¿De qué políticos estamos hablando?
Por JESUS SOSA CASTRO
En el país, las cosas no andan bien. Los actores políticos están enredados
en un montón de problemas y de intereses. ¡No saben cómo salir! La casta gobernante
ha perdido el consenso social y los partidos,
no tienen ni iniciativa ni interés por contribuir a superar esta
tragedia nacional. Los problemas económicos y sociales se están profundizando y
están a la orden del día. Peña Nieto se la pasa paseando y haciendo el ridículo
una y otra vez en cada viaje que hace al extranjero. Como funcionarios
federales no sólo muestran su incapacidad para cumplir con sus tareas, sino que
se han convertido en el blanco de las críticas por ser parte fundamental del
mal gobierno y de la corrupción
Seguramente a eso se debe que en un amplio sector social toma
cuerpo una extendida ofensiva contra muchos sujetos políticos corruptos,
ignorantes y buenos para nada. No son unos sino la inmensa mayoría de los
funcionarios públicos los que están llevando al país al despeñadero. Para
entender de qué estamos hablando, tal vez valga la pena hacerse una pregunta:
¿Quiénes son los responsables de la situación económica, política y social que
vive la nación? ¿Han sido los gobernantes del PRI y del PAN? ¿Es el PRI, que ha
hegemonizado una cultura política y ha pervertido el ejercicio del poder, sometiendo
a los ciudadanos a prácticas más allá de la ética y del derecho?
Durante 85 años, el PRI ha sido prácticamente el
único instrumento de gobierno, exceptuando doce años que estuvo en manos del
PAN. Pero si
hoy los priistas tomaran la decisión de desaparecer ese partido, la escuela y
las prácticas priistas seguirían existiendo por muchos años porque éstas, han
sido asumidas, voluntaria o involuntariamente, por la inmensa mayoría de la
población. El priismo, por tanto, no es simplemente una estructura estatal, ni menos una plataforma partidista. Es, sobre todo, un instrumento de poder que ha establecido una red de relaciones políticas
y un ejercicio de complicidades mutuas con
la burguesía. Por eso este partido ya no es más un representante de los sectores populares que participaron en la revolución
de 1910-17. El PRI es hoy, la herramienta que sirve al poder del gran capital
para someter y expropiar al pueblo sus intereses y sus derechos
Si el callismo representó la
modernización del priismo, con el Gral. Lázaro Cárdenas del Río toda la
organización de las masas fue subordinada a los intereses del Estado y a las necesidades
y políticas del gobierno. Las centrales obreras, las capas medias y los
campesinos fueron organizados no para confrontarse con la burguesía emergente
sino para fortalecerla como clase gobernante. De allí viene el corporativismo
oficial que estamos padeciendo. Por eso a
los priistas les causa roña que se demande respeto a la independencia orgánica
y política de las organizaciones existentes en el país. La sumisión de los
líderes charros a los intereses del poder y la consiguiente castración de las
luchas de los trabajadores, son la expresión histórica de la burguesía
triunfante en el movimiento armado del 10-17. Ochenta y cinco años después, el PRI se ha convertido en el alma y el
corazón de la burguesía mexicana. Su espíritu y su mundo interno han
evolucionado crecientemente hacia la derecha. “El origen del priismo es el núcleo creativo, discursivo y afectivo
de toda la clase y de cada uno de los capitalistas mexicanos. En su intimidad
profunda y en su memoria colectiva, se guardan los sentires, saberes y
conocimientos aprendidos y vividos respecto de la opresión y explotación de la
que ha hecho víctima al pueblo de México” (*)
Si la burguesía mexicana fue la
que triunfó en la Revolución, políticamente fueron los carrancistas, padres de
los callistas y de los priistas modernos, quienes excluyeron a
los zapatistas, a los floresmagonistas y a los villistas de los programas
avanzados por los que éstos lucharon en ese movimiento. Sólo por razones
políticas y por utilitarismo, Carranza tomó
en cuenta las recomendaciones de Luis Cabrera para prometerle al pueblo que sus
huestes acogerían las demandas que Zapata y Villa habían recogido de sus
seguidores
Desde 1929 a la fecha, el priismo ha construido su existencia
alimentándose de mentiras, tergiversando lo que fue el proyecto de la
Revolución Mexicana. Ha hecho de los artículos 1º, 3º, 9º, 27º, 39º y 123º
puros fetiches. Para constituirse en
poder capitalista asesinó a Flores Magón y para tratar de hundir en el olvido a
esta corriente libertaria, se conformó en poder burgués matando a Zapata y a
Villa
La canalla priista representa lo
peor en la vida nacional. El triunfo que en 1988 no quiso o no pudo defender
Cuauhtémoc Cárdenas, espantó al priismo que se creyó destinado a gobernar para
siempre este país. Carlos Salinas de Gortari busca nuevamente al PAN y otros
capitostes de la política para uncirlos a los intereses de la gran burguesía y golpear
políticamente a AMLO. Hoy el PRI, el PAN y el PRD trabajan juntos en un nuevo Pacto
Social que impida el cambio del régimen político que está exigiendo la gente. El
pueblo, no tiene ningún pacto o contrato qué respetar con los multimillonarios,
entreguistas y traidores a la Nación. La soberanía popular y el patrimonio
histórico de nuestro pueblo volverán a ser rescatados, cuando todas las
demandas de las distintas resistencias se unifiquen y sus fuerzas se articulen
sin exclusiones ni dogmas.¡De eso, pronto nos encargaremos!
(*) Sobre el priismo. Ensayo escrito por Armando Martínez Verdugo
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