En Morena hay grupos y personas que le andan
soplando al jocoque
Por JESÚS SOSA CASTRO
El trabajo para
recolectar firmas para la consulta ciudadana no ha sido una tarea fácil. Tenemos
un pueblo medio atolondrado, reacciona poco. Pareciera que Peña Nieto y sus
vasallos, ya hace rato que nos tomaron la medida para jodernos por un largo
período. Desde luego que hay una franja grande de mexicanos que sí estamos
haciendo algo por México. Pero a estas alturas, los del PRI y los del PAN ni
petates ni hamacas nos dejaron. Estamos quedando como los palos de gallina:
pelados y cagados.
Reunir dos millones de
firmas para atajar las reformas de estos antipatriotas, no es una cosa sencilla.
Es una tarea que sólo la convicción de acabar con estas políticas nos ha hecho trabajar desde dos mil seis a la fecha. Ya llevamos
ocho años seguidos trabajando contra estas acciones antipopulares. Nuestros
materiales de trabajo son las convicciones, los ideales y la responsabilidad con
nuestros hijos y con el país. Pero la mayoría, hasta ahora, sigue durmiendo el
sueño de los justos. Les vale un soberano cacahuate que nos estén asaltando a
campo traviesa y se lleven nuestros recursos naturales. Se están aprovechando de que la mayoría de los mexicanos estamos
comiendo camote
Y aunque no sabemos cuál
pueda ser el resultado final de la consulta ciudadana, miles
de compatriotas seguimos corre que corre para reunir los dos millones de
firmas. Pues el gobierno y sus patiños, están poniendo en juego toda su escuela
de maniobras y marrullerías para pasar por alto la demanda de la gente. Sus
apoyadores son unos miserables, incultos, levanta dedos y agachones, pero ellos
son los que aprueban las leyes y los que están llevando a México al
desbarrancadero. Por eso resultad verdad que “sólo el pueblo organizado puede
salvar a la nación”
Que todo esto suceda en
las filas de la derecha es normal. Lo que resulta inexplicable es que en las de la izquierda haya grupos y
personas que también le andan soplando al jocoque. Ya afloran las intenciones y
la cultura de los que quieren huesos y dinero. Por décadas, a los suspirantes a
los puestos de representación popular, les bastaba ser un “poco inteligentes y un
mucho lambiscones” para que las cúpulas del poder los invistieran como candidatos y así, disponer de lo que
buscaban con ahínco. No tenían que demostrar ser honestos, tener proyecto
político, ni ganarse con trabajo el derecho a ser candidatos. Todo se les daba
en bandeja de plata
¡De pronto eso se les acabó!
Amén de errores y de inercias que obviamente todavía existen en este partido, a
los gandayas y arribistas ya los estamos acotando. El trabajo, la honestidad,
la capacidad política e intelectual comienzan a ser los factores fundamentales
que determinan los accesos a los encargos públicos. Manejarse
como grupos de presión en las filas de Morena, son parte de los viejos resabios
de una cultura que le ha dado golpes de muerte a las instituciones republicanas
y al país. Esos caballitos de mar ya no contribuyen ni al proyecto de Morena ni
al surgimiento de nuevas formas para hacer política. Quienes hacen eso, son la
expresión de lo viejo, de lo que viene del PRIANRD
Cito algunos casos. Al
formarse el Movimiento Regeneración Nacional, Morena, pensábamos que en sus
filas no cabrían los representativos del grupismo y del arribismo. ¡Pero
llegaron! Suponíamos que la nueva militancia se iba a comportar a la altura de
las nuevas exigencias de un partido diferente, y al poco tiempo también cayeron
en lo mismo. Con estos vicios de por medio, se llegó al punto de hacer la
consulta popular para que los ciudadanos digan si están o no de acuerdo con las
reformas energéticas de Peña Nieto y sus patiños. Se nombraron enlaces para
garantizar el trabajo en todos los distritos del país y muchos pensaron que
había llegado la hora de las candidaturas, desatándose la carrera de los
búfalos
Los que quedaron fuera
de los encargos, pensaron que se les había caído el pastel y empezaron a poner
en juego sus mañas y sus viejos recursos de presión contra los órganos de
dirección. Empezaron haciendo tortuguismo en el trabajo, reclamaron territorios
como suyos, retuvieron las hojas de firmas y hoy, las están manejando como
instrumentos de presión para reclamos indebidos que les permitan cuotas de
poder. Inconcebible que se estén conduciendo en Morena como representantes de
las prácticas del PRI. No han entendido que están en otro partido que asume ser
diferente.
Son grupos ciegos,
sectarios y de mala leche. ¿De dónde les viene eso de territorios privados? Ese
concepto no puede ser aceptado por nadie. Lo único que llevaría a no entrar en
esos espacios, es que ya estuvieran trabajados, con resultados evidentes a favor
de la consulta. De no ser así, cualquier moreno puede trabajar en ellos porque
es su obligación. Nadie que sólo hable tiene derecho a reclamar espacios como
propios. Lo que muestra quién es quién, es el trabajo. Lo demás es grilla
barata y sus apologistas unos pájaros nalgones. Las mañas y el comportamiento
de que presumen, ya no caben aquí. Puede ser el PRI o el PRD lo que buscan. Los
de acá, somos diferentes
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