Las reculadas
de Morena
Por JESÚS
SOSA CASTRO
El 4 de mayo se realizó
en la CDMX el Consejo Nacional de Morena. Los acuerdos tomados ayudaron un poco
a calmar los desánimos de miles de militantes, amigos y apoyadores del proyecto
de la 4ª transformación. Pero, inocentes, dábamos por hecho que el espíritu de
los 10 puntos de la carta que nuestra presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo
envió a los consejeros iba a recomponer lo que no está funcionando en Morena.
Esperábamos que se acabaran las críticas contra los “sectarios y los ardores” de
políticos que “sufrimos” los fundadores del partido como afirman Noroña, Pedro
Miguel, el Fisgón, Héctor Díaz Polanco y algunos “morenistas” buena ondita. ¡Oh
frustración! Los HECHOS muestran que el enojo persiste porque se han abandonado
los PRINCIPIOS, porque la política la han llenado de pragmatismo, de entrega de
espacios de poder a politicastros que por años hemos combatido. ¿Por qué se
hace esto, justo cuando el proyecto y las políticas del gobierno federal cuentan
con el 85 % de aprobación? ¿Por qué ahora se les abren las puertas a los
arribistas, a los cuatreros de la política, a los que, en su tiempo,
quebrantaron los intereses, las demandas y los sueños de la mayoría de nuestra
gente?
No pasaron más de 8
días desde que se tomaron los acuerdos en el Consejo, para que los hijos del nepotismo,
de la prepotencia, de los que celebran fiestas en haciendas, se mueven en
helicópteros, traen camionetas de lujo y reciben apoyos de empresarios para sus
campañas electorales; cuando, llenos de arrogancia, RECULARAN respecto de los
acuerdos del Consejo dejando salir al niño oportunista que siempre han traído
en sus entrañas ¿Cómo vamos a lograr que sea la ética, la humildad, la
democracia, el servicio al pueblo y no la guerra sucia, la prepotencia, el
dinero y el poder lo que caracterice a los políticos de Morena y a los que
ahora están formando parte de la burocracia dorada?
¿Cómo vamos a dejar de
ser un “partido de Estado” si los que tienen las riendas del poder, del debate
y de las decisiones políticas son los gobernadores, los diputados, los
senadores y algunos otros cooptados de forma antidemocrática y que, al formar parte
del Consejo Nacional, se arrogan el derecho de hablar en nombre de los
militantes y de la mayoría del pueblo? Porque, a decir verdad, los espacios
donde discutíamos, nos organizábamos y participábamos en decisiones importantes
sobre la vida pública, los tata mandones nos los desaparecieron por sus meros
cojones. ¿Y ahora cómo vamos a terminar con el nepotismo, cuando varias familias
políticas se están adueñando de los espacios del partido y del gobierno?
¿Cómo vamos a enfrentar
a la derecha, mover al partido, conectarlo con las demandas del pueblo si sus
órganos de dirección no hablan, no debaten no organizan ni mueven a la
militancia? ¿Cómo no preocuparnos cuando lo que prevalece es el pragmatismo político,
los intereses de grupo y el arribismo, mientras los principios se los pasan por
el arco del triunfo? Así no “morenos”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario