miércoles, 6 de agosto de 2014

 En  Morena hay grupos y personas que le andan soplando al jocoque
Por JESÚS SOSA CASTRO
El trabajo para recolectar firmas para la consulta ciudadana no ha sido una tarea fácil. Tenemos un pueblo medio atolondrado, reacciona poco. Pareciera que Peña Nieto y sus vasallos, ya hace rato que nos tomaron la medida para jodernos por un largo período. Desde luego que hay una franja grande de mexicanos que sí estamos haciendo algo por México. Pero a estas alturas, los del PRI y los del PAN ni petates ni hamacas nos dejaron. Estamos quedando como los palos de gallina: pelados y cagados.
Reunir dos millones de firmas para atajar las reformas de estos antipatriotas, no es una cosa sencilla. Es una tarea que sólo la convicción de acabar con estas políticas nos ha hecho  trabajar desde dos mil seis a la fecha. Ya llevamos ocho años seguidos trabajando contra estas acciones antipopulares. Nuestros materiales de trabajo son las convicciones, los ideales y la responsabilidad con nuestros hijos y con el país. Pero la mayoría, hasta ahora, sigue durmiendo el sueño de los justos. Les vale un soberano cacahuate que nos estén asaltando a campo traviesa y se lleven nuestros recursos naturales. Se están aprovechando  de que la mayoría de los mexicanos estamos comiendo camote  
Y aunque no sabemos cuál pueda ser el resultado final de la consulta ciudadana,   miles de compatriotas seguimos corre que corre para reunir los dos millones de firmas. Pues el gobierno y sus patiños, están poniendo en juego toda su escuela de maniobras y marrullerías para pasar por alto la demanda de la gente. Sus apoyadores son unos miserables, incultos, levanta dedos y agachones, pero ellos son los que aprueban las leyes y los que están llevando a México al desbarrancadero. Por eso resultad verdad que “sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación”
Que todo esto suceda en las filas de la derecha es normal. Lo que resulta inexplicable es  que en las de la izquierda haya grupos y personas que también le andan soplando al jocoque. Ya afloran las intenciones y la cultura de los que quieren huesos y dinero. Por décadas, a los suspirantes a los puestos de representación popular, les bastaba ser un “poco inteligentes y un mucho lambiscones” para que las cúpulas del poder los invistieran  como candidatos y así, disponer de lo que buscaban con ahínco. No tenían que demostrar ser honestos, tener proyecto político, ni ganarse con trabajo el derecho a ser candidatos. Todo se les daba en bandeja de plata
¡De pronto eso se les acabó! Amén de errores y de inercias que obviamente todavía existen en este partido, a los gandayas y arribistas ya los estamos acotando. El trabajo, la honestidad, la capacidad política e intelectual comienzan a ser los factores fundamentales que determinan los accesos a los encargos públicos.   Manejarse como grupos de presión en las filas de Morena, son parte de los viejos resabios de una cultura que le ha dado golpes de muerte a las instituciones republicanas y al país. Esos caballitos de mar ya no contribuyen ni al proyecto de Morena ni al surgimiento de nuevas formas para hacer política. Quienes hacen eso, son la expresión de lo viejo, de lo que viene del PRIANRD
Cito algunos casos. Al formarse el Movimiento Regeneración Nacional, Morena, pensábamos que en sus filas no cabrían los representativos del grupismo y del arribismo. ¡Pero llegaron! Suponíamos que la nueva militancia se iba a comportar a la altura de las nuevas exigencias de un partido diferente, y al poco tiempo también cayeron en lo mismo. Con estos vicios de por medio, se llegó al punto de hacer la consulta popular para que los ciudadanos digan si están o no de acuerdo con las reformas energéticas de Peña Nieto y sus patiños. Se nombraron enlaces para garantizar el trabajo en todos los distritos del país y muchos pensaron que había llegado la hora de las candidaturas, desatándose la carrera de los búfalos
Los que quedaron fuera de los encargos, pensaron que se les había caído el pastel y empezaron a poner en juego sus mañas y sus viejos recursos de presión contra los órganos de dirección. Empezaron haciendo tortuguismo en el trabajo, reclamaron territorios como suyos, retuvieron las hojas de firmas y hoy, las están manejando como instrumentos de presión para reclamos indebidos que les permitan cuotas de poder. Inconcebible que se estén conduciendo en Morena como representantes de las prácticas del PRI. No han entendido que están en otro partido que asume ser diferente.  

Son grupos ciegos, sectarios y de mala leche. ¿De dónde les viene eso de territorios privados? Ese concepto no puede ser aceptado por nadie. Lo único que llevaría a no entrar en esos espacios, es que ya estuvieran trabajados, con resultados evidentes a favor de la consulta. De no ser así, cualquier moreno puede trabajar en ellos porque es su obligación. Nadie que sólo hable tiene derecho a reclamar espacios como propios. Lo que muestra quién es quién, es el trabajo. Lo demás es grilla barata y sus apologistas unos pájaros nalgones. Las mañas y el comportamiento de que presumen, ya no caben aquí. Puede ser el PRI o el PRD lo que buscan. Los de acá, somos diferentes 

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