jueves, 29 de agosto de 2019


Los rostros de la política

Por JESÚS SOSA CASTRO

Durante la conferencia que convocó el Colectivo Morena Chilangos, COMOCHI, en el Albergue de la Cultura en Coyoacán, se vivió una apasionante discusión. El tema era: La situación orgánica y política de Morena y su compromiso con la 4T.  Se nos dieron dos horas, una para el ponente y la otra para preguntas y respuestas. ¿Estamos secuestrados política y culturalmente por los medios de comunicación masiva? ¿Qué se quiere decir realmente cuando se habla de la 4T? ¿Tiene AMLO responsabilidad en la selección y resultados del mal trabajo de muchos funcionarios del partido y del gobierno? ¿Por qué la militancia de Morena ha permitido que sus dirigentes estén llevando al partido a su desintegración orgánica y política? ¿Somos los mexicanos una sociedad conservadora? Estas preguntas fueron las que motivaron mayor discusión
Por primera vez apareció con puntual claridad lo que la militancia observa que está pasando en el seno del partido. La inteligencia, la mesura y la profundidad de las interrogantes, dieron vida a una confrontación de ideas de alto nivel que en mis andanzas políticas no había conocido. Se percibió que la mayoría de los que intervinieron en el debate, coincidían en señalar que en Morena están presentes muchas debilidades y omisiones. A la dirección no le interesa la formación política, no tiene ninguna relación con las bases, no hay organización ni estructura de partido, está ausente de los problemas nacionales, no sabe comunicarse con la militancia y no hay mayor compromiso con el proyecto político que encabeza el presidente López Obrador
Fue interesante darse cuenta de por dónde andan las inquietudes y exigencias de los militantes de Morena. Se acabó la pasividad y la indiferencia. Hoy hay en sus filas una evidente disposición para exigirle cuentas a quienes apoyó, a no promover más a personas que no han aportado nada al movimiento social, a señalar a los que en el camino se corrompieron y hoy representan intereses ajenos a los que los llevaron al poder. Se nota un desarrollo intelectual en la gente y una actitud crítica que difícilmente podrán parar los de la nomenclatura, hay un poder de decisión que marca una actitud distinta para elegir a sus dirigentes. Se acabaron la sumisión y las imposiciones. Surge una generación de militantes cuyo interés no está en el arribismo, en convertirse en funcionarios inútiles y corruptos, sino en transformar el país, lograr la equidad, implantar la democracia y sacar del poder a los oportunistas y ladrones
Observé con agrado el alto nivel informativo y cultural de los que intervinieron en la discusión. Las mañaneras del presidente se han convertido en una herramienta del saber, de la polémica y del conocimiento de la historia. Me dio orgullo encontrarme con viejos amigos que son escritores, periodistas, dirigentes políticos miembros de Morena, que están poniendo al servicio de la democracia toda su sabiduría y su trabajo. Eligio Pérez Sánchez, dirigente del MRM cuando Othón Salazar se batía contra el charrismo sindical en el SNTE, maestro en su tiempo del Instituto Politécnico Nacional y ahora dedicado a escribir, me regaló su último libro que es una joya que recupera parte de la historia, la política y la lucha de Ignacio Manuel Altamirano. Debo decir que, a pesar de mis lecturas recurrentes sobre este gran reformador, mis conocimientos sobre muchas cosas de su vida eran muy limitados
Cuando una compañera preguntó por qué los mexicanos somos tan conservadores, recordé aquella frase atribuida al Emperador Constantino de que al insumiso hay que controlarlo con la fe, con la religión o con la hoguera. Para eso se escribió el nuevo testamento, para eso se abrió la puerta a la mitomanía religiosa. Jesús de Nazaret era un revolucionario y sus acciones libertarias a favor de los humildes, de los esclavos, fueron mediatizadas por San Lucas y por otros escribientes al servicio de Nerón. Por eso cuando leí el libro de mi amigo Eligio me dio gusto encontrar entre sus líneas lo que muchos aún no se explican respecto del conservadurismo clerical que traemos entre pecho y espalda
Cito de su texto una frase que a mi juicio resume nuestro comportamiento social. Cuando el pueblo mexicano logra derrotar a los colonizadores españoles y estos tienen que abandonar el país después de trescientos años de dominio, se aseguraron de dejar gravada en nuestra conciencia la razón de su poder.  “nos vamos, pero os quedáis con el clero” Por eso hoy hay quienes, en lugar de luchar por transformar el país, de desarrollar su conciencia, se la pasan dándose golpes de pecho y viviendo su fe mientras permiten que las banderas libertarias de Jesús las anden pisoteando los oscurantistas, los que no pagan impuestos, los corruptos y los hijos putativos de su madre patria. ¡Qué pena!


   

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