Hay quienes
se mueven, pero caminan para atrás
Por JESÚS
SOSA CASTRO
A todos nos
ha tocado vivir una época llena de asombros, de avances científicos, tecnológicos.
También estamos viviendo una crisis en la política. Esta se resquebraja y con
ella todas las fuerzas que le están dando soporte. El pueblo le ha perdido la
confianza, mientras las esferas del poder son una pudrición. Por todo el país crece
el hambre, la miseria y la desesperanza. Las riquezas naturales nos las están
arrebatando los grandes consorcios nacionales y extranjeros. Setenta millones
de personas incluyendo la totalidad de los pueblos originarios, están en la
pobreza extrema a pesar de la riqueza de sus territorios. Nuestros 43 jóvenes de
Ayotzinapa siguen desaparecidos y su semilla aún no alcanza a germinar
Estamos iniciando
el año 2016 y nuestra esperanza de ver otro México no se percibe. Los tiempos exigen
desarrollar una cultura política que se contraponga a la tradicional, al fortalecimiento
de un Estado depredador y a una generación de políticos del carabaneo y el
seguidismo acrítico. Estamos viendo como este mundo ya no es nuestro mundo. Se
lo han apropiado las élites, los sátrapas y los enemigos del pueblo. En medio de
esta imbecilidad sistémica, el estudio colectivo y el análisis de los problemas
deben ser una ventana abierta al conocimiento, para oponerlo a ese mundo de
pudrición y de escarnio. Hay que crear una ciudadanía nueva, pensante, crítica
y dispuesta a luchar por una vida completamente humana
La política
clásica demuestra que no se hacen las cosas de forma distinta porque la
autollamada clase polìtica no sabe hacerla de otra manera. Por eso muchos en Rumbo
Proletario estamos ensayando otro camino. No queremos seguir picando piedra como lo
hacen los que se auto denominan lobos de mar. Queremos poner en juego nuevas
experiencias políticas, andar otros caminos y hacer cosas diferentes en estos tiempos
complejos. Hay otros que afirman que luchan por transformar Méxco, pero caminan
para atrás. Se andan aliando con lo peorcito que ha parido este paìs
Los rumberos
transitamos por un mundo lleno de posibilidades nuevas. Si el país se derrumba
y la sociedad no acierta aún a encontrar salidas adecuadas a estas
complejidades que estamos viviendo, no es solo por culpa de los revolucionarios.
El 5º Congreso Nacional de Rumbo Proletario puso el acento en los problemas de
una dirección política que construya el instrumento que lleve a un cambio en México.
Luchamos por recuperar ese proyecto transformador del que otros hablaron. Las
retrancas son muchas y sus sostenedores abundan en todas las organizaciones
políticas, incluída Morena. Los dirigentes de la gran ciudad capital, no están
mostrando ninguna capacidad y su proyecto del que hablan en la Declaración de
principios cada vez se aleja más de la realidad. Los miembros y votantes a
favor de Morena estan desencantados y al margen de lo que que está ocurriendo
en las distintas esferas de la polìtica porque no se les ve ni se les oye
La lucha de
todos los que queremos un cambio no es una lucha sencilla. De la misma manera
en que la ciencia no logra el cien por ciento de éxito en el primer experimento
de laboratorio, el éxito de un experimento político es el logro de múltiples
fracasos. En Morena ya llevamos dos y no queremos que esto vuelva a suceder. Un
fracaso más de la izquierda retrasaría el cambio que buscamos, por muchas
décadas. Queremos un partido distinto al que vemos, organizado, democrático y
capaz de emocionar con sus acciones a millones de miembros y de ciudadanos. Solo
así construiremos el futuro. Esta forma de ver los acontecimientos, es la que
queremos que empiece a practicar la nueva ciudadanía con la que andamos trabajando
Queremos
desarrollar nuevas formas de acercarnos al pueblo, desarrollar nuevas reglas del
juego, entender la complejidad de las luchas sociales, probar, ensayar y
avanzar poniendo en práctica la sabiduría, la paciencia y el análisis de las
cosas. Debemos llenarnos de ideales que revolucionen nuestro pensamiento y
nuestras acciones de lucha. Hay que estudiar todas las experiencias como una
condición que nos ayude en la articulación de nuestras ideas y nuestro trabajo
con el de otras expresiones similares a las nuestras. Vivimos el
resquebrajamiento de una clase social corrupta pero con mucha experiencia y
recursos en las cuestiones de la política. Por lo tanto, buscamos por dónde
circular para hacer frente a las nuevas situaciones que se nos van presentando.
Formamos parte de una fuerza nueva, con una visión más allá del activismo sin
fin y sin objetivos claros. Somos leales a nuestro grabajo en Morena porque aún
puede ser la opción de cambio si se modifican sus actitudes antidemocráticas,
su autoritarismo y el creciente alejamiento de sus bases. ¡Ojalá alguien se
ocupe de estas preocupaciones!
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