domingo, 25 de febrero de 2024

 

Un homenaje a los viejos rebeldes

Por JESÚS SOSA CASTRO

Por primera vez en la historia del país, que yo recuerde, los luchadores sociales de hoy les hicieron un reconocimiento a los viejos rebeldes que, por más de cincuenta años, han venido entregando su esfuerzo, sus ideales y su vida a la dignificación política y social del país. Quisieron, quisimos, que México tuviera el reconocimiento y el derecho para que el pueblo hiciera de su existencia la tenencia de la justicia y la felicidad

De entrada, hay que decir que no somos héroes. No nos comparamos con los que, en la historia de México, dieron su vida luchando contra el impero español, contra el clero en la época de la Reforma, por la libertad y la justicia en la Revolución y en las últimas décadas contra los que, creyéndose dueños de México, convirtieron al pueblo en el hacedor de sus privilegios, de sus riquezas mal habidas y en los defensores de los criminales organizados y de los de cuello blanco

Los que fuimos homenajeados el 24 de febrero en Ecatepec, Edo. de Méx. por la organización Desde la Izquierda, que presiden entre otros, Gerardo Fernández Noroña, Bertha Luján, Alejandro Encinas, Salvador Ruiz Sánchez y Raúl Morón Orozco, representamos a los que desde los movimientos sociales de los años cincuenta hasta el 2018, enfrentamos a los gobiernos que hicieron de sus gobiernos el símbolo expreso de la corrupción, el entreguismo, la represión, los asesinatos, las  desapariciones forzadas y la entrega a los privados nacionales y extranjeros la mayor parte de nuestras riquezas naturales. Contra estos gobiernos y contra estas políticas nos levantamos decenas de miles de luchadores sociales

Comunistas, socialistas, demócratas, progresistas y guerrilleros, hicimos de la lucha contra el prianismo, entreguista y neoliberal, el nuevo símbolo que llevaba en sus entrañas las banderas de la justicia, la democracia y la libertad. A todos estos hombres y mujeres, de todos los signos partidistas, nos convocaron para hacernos un reconocimiento público a los que modestamente aportamos al reconocimiento de la gloria y el orgullo que hoy arropa a México, a su pueblo y a su gobierno

Estuvimos en este homenaje, muchos de los que en nuestro andar estaban registrados las acciones, los ideales y los hechos de lo que aportamos al México nuestro. En nuestro rostro se mostraban muchas arrugas y en no pocos de los presentes nos ganaron la emoción y las lágrimas. Pero al parejo de estos momentos de vida y de emoción, apareció en los viejos rebeldes, la firmeza de los que como Julius Fucik en “Reportaje al pie de la horca” quiso que quedara registrado en el mundo: Como Yo, -dijo- muchos luchamos por la felicidad de nuestros pueblos y, como un hombre de ideales y convicciones, estoy dispuesto a morir por la felicidad de mi pueblo. ¡Viva México, Vivan la libertad y la democracia! ¡Mueran los fachos del Frente Huango de Derecha!

  

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