viernes, 8 de marzo de 2024

A la mujer que me enseñó a conocer su mundo

Por JESÚS SOSA CASTRO

Mi madre campesina me trajo al mundo cuando tenía 18 años. Mis recuerdos los llenó de cariño, de humildad y del cuidado que sólo las mujeres del campo, procuran a sus vástagos. A su lado aprendí a recorrer los montes, las barrancas, los arroyos. Llevaba la comida a mi padre al lugar donde roturaba la tierra que nos daba alimentos. Aprendí a uncir a los bueyes, arar la tierra y sembrar maiz, frijol, cacahuate, calabaza y ajonjolí. Ya de joven formaba parte de los rtuales campesinos, ir a la iglesia, respetar a los ancianos, y recordar a los muertos. En estos tiempos, los rituales no sólo eran religiosos, representaban, los profundos sentimientos que salían del corazón. Cuando alguien fallecía, de la familia o vecino, las flores de cempasúchil, el copal, las velas, el pan y varias expresiones costumbristas, cubrían los altares.A esa mujer que he amado durannte muchos años de muerta, dedico hoy con toda devoción estas líneas. Me hubiera gustado verla recorriendo las calles defendiendo sus derechos sociales que no vivió ni conoció por razones de cultura y de costumbres

Recuerdo que los primeros años de mi vida los pasé disfrutando del campo, de mis padres, de mis hermanos, de la recia presencia de lo que nos daba la naturaleza. Siempre sentí que todos éramos un ato indestructible, sellado por la ausencia de los vicios y deformaciones que más tarde nos impuso otra cultura, viciada ésta por costumbres, ritos y acciones ajenas a nuestra idiosincrasia 

Siempre he dicho que la pobreza no es sinónimo de infelicidad. Pero también en mis escritos, he dicho que en varios momentos vi llorar a mi madre porque no tenía nada para saciar el hambre de sus hijos. Solo después de haber cursado los primeros años en una escuela rural, empecé a darme cuenta de lo que pasaba, no solo con mis padres, sino con la mayoría de la gente del pueblo. Ahora entiendo que ha sido la lucha, la entereza y las culturas ancestrales las que han construido el andamiaje de un nuevo país donde el orgullo de pertenencia, la solidaridad y el humanismo, se están convirtiendo en los referentes fundamentales de nuestra nueva historia

  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario