domingo, 28 de noviembre de 2021

 

La movilización popular, la única fortaleza para cambiar el país

Por JESÚS SOSA CASTRO

En estos días de política febril y de fríos que calan los huesos, muchos mexicanos nos preguntamos qué está pasando en el país. A qué se deben los movimientos políticos en las esferas del gobierno y cuáles son las razones de que en la gente haya tanta expectación. Las respuestas pueden ser muy amplias. Las principales o algunas de las que pesan más, tienen que ver con los cambios que se están dando en amplios sectores de la patria. Se nota que hay contento entre la gente, participa en la construcción de un nuevo proyecto político, está esperanzada en que el rostro de México cambie para bien y que su situación económica mejore aún más con estas políticas gubernamentales

¿Por qué razones miles de mujeres y de hombres, han decidido continuar con el compromiso histórico de seguir luchando por el amor y la felicidad, pese a todo tipo de vicisitudes que en este esfuerzo nos está imponiendo la derecha golpista, la que todos los días y con cualquier pretexto se la pasa propalando mentiras y hablando babosadas que no tienen mayor apoyo del pueblo? ¿Será que en las acciones de la gente está presente la demanda por alcanzar una vida auténticamente humana? A millones de ciudadanos nos interesa que no sea el dinero o el mercado los que determinen las relaciones sociales, sino la libertad y la justicia

El acto masivo del 1º de diciembre en el zócalo de la ciudad de México mostrará ya, el nuevo rostro que se está esculpiendo en la conciencia del pueblo. Se expresará el orgullo de haber roto con la exclusión y el abandono en que nos había mantenido la oligarquía gobernante. Es obvio que tenemos un serio problema, pues las tareas partidistas que en principio se hacían por convicción, hoy pasan por momentos de desmovilización y desencanto por la falta de capacidad y liderazgo de los dirigentes. Sin embargo, a partir de este acto masivo, después de lo más grave de la pandemia, el pueblo recuperará la iniciativa y ocupará todas las plazas públicas para hacer oír la consigna de: “es un honor luchar con Obrador” Haremos una síntesis de nuestras experiencias y nos conectaremos con la mayoría del pueblo para aprender y valorar el trabajo de organización y de lucha que en todo el país están haciendo miles de resistencias contra los sectores derechosos

 Los que estamos luchando por la transformación de México no tenemos razones suficientes para dejar de poner en máxima tensión nuestro talento, nuestra inteligencia, nuestra capacidad y nuestra querencia para construir los mejores caminos para lograr el propósito de alcanzar una alternativa política en la que la pasión por la libertad y una vida humana en toda su acepción, sean la causa de nuestra lucha y de nuestro trabajo. Con estas ideas avanzaremos con los más amplios sectores populares, con nuestros vecinos y con los jóvenes

Atenderemos las demandas de los migrantes mexicanos, profundizaremos los programas dirigidos al pueblo y apoyaremos con todo el acuerdo del presidente para blindar las obras de infraestructura que se están construyendo y que la oposición y sus títeres del poder judicial intentan parar para desacreditar su gobierno. Con el pueblo construimos una fuerza que represente los intereses de la gente y asegure que el resultado electoral del 2022 y del 2024, confirme los propósitos de cambiar el sistema político que vivimos. Hablamos de la necesidad de una política asentada en ideas revolucionarias y en un proceso organizativo que trabaje por abajo y por arriba, pero desde abajo con todos los sectores y movimientos sociales que se están dando en el país. Esta es una condición indispensable para mantener el espíritu revolucionario y el apoyo que requiere el proyecto de la 4ª transformación

Con la militancia y con la gente que apoyamos el proyecto que se viene impulsando desde el 1º de julio del 2018, estamos trabajando en lo que hoy hay que poner en la agenda del partido, desterrar las desviaciones ideológicas de algunos de los cuadros de Morena, de la invasión de grupos de poder y de no pocos arribistas que están descomponiéndole el rostro a este partido. La inmensa mayoría sostenemos que a Morena le hacen falta brisas frescas para los cerebros carcomidos que tenemos en él. Necesitamos airear las ideas de todos los actores políticos para que estemos a la altura de las exigencias nacionales. De no ser así, seguiremos siendo víctimas de los intereses del imperio y de sus súbditos que lloran su inminente derrota en las acciones por venir

 

 

 

 

domingo, 21 de noviembre de 2021

 

México lindo y querido

Por JESÚS SOSA CASTRO

El moreliano chucho Monge y el trío tariácuri hicieron famosa la canción México lindo y querido en el año de 1945. De entonces a la fecha este canto lo han hecho suyo aquellos que, como yo, en algún momento y por distintas circunstancias hemos estado fuera del país. Cantarla u oírla en lo personal o en lo colectivo, despierta emociones y nostalgias muchas veces guardadas en el alma. Las cuales brotan tan pronto como esta especie de himno, remueve las fibras de nuestro nacionalismo, el amor por la patria

En los dos viajes que ha hecho nuestro presidente a Estados Unidos, a la ONU primero y en esta semana a Washington a la reunión con Biden y Trudó, nuestros paisanos hicieron de las calles cercanas a donde se reunieron, el espacio en el que retumbaron los aplausos, las adhesiones a las políticas de AMLO. La nostalgia y el orgullo de ser mexicanos hicieron que el canto sobre el México lindo y querido se hicieran presentes como reconocimiento a nuestro ser nacional. Un momento feliz que hizo surgir las lágrimas en muchos de los mexicanos que coreaban el nombre de su presidente

Motivos para que esto pudiera darse y verse al través de las redes sociales en muchas partes del planeta, fueron evidentes. Por primera vez el presidente de México puso en la mirada del mundo las políticas de un gobernante que lleva en el alma los sentimientos y las demandas de un pueblo con hambre y sed de justicia. Miles de mujeres y hombres que se hicieron migrantes porque su patria y los gobiernos de la oligarquía y que nunca quisieron ni pudieron atender satisfactoriamente sus demandas, se fueron del país huyendo de la miseria, de la represión y del clasismo que sobre los pobres montaron los privilegiados, los que hicieron del robo a la nación, el modus vivendi, que hoy lloran con amargura al ver perdidas sus canonjías y un gobierno abrazado por su pueblo

En el canto del México lindo y querido los migrantes mexicanos y los que estamos de este lado de la frontera con Estados Unidos, estaban contenidos los pasos que hemos dado en la conquista de un proyecto de nación en el que se encuentran nuestros sentimientos nacionalistas, el orgullo de ser mexicanos y especialmente el cumplimiento de un anhelo democratizador y libertario por el que tanto hemos luchado millones de mujeres y hombres. En ese coro que se oía en las calles cercanas a esos encuentros, los mexicanos estábamos mostrando un contento por lo que se está construyendo en el país

Es el derecho a la libertad de expresión, la participación de la gente en la defensa de la democracia participativa, por los apoyos del pueblo a sí mismo, por la lucha contra la corrupción, contra la impunidad, por el apoyo a los adultos mayores, a los niños, a los campesinos y a todos aquellos que caminaban por senderos llenos de olvido y amargura, fue lo que Salió del corazón de los forjadores del México de hoy

El canto del México lindo y querido estuvo acompañado de otras expresiones que brotaban de nuestros paisanos. Honesto y valiente, ese es nuestro presidente, era el grito que desgarraba las gargantas de nuestros compatriotas y hacían correr por nuestras venas el orgullo y la satisfacción de contar con un gobernante que está haciendo respetar al país. Pronto tendremos un México distinto al que ahora con satisfacción ya estamos mirando. Tendremos en pocos meses la oportunidad de ratificar el mandato al presidente López Obrador, de acompañarlo el 1º de diciembre en el zócalo de la CDMX. ¡Será apoteótica esta victoria! La expresión carroñera, la que no le perdona a la gente haber llevado a la presidencia a uno de sus filas, incrementará su rabia ante cada triunfo del pueblo y sus inevitables derrotas políticas ya vistas por doquier

Ganaremos las seis gubernaturas del año próximo y empezarán a funcionar las obras de infraestructura como el AIFA, la Refinería de dos Bocas y se pondrá en marcha el tren rápido Toluca CDMX. Para finales del 2023 el rostro de la patria será irreconocible. Las obras en construcción serán inauguradas por el presidente López Obrador y el orgullo nacional se multiplicará más allá de nuestras fronteras. Entonces surgirán otros cantos y se abrirán otras alamedas. Por ellas caminarán los niños, los ancianos, el pueblo en general. Para entonces, los mexicanos podremos gritar al unísono con todo el corazón. ¡Viva el México lindo y querido ¡Ese será nuestro nuevo canto de batalla

 

lunes, 1 de noviembre de 2021

La deuda que no le había cubierto a mi madre

Por JESÚS SOSA CASTRO

En la parte alta del nudo mixteco, allá en la Sierra Madre del Sur, nació una mujer campesina que a los 18 años se convirtió en mi madre. En esas montañas inhóspitas, agrestes y alejadas de la civilización, procreo a sus nueve hijos, Yo fui el mayor de ellos y obvio, soy el más viejo de la camada. Haber nacido y sobrevivido por muchos años en esos lugares, no dejó de ser un triunfo de la naturaleza. Pues mis progenitores venían de familias numerosas, analfabetas y empobrecidas hasta lo indecible

Los primeros años de mi vida los pasé como peón al lado de mi padre. Tuve la fortuna de respirar aire puro, oír el gorjeo de los pájaros, ver correr el agua cristalina por los arroyos y por las noches observar las estrellas acostado en un petate de palma en el patio de mi casa. A las cinco de la mañana empezaba el ajetreo. Había que ir al monte donde pastaban los bueyes, uncirlos al yugo, empezar las labores de labranza, darles agua, subirlos al monte para que se alimentaran y regresar a la casa donde mi madre nos esperaba para comer lo que había logrado para alimentar a su esposo y a su hijo

Este era el quehacer cotidiano. Una rutina que me fue haciendo hombre sin haber tenido tiempo para el juego o la distracción. Toda mi niñez giraba alrededor del campo y yo, no me sentía mal. Me hacía feliz el trabajo y el disfrute de una paz y de una quietud que no perturbaron nunca las fibras de mi alma. Al paso de los años y de cuando en cuando he recorrido mi pasado campesino. El que más influyó en mi vida y en mi formación fue mi padre, pues siempre andaba con él. No reparé en el trabajo y en el silencioso sufrimiento de mi madre. Pues antes que todos y en toda su vida, era la primera que se levantaba a moler y hacernos el almuerzo. Su vida de mujer campesina no le permitió conocer la tecnología que aligerara su trabajo y lo hiciera menos penoso. Siempre estuvo pegada al metate haciendo tortillas, salsas de chile guajillo y frijoles de la olla

Años después a mi padre le quitaron la tierra que le rentaban para trabajar. Y como ocurre con los pobres y con los pueblos originarios, los poderosos nos fueron echando hacia los lugares más inaccesibles. Vivíamos en constantes peregrinaciones en busca de espacio para trabajar. Nos fuimos montañas arriba, y allá, en la cresta de una de ellas, limpiamos una cueva natural para convertirla en nuestra vivienda. Una vez instalados nos pusimos a desmontar pequeñas parcelas para luego ponernos a sembrar. Allí fue donde por primera vez, vi llorar varias veces a mi madre. ¡No tenía nada que saciara el hambre de su prole

Supongo que por andar todo el día trabajando con mi padre, no me daba cuenta de los sufrimientos de esta diligente mujer. Tampoco entendí la actitud parcial y a veces grosera de mis abuelos paternos. Estos, poco duraron en mis recuerdos. Siempre vieron con malos ojos a mi madre que quiso ser independiente del tutelaje que por años ejercían los padres con los hijos y con las nueras. El núcleo familiar lo conservaban los “papás grandes” y los hijos con sus mujeres, tenían que vivir hacinados bajo el techo de los tatas mandones. Hoy, siete décadas después, estoy convencido que esa fue la causa de sus constantes desavenencias con mis abuelos

Además de esos hechos, harto difíciles que vivíamos, se sumaban circunstancias políticas que en ese entonces recorrían los caminos del Sur. Por las noches, veía que mi padre se despedía de nosotros y le recomendaba a su esposa que nos cuidara. Tomaba su vieja escopeta calibre doce, unos harapos que hacían las veces de cobija y se iba de la cueva sin que supiéramos hacia dónde. Varios días después me enteré que la leva, andaba levantando a los hombres en edad de ser incorporados en las filas del ejército, para luchar contra las bandas que había dejado la guerra cristera. Mi madre y sus hijos, habían sido abandonados por meses, mientras mi padre era obligado a pelear en defensa del Estado “revolucionario” y librar, contra su voluntad, batallas que, en nombre de Cristo Rey, los cristeros habían convertido en un propósito indecible. Hoy cubro una deuda que tenía con mi madre, recordándola con todo el amor, el respeto y la devoción que le debía

  

domingo, 24 de octubre de 2021

 

En el PAN, un discurso patético y una práctica llena de rencor

Por JESÚS SOSA CASTRO

En un artículo anterior a este, he hablado de algunas de las importantes ideas que ha expresado Doris Lessing en su libro Las cárceles elegidas. Hoy destaco unas más porque tienen que ver con los tiempos que estamos viviendo en esta Viña del Señor. De lo que hablaré pasa en la mayor parte del mundo, pero, por ahora, sólo me referiré a lo que sucede en México. Muchos vemos que con motivo de la pandemia, se está abriendo paso un hecho que consiste en que  nuestros niños, nuestros jóvenes y no pocos adultos pasamos la mayor parte del tiempo pegados al teléfono móvil, a la televisión y a otros mecanismos al través de los cuales los genios de la tecnología, de la guerra y de la violencia social, han sembrado todo lo necesario para despolitizar a los que, por ley de la naturaleza, estamos obligados a cambiar este mundo de explotación, de hambre y de mansedumbre

Este problema se ha hecho más complejo por casi dos años a resultas de estar encerrados en nuestros domicilios. Los que sufrimos esta situación forzada fuimos víctimas del trastocamiento de nuestros hábitos, perdimos las relaciones con la gente, el trabajo y la actividad cultural. Sólo un porcentaje pequeño recurrió a los libros, a las discusiones sobre los problemas del país. Otros, la mayoría, se dejaron envolver por la frivolidad y la intrascendencia que transmitían las televisoras, la prensa escrita y los columnistas que sirven a los grandes intereses de empresas nacionales y extranjeras. En ese ambiente de encierro, crecieron la violencia doméstica, el chisme y la vacuidad. Estas condiciones nos hicieron perder contacto con los libros, las conversaciones familiares y la cultura. Surgió la ansiedad, la angustia y al miedo que los medios nos inoculaban sobre nuestro futuro

El rostro de la intolerancia, los intereses de los grandes potentados y la ignorancia supina de los derechosos brotaron como hongos en la confrontación y en el debate con quienes impulsamos el proyecto de la 4T. Auguraban el desastre económico, la ingobernabilidad, el autoritarismo del presidente y falsearon hasta la saciedad todo lo que estaba haciéndose para “informar” que el país estaba cayendo en el caos, en la violencia descontrolada y en la represión. ¡La derecha enloqueció! Puso en juego su dogmatismo putrefacto y envileció la discusión pública enrareciendo el ambiente de la política. “Así como los cristianos pasaron siglos matándose unos a otros por la interpretación correcta de una palabra, de una frase o de una sentencia de la biblia” (*) así está ocurriendo con una oposición que se empeña en hacernos creer que lo que ella defiende, es lo que conviene y deben aceptar los “hambreados” Estas son las ideas que los panistas y demás mangantes nos quieren imponer

Lo que hemos visto en la cámara de diputados, en los medios de comunicación y en el debate público con respecto a la miscelánea fiscal, el presupuesto de ingresos y sobre la reforma eléctrica, es lo suficiente para darnos cuenta de que las posiciones dogmáticas de la derecha y de sus achichincles, se confrontan con violencia verbal con las fuerzas democráticas en todo momento. En su empeño por interpretar a su modo la visión de las cosas o de los planteamientos de cada una de las partes, han perdido la compostura y han dado rienda suelta a un discurso procaz y vacío. Cuando la mayoría del pueblo adquiere el compromiso de transformar la vida económica, social y cultural del país, el engendro fascista y vulgar defiende un dogmatismo patético que no cuadra con los intereses, la conciencia y las demandas populares que están sacudiendo las viejas estructuras de un sistema conservador, arcaico, fuera de tiempo y de lugar

Esperamos que este momento de inmersión en la locura del panismo y de sus seguidores no caiga en la mojigatería política y lleve al país a una confrontación como la ocurrida en la época de la cristiada. Su esquizofrenia está fuera de la historia. El pueblo está construyendo un futuro distinto. La diarrea verbal de los enfermos de odio contra el pueblo, hay que atajarla explicándole a la gente el sentido, la razón y la profundidad de nuestro proyecto democratizador. El debate público, debe estar sustentado en los hechos y no en las palabras. La derecha vive su derrota política porque carece de razón, de proyecto y de moral. Lo que ha hecho en el pasado y en el presente trayendo príncipes, ejércitos extranjeros y propuestas ajenas a nuestra idiosincrasia para gobernarnos, no sólo son las reminiscencias de un conservadurismo putrefacto; es a todas luces, una manera y una conducta falaces que traicionan al pueblo y a la patria

(*) Doris Lessing, Las cárceles elegidas, premio nobel de literatura, Editorial Tezontle, 2007

 

 

domingo, 17 de octubre de 2021

Quienes repiten los errores es porque están viviendo de ellos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Ha llegado el momento de hacer un balance crítico más de lo que pasa en Morena. Con desencanto, miles y miles de militantes vemos como un esfuerzo multitudinario, entusiasta y lleno de esperanza, está siendo malogrado por las constantes decisiones cupulares que se toman desde las esferas del poder, sin tomar en cuenta el trabajo, la opinión y el esfuerzo de la militancia. ¡Haber ganado el gobierno no es ganar el poder! La revolución pacífica que estamos impulsando está encontrando resistencias rabiosas de la derecha y no hay por parte del partido ninguna respuesta política que las confronte y al mismo tiempo, explique al pueblo el sentido de nuestra lucha por transformar el país

El CEN y sus distintos órganos de dirección, no están entendiendo nada sobre el alcance y profundidad del proyecto de la cuarta transformación. Se dedicaron a administrar el éxito electoral del 2018 y a impulsar los intereses de los distintos grupos que hay al interior del partido. No están interesados en construir la fuerza para profundizar las reformas sociales sino abrirle espacios de poder a grupos de vivales y oportunistas que ahora lo tienen secuestrado. Nuestra organización, no cuenta con verdaderos liderazgos, es un partido ausente de la política y con una credibilidad social a la baja

Resulta inconcebible que a siete años de que oficialmente el 9 de julio del 2014 el INE reconociera a Morena como partido político nacional y haber ganado la presidencia de la República, varias gubernaturas, congresos locales, presidencias municipales y una gran influencia en amplios sectores populares; el 6 de junio hayamos sufrido la pérdida de nueve alcaldías en la ciudad de México y un descrédito político dentro y fuera de nuestra organización. Hay quienes se preguntan, con razón, si la democracia participativa ha ganado terreno o ha perdido espacios con representantes populares que hasta ahora no huelen ni hieden

La derrota electoral en el principal bastión de la democracia y la participación ciudadana no está siendo leída de manera correcta. A contrapelo de lo que esto significa, no hay un examen autocrítico respecto de los factores que hicieron posible este sucedido. Los que instrumentaron los mecanismos organizativos y propagandísticos para el proceso electoral de junio pasado, pasaron por alto la opinión y el trabajo de las bases para alcanzar el triunfo que se esperaba y profundizar los alcances de la transformación en la que estamos ocupados. En lugar de impulsar la fuerza organizada de la militancia y de las fuerzas solidarias con nuestro proyecto, los dirigentes se dedicaron a imponer candidaturas que no representan los intereses de la gente ni de la militancia

Los órganos de poder que deciden desde arriba repitiendo los errores del pasado, sólo conducen al desencanto, a la desorganización interna y a una pasividad política que no se merecen los amplios sectores populares que votaron por el cambio el 1º de julio del 2018. La imposición de liderazgos no solo nos ha llevado a derrotas electorales sino al creciente descrédito de muchos funcionarios públicos, desde alcaldes hasta miembros del parlamento que no son la diferencia con los funcionarios públicos de los regímenes anteriores al nuestro

Justo cuando está creciendo la confrontación entre la derecha esquizofrénica y las políticas del gobierno federal, las cúpulas políticas de todos los niveles siguen manejándose con las mismas prácticas viciadas y antidemocráticas de imponernos “dirigentes” que nadie ha elegido ni nadie los conoce. Resulta incongruente que cuando ahora conviene poner en juego la fuerza organizada de la militancia y del pueblo, para apoyar las iniciativas de ley del presidente y la 4ª t, es cuando se vuelve a las imposiciones de personas que integrantes de las tribus o grupos de presión saltándose las normas estatutarias y volviendo a las instancias paralelas y anti estatutarias que dividen al partido

Sería lamentable que estos errores fueran resultado de los reacomodos políticos que tienen que ver con la sucesión presidencial. Lo que va a salvar al proyecto de la cuarta transformación no son las cúpulas. Es y será el pueblo que está presente en el debate público, es la fuerza del partido, su organización y su presencia política en la vida nacional. Lograr esto, requiere de una dirección y un partido vivos, organizados y dispuestos a jugar el papel histórico que les corresponde. Lo que hoy se está haciendo sólo repetirá los fracasos que ya están asomado su rostro en las filas de Morena

 

  

    

domingo, 10 de octubre de 2021

 

Los libros y la conciencia crítica

Por JESÚS SOSA CASTRO

Después de una semana de discusiones entre los que estamos a favor de las reformas constitucionales que está proponiendo el presidente y la rabiosa y cretina derecha agrupada en Va por México, el viernes y sábado los dediqué a reencontrarme con mis libros que, un tanto olvidados, siempre me esperan en el Estado de Morelos. Estuve dos días por allá, disfrutando del sol, de unos tequilas y de algunas lecturas apasionantes. Las noches son acompañadas por un silencio que lastima, que dificulta conciliar el sueño. En las mañanas, en cambio, apenas despiertas y puedes ver las fumarolas caprichosas del Popocatépetl, la nívea blancura del Iztaccíhuatl, la enhiesta cordillera del Tepozteco y Xochicalco, donde la vileza de López Mateos asesinó a Rubén Jaramillo y a toda su familia

Después del terremoto del 85 muchos quisimos huir del desastre que destruyó parte del Distrito Federal. De entonces a la fecha los pobladores morelenses han dejado de ser lo que eran. Un Estado con grandes tradiciones revolucionarias, históricas y culturales, hoy lo han convertido en un territorio lleno de personas con dinero, de violencia y de pobreza. Al pueblo de Zapata, de Otilio Montaño y de Rubén Jaramillo le han expropiado su fe en el porvenir, le han arrebatado sus tierras, la paz y sus antiguos trabajos. Por laderas y llanuras, abundan los grandes centros comerciales y las mansiones de muchos dueños de la impunidad y del poder. Mientras al lado, camina el pueblo en la desesperanza

Después de estos dos días en este Estado, regresé a la ciudad donde una buena parte del pueblo y de las fuerzas democráticas, confrontamos a los fascistas que siguen empeñados en mantener la reforma eléctrica del corrupto Peña Nieto. Con la idea de amainar mi coraje, tomé de mi biblioteca uno de los libros del escritor barcelonés, Carlos Ruiz Zafón titulado “La sombra del viento” A medida que avanzaba en su contenido brotaban como en almácigo, un sinfín de preguntas sobre el futuro del país y de los libros. Sobre México, siempre estaba presente la convicción de que la batalla por la Reforma Eléctrica que propone el presidente, la vamos a ganar porque la razón y los hechos se impondrán en el parlamento y en la mayoría de la sociedad

Sobre los libros, Carlos Ruiz Zafón lanza una pregunta muy importante respecto del papel del conocimiento y de la lectura ¿Algún día desaparecerán los libros? ¿Seguirán amontonándose en los entrepaños de las librerías, en las bibliotecas públicas o privadas, para regocijo de quienes su analfabetismo funcional no los ha llevado a entender el papel tan importante de esta herramienta de la crítica y del saber? ¿Acaso ya asumieron que es la Televisión, y el internet los sustitutos del conocimiento y de la información? ¿O de plano, forman parte de la corriente foxista que despreció la lectura porque según la víbora prieta, ser ignorante es ser feliz? “La verdadera armonía en una república -dice AMLO refiriéndose al escritor Stefan Sweig- sólo se logra si la riqueza no se despilfarra en el lujo y la disipación y se transforma en cultura espiritual y artística”

¿Acabaremos compartiendo la historia que nos cuenta el escritor español, respecto de los cementerios de los libros olvidados? ¿No habrá alguien que se atreva a expropiar esa cultura, encarcelada en bibliotecas públicas y privadas, y formar ejércitos de jóvenes y viejos que retomen el espíritu vasconceliano y aprovechen los libros para generar pensamientos e ideas, porque sin estas herramientas no se puede transformar un país y alfabetizar a cerca de ocho millones de mexicanos que andan por nuestro país sin saber los secretos que encierran los libros?

Es un hecho que a los derechosos les conviene la ignorancia del pueblo para convertir la cultura y la política en el estercolero de la indignidad. Sería ideal que los libros que yacen en espacios llenos de polvo, pudieran convertirse cuanto antes en verdaderos instrumentos de la razón y la crítica y poder rescatar de la miseria intelectual a millones de mujeres y hombres que hoy por hoy se han convertido en los apoyadores del viejo sistema. ¿Seguiremos viviendo ajenos al pensamiento creativo del hombre, a la poesía y a la construcción de otra historia? Ir al lenguaje del sentimiento, de la imaginación y la creatividad literaria es lo que alimentará a nuestra conciencia crítica y nos pondrá en la ruta de aquellos que luchan toda la vida por la justicia, la soberanía y la libertad de nuestro país y de nuestro pueblo. ¡Cualquier otro esfuerzo que no esté ligado a los intereses del pueblo, es un desperdicio inexplicable!