con el campo, con la tranquilidad. Llegarían a una ciudad en la que desaparecía el tequio, la comunidad y el contacto con la naturaleza
¡Por fin se vinieron a la capital! En los primeros meses mi padre se levantaba a las cinco de la mañana, se sentía aprisionado en un ambiente que no era el suyo. Las costumbres de los campesinos no cuadraban con las rutinas de la ciudad. Le conseguimos un trabajo en la UNAM, allí laboró varios años, se ligó al movimiento cultural y a las actividades sindicales. Cursó una nueva experiencia, disfrutó su trabajo, encontró nuevos amigos y a su vida le introdujo un aliciente más que se llevó hasta la tumba
Antes de morir, Alejandro, el hijo mayor de su segunda esposa, ya era el pivote principal de esa parte de la familia. Mi padre sembró en él, como en todos, el amor al trabajo y a la honestidad. De niño también fue su peón. Sus pies dejaron huella en esos surcos roturados por un arado y una yunta de bueyes. De joven se fue de bracero a los EU, vivió las vejaciones de la migra. Tiempo después regresó a su país. Hoy es él quien está cerca de su madre y de sus hermanos. La relación que une a los trece es normal, nos reconocemos como una familia y punto. En este puente, Alejandro y yo hablamos de nuestros muertos, de la vida y del trabajo. Confirmamos nuestros lazos. Pusimos más soldadura a nuestra existencia porque él como yo, sabemos lo que esta significa. Dijimos que nuestra hermandad no tiene regreso, que somos parte de la misma sangre




miércoles, 30 de octubre de 2019


Mi padre y el canasto de abejas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me desperté después de sentir un golpe seco en la boca del estómago. Quien me lo había propinado no existía físicamente ni creo que algo tuviera que ver la presencia memoriosa de mi padre. Tampoco era una pesadilla. Era mi estado insomne que me había puesto enfrente el recuerdo de quien me formó en la defensa de las causas populares. Mi progenitor siempre sostuvo que eso era lo digno, lo importante. Por eso en este sueño fastuoso su estancia virtual me alegraba el corazón. Me explicaba que estuviera sentado en la puerta de mi cuarto, contento. Lo que no le encontraba sentido era que estuviera abrazando un canasto lleno de abejas. Quería decirme algo, supuse. Observaba que no podía controlarlas, se le escurrían dentro las manos queriendo alcanzar su libertad
Aléjate, aléjate, me decía con una preocupación indescriptible. Dejando atrás de mí sus palabras, caminaba y caminaba, siempre viendo hacia donde estos insectos hacían esfuerzos por librarse de sus manos. Ver eso me ahogaba. En ese incontrolable delirio, sentía que un hilo de lágrimas corría por mi rostro, impetuoso, sin que nada lo pudiera detener. Me caló ese sueño, mi padre lo perdí hace cerca de veinte años y no me explico por qué frecuentemente vuelve conmigo. ¡No le encuentro lógica a esta recurrencia! Menos me explico que habiendo sido mi madre una heroína del trabajo doméstico y formadora de sus nueve vástagos, no aparezca en mis sueños como ocurre con mi padre. La recuerdo, eso sí, trabajando y sufriendo por la pobreza que humillaba sus sentimientos y quebrantaba su corazón. Lloraba cuando en las noches veía a sus hijos acostarse en el petate cubriéndose con costales de yute y con el estómago vacío
Mis padres asumían con humildad la situación que las familias del campo padecían en esos lugares inhóspitos. La oscuridad de las noches sólo era alumbrada por las luciérnagas y alterada su paz por el canto de los grillos que rompían la silente tranquilidad de la serranía. ¿Cuáles son las razones por las que mi madre aparece menos en mis sueños y en mis elucubraciones fantasiosas? Es una respuesta que busco sin mayores resultados. Sin embargo, cada vez que se acerca la fecha del día de los muertos, mis pensamientos corren presurosos al encuentro de ambos. ¿Será porque juntos construimos nuestra historia y hoy los nueve hijos la arrastramos por las difíciles y complejas circunstancias de la vida?
Las tumbas de mis padres están separadas por decenas de kilómetros. Las une la aridez de las montañas de la mixteca poblana y un remanso lleno de religiosidad en la que ellos se formaron. Como pocos, viví las consecuencias de esa cultura, fui adoctrinado en esos menesteres, serví de monaguillo en la iglesia de mi comunidad y presumía que con mi primer salario vestiría a los santos de mi pueblo. La vida me hizo transitar hacia una formación política en la que estaban presentes las ideas de Marx, de Lenin y de Rosa Luxemburgo. Formé parte del Movimiento de Liberación Nacional que encabezaba el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, participé en la campaña electoral de Ramón Danzós Palomino a la presidencia de la República, formé parte del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, fui uno de los enlaces entre el PCM y el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas para que su partido liberara a Arnoldo Martínez Verdugo que tenía secuestrado. ¡Mis promesas religiosas, fueron, obviamente, incumplidas!
A muchos años de mi vida, no me da vergüenza el haber sido un niño campesino pobre. De joven y luego de viejo fui una persona ligada al trabajo, al estudio, a las ideas y a la lucha revolucionaria. En el centro de mi quehacer siempre estuvieron presentes mi honestidad, mi honor y mis convicciones políticas. Cuando fui monaguillo y creyente de los ritos católicos, siempre me conduje con respeto y devoción. Una vez que abracé otras ideas y mi formación ideológica desplazó mis anteriores creencias, lo hice convencido de que estaba haciendo lo correcto. . Como en todo han estado conmigo mis padres y su espíritu me ha seguido alimentando, hoy los quiero recordar a propósito de estas fechas llenas de simbolismo. Ya no hay ofrendas como antaño lo hacíamos en el campo, tampoco hay explicación sobre el canasto lleno de abejas, lo que sí hay, es la seguridad de que en mis sueños futuros, seguirán estando presentes los nombres de mis muertos  
 
   

miércoles, 23 de octubre de 2019


En Morena, el honor y la deshonra

Por JESÚS SOSA CASTRO

Traigo entre pecho y espalda una cosa parecida a la ira, al encabronamiento. En las filas de Morena hay honor, inteligencia y honestidad, pero en sus vísceras, también están presentes la corrupción, el oportunismo y la mugre política. Muchos lidercillos han sido formados en la escuela del arribismo y las corruptelas. Duele ver la insensibilidad y la pequeñez con las que juegan estos malandrines. Todas las prácticas del PRI las manejan con eficacia. En algunas asambleas del domingo controlaron la asistencia, acarrearon a sus huestes, las metieron temprano a los auditorios, aseguraron los votos para sus cuates y a muchos nos dejaron afuera aduciendo que ya no había cupo y que el quórum estaba asegurado. Cientos llegamos a las 9 de la mañana y después de hacer cola cerca de dos horas no se nos permitió la entrada. Los zopilotes se habían apropiado del nido
La burocracia del partido convirtió a estos operadores en sus instrumentos de control. Los especializó en el arte del engaño y de la manipulación. Su fuerte era ofrecer prebendas, cercanía con el poder y solución a sus problemas personales. Los incautos que cayeron en sus redes otra vez van a ser defraudados, esas políticas ya no están en los entresijos de la 4aT. Al no cumplir con tales promesas, en los agraviados va a renacer el repudio contra los ofertantes, pero también contra el partido. Sin embargo, las relaciones con el poder y el dinero público volvieron a manchar el rostro de un partido secuestrado por una burocracia harto cuestionada por los militantes
¿Por qué pasa este tipo de cosas en las filas de Morena, cuando el presidente de la República hace todo lo posible por acabar con estas viejas prácticas de la política? No es sólo que una buena parte de los dirigentes representan intereses ajenos a los intereses del pueblo. Muchos provienen de la cultura del agandalle y de la corrupción, la ignorancia y el oportunismo. Su ADN expresa una concepción de clase, un comportamiento en el que predomina el individualismo y una decisión encubierta de estorbar los cambios que votaron 30 millones de mexicanos. La mayoría de los políticos de Morena no han entendido su papel en este proyecto
¿Cómo responder a esta situación y a la complejidad de los tiempos actuales? Creo que ha llegado el momento de dar nombres y apellidos de todos los que están sirviendo al viejo poder. Hay que cerrarles la puerta a esos zopilotes para que no sigan carcomiendo el avance de un proyecto en el que están los intereses de la gente. Porque si hay que llevar a buen puerto la 4aT, necesitamos deshacernos de los estorbos, para generar las condiciones que hagan del partido el instrumento que el pueblo necesita para colocarlo políticamente en la vida nacional porque la oposición fascista, está promoviendo la violencia contra las políticas del gobierno
Los muertos por el huachicol, la agresión al ejército en Guerrero, los muertos en aguililla, la violencia de los cabezas tapadas el 2 de octubre, el desafortunado episodio entre el narco y el ejército en Culiacán y ahora los intentos de tirar la Puerta Mariana  por parte de un grupo de presidentes municipales; son apenas la cabeza del iceberg para generar un ambiente de ingobernabilidad. La violencia social y las masacres contra la población son lo que deja mayores dividendos políticos a la oposición.  Quieren acabar con el alma, las demandas y los sentimientos del pueblo que por largos años no habían sido atendidos
¿Y el partido? Está durmiendo la mona. Sus ´líderes” propiciando la división, los fraudes, promoviendo a los cuates para dirigirlo. Sólo el Foro de la Militancia Nacional Morenista puede ser el punto de encuentro de todos los que ganaron en estas asambleas y de aquellos que pensamos continuar el trabajo para recuperar la unidad y la fuerza del partido. Juntos lucharemos por reconquistar el honor porque desde el inicio, creímos en la organización y en el trabajo. A los arribistas y a los corruptos, a los que otra vez burlaron las reglas de la democracia les decimos que sus prácticas ya están en franca pudrición. Una nueva cultura política viene en camino. No pasará mucho tiempo para que los que hoy le quitaron una rayita más a la democracia, la gente les quite su voto y los vea como los portadores de la deshonra y de la vergüenza. ¡Si no, al tiempo!

  

miércoles, 16 de octubre de 2019


Morena y los retos que vienen

Por JESÚS SOSA CASTRO

Han empezado las asambleas distritales y los problemas ya están apareciendo. La vieja cultura del agandalle, de la manipulación y el acarreo, siguen siendo la constante. Funcionarios públicos reparten los QRs como si fueran cualquier cosa. Hacen desayunos con más de 200 personas y amarran compromisos para que estas voten por los mismos que no han dado resultados. ¿En manos de quién y por qué manejan el padrón de militantes? ¿Se aseguraron la clientela electoral para repetir los fraudes de siempre? ¿Quién paga los desayunos y los transportes? Lo tenemos documentado en GAM y vamos a denunciar estas prácticas.  Las resistencias al cambio en las que la inclusión, la unidad y la vida orgánica siguen ausentes, son el signo premonitorio de que Morena se encuentra en una encrucijada en la que solo la inteligencia, la mesura y la transparencia pueden acabar con esta cultura priista
Desde hace tiempo he planteado que la Dirección actual de Morena no está a la altura de los retos que vive el país. Un partido que hizo posible que el pueblo llevara a la presidencia de la República a López Obrador, demandaba que sus dirigentes no solo tomaran nota del enorme compromiso que se asumía con sus votantes, sino que hacer suyas las exigencias y demandas del pueblo, eran la conclusión lógica y necesaria. Nada de esto se hizo porque nada se entendió. La dirección solo se dedicó a administrar el triunfo, a fortalecer los grupos corporativos, a ganar algunas elecciones a costa de abandonar su tarea principal de hacer política, de apoyar la 4aT, formar a sus cuadros, fortalecer su vida orgánica y convertirse en el referente fundamental que buscaban los luchadores sociales y el ´pueblo en general
Esa dirección a la que aludo no muestra mayor interés en construir un partido que le sirva a la gente. Que ponga en el centro de su interés convertirlo en una fuerza organizada, unida, congruente con la historia que estamos viviendo y en el instrumento indispensable para seguir impulsando el proyecto de cambio que está apoyando el 80% de la población. En lugar de eso, la presidenta en funciones se la pasa saboteando el proceso electoral, llenándolo de descalificaciones y amenazando con irse del partido si no se aceptan sus disposiciones unilaterales y anti estatutarias. Se menosprecia la capacidad y la inteligencia de las bases para sacar adelante un proyecto de cambio que ya traemos caminando
¿Por qué está actuando así esta parte de la dirección y algunos aspirantes a encabezar al partido? Porque sus intereses no son los intereses de la organización, ni mucho menos los intereses del pueblo. Sus actitudes y comportamientos responden más a los intereses del viejo sistema en el que predominaban las canonjías, la corrupción y el botín como distintivo personal. Se conducen como cualquier dirigente del PRI, del PAN o del PRD. Los resultados de esas actitudes ya aparecieron el sábado y el domingo pasados en varias entidades del país
Se dice que la violencia y las agresiones son de grupos y personas ajenas al partido. Hay bases para suponer que esto puede ser cierto, pues hay corrientes políticas que no comparten nuestro proyecto de gobierno y buscan debilitar a la fuerza que dio vida a la Cuarta Transformación. Pero adjudicar lo que está pasando en las asambleas y en la Dirección del partido a factores externos es una concepción sesgada y bastante maniquea. Las divagaciones, descalificaciones y declaraciones contradictorias de la presidenta del CEN, son elementos que están contribuyendo a la violencia interna, a la irritación de las bases y a la generación de incertidumbres innecesarias
Llamo a todos los órganos de dirección y a las bases del partido a sacar adelante el proceso electoral respetando nuestras normas internas, actuando con responsabilidad, con madurez política y poniendo por delante la unidad del partido. Esa unidad que convoca al trabajo, a la sensatez, a la defensa de nuestro proyecto político, a la inclusión, a la vida orgánica real de las bases, a la democracia y contra el oportunismo. Ese es el tipo de partido que queremos porque es el que puede garantizar ir lejos con la transformación del país, el que quieren los luchadores sociales, el que votaron treinta millones de electores