miércoles, 27 de septiembre de 2017

El Estado arrollado por una crisis social y atracado por una banda de malhechores

Por JESÚS SOSA CASTRO

Desde hace  tiempo habíamos hecho planes mi esposa y yo para irnos unos días de descanso a Oaxtepec, Morelos. En ese lugar hemos dejado una parte muy importante de nuestro trabajo y de nuestra historia familiar. Al pie de un encino que le hemos ido cortando las alas para que no crezca  tanto, hemos pasado horas comentando libros y viviendo a placer lo que nos ha dado y quitado la vida a lo largo de los años. En ese árbol y por muchas veces, nos hemos sentado decenas de camaradas discutiendo qué podemos hacer para que este país no se lo coman los buitres del sistema. Bajo su sombra, también ha estado sentado mi padre cavilando sobre su vida campesina, sobre su vejez y muy probablemente sobre la presunción de que su muerte se acercaba. Lo vi llorar como un niño y sólo pude abrazarlo fuertemente sin estar en condiciones de decirle ninguna otra palabra
De entonces a la fecha ha pasado mucho tiempo. La vida me ha llenado de grandes enseñanzas y de no pocos quebrantos, la mayoría de estos, ajenos a mi autodeterminación. Uno de estos hechos fue el terremoto del 19 de septiembre del año en curso. Afectó mi vida, mis proyectos y quebró la tranquilidad de una ciudad que avanzaba en la ruta para alcanzar nuevas conquistas: todas en la idea de hacerla una ciudad incluyente, democrática y libertaria. Pero de pronto este proyecto fue trastocado por un terremoto y todo ese cuerpo de leyes y derechos fue puesto a prueba por miles y miles de jóvenes que, a contra pelo de lo que afirman los aduladores, repudian las políticas públicas de los gobiernos y de los partidos. Su  conducta contiene la esperanza de que este país, por fin, eche del poder a esa banda de malhechores que hoy desgobiernan la nación
Casi 15 días después, la ciudad y su gente somos otra cosa. Hay tristeza, desolación, muerte y encabronamiento contra el sistema y sus gobernantes. Javier Gallego, un periodista madrileño en su programa de Radio Carne cruda -clausurado por razones políticas- hizo en su tiempo una parodia que bien se puede aplicar a lo que pasa en  nuestro país. “El Estado, decía, se encuentra en estado de coma, necesita de quirófano para operar a corazón abierto. Sobre la mesa de operaciones tiene un paciente con roturas múltiples,  traumatismos generalizados, y colapso general. Ha sido arrollado por una crisis social y atracado por una banda de gánsteres….” (*)
Este parece ser el retrato del México de hoy. El fenómeno natural puso al descubierto todo el pus que sale de sus entrañas. Vimos que no solo hay gobernantes incompetentes, ignorantes y ladrones. Hemos sido testigos de cómo el Estado desde hace tres años ha desaparecido a 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y de cómo se han cometido crímenes de lesa humanidad en contra de pobladores de distintos lugares del país. A este ejercicio gubernamental está respondiendo nuestra juventud, que del 19 de septiembre a la fecha ha demostrado que su capacidad es oportuna y más eficiente que todo el aparato represivo y burocrático del gobierno federal y de la ciudad, el cual no pudo ser movilizado en apoyo de los damnificados
¡Después de todo esto nuestro viaje se pospuso! Ya llegará el día en que podamos irnos unos días a este bello lugar para sentarnos al pie de ese encino nuestro que ha sido testigo fiel de nuestras pasiones y nuestros desencantos. Me gusta su sombra a pesar de sus alas cortadas. Cada vez que me acerco a ese lugar vuelvo la mirada y mis pensamientos a lo que tiempos no muy lejanos le daban sentido a mi vida. Hoy todavía mis pies y mis ojos son quienes marchan y ven  la urgencia de una justicia que nuestro pueblo reclama con urgencia. La pobreza, el abandono, el sufrimiento y la marginación en que el gobierno mantiene a nuestro pueblo, pronto dejarán de ser lo que son para hacer posible la transformación social que el pueblo viene empujando con toda la fuerza. Al decir de la Senadora Layda Sansores San Román en el Senado, “nuestra juventud de hoy es mucha juventud para tan poco gobierno”
Pronto haremos planes para volver a disfrutar de las lecturas y las experiencias que en décadas hemos venido acumulando. Bajo la sombra de ese encino y con las cercanas flores del jardín, todos mis amigos volveremos a darle contenido a eso que le ha dado tanta fuerza a nuestras relaciones políticas. La militancia en la izquierda revolucionaria sigue de pie. Esta nueva etapa hará posible una nueva reunión y un aporte más a nuestras luchas que por décadas, hemos convertido en nuestras historias personales. Ese encuentro se hará y se hará pronto. A menos que ocurra otro temblor natural u otro terremoto político que vuelva a sacudir a este país ¡Ya lo veremos!
(*) Cita contenida en el libro Disputar la democracia, política para tiempos de crisis de Pablo Iglesias, Editorial Akal, págs. 38-49




miércoles, 20 de septiembre de 2017

Terremoto, burocracia y ciudadanos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Confieso que nunca había visto un sismo como el del 19 de septiembre del 2017. Había sentido el del 28 de julio de 1957 cuando se cayó el ángel de la independencia y el que se dio hace 32 años también un 19 de septiembre. Los otros sólo me los habían platicado o en su caso ni siquiera los había sentido. Ayer, a eso de la 13.30 de la tarde iba con mi esposa a comer cuando empezó a sonar la alarma. Yo pensé que estaban repitiendo el simulacro para recordar lo que pasó hace más de tres décadas. De pronto el auto y los árboles se movían como un barquito de papel. Los edificios de al lado, los árboles y cables de alta tensión iban y venían como si un mar embravecido estuviera mostrándonos su enorme potencial destructivo
Paramos el auto que sin control se movía al mismo ritmo en que parecía que la tierra quería reventar por alguna parte. Al mismo tiempo veíamos que varios edificios comerciales y hospitales que están por la zona donde estábamos, se movían caprichosamente como si fueran de papel. En menos de medio minuto cientos de personas salieron a la calle llenos de pánico. No concebíamos, nadie, que treinta y dos años después, justo el 19 de septiembre, la ciudad de México volvería a ser víctima de otro terremoto parecido al de 1985
A partir de ese momento la zona se volvió un caos. Los semáforos dejaron de funcionar, el mobiliario que Miguel Ángel Mancera tiene tirado por todas partes para esconder los hoyos que está haciendo por toda la ciudad, se convirtió en un estorbo más a la circulación. Los cientos de miles de autos y transportes pesados que se mueven por la entrada norte rumbo al centro de la ciudad, se convirtieron en una trampa inamovible. Nadie podía huir hacia ningún lado. Después de casi una hora que nos tomó recorrer un kilómetro, llegamos a la casa para ver de otra manera lo que habíamos visto en la calle. Nuestros vecinos fuera de sus casas, los perros ladrando, las madres corriendo hacia las escuelas donde estaban sus hijos
En el interior de nuestra casa varias cosas se cayeron. Por fortuna ésta fue construida con cimientos de los que antes se hacían por albañiles profesionales. Apenas había pasado hora y media cuando por internet y por televisión empezamos a ver la enorme tragedia que había vivido la ciudad y su gente. Comenzaron a darse los reportes de los edificios colapsados y de las víctimas rescatadas a los pocos minutos de haberse dado el terremoto. ¡Ciento treinta muertos y creciendo su número!
Dos hechos aparecieron nuevamente en esta tragedia. El gobierno federal y el de la ciudad, Peña Nieto y Mancera fueron rebasados completamente por este y otros acontecimientos. Su actuación lamentable. Lo que les importa es su imagen. Dar la impresión de que están pendientes de sus gobernados cuando lo que impera es la demagogia. No le dan la cara a la gente porque saben del desprecio que siente por ellos. No están presentes en las tragedias porque estarían expuestos a su repudio sino a violentar más los acontecimientos cuando para moverse frente al pueblo, tienen que llevar consigo a un montón de lambiscones, guaruras y miembros del ejército para cuidarlos del justificado encabronamiento de la gente. Por eso ni Mancera ni Peña Nieto estuvieron ayudando a encontrar a las víctimas que quedaron atrapadas bajo los escombros de edificios, escuelas y centros de trabajo. ¡Simplemente se escondieron!

El otro hecho, tiene que ver con los ciudadanos de nuestra ciudad. Cientos de mujeres, hombres, jóvenes y niños se aprontaron a los lugares donde se cayeron los edificios y con todo tipo de herramientas y sin ellas, empezaron a remover los escombros para sacar a las víctimas de los escombros. La cultura y la sensibilidad de los ciudadanos de nuestra ciudad, contrasta con la concepción burocrática, arribista y corrupta de los funcionarios de todos los niveles y de todos los partidos. En pocos minutos cientos de estos ciudadanos rescataron a varias personas sin mayor apoyo que su convicción de solidarizarse con su gente. Nada que ver con los que tienen en sus manos la protección civil y los controles del gobierno. Los fondos que cubrimos con nuestros impuestos para atender este tipo de desastres naturales, se los roban toda esta bola de parásitos y mantenidos. Por lo demás, yo siento orgullo y respeto por esas mujeres, hombres, jóvenes y niños que estuvieron a la altura de este momento de tragedia natural. A los burócratas del gobierno y de los partidos, solo les dejo todo mi desprecio 

miércoles, 13 de septiembre de 2017

El gobierno, moribundo

Por JESÚS SOSA CASTRO

 De pronto al país se le vinieron encima todos los males. Un gobierno moribundo, una “clase política” asesina, incompetente y sobre todo, ladrona. Los que han vivido de la mentira y de la doble moral, son ahora hermanitos de la caridad, empeñados en quitarle votos a AMLO y seguir pegados a la chiche del poder. Estábamos conociendo lo de los 10 millones de dólares que Odebrecht entregó como “propina” a Emilio Lozoya, la Estafa maestra del gobierno de Peña Nieto al erario nacional, cuando viene la enésima amenaza de Ricardo Monreal de que ahora si ya se va de Morena porque dice que lo tranzaron. En esto estábamos cuando la naturaleza nos receta un temblor de 8.2 grados y un huracán que abre los albañales de la corrupción gubernamental en todos sus niveles 
Es indudable que todos estos acontecimientos se han venido en cascada cuando la capacidad de la izquierda libertaria para hacer llegar sus propuestas al pueblo sigue siendo su mayor debilidad. Basta echar una mirada a cualquier lugar de la República para darse cuenta del enojo social en contra de la burguesía gobernante. La razón: su incapacidad, corrupción y entreguismo. En tanto, la izquierda electoral sólo se ocupa de lo suyo. Por su lado, las políticas y decisiones del gobierno son una vergüenza nacional. Ese encabronamiento contra el régimen, no encuentra un cauce que lo conduzca hacia una salida política y organizativa en la que estén representadas sus demandas y sus soluciones
La izquierda revolucionaria ha resultado ineficaz para atender oportunamente estos problemas. Se ocupa mucho en discusiones bizantinas cuando al lado está un pueblo organizando su rebeldía y dándole paso a la creencia de que en el 2018 se encuentra la respuesta. Los millones de mujeres y hombres que están apoyando el proyecto de Nación que encabeza López Obrador necesitan algo más que la esperanza de que con su llegada a la presidencia se van a resolver sus viejos y complejos problemas. Para que esa esperanza se materialice, hay que organizar el triunfo desde abajo y de otra manera a como lo están haciendo hasta ahora los dirigentes de ese partido
Los sentimientos y las convicciones por un cambio de verdad, no se pueden desligar de un proceso interno en el que necesariamente la democracia y la transparencia jueguen predominantemente su papel. La profundidad de un cambio, sólo podrá darse si el partido se convierte en una fuerza organizada, con principios e ideales, con una dirección revolucionaria, con una idea distinta sobre la unidad, la democracia y la transparencia. Sobre todo con un profundo respeto a la libertad de expresión y a las diferencias políticas. Sin esta fuerza, sin esta unidad, sin democracia interna y sin respeto por la libertad de expresión, despojamos al partido de la parte sustantiva de su política y de su fuerza que impulsa  la transformación nacional
En Rumbo Proletario creemos que esta fuerza no se ha configurado aún en las filas de Morena. Pero el hecho de que aún no se cuente con ella, no significa dejar de luchar al lado de esos millones de mexicanos que sin más, están pensando que  su esperanza de cambio y de vida llegará sin problemas en el 2018. ¡Eso no será así! A menos que volvamos a cautivar a la militancia y logremos resolver democráticamente el cuerpo estructural, político y organizativo del partido Morena, superaremos las debilidades que hoy nos tienen en el pasmo
Si esto lo salvamos democráticamente, si al lado de esos millones de luchadores que creen ciegamente en AMLO, si construimos una fuerza proletario popular que esté dispuesta a defender el triunfo electoral en cualquier circunstancia, si desarrollamos una pronta y eficaz política de propaganda y de información que juegue en contra de las campañas de miedo que desarrollan la burguesía y sus partidos paleros, entonces, y solo entonces, estaremos en la ruta del triunfo posible y de la victoria que se anda buscando por millones de mexicanos. De lo contrario……..

  




miércoles, 6 de septiembre de 2017

Los cueros y las correas de Morena

Por JESÚS SOSA CASTRO

El domingo 3 de septiembre Morena volvió a dar una muestra de fuerza muy importante. Varias decenas de miles de militantes y miembros de la sociedad civil, se dieron cita para la firma del acuerdo por la unidad nacional. El músculo mostrado se dio en momentos en que uno de sus dirigentes y jefe delegacional, había cuestionado los métodos y la transparencia que según él, no habían estado presentes en la encuesta para definir quién de los cuatro contendientes sería el coordinador de organización para la ciudad de México y potencialmente candidata o candidato a la Jefatura de gobierno

Para destrabar este conflicto, el inconforme planteó que se repitiera el procedimiento acompañado de dos encuestas espejo, independientes, que dieran la garantía de imparcialidad y certeza sobre los resultados cuestionados por la encuestadora interna de  Morena. Esta demanda fue llevada al Consejo Nacional y desechada por unanimidad ratificando el resultado que da como ganadora a la Dra. Claudia Shenbaum. Este hecho ha colocado al Jefe Delegacional de la Cuauhtémoc, no solo al borde de la histeria sino a un paso de su salida del partido que dice, ha maniobrado para sacarlo de la jugada

En el debate que se ha venido dando a partir de que se conocieron los resultados, se fueron creando dos bandos que crecían conforme los actores principales daban sus “argumentos” en uno o en otro sentido. Los apoyadores del inconforme comenzaron a deslizar la amenaza de que si no se cumplían las demandas de Monreal, consistentes  en la reposición de todo el proceso, examinarían la posibilidad de llevarlo a las filas de otro u otros partidos para que allí lo ungieran candidato a la Jefatura de gobierno. O sea, no es que cuestionara la encuesta que por cierto nunca probó que fuera fraudulenta, sino que se había trazado la ruta de querer imponerse por la buena o por las malas para ser él quien se nombrara coordinador de organización y de allí dar el salto a lo que realmente es su interés

¡Le fallaron sus cálculos! Pensó que alzando la voz y creyendo tener el apoyo de una pequeña parte de la militancia de Morena y de otros grupos priistas, perredistas y panistas, iba a doblar las decisiones del Consejo Nacional. Sobre todo porque los cuatro contendientes aprobaron todo lo relacionado con la encuesta. Días previos al acto del 3 de septiembre en el Monumento a la Revolución se especuló que se estaban dando negociaciones para encontrar un arreglo que dejara satisfechas a las partes. Sin embargo, los puentes tendidos y los intentos de allanar las diferencias, fallaron

El acto en la Plaza de la República colocó las cosas en su justo lugar. La mayoría de los consejeros que lo apoyaban ratificó su pertenencia a Morena. Se deslindó de los intentos separatistas de Monreal y se sumó al trabajo para sacar adelante el trabajo que impulsa Andrés Manuel López Obrador. El partido percibió  el peligro de que los infiltrados del PRI y muchos de los que animaban la inconformidad del Jefe delegacional se convirtieran en la cabeza de playa y desde allí darle cuerpo a sus ambiciones personales para ir creando su propia ruta hacia la candidatura del 2024. Desde luego que tiene derecho a esa aspiración, lo que no se vale es querer endosarle a Morena una campaña paralela a la de López Obrador

Hay que decir, sin embargo, que muchas de las críticas que hace Monreal son justas y verdaderas. Es verdad, por ejemplo, que varias de las decisiones importantes son unipersonales, que la militancia sólo cuenta para hacer el trabajo de campo, que no se tiene intención de crear una fuerza popular que dé sustento a su triunfo posible, que no tiene una política de cuadros para formados ideológica y políticamente, que no hay democracia interna y que los métodos de selección no siempre vienen de quienes conocen a los promovidos por su trabajo. Hay una falta de apego a la construcción de un partido orgánicamente incuestionable. Pero, siendo esto cierto y políticamente incorrecto lo que no puede pasarse por alto son las prácticas priistas, las presiones para acceder a los puestos de representación popular, no respetar los acuerdos mayoritarios cuando son debidamente consensados y separarse del partido si no se cumple con las exigencias para acceder al poder

Yo creo que Monreal ya se ha ido de Morena. La prensa está dando cuenta de los acuerdos que ya toma con los dirigentes del PAN, del PRD y del MC. Si de pronto todo lo que ha dicho sobre su lealtad al partido se le cayeron encima y sus intereses personales lo sacaron de Morena, que le vaya bien. Los habitantes de esta ciudad han hecho valer su derecho a no ser gobernados por el PRIANRD. Esa fue la razón por la cual los ciudadanos encuestados no votaron por él. Si ahora pretende ser jefe de gobierno por estos partidos o por alguno de ellos, va a ser difícil que la gane. Los ciudadanos de esta ciudad han superado desde hace treinta años, esas prácticas priistas y esa cultura del engaño. En esta ocasión esa ciudadanía combativa, formada políticamente, defensora de las libertades conquistadas por ella, no se va a equivocar dándole su voto a quien representa por naturaleza la cultura priista. ¡¡Ya veremos de qué cuero salen más correas!! Votaremos por la Dra. Claudia Shenbaum

 






miércoles, 30 de agosto de 2017

Que la palabra y el honor digan NO a los agravios

Por JESÚS SOSA CASTRO

El domingo 27 de agosto por la noche, el Dr. Armando Martínez Verdugo y yo regresamos de Monterrey después de habernos encontrado con académicos y políticos interesados en debatir sobre algunos de los graves problemas que vivimos en el país. ¡Fue un encuentro muy exitoso! La conferencia del Dr. Martínez Verdugo y las aportaciones que hicieron distintos compañeros, alimentaron una serie de reflexiones en torno a la situación política nacional, sobre la actuación de los partidos y respecto del cuestionado papel de sus liderazgos. En el aeropuerto y durante el camino de regreso, pude darle cuerpo a algunas ideas que sobre Josefina Bórquez, Elena Poniatowska convirtió en Jesusa Palancares en su hermoso libro Las indómitas (*) No trataba de cuestionar nada, ¡NO! Solo quería explicarme la enorme fuerza humana para soportar la pobreza y la soledad con las que vivió esta valiente mujer. Cada vez que leo a Jesusa Palancares mis cansados ojos y mi viejo corazón se estremecen ante el espanto que me producen las miserias humanas cuando se trata de los marginados. ¡Así bajé del avión!
Con esas notas bajo el brazo me fui a mi casa. Cansado como venía tomé los diarios que me esperaban y abrí sus páginas solo para que mi nostalgia literaria se topara con un montón de dimes y diretes que se resbalan taimadamente en los linderos de la política. Cuando me fui a Monterrey parecía que en Morena se había resuelto la propuesta de quien en los próximos meses pudiera ser nuestra candidata a Jefa de Gobierno de la CDMX. Así lo quería y trabajé en consecuencia. Sin embargo, la sobreestimación de las cualidades humanas, casi siempre pasan por alto otras lindezas casi nunca cuestionables. La creencia de que los méritos personales conducen a un escalafón,  se acrecienta cuando las zalamerías de personas que viven de la adulación y la lambisconería, elevan los niveles de la soberbia hasta llegar a creer que se es indispensable para resolver todo tipo de conflictos. Esto llevó a uno de los contendientes a inconformarse con los resultados porque en su ego creyó que era el elegido de los dioses. Menospreció la fuerza moral de la mujer que paseó por la ciudad su frescura, sus conocimientos, su modestia y una ausencia feliz de los apoyos corporativos de dentro y de fuera, que tanto daño le han hecho a la política y a la democracia. Lo que se decía era el enojo del susodicho se dio a conocer públicamente. El lloriqueo y la soberbia continúan
Hoy martes por la noche muchas personas que antes hablaban de la unidad y de la fuerza que había que lograr para cambiar el país, están coincidiendo con los gacetilleros a sueldo, con el graznar de las chachalacas y que ahora forman parte del coro que grita que la selección fue fraudulenta. ¡Todo porque su candidato no fue el ganador! Yo reiteré antes de la encuesta, que no me gustan los métodos y las formas en que los dirigentes están resolviendo las cuestiones fundamentales de la política. He dicho hasta el cansancio que le están abriendo las puertas a gandayas y chapulines que lo único que buscan es lograr una canonjía para seguir viviendo de nuestros impuestos. He dicho y lo sigo sosteniendo que la mayoría de los llamados enlaces y ahora Coordinadores de organización, son ajenos a los problemas, a la militancia y que solo sirven para un carajo. Que hay que poner en juego la inteligencia para empezar a cambiar las formas de cambiar. Esto que está a la vista de todos, no ha merecido ningún comentario de los dirigentes    
Pero una cosa es hacer la crítica dirigida a corregir el rumbo del partido y otra cosa muy distinta es hacer una apología del rompimiento, de la fractura y de la traición. Ahora resulta que aquellos que los aduladores consideraban unos trúhanes de la política, hoy les encuentran virtudes y les hacen ojitos para llevar a sus filas al paladín de la democracia. Con una ignorancia supina se olvidan de que esos que andan en su busca han sido, históricamente, apoyadores acríticos  de la derecha rapaz, corrupta, asesina y antipatriótica. La actitud del que se creía ser y al final no lo fue, sólo está sirviendo  para que la ultraderecha y los anti AMLO de oficio, estén maquinando la forma de fracturar a Morena. Yo he apelado a quien dice ser un hombre de palabra y un hombre de honor, que no se deje seducir por el canto de las chachalacas. Esas aves que paga y alienta la derecha con rostro foxiano pero que en parte de él, se esconde la enorme cola de los otros cancerberos del régimen. Deseo sinceramente en que nadie caiga en la tentación de irse de Morena porque el espacio que reclamaban no dio para todos los que creían merecerlo. Si hay interés en cambiar el régimen político, si es sincero el dicho de que juntos estamos y juntos vamos a seguir, estoy seguro que habrá otras plataformas para que la inteligencia, la capacidad y el deseo de servir, se conviertan en una nueva fuente de poder y de unidad en torno al presumido nuevo proyecto de nación
Si esto no se da, porque los aduladores, los golpeadores y los hueseros resultaran más fuertes que los principios y las convicciones, entonces el o los que se sientan agraviados pueden incorporarse al Frente que intenta quebrar el ánimo y el trabajo para que AMLO llegue a ser Presidente. Si lo hacen, están en su derecho, pero la historia no los perdonará. Las traiciones dan coronas de laurel de manera temporal, pero a la vuelta de los tiempos la traición se paga con la muerte política ¡No  lo olvide nadie! Ojalá Ricardo Monreal actúe con tranquilidad y en sus palabras, tome “decisiones con la cabeza fría” Poner su palabra en manos de la gente hay el riesgo de que lo que se imponga sea la ceguera o la venganza irracional, traicionando lo que demanda la responsabilidad política.  Yo le pido a este destacado político que aguante este agravio que dice que sufrió. Su capacidad y su inteligencia no permitirán que su estatura se vaya haciendo chiquita al paso de los días. Los que apreciamos y vemos la política de manera diferente a como la ven los lame botas, queremos que en Monreal sólo quepa el honor y el respeto a su palabra. ¡Nada más pero nada menos!
(*) Elena Poniatowska. Las indómitas. Editorial Seix Barral. Los tres mundos



miércoles, 23 de agosto de 2017

El quebranta huesos

Por JESÚS SOSA CASTRO

En la región  aledaña entre Guerrero, Puebla y Oaxaca,  hay una parte donde se asentó en 1486 la cultura tlapaneca. Después de más de  quinientos años esa cultura multiplica sus esfuerzos por conservar sus valores, hoy tan carcomidos por la insustancialidad de la cultura burguesa.  Conozco la región porque en una parte de esas agrestes montañas, mis padres le cortaron el ombligo a este añoso  amerindio. Podría decirse, que a pesar de las distancias geográficas y de los tiempos, sigo pegado al conocimiento de las pasiones, cultura y tradiciones de mis viejos ancestros. Me consta, en consecuencia, que estos pueblos originarios se resisten a perder su cultura que por más de cinco siglos han venido cuidando como la niña de sus ojos
Una de esas formas de protección a sus creatividades se ve físicamente en cómo han mantenido su arte culinario, sus costumbres y su lengua. El colorido de sus fiestas, la hermandad y el respeto entre los ancianos y los niños, entre las mujeres y los jóvenes, es algo que ha contribuido a llenar el riachuelo que lleva a la acequia todas sus expresiones culturales. El respeto a los animales  al medio ambiente, a sus valles y montañas, son siempre la expresión de un pueblo que ha entendido el sentido y el significado de la vida. No hablaré hoy de las demás cosas que han parido estos pueblos que viven en las montañas del sur y del nudo mixteco. Hablaré de un hermoso animal cuyo plumaje lo va cambiando al paso de los años hasta llegar a la adultez con el cuello blanco, alas tornasoladas y plumas en las patas. El cambio de colores de una edad a otra se parece mucho al cambio de piel de los políticos mexicanos que, salvando las diferencias, Paco Ignacio Taibo II describiera con brillantez en el hermoso pasaje de su libro “Temporada de Zopilotes”
El ave de la que hablo se la conoce como “El quebranta huesos” Es un ave observadora que no se acorrienta comiendo carne putrefacta. Ese manjar se lo deja a los buitres y a las demás bestias carroñeras. Este animal va por los huesos. Desde grandes alturas avizora el momento para bajar por ellos. Una vez identificado el objetivo, vuela en picada y se lleva el esqueleto que le hayan dejado los zopilotes. Hay quien afirma que cuando su hambre es  harta y no tiene que comer, el quebranta huesos es capaz de levantar cerdos o cabras dejándolos caer desde grandes alturas para después bajar por los huesos que hayan quedado  una vez que se ha dado el aventón. Lo que a mí me consta es que es un ave osteópata por excelencia. Lo demás se lo deja a los buitres y a las demás bestias que se alimentan de miserias ajenas
Los que han seguido de cerca el comportamiento del quebranta huesos afirman que es, también, un ave oportunista, calculadora, sensiblemente perspicaz para aprovecharse de  las debilidades de las demás bestias  montaraces y carnívoras. Pareciera que de  esta ave han sido copiados los comportamientos casi salvajes de los actuales hombres de la política. Estos, persecutores   contumaces de lo que ha creado la naturaleza, se empiezan a parecer a esta ave  carroñera. Poco a poco han ido perdiendo su humanidad, la solidaridad, el apoyo mutuo para convertirse en tempranos buscadores de huesos. Sólo hay que seguirle los pasos a la política para darse cuenta de cuanto ha crecido la ambición por el poder y por hacerse de un hueso político. Todo mundo anda en la carrera de colgarse de alguien o de algo para darle “sentido” a sus ambiciones personales. Unos van al crimen organizado y otros disque a servirle a la patria.  Es patético ver como miles de jóvenes tienen en este quehacer, tan corrupto y tan buscado, el cárcamo en el que están depositando tan caóticamente su interés por los huesos que los partidos han dispuesto para atraerlos al trabajo electoral
Sufrimos una “clase política” crecientemente alejada de los problemas de la sociedad. Ha encontrado que una vez promovida a los puestos públicos, su poder ya no tiene que ver con sus electores sino con los dineros que le proporcionan los causantes al través de sus impuestos. Recoge en bandeja de plata recursos y poder. Esta es la razón que ha dado vida a los chapulines y a los quebrantahuesos, al descrédito de los políticos y de la política. Hoy el futuro de la nación ya no está en manos de la inteligencia, de la cultura, del conocimiento de los problemas nacionales.
Está en el inexplicable crecimiento de los grillos, de los oportunistas, de los saltimbanquis. ¡Mal se perciben las cosas para el futuro! Tenemos que prepararnos para vivir una catástrofe o imponer la rebeldía para saltar las trancas que nos estorban para construir una fuerza que acabe con la pasividad, el conformismo y la sumisión. Si dejamos que la lucha por los puestos nos devore, este país no saldrá del socavón. Pues mientras más pasa el tiempo, aumenta el número de jóvenes sin escuela, sin trabajo y sin futuro. Y cuando este destino nos alcance no habrán espacios suficientes para que los partidos sigan repartiendo huesos como si se tratara de cacahuates. ¡O paramos esto o que “Dios” nos agarre confesados! 




  

miércoles, 16 de agosto de 2017

Siempre será importante sacar a airear las ideas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Los días 25 y 26 de agosto del año en curso, varios colectivos regiomontanos invitaron al Dr. Armando Martínez Verdugo y a mí a un debate sobre “Los problemas políticos de México” Para no irnos en autobús y pasarnos más de 10 horas de camino hasta Monterrey, decidimos ver a los amigos y camaradas para que nos apoyaron con los pasajes en avión. Pocos entendieron nuestro llamado y otros sólo nos desearon buenos resultados. El sábado 12 nuestro Colectivo RP tuvo una discusión larga, tensa, difícil. Al final logramos superar los nudos gordianos que tenían atrapado nuestro trabajo y el desarrollo de las ideas centrales de nuestro  quehacer político en varias partes del país. Por ahora superamos nuestra crisis económica y los días arriba señalados estaremos en la capital de Nuevo León
Con ojos semicerrados y una gripa entre pecho y espalda, cansados por largas jornadas de discusión, rememoraba con cierto dejo de pesadumbre y de nostalgia, los tiempos en que mi edad y mi militancia en el Partido Comunista Mexicano permitían moverme de un lado a otro para cumplir con las tareas partidistas que en ese entonces se hacían por convicción y sin sentir que las rodillas o mis huesos pudieran jugarme una mala pasada. Décadas después sólo los ideales y nuestros sentimientos hacen que Armando Martínez Verdugo y yo andemos haciendo una síntesis de nuestras experiencias y conectándonos con otros colectivos para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra el capitalismo y contra las políticas depredadoras del sistema
Llegué a la conclusión de que todas las dificultades y limitaciones con las que vamos de un lado para otro los revolucionarios, no pueden ser razón suficiente para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de  lograr una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida  humana en toda su acepción, sea la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas me dispuse a tomar nota del material y de la discusión con mis compañeros el día domingo, para en su momento, trabajar este artículo.  Por la tarde del lunes, al estarme enterando de los sucesos políticos de los dos días anteriores, recibí una inesperada llamada telefónica de una amiga y seguidora de mis escritos que vive en los Ángeles, California. La conversación con ella, completó el faltante de lo que sería este texto
Hablamos de su trabajo con los migrantes mexicanos, de su participación en el evento que se hizo en esa ciudad con Andrés Manuel López Obrador, de sus diferencias conmigo por mis críticas a Morena, de la opinión suya de blindar a AMLO ante las amenazas de sus adversarios, de la opción político electoral de Morena y de un planteamiento que lleve a la construcción de una fuerza que represente los intereses de clase y asegure que cualquiera que sea el resultado del 2018, el pueblo seguirá firme en los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y un pueblo organizado por abajo y por arriba pero desde abajo, como condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Me invitó a los Ángeles para una reunión política con los mexicanos más destacados en la lucha. Le dije que iría pero veríamos juntos los temas y las fechas probables para el encuentro. Fue una conversación interesante con una mexicana culta, activa políticamente y con orgullo de ser una mujer de la izquierda revolucionaria