miércoles, 16 de agosto de 2017

Siempre será importante sacar a airear las ideas

Por JESÚS SOSA CASTRO

Los días 25 y 26 de agosto del año en curso, varios colectivos regiomontanos invitaron al Dr. Armando Martínez Verdugo y a mí a un debate sobre “Los problemas políticos de México” Para no irnos en autobús y pasarnos más de 10 horas de camino hasta Monterrey, decidimos ver a los amigos y camaradas para que nos apoyaron con los pasajes en avión. Pocos entendieron nuestro llamado y otros sólo nos desearon buenos resultados. El sábado 12 nuestro Colectivo RP tuvo una discusión larga, tensa, difícil. Al final logramos superar los nudos gordianos que tenían atrapado nuestro trabajo y el desarrollo de las ideas centrales de nuestro  quehacer político en varias partes del país. Por ahora superamos nuestra crisis económica y los días arriba señalados estaremos en la capital de Nuevo León
Con ojos semicerrados y una gripa entre pecho y espalda, cansados por largas jornadas de discusión, rememoraba con cierto dejo de pesadumbre y de nostalgia, los tiempos en que mi edad y mi militancia en el Partido Comunista Mexicano permitían moverme de un lado a otro para cumplir con las tareas partidistas que en ese entonces se hacían por convicción y sin sentir que las rodillas o mis huesos pudieran jugarme una mala pasada. Décadas después sólo los ideales y nuestros sentimientos hacen que Armando Martínez Verdugo y yo andemos haciendo una síntesis de nuestras experiencias y conectándonos con otros colectivos para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra el capitalismo y contra las políticas depredadoras del sistema
Llegué a la conclusión de que todas las dificultades y limitaciones con las que vamos de un lado para otro los revolucionarios, no pueden ser razón suficiente para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de  lograr una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida  humana en toda su acepción, sea la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas me dispuse a tomar nota del material y de la discusión con mis compañeros el día domingo, para en su momento, trabajar este artículo.  Por la tarde del lunes, al estarme enterando de los sucesos políticos de los dos días anteriores, recibí una inesperada llamada telefónica de una amiga y seguidora de mis escritos que vive en los Ángeles, California. La conversación con ella, completó el faltante de lo que sería este texto
Hablamos de su trabajo con los migrantes mexicanos, de su participación en el evento que se hizo en esa ciudad con Andrés Manuel López Obrador, de sus diferencias conmigo por mis críticas a Morena, de la opinión suya de blindar a AMLO ante las amenazas de sus adversarios, de la opción político electoral de Morena y de un planteamiento que lleve a la construcción de una fuerza que represente los intereses de clase y asegure que cualquiera que sea el resultado del 2018, el pueblo seguirá firme en los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y un pueblo organizado por abajo y por arriba pero desde abajo, como condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Me invitó a los Ángeles para una reunión política con los mexicanos más destacados en la lucha. Le dije que iría pero veríamos juntos los temas y las fechas probables para el encuentro. Fue una conversación interesante con una mexicana culta, activa políticamente y con orgullo de ser una mujer de la izquierda revolucionaria





miércoles, 9 de agosto de 2017

Las añosas causas del desencanto

Por JESÚS SOSA CASTRO

 Ordenando algunos de mis viejos libros, encontré uno que al abrirlo, había anotaciones al margen que yo hice poco más o menos hace siete años. Con un lápiz de color tenía subrayada  una  frase que hoy intentaré desarrollar al lado de mis lectores. Dicha máxima y según yo, dibuja con mucha precisión lo que cotidianamente pasa en los círculos donde los políticos son la comidilla para bien o para mal. El que escribió esta sentencia es un ideólogo de la derecha, ha hecho estudios interesantes sobre los políticos, sobre la cultura de la adulación y de paso, con mucha elegancia, les ha infringido dos que tres raspones a los actores principales de la llamada izquierda electoral. En julio del 2005, justo un año antes de que Andrés Manuel López Obrador se lanzara a la Presidencia de la República por primera vez, la Editorial del Fondo de Cultura Económica, (FCE) publicó el libro “La idiotez de lo perfecto, miradas a la política” (*)  Doce años después creo que a pesar de su formación y sus tendencias por demás derechosas del autor, la lectura y el análisis de su libro debieran pasar por las miradas de la gente de izquierda
El apotegma que pongo en los ojos de mis amigos y lectores dice: “El hombre está necesitado de causas que lo levanten del suelo, que lo saturen de emoción, que otorguen gravedad a su existencia…. solo en la confrontación con el enemigo, la vida aparece en toda su grandeza, en toda su seriedad” Cuando la leí en ese libro no le puse mucha atención. Hoy, dadas las circunstancias en las que se encuentran los partidos, la frase apunta directamente al corazón de quienes queremos hacer algo para transformar el país. ¡Hablo de transformarlo! No de fortalecer la caduca y rapaz estructura del Estado. Hasta ahora, los llamados partidos de izquierda, sólo han fortalecido las normas y la institucionalidad que estamos combatiendo. No entienden que ningún gobierno que se sujete a estas normas, los resultados de su gestión serán siempre contrarias a los intereses del  pueblo
¿Hacemos bien que en estas circunstancias les demandemos a los integrantes de la Patria que luchen por causas justas para que se levanten del suelo? Es obvio. Aunque hay que decir que esta es una tarea gigantesca. Sin embargo, a pesar de que durante más de ochenta años nos han impuesto la cultura del apendejamiento y la castración de nuestras ideas, ha llegado el momento de empezar a construir la fuerza y la dirección que hagan posible que este pueblo heroico se pueda liberar de sus opresores. ¡Que esto implica muchos problemas, es verdad! Pero hay que remontarlos. Y todo lo tenemos que hacer la sociedad civil porque los partidos no son capaces de cautivarnos, de organizar y encabezar estas luchas. Nada de lo que hacen nos satura de emoción. Todo lo emprenden al margen de sus militantes. Entre más se alejan de sus bases, más se acercan al entramado y a los favores económicos  que les proporciona el poder. En esa carrera de oportunismos se van conformando las élites partidistas, se va configurando la indiferencia de las bases, surge el desencanto y crece la inconformidad   
¡Estos hechos son aterradores! Mucho de lo que hoy confronta a las clases sociales, dentro y fuera del parlamento o en la vida pública, es el debate político, el debate ideológico. En la asamblea Legislativa y en la cámara de diputados donde el voto ciudadano llevó a varios diputados de la izquierda, el balance en el terreno de las ideas es tristemente deplorable. No hay huella de que el pensamiento y la lucidez de estos representantes populares, fueran dignos de reconocimiento. Nuestros representantes populares  no fueron la diferencia con respecto de los otros diputados del sistema. El flanco débil de esta primera legislatura de la izquierda no oficial, se expresó en que no pudo o en que no quiso poner en marcha el motor y la pasión de la que en su obra habla el turinés Norberto Bobbio
 Este pensador puso sobre la mesa la filosofía del derecho y de la política. En sus distintos auditorios colocó con brillantez y elocuencia la idea de  que “antes de hablar, antes de decidir es necesario pensar y para pensar hay que tomarse el trabajo de oír y de aprender” Mucho ganarían los dirigentes, los cuadros y los intelectuales de izquierda si se acercaran más al estudio y menos a los dedos de los tata mandones. Hoy la política ya no se puede hacer improvisando dirigentes y poniéndolos a leer sólo cartillas que parecen el silabario de San miguel de vieja memoria. La política de hoy también se hace llenando la palabra de contenido, de argumentos, de conocimiento. Se hace política siendo fieles a las causas del pueblo, luchando a su lado, construyendo fuerza y dirección revolucionarias. Sin estos elementos no habrá nada que nos levante del suelo, que nos sature de emoción o que le otorgue gravedad a nuestra existencia
(*) Las notas entrecomilladas son citas del libro La idiotez de lo perfecto, miradas a la política, de Jesús Silva Hersog Márquez, Fondo de Cultura Económica







miércoles, 2 de agosto de 2017

En estos últimos días

Por JESÚS SOSA CASTRO

A pesar de las debilidades organizativas de Morena, resulta alentador encontrarse con compañeros que están rompiendo las amarras -asumidas por convicción o  impuestas por los dirigentes-  y empezar a expresar sus opiniones, críticas las más, sobre lo que pasa en las entrañas de este partido. En la información que sale en el periódico Regeneración, se habla de que todo marcha “requete bien” ¡La realidad es otra! Invitado por compañeros de varios Estados y por informes directos de muchos  compañeros militantes, me he enterado de que la debilidad del partido es su organización. Todos los que antes estábamos en comités de base, de colonia, región o centro de trabajo, hemos sido desaparecidos. En su lugar, se ha montado una estructura paralela que ganó presencia en los órganos de dirección pero perdió la militancia más activa y comprometida con la política del partido
Por varios meses ese proceder no trajo mayores consecuencias. Todo parecía normal, especialmente porque esa estructura jamás hizo política defendiendo las causas populares. Su trabajo consiste hasta la fecha,  en formar comités seccionales para cuidar el próximo proceso electoral. Esto llevó a que aparecieran dos fenómenos: La estructura paralela se formó por gente cercana o incondicional de los dirigentes, sin que ésta estuviera ligada ni al Estado, ni Delegación o Distrito donde se encuentra la militancia con la que, se supone, iba a  trabajar. De entrada, esta decisión produjo enojo porque se descalificaba a los liderazgos naturales que se habían formado en la lucha por la construcción del partido. Los enlaces impuestos no conocieron jamás los problemas de cada lugar. En cambio su autoritarismo y la exclusión de militantes críticos llevó a la división y al repliegue de los mejores cuadros de nuestra Organización!
El otro fenómeno, tal vez el más grave, consistió en el desencanto en lo mejor que había incorporado Morena desde su nacimiento. Los líderes de pueblo y de organizaciones sociales que querían contar con una fuerza política capaz de defender sus causas, poco a poco se fueron marginando porque el partido privilegió sólo el trabajo electoral, en franco abandono de las demás luchas sociales. Las resistencias que pensaron que Morena era la fuerza para empujar la lucha por la transformación nacional y lograr una vida auténticamente humana, vieron frustradas sus expectativas. El instrumento que esperaban se dedicó de tiempo completo a la disputa del poder en los términos fijados por  la institucionalidad burguesa. Esta posición ha alejado a muchas resistencias que hay en el país
Ahora se está impulsando una nueva estructura que al parecer estará dedicada a la organización. Implícitamente se acepta que el trabajo para el que fueron designados los enlaces, resultó un soberano fracaso. Con un nuevo sopetón se elimina a los enlaces y se llama a elegir a los Coordinadores de organización. ¿De qué se trata ahora? Son tan obvios los del Consejo estatal de la CDMX que sin mediar convocatoria pública a la militancia, en silencio y en lo oscurito está llamando a registrarse como candidatos. Ese camino ya lo conocemos. No solo es antidemocrático sino que encierra una práctica falaz. Se utiliza el síndrome de la chimoltrufia. Llama a elegir una cosa pero en la realidad hace otra. Lo que hoy está ocurriendo es que todos andan tras las candidaturas, especialmente aquellos que se han colgado desde tiempo atrás de los padrinos políticos. La “base” ni en cuenta. Todo se decide por los chipocludos aunque quieran aparecer otra cosa ¿Se van a resolver los problemas de organización con este tipo de procedimientos cuando muchos de los aspirantes enseñan el cobre diciendo que lo acordado por el Consejo es un simple cambio en la nomenclatura del partido? Si se quiere ir a fondo en la solución de estos problemas realmente existentes, esas personas que ya fueron y que no rindieron cuentas positivas de su trabajo, deberán ser sacadas ipso facto de esa responsabilidad y no premiarlas con nuevos puestos para seguirse pareciendo a los chapulines de los otros partidos. ¿O de qué estamos hablando, señores del Consejo de la CDMX?
Por fortuna la militancia ya le perdió el miedo a la burocracia y avanza, aunque despacito, en un trabajo que la está llevando a construir una fuerza política que le dé sustentabilidad a sus acciones y de paso, ayude a impedir que las formas hasta ahora utilizadas para resolver los problemas internos del partido y de la promoción  de sus candidatos a encargos populares, terminen en un socavón. Este es el sentido que a nivel nacional le encuentran los compañeros que nos estamos coordinando en estos últimos días. Las discusiones, seminarios y talleres van en esa dirección. Estamos construyendo una fuerza y una dirección capacitadas para enfrentar los problemas y los atropellos a la democracia. La palabra y el trabajo son nuestra trinchera desde la cual, aspiramos a cambiar el actual estado de cosas y de paso, impedir que los gandayas nos vuelvan a robar al partido   



miércoles, 26 de julio de 2017

Lo más que ha logrado el PRD es una chiquillada corrupta

Por JESUS SOSA CASTRO

Leo en la prensa y en las redes sociales que el PRD está a punto de integrar el  “frente amplio democrático” con el Partido Verde, y con el Panal, es decir con el PRI. Parece que al final de cuentas el PAN se anda culipandeando debido a los desacuerdos internos con varios de sus miembros. El PRD por tanto, cierra filas con parte de la chiquillada, la más corrupta y la más pegada a la chiche del partido oficial. Personalmente me apena lo que le pasa al partido en el que milité y en el cual, millones de personas lo consideraron el más respetado, fuerte y representativo de la izquierda mexicana. ¡Lástima Margarito! Hoy esa organización está en manos del peñismo, juega en la cancha del PRI, sirve a los intereses de la derecha. Los chuchos y la Barrales son los que le trabajan a ese partido, los que en su tiempo reconocieron como presidente legítimo a Felipe del Sagrado Corazón del niño Jesús Calderón Hinojosa, los que traicionaron a AMLO, los que se las dieron a la derecha. Seis años después firmaron con Peña Nieto el Pacto por México que tiene en la lona el prestigio y la vida de ese partido
Los personajes que hoy dirigen al PRD son sustancialmente los mismos. La mayoría de ellos ligados al poder y por lo mismo, dispuestos a seguir mamando de los recursos públicos con los cuales, todos ellos se han hecho dueños de departamentos en el extranjero, de terrenos, casas y cuentas bancarias. Por eso quieren seguir pegados al poder, desean seguir disfrutando de estas mieles. Tienen treinta y cinco años acercándose a los autócratas derechistas. Desde entonces su mayor afán ha sido aliarse con el PAN, con el PRI y con la parte fundamentalista de la aristocracia empresarial. Su mayor desviación política consiste en buscar coberturas y asentimientos para que en lugar de que los ciudadanos elijan, la kakistocracia pueda imponer a un candidato a la Presidencia de la República del tipo de Margarita Zavala, de Graco Ramírez o de Miguel Ángel Mancera. ¡Todos, unas “lindísimas” personas!
Este grupo, por rencor a AMLO, y por su oportunismo contumaz, no solo reconocieron a Calderón como “su presidente” sino que desde entonces, sus posiciones políticas han tenido que ver más con la derecha que con la izquierda o con los intereses del pueblo. Por eso chaquetearon y traicionaron a AMLO. Por eso hoy la presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales, dice que “su partido no irá con Morena, aunque Andrés Manuel López Obrador encabece las encuestas” La razón que explica el por qué AMLO rompió con esos “dirigentes” no admite duda alguna y en cambio explica que se haya dedicado a construir otro partido que levantara la bandera que estos oportunistas han entregado a las fuerzas de la derecha. La verdad es que se equivocaron. Mientras AMLO y MORENA crecen, el PRD chucho se debate en el desprestigio y en el derrumbe total
No es casual que a este grupo, que no partido, lo traigan como pedo en bacinica. Desaprovecharon el momento irrepetible que les dio la coyuntura electoral en el Estado de México para limpiar su imagen pero, fieles a su oportunismo, a su deslealtad con el pueblo y a su apego al poder, ahora la Barrales, voz del PRI en la dirección del Sol Azteca, dice que “aunque en las encuestas AMLO se perfile como favorito entre la ciudadanía, el frente amplio democrático dará la batalla en el próximo proceso electoral” ¡Lógica pura! Evidentemente tratan de estorbar el triunfo de AMLO en el 2018. La Barrales se llena la boca diciendo que Morena ya no es una opción para el Frente y que éste le ganará a López Obrador. No cabe duda, la estupidez también se bota. ¡El PRD entra a su fase terminal!
Cualquiera que sea el resultado de esa alianza probable entre el PAN y el PRD, lo que ha quedado registrado en la historia política contemporánea es el empeño de la derecha ultramundana, de Peña Nieto, del PRI, del PAN y del PRD de atajar el triunfo inevitable de quien se ha conducido, con honestidad, con proyecto de gobierno, con lealtad y con honor a favor de los intereses del pueblo y de la nación. Pronto veremos de qué lado masca la iguana. ¡Al tiempo, señores del chuchinero!    




  

miércoles, 19 de julio de 2017

Los saldos de una discusión

Por JESÚS SOSA CASTRO

El sábado 15 de julio participé en una reunión de suma importancia. Discutimos qué es y en qué supuestos se funda nuestro trabajo entre las masas. Dijimos que este trabajo tiene un carácter convencional que cada grupo o partido, conviene en su comprensión y en su aplicación. No hay una definición universal. Pero para quienes participamos de las ideas y de los posicionamientos elaborados y discutidos por los clásicos del marxismo,  este trabajo debe derivarse de nuestra participación en la lucha revolucionaria. Históricamente, lo asentamos, varía según las circunstancias de la lucha social y de clases. Cambia según el comportamiento de las fuerzas antagónicas fundamentales y de los requerimientos objetivos de las acciones populares (*)
En esta discusión hablamos, también, sobre las enseñanzas que ya han dejado estas luchas. Cómo se han definido y cómo se han impulsado. Coincidimos en que estos logros de alguna manera expresan la sistematización colectiva que desarrollan los revolucionarios a partir, siempre, de las condiciones y las circunstancias imperantes. Avanzamos en el cómo hacer llegar nuestras opiniones a los distintos frentes de lucha y al pueblo trabajador. Dijimos que una parte importante de este trabajo, tiene que ver con la labor de agitación, de propaganda y de organización
Consideramos que los que trabajamos en el movimiento de masas, tenemos que hacer esfuerzos importantes para proponer organicidad y dirección a la rebeldía de los sectores en lucha. Que hay que trabajar para elaborar y difundir  las caracterizaciones de los conflictos fundamentales entre el pueblo y el poder, las políticas de éste y las experiencias nacionales y mundiales de la lucha de los pueblos. Se habló de ayudar a construir las condiciones subjetivas indispensables para que los activistas y/o los líderes de pueblo se conviertan en revolucionarios orientados por estos principios
Señalamos que la irritación y el encabronamiento populares en contra del gobierno, necesitan de un receptáculo que les dé dirección política, conducción revolucionaria y una organización real que potencie toda su combatividad. Hasta ahora, este receptáculo no se percibe por ninguna parte. Los sentimientos del pueblo se agotan en el trabajo electoral sin que se les proponga  ninguna perspectiva de organización sustentable. Acordamos trabajar concientizando a la gente para que se convenza de que sólo una derrota de la burguesía gobernante y el ascenso de un gobierno proletario-popular, podrá resolver los graves problemas sociales, económicos y culturales que vive la nación. El enojo social no puede perderse en la nada. Los miembros de los sindicatos, organizaciones sociales, culturales y pueblos que luchan en contra de los proyecto de muerte, tenemos la gran oportunidad de desplegar nuestra rebeldía revolucionaria para hacerla desembocar en un triunfo a favor de una vida auténticamente humana
Los que abrazamos la esperanza de un cambio revolucionario en nuestra sociedad, tenemos claro que hay otros grupos y resistencias que andan persiguiendo el mismo objetivo. Valoramos su esfuerzo y los llamamos a discutir un proyecto de articulación que elimine la institucionalidad burguesa y se construya, paso a paso, la fuerza que sirva de receptáculo de toda la inconformidad y la irritación que hasta ahora y en forma desorganizada, se expresa al través de la lucha electoral. En Rumbo Proletario no aceptamos que exista una clase o una fuerza social que esté destinada a desempeñarse como la vanguardia del proceso liberador o que asuma de por sí la misión histórica del proletariado. La fuerza revolucionaria no nace, se construye. Nadie, si no es en conjunto, se desempeñará como la vanguardia política y arrastrará consigo al resto de las fuerzas populares, resultado de la labor de los revolucionarios y de las circunstancias históricas específicas
Por último, reiteramos que hoy en día nadie puede negar que existe un alto grado de irritación y de encabronamiento en la mayoría del pueblo mexicano. La constante que aparece en estos movimientos populares es la quita de derechos y libertades políticas y sociales por parte de la burguesía gobernante. Sin embargo, su debilidad fundamental está en la falta de una organización de clase que dé contenido y dirección revolucionaria a sus luchas. La participación de amplios sectores en la contienda electoral, expresa el hartazgo de la gente, pero no se está construyendo la fuerza que subvierta y derroque la institucionalidad de la burguesía. La perspectiva que vemos, está en la construcción de una organización de clase, asentada en el pueblo trabajador, en el proletariado, pero con una dirección revolucionaria. ¡Sin esto, no se dará el cambio posible!

(*) Apuntes personales y materiales de discusión editados por compañeros de Rumbo Proletario 

miércoles, 12 de julio de 2017

Los cambios no vendrán de arriba. La estrategia, equivocada

Por JESÚS SOSA CASTRO

Como nunca antes el escenario de la cosa pública se encuentra exacerbado. El gobierno hundido en el descrédito, el país, en el hoyo. Los líderes de los partidos, están tomando posiciones y aceitando sus maquinarias para la contienda electoral del 2018, la cual pinta muy complicada. La mayoría de estos actores sólo se preocupan por el acomodo de sus intereses y en buscar aliados que les garanticen seguir disfrutando de las mieles del poder. Para los líderes de los partidos mantenerse en el entorno institucional es su objetivo fundamental. Piensan que los graves problemas económico-sociales que vive el país, se pueden resolver sumando a vivales a diestra y siniestra. Lamentablemente, ninguno desarrolla una alternativa en la que se contenga una imaginación transformadora que acabe con la fortaleza ideológica, política y organizativa de la burguesía
Lo que pasó en las elecciones del 4 de junio, no ha sido analizado por la principal fuerza opositora. Ha pasado un mes y medio y no hay alguna evidencia que explique lo que pasó en el Estado de México. Hay un silencio total de parte de la dirigencia. Son sectores de la sociedad civil los que siguen exigiendo que se rindan cuentas claras de cómo el Estado operó el fraude electoral. Atribuir los resultados a las mañas, recursos y cultura priistas, es querer ocultar las debilidades que tuvo la resistencia político-electoral que dio la batalla principal. Y aunque no estaba planteado el derrocamiento de la burguesía, la conducción política de este proceso no supo o no quiso ver que no se había creado la viabilidad de derrotar al régimen por medio de las elecciones. Antes, era necesario construir una fuerza y una conducción revolucionarias
Por otra parte, la reunión del Consejo Nacional de Morena extrañamente no dijo nada sobre el fraude que le hicieron a Delfina Gómez en el Estado de México. ¿Cómo puede un partido hacer el trazo de su carta de ruta para el 2018 cuando no ha dicho cuál va a ser su respuesta final sobre este caso inexplicadamente callado? ¿Cómo hablar de que la elección de sus candidatos a puestos de representación popular será por “consenso” cuando es evidente la inexistencia orgánica del partido y sin haber examinado autocríticamente las causas de una derrota que se está asumiendo en la práctica, sin esperar los resultados de las denuncias hechas ante los tribunales electorales?
Las condiciones políticas del México de hoy se basan en una correlación de fuerzas desfavorables a los intereses del pueblo. Para superar esta situación se requiere de una fuerza proletaria popular capaz de infringir una derrota verdadera, radical e irreversible al régimen político dominante. Si no se toman en cuenta estas necesidades estratégicas y políticas, es repetir las mismas derrotas electorales que ya ha sufrido la izquierda electoral. Por eso lo fundamental no es “volcar al partido” a cuidar las casillas. Lo  verdaderamente importante hoy, es construir una correlación de fuerzas que le den sustentabilidad a la movilización popular, conectarse de otra manera con las demás resistencias de izquierda y tomar en cuenta la potencial participación de la militancia de Morena
Hay que recoger la experiencia política que han proporcionado los procesos electorales de 1988 a junio del 2017.  La mayoría de las dirigencias de los partidos no están ocupadas en resolver los graves problemas nacionales. Quieren llegar a la presidencia de la República y a los distintos niveles del poder porque ya se acostumbraron a vivir de nuestros impuestos. ¡Pero andan mal! En aras de resolver sus ambiciones personales, han dejado de lado el trabajo, la organización y la cercanía con los distintos niveles de participación partidista.  La base de los partidos sólo sirve para hacer el trabajo. No se pueden resolver los problemas por consenso, cuando no existe la más mínima participación de la misma. Orgánicamente no existe partido. Todo se concentra y se resuelve en las estructuras de poder que para el efecto, han construido los órganos de dirección
Los pasos hasta ahora acordados, están orientados para desmotivar a los militantes y dejar que como siempre, sean los jefes los que palomeen y decidan lo que a su juicio conviene a la política. Por esta razón, los que queremos un cambio de verdad en el país y  comprendemos la necesidad de volver a los principios del partido, vamos a continuar dando la pelea para construir una fuerza organizada y ganar espacios donde sea posible, con la conciencia plena de que sólo construyendo esa fuerza de masas y una conducción revolucionaria, estaremos en condiciones de derrocar al régimen burgués. Convocaremos a todas las resistencias de la izquierda anticapitalista para saldar cuentas con la democracia fraudulenta que nos repiten en cada proceso electoral.
Nuestra tarea no está en estar arrimado personas y grupos que trastocan los principios y los ideales con los que muchos construimos el partido. Habemos miles, tal vez millones, que no queremos puestos para administrar el capital y los asuntos públicos. Hacer ese trabajo en esta estructura de poder no es parte de nuestra estrategia política. Si se observa con cuidado lo que pasa en los partidos, todos los que forman parte de sus elites partidistas, son los viejos lobos de mar que ya están pre designados candidatos a los puestos de representación popular. Los revolucionarios no vamos a trabajar para mantener a los oportunistas y a los chapulines, vamos a organizar a los revolucionarios para aprovechar el desgaste y la crisis del régimen para avanzar en la construcción de una fuerza de masas que por allí anda pero que nadie la quiere ver. Con ella construiremos la ruta que le hace falta a la izquierda de nuestro país. ¡Que no quepa duda!
    



miércoles, 5 de julio de 2017

El señor de los hoyos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Tiene la costumbre de aparecer solo cuando muestra en videos las “obras” que está realizando.  No lo hace por modestia, sino porque le da vergüenza mostrar sus adefesios. Es un gobernante que se ha ido haciendo chiquito, inversamente proporcional a los votos que le dimos para que fuera jefe de gobierno. ¡Nos equivocamos! resultó ser un funcionario de esos que ni huelen ni hieden. Es como las tarántulas que siempre están en su hoyo. Solo salen para joder a sus víctimas. Hay hombres mediocres que no se dan cuenta que lo son, hasta que sus obras se empiezan a caer o sus dichos comienzan a causar molestia social. En el caso de Mancera, su gobierno y sus “obras” se están haciendo chiquitos, justo a la medida del personaje. Lo que vemos son puros hoyos en la ciudad y un verdadero desmadre cuando llueve. Pero nuestros impuestos, dice, están trabajando
Vayamos por partes: Miguel Ángel Mancera es jefe de gobierno desde el 5 de diciembre del 2012. Ninguno de sus antecesores alcanzó el 63 % de la votación. AMLO y Marcelo Ebrard se equivocaron eligiéndolo candidato y los electores votando por él. Ganó gracias al prestigio, a la autoridad moral de estos personajes y al apoyo de la gente. A  todos, los traicionó. Mal agradecido como es y mal funcionario público que resultó, está ahora en los límites del repudio y de la frustración. Hoy quiere cachar bolas con la derecha mientras la “izquierda” se la amarraron sus compromisos con el priismo de Peña Nieto 
Cuatro años y medio después este señor se prepara para abandonar el barco. Su ambición personal y la soberbia que lo acompañan, quieren llevarlo a ser candidato a la Presidencia de la República por un conjunto de fuerzas que, válgase la frase, son entre corruptos, ineptos, derechosos y pájaros nalgones. ¡Desde luego que se vale soñar! Lo que no se vale es que quiera irse dejando la ciudad hecha un verdadero muladar. No hay colonia en la que calles y banquetas estén destrozadas, los baches están convertidos en verdaderas trampas para la circulación de peatones y automovilistas. El mobiliario que usan las empresas destructoras está regado por todas partes generando accidentes viales y problemas de circulación
Basta conque caigan dos o tres aguaceros para que la ciudad se inunde. Es una verdadera locura moverse en las horas pico. Si ha caído una lluvia es suficiente para que no funcionen las coladeras ni el drenaje. No hay mantenimiento ni limpieza a nada a pesar de las quejas de vecinos. Es patético ver como cientos o miles de familias se les inundan sus casas porque las calles se convierten en verdaderas lagunas. Los semáforos no funcionan, se va la luz por horas y horas a pesar de que la CFE dice ser una empresa de clase mundial. Cuando llueve fuerte, la gente casi se ahoga en los pasos a desnivel, los peatones se caen en los hoyos llenos de agua, fierros  y lodo. Basta ver los videos para darse cuenta del caos que vive la ciudad. ¡Nada funciona! Los agentes de tránsito y la policía nunca aparecen para atender esos problemas
Para acabarla de joder, Mancera ha permitido que cualquier vecino, sin el amparo de la ley, se dé el lujo de cerrar las calles aduciendo razones de seguridad. Se ha desarrollado una cultura gandaya. Cualquier hijo de vecino pone barras para que nadie se estacione momentáneamente allí. Los franeleros o los viene viene, cobran por adelantado hasta cincuenta pesos por dejarte estacionar en un espacio público que ellos han hecho suyo. Si no pagas por adelantado, corres el riesgo de que te rayen tu carro, te roben los accesorios o te ponchen las llantas ¿Y qué decir de la seguridad de los ciudadanos? Mancera se ha dedicado a sus negocios inmobiliarios y ha dejado que el crimen organizado siente sus reales en esta ciudad, la única que podía presumir que no había bandas criminales. Nadie puede caminar seguro por las calles porque bandas de jóvenes te despojan de lo que llevas y si te resistes, te matan
¿Qué pasó con el aumento al costo del boleto del metro? ¿No se nos dijo que ese dinero iba a servir para poner ese servicio a la altura de las ciudades europeas por su limpieza y funcionamiento? ¿Se han subido a este transporte en las horas pico o cuando llueve? ¿Han visto el caos y la irritación que se genera por la lentitud del servicio y por la falta de cupo? ¿Qué hacer con las peseras, con la contaminación, y con los vendedores ambulantes? ¿Y de las foto multas, de la corrupción y del autoritarismo que restringe la ocupación de los espacios públicos? ¿Y qué hay del aumento de la criminalidad? ¡Las policías se han convertido en los asaltantes con uniforme!
Sería un despropósito que este señor se fuera de candidato dejándonos una ciudad llena de hoyos, con una corrupción en los servicios públicos que dan pena ajena. La ciudad no merecía un gobierno como el que tenemos aún. Hay cosas que no se le dan a este señor. Si quiere ser presidente por el PAN y el PRD que rinda cuentas transparentes de los recursos que ha manejado vía impuestos y apoyo federal. El dinero lo ocupamos para tapar los hoyos que está por dejar. Si quiere ser presidente que se vaya a echar pulgas a otra parte. Claro, con la posibilidad de que si gana, nos dé en la madre dejando hoyos en todo el país