martes, 12 de marzo de 2024

 

Reflexiones sobre mis sueños, mis luchas y mis causas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Después de muchos años de vida, voy a intentar reflexionar sobre algunos episodios que he cruzado en más de sesenta años de lucha. De las montañas del Sur llegué a estudiar a la ENM en 1955. Para 1962 ya era maestro en Tijuana Baja California. Un año después regresé al entonces D.F. Fui testigo y actor de un movimiento magisterial sin precedentes. Othón Salazar y Gabriel Pérez Rivero, encabezaban ese enorme acto de masas que tenía como demandas centrales mejoras salariales y democracia sindical. Sostengo que fue en estas luchas donde tomaron forma mis ideas y mis ideales. Los maestros, los ferrocarrileros y los estudiantes tenían líderes que me influyeron para que mi vida política me pusiera en la izquierda y jamás me llevara a ser un militante de derecha

Como maestro formado en las acciones de protesta y de lucha, pronto fui electo miembro del Cuerpo Directivo del MRM encabezado por el líder más importante que ha tenido el magisterio nacional. La represión del sistema crecía proporcionalmente al despliegue del movimiento de masas. Valentín Campa, Arnoldo Martínez Verdugo, Gerardo Unzueta Lorenzana, J. Encarnación Pérez Gaytán, Ramón Danzós Palomino, Demetrio Vallejo y Lucio Cabañas eran los que abanderaban el sueño de los comunistas. Centenas de mujeres y hombres hicimos nuestros el pensamiento y los ideales de los que vivían y morían luchando por la libertad, la democracia y la justicia

De 1958 a 1971, se vivieron años sumamente violentos. Los gobiernos priistas perseguían, desaparecían o asesinaban a luchadores sociales con el pretexto de violentar la estabilidad del país. Nos acusaban del delito de disolución social. Muchos de los dirigentes del Partido Comunista Mexicano y del movimiento de masas, fuimos víctimas de esas acusaciones inventados por el gobierno. Algunos pasaron a la clandestinidad y otros fuimos sacados temporalmente del país para no ser encarcelados, desparecidos o asesinados por los aparatos represivos del gobierno

Se trataba de prepararnos política e ideológicamente. Varios camaradas y Yo, invitados por el PCUS nos alejamos del país por dos años. La razón era estudiar a fondo los problemas de México, conocer las causas y las formas de entender los porqués de la lucha a favor de los obreros y del pueblo trabajador. La idea era prepararnos políticamente y alejarnos por un tiempo del peligro de ser perseguidos, encarcelados o asesinados por los representantes de la burguesía. En este país encontramos, encontré, los fundamentos de mis sueños. Entendí las razones por las que los comunistas traíamos en el alma la mística revolucionaria. Amplié mi horizonte personal, le di el justo valor a mis ideales y principios y asumí para siempre el orgullo de morir luchando en las filas de la izquierda

A mi regreso me hice profesional del PCM. Mi porvenir quedó ligado para siempre a la lucha revolucionaria. Hoy, mi ciclo está alcanzando su fin. No tengo deudas políticas ni con mi conciencia ni con mi gente. Hice lo que debía desde las trincheras de la democracia. Viví y luché en las filas de los demócratas y de los revolucionarios. A estas alturas, sólo espero tener la oportunidad de votar el 2 de junio y ver triunfar a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, como la primera mujer presidente de México. Con ello sellaré mi larga travesía. Me iré satisfecho de haber defendido, siempre, las causas de mi pueblo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario