sábado, 22 de julio de 2023

 

¿Cómo entender el plan C del presidente?

Por JESÚS SOSA CASTRO

 

Hablar del Plan C del presidente, no solo implica entender bien la importancia que tiene ganar la Presidencia de la República, los dos tercios en el Congreso federal, las gubernaturas, congresos locales y presidencias municipales. Significa que el proyecto de la Cuarta Transformación, concebido por AMLO, trabajado por su equipo, arropado por más de treinta millones de mexicanos, tiene que pasar ahora, del apoyo popular, a ser la consciencia, el alma y el corazón de la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Es decir, la coalición nuestra tiene que lograr que el 70% de los electores, que han hecho suyos los resultados del presidente López Obrador, repita este apoyo votando por sus candidatos el 2 de junio del 2024

Proporcionalmente a estos logros, ha crecido, también, la rabia, el clasismo, el racismo y la frustración de la derecha reaccionaria. En su desesperación está haciendo uso irracional de recursos económicos provenientes de los ardidos, de los desplazados del gobierno, del imperio norteamericano, de la mayoría de los medios de comunicación nacionales y extranjeros, en su vano intento de descarrilar el proyecto de transformación iniciado en el 2018.Su afán por volver al poder, está pariendo botargas, llorones inversos, “derechosos de izquierda” indígenas artificiales y críticos de “huevones” Sus gerentes y jefes quieren quitarles los apoyos a los sectores vulnerables, mientras ellos lloran por volver por sus fueros para seguir robándole al país

Ante este “exigente” palabrerío, el pueblo está obligado a crecer política e ideológicamente. Pasar de la crítica facilona, a un debate de alto nivel. Haciendo de la palabra y la acción, los instrumentos para acabar con los que conspiran permanentemente contra los intereses del pueblo. Contra los que defienden la podredumbre de una parte importante de la sociedad que se ha neoliberalizado. Los que tienen de su lado a los medios de comunicación que han pervertido su función informativa para convertirse en lamesuelas de los detentadores del poder. Como pueblo, tenemos que entender que es en los procesos revolucionarios donde se hacen coincidir los dichos con los hechos

Los que están en la oposición, hacen análisis y diagnósticos que coinciden con lo que dicen porque lo único que tienen son palabras. Carecen de razones, causas y proyectos. Pero la izquierda si hace un mal análisis de la situación, la conduce a lo que bien señalara Yang Zhu: “un paso en falso, un diagnóstico equivocado y superficial, llevan a la izquierda, inexorablemente, a millas de distancia del objetivo que persigue” (1) Y es que, a pesar de avances inequívocos en el despertar de nuestro pueblo, hay que aceptar que seguimos teniendo un déficit muy serio en cultura democrática

Los de la coalición Juntos hacemos historia tenemos que hacer nuestro lo que ya preveía Elías Canetti: “No hay que dejarse arrastrar por la soberbia solo porque en nuestros anales tenemos registrada una importante Victoria. Porque si ese triunfo implica no entender el sentido de lo alcanzado, no mereció la pena haber participado en la lucha” (2) Se dan casos que de tanto combatir al enemigo, puedes terminar pareciéndote a él. Un pensador se orienta por una disciplina propia y por la obediencia suya, mientras que los políticos se rigen por una disciplina ajena y por mandar obedeciendo. Es en el artículo 39 de la constitución, donde están los poderes y decisiones del pueblo

Todo lo antes escrito viene a cuento porque estamos entrando a la que va a ser la madre de todas las batallas. Si persiste el empeño de profundizar el proceso de transformación, no solo tenemos que ganar la mayoría absoluta en todos los congresos. En estos, se tiene que derrotar el pensamiento conservador que vive en el poder judicial y en sus acólitos, porque la gran obra de éstos, no es estar en contra de todas las iniciativas de ley que vienen de los otros poderes. Su obra maestra es haberse colocado abiertamente del lado de las mafias del poder, defender a los potentados y a los criminales. Son el bastión de la corrupción y de la podredumbre

Tenemos que derrotar las imposiciones de candidatos que no sirven al pueblo, organizar y movilizar al partido y al movimiento para que no se deje engañar más por los neoliberales. Tenemos que operar y trabajar para impedir que los oportunistas sean sustituidos por otros oportunistas, que unas élites sean sustituidas por otras élites. Hoy es el tiempo del pueblo. Tenemos, todos, que apostar por la organización, por la lucha, por la verdad, la justicia y la transformación

(1-2) Citas de Ramón Lobo en su libro Conversación con Juan Carlos Monedero. Ed. Turpial

 

 

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