domingo, 9 de abril de 2023

 

¿Quién carajos elige a los dirigentes de Morena?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Durante los últimos días de marzo, llegó a mi casa una compañera preguntando por mi nombre. Traía un chaleco y una gorra como las prendas distintivas de Morena. La pasé al interior de mi domicilio, no solo por educación, sino porque el calor era sofocante en la calle. Me interesaba conocer los asuntos que traía. ¿De qué se trata, compañera, le pregunté? “Estoy levantando un padrón de los militantes que en esta colonia pertenecen a Morena” ¿Y cuál es el sentido de contar con este padrón si en lo que lleva de vida el partido, nos han empadronado cuatro veces? ¿Qué ha pasado con los otros padrones? ¿Se pierden en el camino o se quedan en manos de quienes los levantan para ser utilizados como clientela electoral? Le comenté. ¿No será que los burócratas que la hacen de dirigentes, solo ocupan su tiempo en repetir hasta el cansancio las mismas prácticas de nuestros adversarios derechosos? 

Acongojada por mis cuestionamientos, la compañera me explicó que la “dirección del partido” en la ciudad de México, quería saber el número de militantes que existen en cada calle, colonia y distrito electoral para efectos de “tomarles protesta” a los consejeros que tendrán a su cargo los trabajos y la organización del partido en cada una de estas instancias. Con cierta pena le volví a preguntar. ¿Quiénes son, ahora, esos dirigentes de Morena, tan alejados y desconocidos de mí y de la mayoría de los militantes? Porque que yo recuerde, la única vez que se convocó a los miembros del partido para elegir democráticamente a los consejeros de cada distrito electoral, fue a partir del 9 de julio de 2014, cuando el Instituto Nacional Electoral le otorgó el registro como partido político nacional

Sería interesante saber, le dije, quién eligió o impuso al presidente y/o al Comité de Morena en la CDMX. Congreso para el efecto no se convocó. Pareciera ser que la escuela del INE y del TEPJF al imponernos a Mario Delgado Carrillo y a Citlalli Hernández como dirigentes de Morena la han hecho suya los “dirigentes nacionales” o los funcionarios públicos, pasándose por el arco del triunfo la opinión de los miembros del partido. Porque somos los militantes los que en asambleas o en congresos debemos elegir a los dirigentes.  La base y los líderes somos el partido. Los que lo construyen, lo organizan, lo democratizan y lo ponen al servicio de las necesidades y demandas del pueblo. Los que deben polemizar contra los posicionamientos de los partidos popo-sitores y no quedarse callados respecto de la defensa de nuestras políticas y del proyecto de transformación

Pero resulta, compañera, que desde que nos impusieron al presidente y a la secretaria general, no hay vida orgánica ni política en lo que, con rigor, podríamos llamar el partido. El apoyo de las bases de Morena al proyecto del presidente López Obrador, no es resultado de la acción organizada y consciente de los militantes partidistas. Los que acudimos a las movilizaciones multitudinarias de apoyo al proyecto de la 4t en todo el país, los que apoyamos al proyecto del presidente, lo hacemos porque los dirigentes de Morena no nos convocan. Ellos andan en la chacota y en las tranzas  

Los de Morena y los obradoristas, mostramos nuestro apoyo, por los resultados políticos y sociales de un presidente que está en contacto permanente con el pueblo atendiendo sus necesidades y demandas, el que todos los días informa de su trabajo, de los porqués de las críticas a la oposición, de la marcha de los proyectos de gobierno, de sus propuestas para democratizar la vida del país y acabar con los privilegios y la corrupción. Mario y Citlalli andan en la grilla, criticando, excluyendo o expulsando a los que hacen el trabajo en las colonias, en las calles o en los centros de trabajo. Son “dirigentes” ajenos a las decisiones de las bases, sólo se dedican a promover a personas impresentables y ponerse cuotas con sus cuates

Yo le doy mi firma para ese nuevo padrón, le dije a la compañera. Pero hágales saber, por favor,  a esos dirigentes de pacotilla, que no comparto mucho de lo que hacen. Porque, en lugar de organizar al pueblo, levantar sus demandas, hacer política y convocarnos para elegir a los auténticos dirigentes de Morena, se dedican a recrearse en la burocracia, a levantar una y otra vez padrones y a quemarles incienso a quienes los impusieron para vergüenza del proyecto y de los miembros del partido

 

 

 

 

 

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